Partida Rol por web

Horas después, en el loft de Silas, tiene lugar una nueva reunión. Cada uno de los presentes ha llegado por su cuenta asegurándose de no ser seguido por nadie. Hay mucha información que compartir y queda poco tiempo para completar la misión.

Silas se sienta en el sofá con una cerveza en la mano. Rids se apoya en la ventana. Sadjza está junto a la nevera, pensando si vale la pena abrir otra cerveza. Que demonios, sí que vale la pena. Jak regresa del baño justo en el momento en que Vicent aparece por la puerta acompañado de Calls, quien sin duda es el que más nervioso está de todos.

- Bueno... pues creo que ya estamos todos ¿no? Y va siendo hora de que preparemos nuestra fiesta. ¿Qué tenemos?

La ciudad nunca duerme. Mirando por la ventana siempre puedes ver luces encendidas, coches circulando y si afinas el oído puedes escuchar a alguien desplomarse por cuenta de sus vicios. El reloj sobre la encimera de la cocina sigue marcando la hora con su tic tac uniforme, pero a veces Rids tiene la impresión de que el ritmo se acelera y otras veces es tan lento que cada segundo parece una jodida eternidad. 

- Tenemos un marrón de puta madre. Esos cabrones me han pedido material del bueno y mucho. Pero si lo conseguimos tendremos las puertas abiertas para conseguir el objetivo. Teníais que haber visto la cara de ese cabrón, nos miraba a todos como si cualquiera de nuestras vidas importara una mierda. Tengo que estar en el club Lavanda a las 12:00 para reunirme con unos de los chicos de ese miserable de Manson para pasarle una muestra. Si al mensajero le gusta, nos dirán a donde tenemos que llevar el resto. 

Rids traga saliva y mira a los demás.

- ¿Alguna idea? Porque si no se nos ocurre algo rápido, puedo sentir como la estrella de la próxima peli snuff que rueden esos hijoputas voy a ser yo con un vestido de novia - aún en momento así, sólo se le ocurre bromear para levantar el ánimo.

- Uh, oh... ¿no había alguien más de vosotros encargándose de ese tema?- Harvey volvía a estar nervioso, y no era para menos, dependía de estos individuos para llegar vivo a la semana siguiente - Bueno... mejor que les sobre material que que les falte. De hecho yo mismo necesitaría ahora...- las miradas fulminantes de los demás lo silenciaron - Oh, vale, vale... ya me callo.

- Yo también hice mis deberes, compañeros. Y no hablamos de cositas pequeñas. - Me levanté aún con la cerveza en la mano y regresé al salón con dos sacos de deportes oscuros que dejé sobre la mesa. - Mi muchacha de los mandados hizo bien su trabajo y ha conseguido todo lo que le hemos pedido. No sé como va a salir la cosa, pero si vamos a entrar allí, tenemos que ir preparados. -

Metí la mano en uno de los sacos y saqué pinganillos, de esos pequeños que se meten en la oreja y pueden quedar más o menos ocultos.

- Tenemos esto, y material de calidad para hacer algunos agujeros. Y no nos olvidemos de las cosas que hacen bum. -

Miré a Calls con la cabeza ladeada. Aún tenía el reloj que le habíamos puesto, por si las moscas.

- Yo creo que deberías tomarte una birra y mira, si te portas bien, mismo te dejamos que te lleves toda la droga que allí puedas encontrar. Eso si, claro, si terminamos la misión con éxito. Sino, bueno, supongo que un tiro en la cabeza no estaría nada mal. -

- Yo he quedado mañana con uno de los suyos, el tal Dug. Le voy a pasar lo que pidió: cien gramazos. Ya tengo al vendedor avisado y no debería haber problemas.

- ¿Qué coño me estáis diciendo? ¿Qué el jefe le pidió farla a Jack y uno de sus hombre a ti?- se dirigía a Vincent - Joder, se van a correr una fiesta de cojones... y si tienen tanta pasta como para quemarla en nieve sin ton ni son no quiero pensar en el armamento que puede tener comprada esa peña.

- Por el poder de fuego no tenemos que preocuparnos, la verdad. - Dije mientras me encendía otro cigarrillo de un paquete completamente arrugado. - Tenemos aquí suficiente armamento y explosivos para volar por los aires Fort Knox, ahora bien, el problema que se nos presenta es que tenemos que rescatar a alguien con vida. Si la cosa es destruir a todos esos moteros, no pasaría nada, el problema es que tenemos que pillar a la muchacha con vida. -

Carraspeé por lo bajo cuando el humo del tabaco salió por mi nariz.

- Salvo que esta noche, pensemos en algo para diezmar a nuestros amigos. Seguro que se reúnen en algún local de esos que les mola. Hacer una pasadita por la puerta y dejarles un regalo en forma de bomba puede hacer que nos quitemos a algunos de encima. No sé, estoy abierto a sugerencias, por que después está el tema de entrar allí sin problemas. -

Y eso, para el ex militar era el verdadero problema.

Entrar a un lugar "tras las líneas enemigas", coger a la rehén, y salir de allí con la muchacha y ellos con vida.

- Cien gramos nada menos - Rids agita la cabeza. Ni en sus sueños más húmedos (bueno, sí, ahí sí) ha visto tanta coca junta para un "encargo de prueba" - Al menos espero que cuando haya que actuar esos cabrones estén tan encocados que no acierten a apretar el gatillo. No sé si debería ir contigo Vincent... ¿o preferís que cubramos ambos frentes?

Silas parecía bien dispuesto a montar una fiesta bien gorda y tenía mucha razón en lo que decía. No podíamos hacernos los "muscle heros" ya que la vida de una muchacha depende de ello. Bueno, la vida de una muchacha no, las suyas, pues si le pasa algo a la hija del Gran Hombre podían darse por jodidos. No habría piedra en este puto mundo debajo de la cual se pudieran esconder. 

- Respecto a lo que dices, Silas, si logro salir con éxito del asunto de la coca, lo cual no es tarea fácil creo que puedo ganarme acceso a donde estén esos capullos. Ya he tenido contacto con su líder y no le he caído mal del todo... salí de allí conservando los dientes y con el culo intacto ¿no? No estoy diciendo que ese tío me abra las puertas de su casa a la primera de cambio, pero creo que puedo trabajármelos un poco desde dentro.

¿Y después que harás Rids? Supongamos que coges a la chica con vida, sacas tu pellejo y el suyo de esa cueva de hijos de puta, logras esquivar a media ciudad persiguiendo tu culo y llegas hasta territorio seguro en casa del Gran Jefe. ¿Qué le dices? "Hola buenas, soy el agente que va a meterte un puro por el culo y ya de paso vengo a decir que mientras te jodía he estado abonado a la bisectriz de tu preciosa hija. Ya te mandaremos la invitación de la boda cuando te estés pudriendo en chirona". Y a todo esto... no solo la muchacha iba a ser el premio gordo. También estaba el maldito cocainómano, mercachifle del porno raruno y hortera con denominación de origen. Si no entregaba a Calls con un lacito en la puerta del apartamento de Kim entonces si que podía darse por jodido. Ya poco le importaba. Le importaba ella, por ella se había metido hasta el fondo en este asunto. El viejo muere, la chica vive... eso no lo había predicho la puta galleta de la suerte de la comida china que habían pedido para cenar.

Después de un largo trago, Szajda se seca la boca con el dorso de la mano.

—Yo voy con él, Jack —dice Alex—. O con él o contigo.

Tras las palabras se levanta y aprieta la lata hasta dejarla reducida a un amasijo. La lanza a la basura y se estira echándose las manos a los riñones.

—Me gustaría ver ese sitio donde vamos a meternos y, bueno, a mi no me conocen así que puedes presentarme como te parezca. ¿Qué me dices?

- Vamos a ver, vaqueros... yo no es que sea un gran estratega pero si hoy atacamos a los moteros no creo que mañana vayan a hacer su fiesta como si no hubiera pasado nada. No es que crea que sean unos buenos cristianos pero si a mí me joden a parte de la banda al día siguiente la única fiesta que buscaría estaría llena de plomo para todo el mundo.

- ¿Pero por lo menos sabemos dónde será la fiesta? - Dijo Silas impacientándose un poco. - Por que si por lo menos supieramos eso, podríamos ir a preparar aunque sea, un plan de salida, un poco de vigilancia adicional o alguna otra cosa que nos pueda hacer la vida más fácil mañana. -

Mientras hablaba, calculaba mentalmente lo que tenía que ir preparando para dejar todo listo para la fiesta de mañana. Entrada, búsqueda, salida, huida, peligros que se podían encontrar por el camino.

Eran moteros, demonios, iban a perseguirlos hasta el fin del mundo o hasta que algo o alguien los haga volar por los aires, y eso, además de ser digno de ver, era un verdadero problema.

- La fiesta será en su campamento.- dijo lacónicamente Calls, evidenciando que se estaba quedando sin energía - Oh, dios mío... no saldremos vivos.

Si nosotros no salimos vivos, nadie saldrá vivo de allí, nene - le dijo al pornógrafo. Comenzaba a cansarse de ese tipo pero sin duda era una buena fuente de información y a veces tenía esos pequeños momentos de lucidez que a ellos se les escapaban con tanta presión encima.

Y por cierto - miró a sus compañeros - ¿Qué hacemos con este? ¿Lo vamos a dejar aquí? ¿Lo ponemos sobre seguro en algún lado?

El hombre pareció recuperar repentinamente el ánimo ante las palabras de Calls:

- ¡Sí! ¡Yo ya he cumplido! Por favor... dejadme ir. ¡Atadme si queréis! ¡Encerradme! Pero no me llevéis con vosotros... no sería más que una carga para vosotros.

Recuerda las palabras de Kim:

"Si no me das a Calls, te corto las pelotas Rids".

Cuando una mujer te amenaza de esa forma, sabes que puede convertir tu vida en un infierno pero no debes tomar con demasiada literalidad sus palabras. Pero Kim era distinta a cualquier otra mujer que hubiera conocido y la veía muy capaz. Debía hacer que Calls abandonara la escena, llevarlo a un punto seguro, dejarlo con un lacito frente a Kim y así ganarse su confianza para que les buscara una vía de salida a él y a la chica. Y que toda esta panda de psicópatas en cuyas manos depositaría mañana su vida no supieran nada.

Bravo Rids... cada día te lo pintas más jodido.

- Todavía tiene puesto el reloj, por lo que sigue siendo un buen activo en nuestra posesión. Si todo esto sale bien, podemos dejarlo marchar, sin embargo, creo que hay que retenerlo con nosotros hasta que todo esto termine, de una forma u otra. - Dijo Silas mientras le daba otro sorbo a la cerveza. - No tengo intenciones de morir, por lo que a mi respecta, si tengo que cargarme medio campamento para que todo esto salga bien, es lo que pienso hacer. -

Miró a sus compañeros con una sonrisa.

- Volar todo por los aires, es una buena forma de escapar. -