Partida Rol por web

Hago un gesto con la cabeza para indicar que debíamos bajar, después niego con la cabeza al doctor M para que no utilize el machete, no podría con ellos a corta distancia, me acerco a Jack y le doy unos golpecitos en la espalda para que baje.

- ¡Mierda! ¿Por qué no haría el curso de manejo de armas de fuego cuando me lo propusieron? ¡Maldita sea! - pienso cuando Ian me mira de forma rara cuando llevo el cuchillo en la mano.

- Aunque tiene toda la razón del mundo. Sea lo que sea que ha hecho esto, con un cuchillo va a ser imposible cazarlo. No obstante tengo un bote de somníferos en mi botiquín. Quizá haciendo un remedio casero chafando unas cuantas, mezclándolas con algo de suero y untando un clavo de los lanzaclavos podamos hacer algo...

Jack lleva el arma hacia adelante, listo para disparar, mientras desciende lentamente las escaleras...

Se pega a la pared, dejando espacio para que Ian o alguien con un arma pueda deslizarse a su lado.

Me pego en la pared contraria a Jack con el revolver cargado y por delante preparado para disparar en cualquier momento y avanzando a la misma velocidad que mi compañero.

Al bajar las escaleras Jack se detiene justo al final, con la pistola alzada, dejando tan solo espacio para que una persona baje, de todos modos las escaleras son estrechas, y incluso esto será ya difícil con el grandullón al pie de la escalera. Lo que aquí encontrais no podíais imaginarlo de ningún modo, un laboratorio biológico como jamás habíais visto. El taller de carpintería es solo el esqueleto muerto de lo que ahora es un moderno lugar de investigación. Cables cuelgan del techo, hay papeles por todas partes y sobre éstos muestras de tejidos a medio-inspeccionar.

Desde las escaleras, el rastro de sangre se divide por todas partes. A vuestra derecha, hay un pequeño despacho, computadores y pequeñas pantallas parpadean sin parar, la puerta está entre-abierta, y se ve la silueta de un enorme dinosaurio que está armando un buen escándalo mientras despedaza lo que parece medio-cuerpo de un policía.

Sobre la hilera de mesas que hay en el centro de la sala hay un segundo dinosaurio, está casualmente colocado justo encima de una sierra de disco, probablemente de la vieja carpintería, lamiendo y jugando con una mano. Junto a las mesas, llaman la atención varios tanques algunos están vacíos, otros llenos de un líquido bien iluminado, en el cual flotan embriones y dinosaurios a medio-formar.

Finalmente, al fondo de todo, hay un tercer dinosaurio, bajo sus patas están los cuerpos de dos guardias, completamente esparcidos a su alrededor, como si pretendiera rodearse de sus vísceras antes de comérselas.

El dinosaurio al fondo de la sala, y el dinosaurio sobre la mesa, alzan la cabeza cuando Jack aparece y sueltan un horrible alarido que parece retumbar en eco desde sus propias gargantas.

Bajo la mesa de la sierra de disco, pegado a una de las gruesas patas de la mesa ves el botón que seguramente acciona la sierra mecánica, eso trincharía al dinosaurio que hay sobre ella. Es tan pequeoñ y parece tan difícil, pero en las películas de acción lo hacen....

Al bajar por las escaleras y ver el laboratorio que parecía de ingeniería genética no puedo evitar quedárme estupefacto, al igual que al ver los reptiles que había ahí dentro, sus alaridos me hielan las venas y me daba la sensación de que la cabeza me iva a estallar.

Apunto al reptil que está encima de la mesa a la par que frunzo el ceño intentando cuadrar los esqueletos que había desenterrado y estudiado hacía tiempo, cuando aún hacía mi verdadero trabajo, no obstante no me pienso ni dos veces el disparar.

Casi en simultáneo con el disparo de Ian, a su lado, Jack apunta con Cristina y dispara. Tiene que funcionar!

La bala impacta bajo la mesa, en un evidente fallo al dinosaurio en sí...

No había visto en mi vida algo así. ¿Dinosaurios de carne y hueso?

- ¡Malditos investigadores de poca monta! ¡Juegan con fuego y los demás nos quemamos! - pienso.

- ¡Acabemos con esto ya, chicos! - intento dar ánimo a mis compañeros mientras me aparto hacia la pared para intentar no molestarlos si se quieren mover. Procuro ver la situación a ver si el disco de sierra de debajo del dinosaurio de la mesa se puede activar de alguna forma.

Cuando los disparos comienzan Dr.M se agolpa tras Ian que permanece en la escalera y da un disparo al dinosaurio, Jack por su parte prefiere disparar al botón que enciende la sierra de disco sobre la que estaba uno de los dinosaurios, ésta, sin aviso ninguno comienza a girar incontrolablemente emitiendo el horrible y característico zumbido

Bzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

El lagarto gigante que se encuentra sobre ella, es atrapado entre los dientes de la sierra y la mesa, una explosión de sangre salpica a todos aquellos que estan viendo la escena, aún vivo trata de forcejear pero tras unos instantes queda totalmente inmóbil sin que su cuerpo consiga detener la sierra.

El dinosaurio del fondo de la sala, que ya había subido de un salto sobre la mesa, al encontrar el obstáculo de la sierra decide buscar un camino más seguro, y vuelve a bajar, quedando a seis metros por delante de Jack, agazapándose, abriendo sus garras y mostrando sus dientes mientras una lengua se estira hacia delante en un escalofriante siseo sordo.

El dinosaurio que estaba en el interior de la sala sale de ésta y imita a su camarada, buscando con la mirada algun rincón para encaramarse de un salto en la escalera, inexistente por la barandilla que casi sube hasta la pared, pero hasta el DrM, agachándose en la escalera, puede ver el ojo amarillo de éste que le busca con una sonrisa reptiliana

Jack da un rápido paso hacia el costado, bajando pero manteniendo la espalda contra la pared, tal de despejar la escalera y mantener a los bichos en la mira.

- Eso, cocodrilos!! Uno menos, cual es el próximo!? Eh?! 

Cristina vuelve a hablar también, escupiendo plomo.

Ariel mantiene los brazos doblados, apuntando su pistola hacia arriba, frente a la escalera trata de ver algo por encima de DrM, pero tan solo puede ver a Ian y Jack disparando en el, aún desconocido, laboratorio . - Eh ¿¡Qué pasa ahí abajo?! Menead el culo o esos bichos os cazarán a vosotros solos - Ariel tiene que alzar bastante la voz, el sonido de la sierra encendida arma un gran escándalo y casi ahoga el sonido de los disparos, al final todo será más discreto de lo planeado.

Me pego a la pared pos si los demás quieren pasar y apunto al dinosaurio que está justo enfrente de mí, pero no podía saber que era, tal vez Jack tuviera razón.

¿Que serán?

Ya no podía esperar más: abajo, Ian y Jack hacían uso de sus armas, pero arriba, Ariel y el Dr.M me trababan el paso. Así que no me quedo otra opción que saltar sobre ellos. Tomé un poco de carrera con los escalones que había tras mio, me subí al barandal de las escaleras (cada pie sobre el barandal de su lado correspondiente) y me deslicé sobre las cabezas de mis compañeros. Cuando llegaba al final de la escalera, haciendo fuerzas con las piernas, me impulsé en un salto en rol en el aire, cayendo sobre mis manos para terminar en cuclillas al lado de Ian.

En cuanto mi sentido del equilibrio se normalizo, levanté los brazos y apunté a la criatura. No podía creer en lo que mis ojos veían: un dinosaurio estaba frente a nosotros... ¡Vivo! "No me importa si es real o un robot" pensé en un segundo antes de accionar el gatillo del Táser.

Estoy nervioso. No sé qué hacer. Sin posibilidad de usar un arma de fuego lo único que puedo hacer es suicidarme acercándome con un machete al dinosaurio o esperar a que alguien sea herido (espero que no) y hacer lo que mejor sé hacer: curar. Me decanto por lo segundo. Espero con el equipo médico dispuesto.

La bala de Ian se escucha en algun lado del laboratorio, el investigador se ve reflejado en los ojos del enorme reptil que se agazapa y se prepara para saltar cuando la sombra de Alice aparece desde lo alto y dispara al lagarto, el zumbido del táser no se escucha por el sonsonete monótono y agudo de la sierra mecánica de la mesa.

BZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

El lagarto terrible parpadea dolorido y se gira hacia Alice, va a retroceder un paso de ella cuando cae al suelo, sus patas se mueven sin ton ni son, parece estar nadando en el suelo, sin embargo su cabeza gira, gime y sisea, parece asustado.

Mientras esto ocurre, aquél que se ha colocado frente a Jack y que ha recibido la bala en plena cabeza, embiste hacia adelante, dando un par de pasos y saltando sobre el hombretón, clavando sus zarpas traseras a la vez que emite un alarido que sí se oye por encima de la sierra, el impacto aplasta a Jack contra la pared y prácticamente le derriba, pero el gigante aún se tiene en pie, el tiempo suficiente, para ver como los dientes del lagarto se mueven como una sierra, con movilidad propia, y se cierran en torno a su cara, derribándole en el suelo y desclavando sus espolones del cuerpo totalmente quieto de Jack

-M, ayuda a Jack rápido-Digo, aunque pensaba que ya era un acto inútil, poniéndome a la derecha de Alice aprieto el gatillo apuntando al dinosaurio que había atacado a mi compañero era más un acto de venganza que trabajo, esto ahora ya era personal -Muerete ya, maldito animal de sangre fría-

Estaba confuso, durante toda mi vida me habían gustado los reptiles, toda clase de reptiles, vivos y muertos, pero ahora ya no estaba tan seguro.