Partida Rol por web

Tras llegar porfin al callejon y encontrar al resto del grupo ya en pleno conbate, poco habia que decir. Practicamente sin darme cuenta Kwaden aparecio en mi mano dispueta a dar el primer golpe.

Tras ver con una rapida mirada que Cornelius, parecia tener mas complicaciones que los demas y al ser uno de los mas cercanos a mi, intente mientras el zancudo le atacaba a el realizar un rapido mobimiento, agachandome a la par que lanzaba en diagonal a Kwaden descargando el golpe a dos manos para partir su zanco y que se caiera de cruces al suelo.

Quizas con otra arma no habria utilizado este ataque pero con Kwaden no seria problema alguno, o eso creia.

En todo caso si no funcionase daria tiempo a Cornelius para reponerse y que se lanzase otra vez contra este oponente.

Ademas con la estrategia de agacharme intentaba complicar al zancudo su ataque contra mi.

Si esto funciona estas en mis manos, maldito bastardo!!!

¿Esto como va? Me pregunto con la cuerda en la mano. Mirando a mi alrededor observo que viene a por mí otro, así que sin pensármelo mucho intento atacar a sus zancos con la cuerda. La mantengo asida por un extremo y con la mayor fuerza posible lanzo el otro extremo...

A lo lejos sonaban los tambores y los gritos festivos de la gente inconsciente de lo que sucedía ahogaban los sonidos de la lucha que resonaba a escasos metros de ellos. Jack, llevando la iniciativa en su combate vió como Cornelius recuperandose atacaba de nuevo a su oponente produciendole heridas leves en una pierna, no lo suficiente para derribarlo pero el combate se había igualado. Las armas de Sparrow actuaron antes que la cuerda de seda cortando el sable carne y tendón, hundiendose la espada corta en el bajo vientre del hombre serpiente de pega que se derrumbó con un gemido completamente humano.

Jazzminne había agarrado el arma de los hombres serpiente tratando de derribar con ella los zancos sobre los que andaban, el enemigo del suelo se revolvió tratando de sacarse a la elfa de encima, perdiendo el equilibrio Jazz no pudo evitar que la cuerda de seda de uno de los atacantes se envolviera a través de sus brazos y pecho inmovilizandola. EL arma de otro oponente restalló en el aire por suerte la cabeza de ella estaba un par de palmos alejada de aquella cosa.

Uldrich y Khunder se unieron prestos al combate, el elfo cargó con su espada contra quien había estado acosando a Adler. Agachado y tratando de ofrecer un blanco menor Kwaden falló el golpe, no así el arma del zancudo que desgarró carne y túnica del hechicero. Khunder entró como un vendabal, gruñendo y chasqueando los dientes pasó al lado de Cornelius como una exalacíón, con un salto golpeó con ambas patas en el pecho del zancudo derribandolo pesadamente al suelo, la cuerda cayó inerte al suelo mientras el zancudo trataba inutilmente agarrando el pelaje de Khunder de que este llegase a su cuello. Con un empellón el perro se libró de su agarre y mordió el cuello de su víctima. Un par de sacudidas secas del perro dejaron al hombre muerto en unos instante con la columna partida. Khunder con los dientes ensangrentados miró a otro de los zancudos y gruñó.

¡¡Bravo Khunder!! ¡¡Te debo un buen pedazo de carne!!

con estas palabras me giro para ver el resto del combate.

El Capitán ya está libre y solo queda Jazzmine contra tres zancudos...

Será cuestión de ayudarla...

Khunder, ¡¡al del suelo!!-grito, mientras, yo me dirijo a la carga contra el que me queda más cerca.

 Ahhhggg.

Este sonido el cual escapo de mis dientes medio ahogado, junto con el dolor y la sangre que empezaba a brotar de entre mi carne desgarrada, fue lo único que se llevo a la otra vida el maldito bastardo que había logrado esquivar mi ataque y herirme, el mismo que yacía en el suelo muerto, gracias Khunder.

Tras echar un rápido vistazo a mi herida, la cual no parecía impedirme el movimiento de mi brazo.

Decidí cambiar de estrategia ya que el siguiente oponente estaba casi encima de Jazzmine y yo bastante mas lejos, por lo que mi llegada seria lenta y Jazzmine sufriría las consecuencias de mi retraso.

Envaine rápidamente a Kwaden y saque mi arco compuesto junto con una de mis flechas. Tras asegurarme que mi herida no me incomodaba en exceso apara tensar mi arco, respire hondo concentrándome lo mas que pude durante unos segundos los cuales parecían eternos.

Apunte con decisión a mi objetivo que ahora se trataba del zancudo al que podía ver mas claramente y que quedaba mas lejos de la trayectoria de Jazzmine, y sin esperar demasiado para que mi herida no me hiciese fallar el disparo, apunte al pecho de mi enemigo y solté cuerda junto a mi la flecha, prácticamente era como en los ejercicios que hacia con S'har durante los entrenamientos o a si lo note yo.

Seguí con la vista toda la trayectoria de mi proyectil como si con eso quisiera dotarla de mayor precisión y efectividad.

Durante esos instante mantuve la respiración mientras que la flecha se acercaba a su destino.

¡Inútil! No puedo evitar recriminarme mi torpeza... Intento por todos los medios deshacerme del abrazo de la cuerda, que cruelmente muerde mi suave piel.

Me siento cansada, la preocupación por mi estado no me deja pensar con claridad, y me doy cuenta que soy mas un estorbo que otra cosa en el grupo. Aprieto fuertemente los labios, intentando relajarme lo suficiente para poder centrarme en lo que estoy haciendo, evitando de esta manera entrar en un estado de pánico... Estamos perdiendo un tiempo precioso y siento como mi corazón late temeroso...

Jack se vió libre gracias a sus compañeros y a su habilidad, pero no había tiempo que perder, jazz aún estaba enfrascada en un combate, así que sin pensarselo dos veces,  cargó contra el enemigo que se enfrentaba a jazz, espada en mano dispuesto a atravesarle como a un pincho

Muere maldito....

Finiquitado el primer adversario Jack avanzó hacia el enemigo caído. Aún conmocionado por la él golpe recibido en la cabeza apenas vió el sable hundirse en su espalda. No muy caballeroso pero efectivo para un pirata. Adler, cansado de los golpes de las cuerdas se abalanzó cargando como un poseso sobre el falso hombre serpiente que tenía atada a Jazzminne, ni siquiera pudo defenderse ocupados sus brazos con el arma. Adler golpeó con hombro y mientras caía el desequilibrado enemigo la cimitarra cortó parte de la máscara hasta desgarrar mejilla y cuello. El azarrecompensas aulló de furía.

Jazzminne a pesar de sus dolencias y de la mente embotargada actuó casi por instintó, un tirón seco y un quiebro de las manos bastaron para liberarse de la cuerda.

El elfo dejó caer Kwaden al suelo sacando el arco, desplazandose lateralmente hasta tener un blanco libre y disparando contra el último hombre serpiente en pie. EL hombre serpiente a pesar de los zancos era rápido y la flecha se perdió a lo largo del callejón. Empezó su huída por el callejón.

No llegó demasiado lejos, Khunder se lanzó a la caza y a los pocos pies estaba derribado y con las carnes desgarradas por el animal. Su aullido de victoria fue muy parecido al de su amo.

Me quedo francamente decepcionado al ver como mi flecha pasa de largo, del zancudo y se pierde al otro extremo del callejón.

 Es inaceptable!!!, Dejo escapar entre dientes, al no haber alcanzado mi objetivo.

continué susurrándome, si S'har viera esto no dudaría en darme un duro castigo, fallar un tiro como este no tiene escusa alguna, el enfado que tenia con migo mismo era notable, la herida no me había molestado para efectuar el disparo y yo siempre había presumido de ser un gran tirador (como no podía ser de otra forma para un elfo como yo).

Quizás se debiera a que últimamente no había entrenado y en todas mis luchas había empleado a Kwaden.

Eso pensamientos quedaron a un lado cuando escuche a Khunder aullando, casi de la misma forma en la cual lo había echo su amo al derrotar a su oponente. Eso hizo que me relajase un poco, aunque la tensión en mi cara era bien palpable e incluso con la mascara puesta.

¿Era el orgullo de los elfos o la severidad a la que había sido enseñado a someterme en combate?, no hay respuesta para eso, pero hasta que no recogí a Kwaden del suelo y me reuní con el resto no se me ocurrió de preguntarles como estaban, ni tan siquiera pensé en mi herida la cual notaba mas que antes seguramente por el cansancio que a todos se nos empezaba a hacer visible.

Una vez reunidos con una voz mas bien apagada pregunte, ¿Están todos bien?

Tras escuchar como se encontraban, mire detenidamente a Jazzmine, para comprobar el alcance de sus heridas.

Deberíamos llegar cuanto antes a la mansión Vanderboren... quizás encontremos mas impedimentos en el camino, así que propongo que sigamos cuanto antes.

Ya con voz un poco menos tensa.

Ignorando las heridas, Cornelius recuperaba la respiración.

Tiene razón, Ulrich, es posible que estos sólo sean la primera barrera para evitar que lleguemos...

Deberíamos empezar a callejear hasta la mansión.

Está claro que por las calles principales no avanzaremos mucho.

¿Vamos?

Me levanto penosamente del suelo, he conseguido liberarme de la cuerda pero a qué precio... Cada vez me siento más agotada, a la vez que siento unos calambres que me doblan en el estómago... Sé en qué me estoy convirtiendo y siento miedo.

Sí... Vayamos rápido. Digo con voz temblorosa y suplicante... Yo... No me encuentro muy bien... Me llevo la mano buena a los ojos, intentando recuperar el equilibrio que amenaza por desestabilizarme... Mi rostro está pálido y unas ojeras remarcan profundamente mis ojos almendrados...

Teneis razón. Debemos darnos prisa y tal como decís debemeremos callejear un poco. Hay fuerzas que quieren impedir que lleguemos a la mansión. rápido seguidme.- Dijo empezando a callejear hacia la mansión

Las palabras de Jazz le habían llegado más adentro de lo que jamás admitiría. Debía darse prisa, y si llegado el caso ella se convertía en una de esas cosas, el y solo el acarrearía con la culpa de acabar con ella, sería su espada y no la de otro. Pero por Tymora que debía encontrar un remedio antes de que fuera demasiado tarde

Las heridas de todos parecían de poca gravedad, al fin y al cabo seguían respirando cada uno de ellos cosa que no podían decir los cadaveres de los falsos hombres serpientes que yacían olvidados y ajenos a los tambores que continuaban sonando, tras recojer las armas caidas y liberarse de complicaciones empezaron a avanzar con receloso paso hacia la mansión de los Vanderboren. De forma intermitente fueron retrasados por las comparsas y los espectaculos de las calles que aumentaban en pomposidad bloqueando los puentes de Taslutta a medida que se acercaban a las zonas más pudientes. El sol ya había desaparecido bajo la linia del horizonte cuando llegaron a las puertas de la mansión, afortunadamente la mayor parte de los festejos del barrio sucedía a unas manzanas de allí de modo que pudieron recorrer los últimos metros con tranquilidad.

La mansión permanecía en su sitio, inalterable y con las luces de la casa apagadas. Un breve vistazo les permitió observar que la puerta de la verja estaba cerrada.

Cuando llegamos delante de la rejas y de la puerta principal de la señorita Vanderboren, ya prácticamente de noche por los continuos retrasos que nos provocaban las numerosas comparsas de la cuidad en fiestas. Me invadió la sensación de que algo raro ocurría. ¿Toda la ciudad en fiestas solo acaba de anochecer y ni una luz en la casa? Soy al único que le parece extraño.

Ya había tenido en cuenta que la señorita Vanderboren no estaba para muchas celebraciones, pero con tanto “jaleo” no podía evitar pensar que algo podía haber ocurrido con tanta demora.

Saque de mi bolsa a Nordal y le dije: Amigo mio, no corras ningún peligro escondete, pero busca a Timoty y Airuf, hazles saber que algo no va bien, que estén listos.

Dicho esto solté a mi pequeño amigo, esperando que la oscuridad y su pequeño tamaño pasase inadvertido a los probables peligros que pudieran esconderse en la mansión.

Desenvainando a Kwaden y dirigiéndome a mis compañeros una vez se alejo Nordal, les mire y les dije ¿Vamos a llamar o pasamos directamente? En tono un poco irónico.

Mientras avanzamos hasta la casa avanzo callado y pensativo sobre los hechos sucedidos hasta ahora, hasta que finalmente llego a una conclusión, a medias...

Esos tipos del callejón podrían ser simples corta-cuellos, pero me da a mi que no... demasiado bien equipados y preparados...

Una vez en la Mansión, veo el pequeño animal de Ulrich y los miro alternativamente con un intento de sonrisa en los labios.

Ese es un viejo truco de guardabosques... o al menos algo parecido a eso...

Yo entraría por las bravas, Ulrich. Si hay alguien más de quienes deberían, les podemos pillar por sorpresa, y si no, siempre podemos disculparnos porque aún no ha empezado la fiesta privada... creo que si se lo explicamos a la Dama, será comprensiva.

Dicho esto miro si hay mucha gente por los alrededores. Si no los hay, salto la verja, sin esperar la respuesta de los demás.

Cornelius miró a ambos lados de la ancha calle. Había pocos transeuntes por la zona, todos ellos con los pasos irregulares de los ebrios no parecían suponer ninguna amenaza o fijarse en lo más minimo en el grupo reunido junto a la verja de la mansión Vanderboren. Agilmente el cazarrecompensas trepó por las rejas de la puerta de entrada y de un agil salta aterrizaba en el otro lado sin apenas levantar el más leve ruido. Khunder desde el otro lado emitió un ladrido de protesta y empezó a raspar con las patas la superfície de metal de la puerta.

Ayudada por Jack, conseguimos llegar a la mansión. Contrasta el silencio de la casa con el ruido de fuera... La verdad, es que si, como dice Uldrich es raro que no haya ni una luz encendida. Enseguida mis sentidos se despiertan, intentando escuchar cualquier sonido que provenga del interior.

Cornelius decide entrar a las bravas. Cansado ya de toda esta situación salta la verja... Espérame. Susurro mientras salto a mi vez...

Perdóname Khunder, pero creo que esta vez tendrás que quedarte fuera, o buscarte la manera de entrar por tu cuenta...

Mientras murmuro estas palabras, observo la puerta.

Una puerta vieja y grande como esta tiene que hacer mucho ruido... y eso no nos interesa... -le susurro a mi compañero, al otro lado de la verja.

El salto de Jazzmine interrumpe mis divagaciones con Khunder, sonrío y sigo pensando en como hacer entrar a mi querido perro.

Ya que Jazzminne está dentro, que esos bellos ojos de elfa vigilen el patio.

Media sonrisa se formo en mis labios, al ver que mis palabras no habían caído en saco roto y que rápidamente Cornelius y posteriormente Jazzmine (algo mas animada que antes, o eso me pareció a mi) se afanaban por saltar al otro lado de la valla que delimitaba la propiedad de la señorita Vanderboren,

No me dejaran atrás, susurre, y haciendo gala de la agilidad elfica, salte la valla.

Ya solo queda el Capitán Jack y el perro de Adler.

Miro en todas direcciones intentando descubrir algo nos nos pueda hacer entrar Khunder, ya que en varias ocasiones nos había facilitado nuestro trabajo, y de paso por si alguien se escondiera en las proximidades para prepararnos una no muy agradable sorpresa.