Decidido a no darle oportunidad, voy a todo o nada contra el. Intentaria desequilibrarlo a golpes y luego ejecutarle mi tecnica a quema ropa. Tendria que ser suficiente para acabar con el. Tracciono con ambos pies y corro a toda mi velocidad, hacia el, iniciando el combo de golpe con un puñetazo rrecto, al rosto, con la mano izquierda, para medir la distancia. De ser necesario, intento un segundo golpe y si queda una abertura, descargo un golpe de derecha con todo mi peso, seguido de una patada baja. Si el movimiento logra ser fluido, deberia conseguir varias aperturas en su defensa.
Motivo: ini
Tirada: 1d100
Resultado: 76(+50)=126
Motivo: ataque
Tirada: 1d100
Resultado: 5(+110)=115
A pesar de la extraña y casi torpe maniobra con la que tratas de atacar, las pocas fuerzas que le quedan a Adonis apenas son suficientes para parar el golpe pero sin tener ocasión de contraatacar.
- Guerrero aunque sea lo último que haga te llevaré conmigo a la tumba... - te dice una vez estáis cuerpo a cuerpo y empiezas a notar que el cosmos de tu adversario empieza a aumentar exponencialmente.
Motivo: Turno
Tirada: 1d100
Resultado: 44(+58)=102
Motivo: Defensa
Tirada: 1d100
Resultado: 40(+78)=118
Puedo sentir el cosmo concentrandose en el guerrero, y hago lo propio. Estando tan cerca, cometer un error quizas haga que la pelea termine abruptamente para mi. Siento la adrenalina corriendo por mis venas. Mi rostro pone en manifiesto, que estoy dando todo de mi.
Motivo: ini
Tirada: 1d100
Resultado: 79(+50)=129
Motivo: tecnica
Tirada: 1d100
Resultado: 29(+185)=214
Adonis termina de concentrar su cosmos y los despliega en un gran ataque... - ¡¡ANÉMONA MORTAL!! Reunete con tu estúpido Dios... - brama con sus últimas fuerzas mientras una lluvia de flores rojas cae sobre ti... alguna te alcanza y sientes como tu piel arde... pero eres capaz de esquivar casi la totalidad del ataque y plantarte justo a la espalda de un Adonis ya completamente indefenso...
- No puede ser... - dice justo antes de que ejecutes tu técnica con toda su potencia sobre él... Adonis sale despedido hacia el cielo mientras su armadura se hace pedazos, para finalmente caer al suelo dejando un crater manchado con la sangre de las graves heridas infligidas.
- Pérdoneme... señora Artemisa... señora Afrodi...ta... - dice antes de expirar su último aliento y sus ojos perder toda luz de vida.
Motivo: Turno
Tirada: 1d100
Resultado: 89(+58)=147
Motivo: Anémona Mortal
Tirada: 1d100
Resultado: 14(+80)=94
Motivo: Defensa Cain
Tirada: 1d100
Resultado: 91(+100)=191
Motivo: Tirada Abierta Defensa
Tirada: 1d100
Resultado: 29
Aun con la adrenalina del combate, recuperando un poco el aliento observo la inusual armadura que me cubre, admirando sus detalles y lo liviana que la siento, a pesar de su patente dureza. Reviso al guerrero por si tiene algo de utilidad antes de alejarme, por si vienen mas de sus lacayos.
Recordando las palabras de Nostriano, me pongo en marcha tierra adentro, hasta encontrar algun poblado o algo, en donde poder pedir mas indicaciones!
Registras el cuerpo de Adonis pero apenas encuentras nada... ni dinero ni nada de valor... lo cual te sugiere que estas personas cuando quieren algo lo consiguen por la fuerza o la intimidación...
Según empiezas a dirigirte hacia el interior, puedes ver en un último instante como muchas de las personas de la playa han conseguido huir mientras que los hombres que acompañaban a Adonis han desaparecido... probablemente asustados al notar que el cosmos de su superior desaparecía... en parte eso te consolaba... había supervivientes... pero por otro lado sabías que eso significaba que irían en tu búsqueda...
Por otro lado la armadura se desprende de ti y su energía vuelve al rosario... solo dejando tras de sí una pluma dorada... como si angelical... que se deja llevar por el viento... haciéndote sentir como si quisiese llevarte a algún sitio...
Intento ir en la dirección, que creo, que me señala la armadura. Abriendo mi mente, para poder sentir cosmos con anticipación.
Intento verme como un superviviente mas, cosa de no llamar la atención. Es mejor que nadie pueda identificarme, y asi hacer mi busqueda mas dificil.
El camino se hace largo... pero no tanto como en tu tierra... ves muchas cosas... bosques... llanuras... valles... montañas... y un sinfín de ciudades... la mayoría en ruinas y abandonadas, sea lo que sea que pasase aquí desoló media Europa... tal y como Nostriano temía que podía suceder en vuestra tierra si se dejaba a los dioses Olímpicos campar a sus aires.
Y tras varios días de viaje... casi una semana... llegas por fin a los alrededores de Roma, una de las pocas ciudades que parece conservarse bien en estos tiempos aciagos.
Busco algun lugar donde quedarme a dormir algunos dias. Luego doy unas vueltas por la ciudad, buscando lugares como biblioteca, bares o algun templo en donde pueda conseguir alguna pista sobre el lugar que indicaba el pergamino. Incluso algo sobre el crucifijo y la armadura que producia.
Justo cuando parece que vas a encontrar un lugar donde dormir aparecen delante tuyo un grupo de sacerdotes bien engalanados... probablemente del Vaticano que se dirigen a ti...
- Hemos sentido que porta uno de los rosarios sagrados... por favor seguidnos... lo llevaremos al lugar donde debe reunirse con los otros... - te explican y quedan expectantes de tu respuesta.
¿Que llevo que?
Los miro sospechando, tratando de aparentar estar sorprendido. Ya tuve un encuentro con "euorpeos" en la llegada, asi que no confiaba en ellos y menos si buscan este crucifijo.
existe alguna tirada de averiguar intenciones o de "intuicion" como para darme cuenta si debo creer en ellos o no? nose, algo asi cmo sentir cosmos buenos, o que se comporten de forma sospechosa, Ya el hecho de que vengan de a varios, no es buena señal!
Los sacerdotes no parecen emitir ningún tipo de cosmos por lo que parecen inofensivos en ese aspecto... ni parece que alberguen ninguna mala intención hacía ti... aunque eras consciente de que apenas habías salido de tu aldea y te advirtieron que la gente era muy buena engañando si querían robarte.
- El rosario... nuestro superior ha sentido que uno de los siete portadores había llegado a Roma y nos ha pedido que viniesemos a recogerlo... ni siquiera es necesario que nos enseñe el rosario... solo le pedimos que nos siga... - insistieron los sacerdotes al ver tu recelo.
Motivo: Advertir
Tirada: 1d100
Resultado: 24(+45)=69
Que tan lejos tendremos q ir??
digo aun sospechando de esas personas. Si tenia q ir, al menos preferiria ir varios pasos atras, para poder escapar en caso de ser necesario!! En ningun momento dejo que se me acerquen, ya que no tenia el colgante bien asegurado y podrian robarmelo sin que me de cuenta. No me importa ser grosero.
- No muy lejos joven... nos gustaría que nos acompañase hasta la Santa Sede... allí podrán explicarle mejor la situación en la que se encuentra y la razón de ser de esos rosarios... - dijo uno de los sacerdotes mientras seguían caminando por las clásicas calles de Roma.
Los sigo, tratando de ubciarme por donde me llevan. Mientras camino me pregunto que sera eso de los rosarios, y enseguida me acuerdo de Nostriano. No era un gran amigo, pero habiamos estado bastante tiempo juntos, y un poco de amargura me causaba su muerte. Haber acabado con aquel otro sujeto, no me habia hecho sentir mejor. La venganza apenas aliviaba, era mejor no tener que llegar a ese extremo.
Según avanzabas por la ciudad tus nervios se apaciguaban... contra lo que sospechabas al principio... te guían todo el tiempo por las calles más concurridas y emblemáticas de Roma... conduciéndote sin lugar a dudas al corazón de la histórica ciudad... el Vaticano.
- Imagino que al principio tenía sus dudas... nuestra presentación ha sido algo forzosa... pero la situación actual así nos lo exige... como imagino que habrá podido averiguar... la situación de la humanidad está muy delicada en estos momentos... - dice uno de los sacerdotes, pareciéndote irónica su afirmación al ver como Roma rebosaba de vida... aunque el rostro de otros de los sacerdotes reflejaba que no esperaban que esa situación fuese a aguantar mucho más...
-Si, lo se. De donde vengo, casi no quedan grandes ciudades. ¿Acaso hay algo que podamos hacer?
Sin bajar la guardia, le respondo, aunque no con mucha cordialidad. Mas vale ser precavido.
En el fondo queria creer que decian la verdad, de que habia algo bueno y grande, detras de esto. La humanidad merecia otra oportunidad.
- Al parecer los rosarios son la clave para ello... han sido reliquias que han existido desde hace siglos para momentos de gran adversidad como los que vivimos... y usted lleva uno de ellos... no me cabe la menor duda de que nuestro superior le pondrá al día y hallará las respuestas que desea... - dice uno de los sacerdotes según empezáis a entrar ya en el recinto del Vaticano...
Tras un rato en las inmediaciones de la plaza de San Pedro, otro sacerdote escoltado por un par de guardas suizos os llevan al interior de la basílica de San Pedro... hasta llevarte a una habitación en la que podrías descansar.
- Usted ha sido el primero en llegar... acomódese y si necesita cualquier cosa haganoslo saber... - dijo el sacerdote que os recibió en la plaza antes de cerrar la puerta y dejarte solo en tu habitación.
Un poco de comida y algo para tomar, que con tanto viaje vengo pasando hambre.
Una cena en la comodidad de ese lugar, se me antojaba gratificante. Si me ofrecian, no iba a dejar pasar la oportunidad. Di un rapido vistaso a la habitación, pero la arquitectura, nunca fue algo que despertara curiosidad en mi. Pense en el resto de los poseederos. Cmo serian? cuantos?
A decir verdad la busqueda del pergamino, paso a ser secundaria. Quizas en este lugar alcanzara a desarrollar mas mis habilidades y asi poder llevar a mi gente, un arma mejor para sobrevivir.
Apenas tardan unos minutos en traerte una comida humilde pero a tus ojos apetitosa, al fin y al cabo llevabas bastante tiempo sin llevarte a la boca una comida decente...
Los días pasaron y a la semana de haber llegado empezaste a sentir una energía parecida a la de tu rosario llegar al Vaticano... quizás otro como tú había llegado...