Partida Rol por web

Tus movimientos son ágiles... pero cuando tratas de golpear a la mujer ves que una fuerza invisible te lo impide...

- Pobre muchacho... ni siquiera sabes a que te enfrentas... es una lástima que tu vida tenga que llegar a su fin aquí... hubieses sido un buen juguete... - dijo cuando te señaló con su dedo y empezaste a sentir que algo te estrangulaba... no entendías nada... pero recordaste algunas de las palabras del padre Lucio y las extrañas cosas que te contó... algunas de ellas empezaban a tener sentido...

Y cuando parecía que tus fuerzas flaqueaban una energía cálida te envolvió y te liberó del influjo de Circe...

- ¡¿Qué está pasando?!- exclamó circe al no saber que sucedía...

Una voz te susurro, llena de amabilidad y que te transmitía tranquilidad... - Este no es momento de luchar Dante... corre... vuelve con el padre Lucio... él sabrá lo que hacer...

Una voz te susurro, llena de amabilidad y que te transmitía tranquilidad... - Este no es momento de luchar Dante... corre... vuelve con el padre Lucio... él sabrá lo que hacer...

¿Correr y dejar que esta mujer se salga con la suya? No sin intentarlo antes, jamás sin intentarlo antes!. Le respondo a l a voz misteriosa mientras busco en mi bolsillo el rosario del padre Lucio, si me lo dio es por algo y con intentar no pierdo nada. – Bruja apestosa, pagaras por tus maldades… !Toma esto! – y le doy un puñetazo con mi mano derecha que sostiene el rosario. 

Tu puño en ese momento empezó a brillar y el golpe propinado atravesó el escudo que tenía Circe alrededor de su cuerpo e impacto de lleno sobre su mejilla, mandándola disparada varios metros y estrellándose contra una de las casas vecinas.

- ¡¿Como... es... posible?! ¡¡ESTO ES IMPERDONABLE!! - en aquel momento pudiste ver como el cuerpo de Circe se cubría de una extraña armadura con motivos esotéricos... y el rosario empezaba a brillar si cabe con más fuerza y sentías una gran energía manar de él para ayudarte.

Miro el Rosario envolviendo mi puño totalmente incrédulo y pasmado. Jamás en la vida hubiese imaginado semejante golpe! También es impensable que aquella mujer sobreviviese luego de volar varios metros por el golpe y estrellarse contra las casas vecinas, más extraño aun fue el verla vestirse con una armadura brillante que salió de la nada. Entonces aprovechando la distancia y la sorpresa inicial doy media vuelta para salir corriendo en zigzag entre las casas con intenciones de abandonar el pueblo e ir a la capilla del padre Lucio. El debe saber todo lo que sucede aquí. Tal vez no esté tan loco como pienso.

En un principio la mujer parece perseguirte, pero tu superior conocimiento del terreno hace que tengas la ventaja táctica y tras unos minutos de carrera logras despistarla. Una vez te alejas de tu pueblo ves que la energía del rosario empieza a estabilizarse pero sigues notando que dicha energía parece resonar contigo. 

Después de un día de viaje consigues volver a la capilla donde te recogió el padre Lucio donde puedes ver a Lora ayudando con las labores del templo.

Luego de correr todo un día en mi regreso a la capilla todavía no puedo salir de mi asombro por todo lo ocurrido. Aquella mujer y lo que hizo, ¿será magia? Parece un cuento de niños o una película de terror, ¿gente convertida en cerdos? Lo único que es real, o al menos parece serlo, es la extraña sensación del Rosario del padre Lucio. Es algo tibio y confortable que me da energías para no detener mi marcha, un calor que anida en mi pecho.

Al llegar por el rio veo a Lora en la capilla haciendo tareas de limpieza tras lo cual me acerco y sin perder un ápice de tiempo le hablo sin mayores miramientos. - ¡Lora, Lora! ¿Por favor llévame ante el padre Lucio. ¡Es importante! – sin darme cuenta pude haberla asustado porque entre en escena y ella no me había visto llegar.

Lora te miró extrañada a la vez que sorprendida y te respondió con cierto nerviosismo: - S...Sí... ahora lo llamo...

La chiquilla sale corriendo hacia dentro de la capilla mientras tu cuerpo ya hace mella del agotamiento y te obliga a sentarte en el primer lugar que encuentras.

A los pocos segundos sale el padre Lucio de la capilla junto con Lora...

Tomo asiento en un banco hasta que llega el padre Lucio junto a Lora, entonces comienzo mi relato. Le detallo al padre Lucio todo lo acontecido en el pueblo desde la barricada, los cerdos, aquella extraña mujer y su armadura pero sobre todo le hablo en detalle del rosario y aquella voz que escuche. Tal vez él tenga alguna explicación para todo lo sucedido. Le devuelvo el rosario y aguardo en el banco su respuesta. El cansancio ha calado hondo y poco me deja hacer.

El padre Lucio cierra tu mano cuando le tiendes el rosario tras escuchar el relato... - No Dante... que escuchases esa voz significa que no estaba equivocado y que tú eres su justo propietario... Siento lo sucedido en tu pueblo, pero no es irreversible... muy probablemente si acabas con Circe se deshaga la maldición... - decía mientras entrabais todos al templo.

- Ahora tendrás que recibir cierto entrenamiento... puede que te suene extraño, pero en su día yo fui un gran guerrero... aunque eran otros tiempos... menos maliciosos... pero dejémonos de batallitas y centrémonos en lo importante... Lora... ve al pueblo a comprar algo de comida... nos hará falta...

El sacerdote esperó pacientemente a que Lora se hubiese marchado y entonces te pidió que le dejases ver el rosario de nuevo... y al tocarlo y recitar una pequeña oración el rosario empezó a brillar y a emanar una energía que empezaba a tomar forma alrededor de tu cuerpo... era una armadura como la de Circe... de color marrón y con detalles dorados y motivos marinos, como si de una antiquísima embarcación se tratase...

- Esta es la armadura sagrada del Arca de Noé... y tendrás un mes para dominar sus aspectos más básicos y asi partir a Roma, donde empezará tu verdadero viaje...

Contemplo atónito las revelaciones del Padre Lucio, el rosario, la armadura del Arca de Noe y Roma… - Es cierto todo esto… ¿pero porque yo?… solo soy un simple muchacho que nunca asiste los domingos con sus abuelos a la iglesia… - hablo sin dejar de mirar el atuendo que llevo, es algo muy liviano pese a su apariencia… - ¿cuando empezamos? – de repente siento deseos de ir mas allá de mis limites y un calor en mi pecho brota como un torrente. Seguramente me veo sonreír.

- No es más que el camino que el Señor ha decidido para ti... El mundo necesitará de tu poder... más de lo que crees... y empezaremos a entrenar por las noches... de forma que Lora no sepa que sucede... si por algún casual se filtrase esta información... el enemigo podría venir a buscarnos... - dijo tratando de darte confianza el padre Lucio...

Los primeros días pasaron volando... el entrenamiento era duro... pero gratificante... no había un día en el que te fueses sin aprender algo nuevo...

- Es hora de empezar a dar forma a tu energía Dante... debes decidir que naturaleza tendrán tus ataques más poderosos, y darles un nombre... vuelve a mí cuanto tengas una idea aproximada y veremos si se adecua a tus habilidades...

Ahora deduzco porque la capilla se encuentra apartada de la civilización. – Entiendo Padre Lucio, la seguridad es lo primero y nadie debe saber lo que hacemos aquí. Veo que hay mucho en juego y no solo mi pueblo podría correr peligro. – con el correr de los días Fui descubriendo cosas inimaginables, superando mis limites y perfeccionando mis habilidades existentes mientras aprendía nuevas dotes. También mi acercamiento a la religión fue evidente, creando un lazo entre mi nuevo poder y la fe.

Pasaron unas semanas y los frutos del entrenamiento ya eran evidentes... ya habías conseguido dominar unas cuantas técnicas con las que el Padre Lucio te había ayudado a dar forma... pero cada vez era más difícil ocultar vuestro entrenamiento y Lora ya empezaba a sospechar que algo os traíais entre manos...

- Bueno Dante... en estos meses has aprendido todo lo que podía enseñarte... ahora eres en verdad un digno portador del Rosario del Arca de Noé... así que en breve deberás partir a Roma... allí es donde se ha acordado que debéis reuniros... - dice el sacerdote mientras descansa tras vuestra última sesión de entrenamiento.

Partiré inmediatamente. No deseo poner en peligro la capilla ni a usted y menos a Lora, ella es inocente en todo esto. ¿Padre dice que me reuniré con otros? No sabía que existe más personas como nosotros, como yo… ¿Quién está detrás de todos los males que nos acechan? Supongo que quien se encuentre detrás de todo esto tiene lacayos como aquella mujer que encontré en mi pueblo. – preparo un pequeño bolso pues todas mis pertenencias habían quedado en la casa de mis abuelos y me dispongo a marchar cuando el padre Lucio lo disponga.

- Sí Dante, hay otros como tú... si los Olímpicos no se nos han adelantado, deberíais ser siete los que os reunáis en Roma, pero al igual que tu te encontraste con Circe, otros han podido ser víctimas de ataques y no haber corrido la misma suerte que a ti te acompañó... - "Olímpicos"... era la primera vez que el sacerdote hacía referencia a dichos entes como vuestros enemigos...

- Al resto de preguntas te sabrán responder mejor en Roma, allí os darán todos los detalles necesarios sobre vuestra tarea... a mi solo me queda desearte suerte... ya que si no te acompaña... puede que el mundo esté condenado para siempre...

Cuando el Padre Lucio habla de “Olímpicos” no puedo recordar aquello que aprendí en la escuela. - ¿Se refiere a los dioses Griegos? ¿Son reales? Esto si que es una gran sorpresa. Entonces los Dioses Olímpicos nos quieren destruir después de todo. - es la única conjetura que puedo obtener ahora luego de atar todos los cabos. - Gracias padre. Necesitare toda la suerte que pueda conseguir. Ya mismo parto hacia Roma. - No soy de las despedidas afectuosas por lo cual solo estrecho su mano y miro alrededor. - Debería despedirme de Lora pero no creo que sea una buena idea, dele mis saludos por favor. Adiós. - me doy media vuelta y salgo de la capilla con mi bolso de viaje en dirección a la ruta. Allí pediré aventón a los camiones porque al final “todos los caminos conducen a roma”.

Según sales en dirección a la carretera más cercana para hacer autostop te encuentras a Lora apoyada sobre un árbol como si esperando que pasases por allí...

- Puede que al principio no me diese cuenta... pero sé que habéis estado entrenando el padre Lucio y tú... no sé el propósito pero imagino que tiene algo que ver con lo de tu pueblo... - dice apoyada en el árbol con una mueca de tristeza.

- ¿Sabes? el padre me recogió hace unos años de una aldea que acabó como la tuya... así que aunque no sepa exactamente quienes fueron los responsables, sí que sé que son peligrosos... debes prometerme que volverás con nosotros... - dijo la joven con cierta ansiedad... es posible que fueses el primer amigo que tenía después de mucho tiempo y sobre todo al descubrir su pasado trágico.