Partida Rol por web

Y tiene idea quien conoce que reside en ese lugar, en ese apartamento concreto.

Lo digo porque si fuera tan discreto como usted dice, no mucha gente debería de saber que usted reside en el.

Collins aprovechaba la vez para meter baza, e hizo una pregunta de obligada respuesta. Porque sin duda, conocer los detalles como los que presentaba el Detective podían ayudar a apuntar a algún lugar para seguir la investigación. 

Me temo que solo hay tres personas que yo conozca con dicha información. Nicholas, el gestor de los inmuebles. Mi secretario personal, que está en Londres, y…

Dejo que las palabras murieran en su boca, torció el gesto y empezó a hablar, esta vez, como si relatara algo, en vez de simplemente contestar una pregunta.

Hace años, muchos, ayude a un joven a reflotar una empresa, ahora, ese hombre es mi mayor competidor, y de algún modo, mi peor enemigo.

Llego hace una semana, y me busco. Es más, lo encontré en la puerta de mi residencia. No me amenazo, pero si me dejo claro que no le gustaba el cariz empresarial que estaba tomando mi empresa.

Luego se marcho y me dejo solo. No lo he vuelto a ver. Aunque sea por mis fuentes que reside en Nueva Jersey. En una especie de residencia, o palacete. Pensé que no iba en serio, pero es la única persona que podría tener algo contra mí, y que conocía donde resido.

Las palabras tenían un doble tinte para Straptom, que escuchaba lo que decía y le añadía mas información. Lo bueno es que Nueva Jersey no era parte de su jurisdicción, a pesar de estar muy cerca, sería cosa del FBI.

Lo malo, que estaba seguro de que había movimientos de vampiros por la ciudad, y al final eso solo traía problemas.  

- Collins, ¿te importaría contactar con jefatura para ver si podemos obtener información de ese tipo? Hay que saber sus movimientos de los últimos días para saber si es nuestro sospechoso.

Lo que realmente quería era quedarse a solas con Regal para poder preguntarle cosas de índole más sobrenatural. En cuanto su compañero se marchó a hablar por teléfono, descendió el volumen de su voz y continuó hablando.

- La comunidad de Nueva York no ha tenido noticias suyas, señor Regal, y si dice que ha venido en múltiples ocasiones, eso constituye una total falta de respeto hacia sus semejantes. No somos humanos, sabemos ocultar secretos. ¿Hay algo que deba saber antes de que venga mi compañero?

Collins te mira, levanta una ceja y sale de la sala con el teléfono en la mano, pues pensaba exprimir un poco más a aquel empresario.

En cuanto le preguntas, el hombre asiente y se pone en pie. Era viejo, o eso parecía, pero estaba muy fuerte, y seguramente era un buen combatiente. Lo cual te puso en sobre aviso.

Sin embargo, el hombre se giro hacia la cristalera, y te dio la espalda, aunque sus ojos estaban fijos en ti, mirando tu reflejo en el cristal al tiempo que contestaba.

Llevo viniendo a esta ciudad ha hacer negocios al menos doscientos años, y créame que la comunidad tiene noticia de mis idas y venidas, pero nunca he supuesto un problema, y por ese mismo motivo, a pocos les importa que entre y salga.

En cuanto a los secretos. Son las llaves de la perdición, agente.

Notas como la vista del mismo se pierde esta vez sí, en la inmensidad de la ciudad de nueva york, con sus luces encendidas, con sus calles llenas de pequeñas hormigas de colores que son los vehículos, moviéndose como locos de un lugar a otro.

El hombre que buscan en un vampiro, uno poderoso. Pertenece al concilio de Brujah desde hace muchos décadas, y antes de ser mi enemigo, era como mi propio hijo. Pero se ha vuelto un tirano, y un déspota.

Pero eso no importa. Estoy seguro de que es quien esta tras lo sucedido. Aunque como siempre, no tengo pruebas.

Estaba claro que había sentimientos muy contradictorios cuando Regal hablaba de su enemigo, porque al mismo tiempo, parecía que seguía siendo alguien importante para sí mismo. 

- ¿Este hombre ha venido por su propio pie, o ha traído su guerra personal a Nueva York, señor Regal? - Richard estaba molesto. No le gustaba no saber que ese tipo había estado varias veces en la ciudad y había quedado como un estúpido ignorante. Tenía alrededor de 300 años y probablemente para ese hombre no era más que un recién convertido - Disculpe... necesito que informe de todo esto en una reunión del consejo para poder tomar medidas. Si su "protegido" empieza a llamar tantísimo la atención, podemos romper nuestra tapadera. Necesitamos toda la información que pueda ofrecer.

El hombre dejo caer los hombros como derrotado, y luego se giro, su mirada era de tristeza, una tristeza que solo podían llegar a sentir los que habían visto morir a muchos seres queridos.

No es mi protegido desde hace, bueno, desde hace demasiado tiempo, y no tengo muy claro porque me ha seguido hasta aquí, la venganza personal no debe de ser el único motivo.

En cuanto a lo de informar, acabo de llamar a unos cuantos conocidos de la ciudad para informar de lo ocurrido. Chalmer está haciendo unas llamadas o eso me ha dicho.

No se dio cuenta de que tu reconocías el nombre, no solo por ser la cabeza de la sociedad en el Midtown Manhattan, sino porque hacía mucho tiempo que le conocías, y lo conocías bastante bien.

Puede ver como con algo de dolor se atrevió a preguntar algo que le lleva carcomiendo desde que habías llegado, puede que incluso desde antes de llegaras. 

Los cuerpos, los cadáveres. ¿Estaban desangrados?

Desde luego Collins no le habría proporcionado esa información, eran detalles de una investigación en curso, y no se solían compartir con los sospechosos. Pero ahí estaba aquel viejo terrateniente de Europa, que consultaba algo muy especifico para ser una casualidad, y lo hacía con miedo en la voz, y terror en los ojos.

Te preguntabas realmente que había pasado entre su antiguo protegido para que aquel hombre, sin duda acostumbrado a gobernar a todos a su alrededor estuviera tan inquieto. 

- Hasta la última gota - dijo, asintiendo lentamente y comprobando que su compañero aún seguía al teléfono - Imaginé que era un don único... pero si hay algo que deba saber... como por ejemplo para qué puede querer 10 litros de sangre humana...

Collins no tardo en llegar y tus últimas preguntas se quedaron en el aire, aun así, tu interlocutor encontró la manera de responderte.

Bueno, es más un ingenio mecánico, ultima tecnología. Desconozco los datos técnicos o que se hace con el producto final, no en vano son cosas que poco tienen que ver con el negocio naviero.

Necesitan algo más.

El hombre parecía sereno de repente, quizás porque la vuelta del detective afroamericano le obligara a representar un papel, el papel que estaba acostumbrado a representar durante todo el día, y seguramente muchas noches. 

Bueno, no hay mucho datos fiables con la información que nos ha dado, aunque tengo una lista de tres nombres.

Devon McTavish. Ewan Corvinus y Reed Roerdrei.

Eran los tres representantes de empresas navieras en la ciudad y sus alrededores.

Si me aclara cual de los tres es, podremos seguir con la investigación. Aunque quiero que tenga claro que por el momento es usted sospechoso, y no debe de salir de la ciudad.

Ante las palabras de Collins Regal torció el gesto, en la parte en la que decía que no podía salir de la ciudad. 

Si no puedo moverme de la ciudad, espero que solo ustedes conozcan donde resido.

Luego de poner cara de esperar un trato de favor y que alguno de los agente le confirmara que estaría en disposición de la discreción del cuerpo de policía de nueva york, se centro en la pregunta que aun quedaba en el aire.

Me temo que no es ninguno de los tres. Su empresa no es naval, ha diversificado, es un promotor inmobiliario en gestiones de alto riesgo, o al menos es lo que creo que hace su empresa. La empresa es Bulldogsaw. Y el director financiero es Peter Medow.

Lamento la confusión y no habérselo dicho primero.

Parecía incomodo, como esperando alguna pregunta aun comprometida, pero lo cierto es que había respondido a cada pregunta con tranquilidad, quizás fuera el asesino, quizás, fuera simplemente otra víctima de la gran ciudad.

Lo que estaba claro es que Collins no estaba muy contento con haber tenido que buscar información que luego no había servido para nada. Pero como lo habías mandado fuera, seguramente luego te pediría explicaciones. Delante de un sospechoso no lo haría jamás, era un verdadero profesional. 

Tomó nota mental de las palabras de Regal y guardó la información en su cabeza. Entonces no había nada místico ni sobrenatural en cómo había drenado toda aquella sangre, símplemente había utilizado la tecnología del silo 21. Lo que dejaba entonces otra incógnita: ¿qué habilidad especial tendría ese vampiro tan poderoso? Tras su enfrentamiento con aquel vampiro deforme en el restaurante chino, era mucho más consciente de que su don no era nada comparado a lo que podría encontrarse.

Probablemente, cuando salieran de allí, irían directamente a hablar con ese hombre, pero también tenía una conversación pendiente con Brad. Aunque eran amigos desde hacía años, y no tenía por qué informarle de la presencia de Regal en la ciudad cada cierto tiempo, sí le interesaba saber qué escondía ese vampiro que no podía decir delante de Collins.

- Bien, supongo que tendremos que hablar con el señor Medow - dijo, tomando nota del nombre de su protegido. Dudaba que pudieran encontrarlo, ya que era el principal sospechoso, pero al menos podrían saber sus últimos movimientos - Estaremos en contacto, señor Regal.

Collin aun tuvo algunas palabras más con Regal, sobre donde debía de estar y amedrentándolo un poco sobre lo de desaparecer. Estaba claro que el otro detective no tenía mucha fe en la buena disposición del sospechoso.

Tras coger el ascensor para bajar hasta la entrada del edificio, no puede evitar mirarte y preguntarte.

A que venía eso de que fuera a pegar un telefonazo, ya ves de que me ha servido. El nombre del tipo nos lo dijo sin más. Pasa algo que deba saber.

Collins no pasaba por ser un hombre tonto, todo lo contrario, era de la clase de personas que sabían darse cuenta de que pasaba algo, incluso antes de saber que era lo que estaba pasando. Y lo cierto es que aquella noche te había calado bien.

El ascensor aun iba por la séptima planta, y no había donde esconderse, así que tenias que contestarle algo. Por el bien del binomio. 

- Eres un buen detective, Collins, pero hay cosas que se te escapan a veces - dijo, guiñándole un ojo - Ese tipo es un puto racista, ¿no lo notaste por la reacción que tuvo al verte? Cuando te fuiste, intentó congeniar conmigo en plan "orgullo blanco", y aproveché para dejarle las cosas claras. Te envié fuera para que la bronca que le he echado no fuera delante tuyo, porque si no, se habría cerrado en banda. Por eso estaba tan hablador cuando has vuelto.

Richard no era jugador de poker, pero se acababa de echar un farol como una casa de grande. Luego era cosa de Collins cogerlo o no, pero él ya había hecho su movimiento.

Collins te miro entrecerrando los ojos, y escucho tu explicación, parecía debatir si daba credibilidad a tus palabras, y su cuerpo de repente de destenso, y viste una sonrisa en su cara.

Desde luego, odio a los ricos,  y a los ricos blancos más.

Luego te miro fijamente y te dijo en voz más baja.

Además, todos saben que el negro es el color de moda.

Y se quedo callado y serio al menos cuatro segundos antes de descojonarse.
Finalmente la puerta del ascensor se abrió y salisteis del edificio con tranquilidad.

No teníais jurisdicción en las afueras de Jersey City, era otro estado, otra legislación, aunque era cierto que muchas cosas policiales se “pasaban por alto” puesto que los delincuentes solían pasar de un lado a otro del rio para evitar a los policías que les perseguían.

Tenias que llamar al capitán y contarle lo que pasaba, y que te autorizara para ir a Jersey. Aunque Collins estaba conduciendo hacia allí sin pensárselo dos veces. 

O Collins se lo había creído, o se lo había querido creer. ¿Cuántas veces había mentido ya a su compañero y amigo? Estaba claro que, dada su condición de criatura sobrenatural, no podía decirle ni la mitad de las cosas que pasaban por su vida, ni tampoco era la primera vez que tenía que mentir sobre cómo había obtenido una información vital para un caso, habiendo hecho uso de sus habilidades especiales. En una conversación que tuvo en uno de los bares de sangre de la ciudad, le comentaron que no debía preocuparse por lo que pensara su compañero, ya que no era más que un ser humano que no tardaría en morir. Sin embargo, Richard, que disfrutaba de la compañía caduca de los mortales, se sentía culpable por no ser completamente sincero con ellos. Era uno de sus muchos defectos.

En silencio, cogió el teléfono y marcó el teléfono directo de su Capitán. Era un asunto urgente, ya que si ese tipo seguía allí, tenían que detenerle cuanto antes.

- Capitán, soy Straptom... le cuento lo que hemos averiguado...

Con el manos libres puesto, el teléfono da tono hasta que descuelgan. Antes de que el capitán pueda decir nada le hablas, y este responde con tranquilidad. 

Si cuéntame como vais. De todas formas alguien está muy contento con vuestra actuación en el edificio de pijos ese. Porque el alcalde me ha llamado hace tan solo un minuto para felicitarme. 

Más os vale no cagarla ahora, y trincar al maromo que haya cometido el doble asesinato. Así que dame más buenas noticias. 

Estaba claro que aunque le hubiera felicitado, el capitán, que era un perro viejo, sabía cuando le estaban dorando la píldora, y que tenía ganas de trincar a los culpables. Conocía mejor que nadie lo que pasaba cuando los ricachones se ponían a tirar de teléfono y cartera. 

Dedicó una mirada a Collins de complicidad cuando el Capitán le dijo lo contentos que algunos mandamases estaban con ellos, y sonrió para sí. Él se había movido entre la nobleza y la burguesía desde incluso antes de ser vampiro, pero siempre con discreción. Cuando entró en el mundo de las sombras siguió moviéndose en esos ambientes, aunque prefirió ser mucho menos visible. Sin embargo, una premisa era constante, no importaba el año en que estuviera, los que ostentaban el poder disfrutaban con la adulación.

- Tenemos un nombre, Peter Medow. Un antiguo empleado del señor Regal, el tipo que tenía alquilado el apartamento. Dice que tiene su sede en Nueva Jersey, así que ya imagina para lo que le llamamos.

Un silencio instantáneo, el Capitán estaba contemplando en su mente la información.

Si, id sin problemas, hoy conseguiría una orden judicial contra un capo de la mafia, así que aprovechad. Pero hacedme el favor y no disparéis a nadie.

Sin más colgó el teléfono. El capitán estaba de buen humor, pero se temía que aquello terminara reventando por algún lado.

Y un agente de policía en otro estado disparando podía ser poco atractivo para sus jefes. Pero tampoco les había dicho que no. 

El trayecto es largo, porque a pesar de que cruzar al otro lado del rio no es cuesta más de una hora, encontrar la dirección es un poco más lioso.

Mientras, la conversación gira en torno a los ricos, los show de la tele, algo de beisbol y una barbacoa de un sargento de otra comisaria que es un poco gilipoyas.

Finalmente llegáis al lugar, es una residencia de gente acaudalada, pero sin llegar a ser una mansión o un palacete. Esta en un calle residencial privada, con su propia seguridad, y estos os ponen un poco de pegas para circular hasta que comentáis que sois agentes de policía, sin especificar que de otro estado.

La casa está al final de una calle, en el cerro de una colina, con mucha tierra limpia a su alrededor y salpicada de varias acacias por aquí y por allí.

Aparcáis el vehículo en la entrada, y tocáis al timbre, y a pesar de que hay luz en varias habitaciones, que seguramente sean salón, y puede que un dormitorio nadie os contesta.  

- ... pues va el tío y me envía la invitación por correo electrónico, como si le costara un mundo pegarme un telefonazo... hay que joderse - dijo, mientras salía del coche, recibiendo una fresca brisa en el rostro - Yo voy por detrás, aunque dudo que este tipo salga por la ventana, pero no quiero persecuciones en mitad de la noche.

Y así, si pasa algo sobrenatural, Collins estará lo suficientemente lejos para no enterarse, pensó Richard, mientras rodeaba el edificio para ver si podía saltar al interior.