Partida Rol por web

Mialee pone mala cara al comentario de Lord Troyas, no le gustó la forma de ganarse puntos del gobernante.

Roerkas tiene aún el torso al descubierto y está empapado, pero eso no hace que reciba a su hermano de raza con menor nobleza.

Sin mostrar reacción ante los comentarios de Troyas, el guerrero deja al enano que les represente.

Ya solo falta que veamos nuestra recompensa. Dice el mediano emocionado mientras sale de la bañera de otro salto y se seca apresuradamente para empezar a vestirse. ¿Donde está? ¿Podemos ir ya? ¿Algún otro trabajo que podamos hacer para Brindol? Suelta atropelladamente Neblin mientras termina de enfundarse en su armadura, deseoso de palpar el oro que se han ganado tan sobradamente y de embarcarse en nuevas aventuras.

El semielfo mira al mago que le sostiene la mirada mientras ambos se estudian. En eso que la voz del enano los interrumpe...

- No considero el rescate de los prisioneros algo menor, de hecho eran nuestro primer objetivo. Y esos objetos no son juguetes, son importantes reliquias del glorioso pasado de la ciudad... en fin - dice haciendo un gesto con la mano, como tratando de cerrar el tema y que no derive en una discusión

La voz del mediano le hace cambiar rápidamente de tema...

- Recompensa, si, por supuesto. La verdad es que la primera vez que hablamos no me terminásteis de dar buena impresión. Pero reconozco que habéis realizado un trabajo excelente. - Se rebusca entre los bolsillos de la capa y saca una bolsa que arroja al mediano. Neblin la atrapa al vuelo y al abrirla el brillo del oro le hace sonreir. - cien monedas de oro, como os prométí.

- Por favor, acompañadme para hacer entrega de las reliquias. El concilio está reunido y creo que sería buena idea que les presentarais los objetos recuperados. Los mercaderes forman parte del concilio y ayudará a incrementar vuestra reputación - además de la de él al aparecer con vosotros, recordando así que fue quien os contrato y soluciono el problema.

Seguís al noble por los pasillos hasta la puerta principal del salón. Un par de guardias con aspecto relajado os dejan entrar inmediatamente. Enfrente hay una mesa bastante grande tras la cual se encuentran los miembros del consejo.

- Ah, Lord Troyas, y nuestros heroes - dice Lord Warden Harrik Orenna saludandoos con un gesto de la cabeza mientras con la mano os invita a que avancéis.

- Lord Warden, quisiera presentar a los aquí presentes - dice Troyas haciendo un gesto teatral a la gente que se agolpa a ambos lados, en bancos o de pie cerca de las paredes. La primera vez que os reunisteis con el consejo no había mucha gente. Ahora es algo publico y hay mucha gente congregada.

- Nuestro grupo de heroes, llamemosles "Los heroes de Brindol" de momento, pues todavía no sabemos como se hacen llamar. Han recuperado en cuestión de días, no solo a los ciudadanos secuestrados, sino nuestras reliquias de las que ahora harán entrega.

Se aparta a un lado, con cara satisfecha tras su breve introducción, para que terminéis de avanzar y entregar los objetos a los miembros del concilio. Notáis la mirada de decenas de personas en vosotros...

Honorables damas y señores del consejo. Permítanme presentarme. Soy Morgran, servidor de Kord y estos son mis compañeros. El leal Roerkas, la certera Mialee, el agudo Neblin y el letal y sagaz Galid. Es un honor para nosotros presentaros vuestras reliquias que fueron recuperadas con sangre de las manos de los trasgos y sus abyectas manos.

El enano inclina la cabeza en señal de respeto y mira a sus compañeros para que hagan algo similar.

Mialee hace una reverencia a la par que el enano aunque sigue callada por temor a estropear el momento de gloria

Neblin se quita el casco para hacer una reverencia tal vez demasiado teatral. Si no le conocieseis podríais haberla tomado como una burla a la nobleza, pero el hecho de que no abra la boca os indica que aún no les ha perdido el respeto, simplemente es así de exagerado.

Lord Warden Harrik Orenna se os acerca para estrecharos la mano y daros una palmada en el hombro mientras alaba vuestro coraje en público y va tomando las reliquias que pasa inmediatemente a dos sirvientes que van trás él.

Todo transcurre normalmente, con la admiración creciente de los asistentes. Hasta que llega a la altura de Mialee quien, un poco de mala gana le ofrece la espada. De ésta sale una voz - ¡No! - que os deja perplejos, nunca habíais visto una espada hablar. La gente se fija, tratando de ver quien ha hablado - No me abandones - habla de nuevo la espada, mientras parece retorcerse de la mano del Lord hasta que la suelta. Mialee se queda algo aturdida, mientras los murmullos en la sala empiezan a crecer.

- Bien, parece que la espada de nuestros antepasados ha encontrado un nuevo portador - dice Lord Warden en tono solemne. Aunque controla bien su tono de voz, vosotros que habéis visto de cerca su cara, advertís que está asombrado y no tiene ni idea de que éstá pasando.

La ceremonia transurre con mucha pompa, haciendo una exhibición de la recuperación de las reliquias. Recibís una ovación en forma de aplauso. Mientras os invitan a salir, pasan al siguiente punto en el orden del día, ruegos y peticiones. Rápidamente, se acerca un humano que se presenta como Jorgael, habla acerca del retraso que lleva la caravana de Overlook y de los rumores de orcos, mientras pide que envien una patrulla a investigar...

Roerkas disfrutaba con la pompa de estas ceremonias. Aún tiene las armas encima, y su vieja armadura, pero las ropas nuevas y el baño le han cambiado radicalmente.

En todo caso, mantenía el silencio, conservando siempre una pose humilde, pero noble. En estos momentos parecía que el rudo semielfo bien podría acostumbrarse a la vida nobiliaria o, al menos, a alternar las armas con la diplomacia mediante un título de caballero.

Al menos, con el tesoro reunido, podré comprar un caballo.

Antes de salir de la sala, en todo caso, le llega el momento de intervenir.

Me presento voluntario para esa patrulla.

Parece haber hablado casi irreflexivamente, pero el guerrero difícilmente podría haberse mantenido al margen. En todo caso, no quiso comprometer a sus amigos.

Mialee se muestra un poco reticente a entregar la espada, de alguna manera siente estar conectada a ella. Cuando por fin se decide a entregársela a Lord Warren, el arma habla y la elfa se muestra nerviosa...nunca ha visto algo así...solo leyendas y habladurías. Cuando habla por segunda vez baja la vista un poco avergonzada por si el consejo piensa que es un truco para quedársela y no entregarla...pero Lord Warren intenta recomponerse aduciendo que ella es la nueva portadora.

Mialee hace una reverencia y acepta solemnemente la espada volviéndola a la vaina.

Tras la ceremonia no le sorprende que Roerkas se ofrezca voluntario, siempre se siente obligado a ayudar....

Neblin se acerca a Mialee y le da un amistoso codazo mientras susurra: Algún día tienes que enseñarme como has hecho eso de la voz, yo también quiero usarlo para conseguir tesoros, o mejor aún, para encandilar a las muchachas en las tabernas... momento en el que no puede evitar entrar en ensoñaciones, en las que aparece Bree, la mediana que le espera en Fallcrest, aunque no es la única ni mucho menos.

De pronto la voz de Roerkas le saca de sueños tan subidos de tono para meterle en otros algo diferentes: Yo también me presento voluntario, pero antes, ¿cuanto cobra un patrullero? ¡Orcos! Sí, los trasgos ya me aburren, tal vez los orcos sean más divertidos de matar... piensa mientras espera que le ofrezcan un sueldo desorbitado por semejante empresa.

Lord Warden Harrik Orenna no presta mucha atención a Jorgael - no podemos despachar soldados tan alegremente por lo que solo son rumores y unos días, de retraso - tras la mesa algunos miembros del concilio se agitan inquietos. El más gruñón parece un enano. Representantes de los mercaderes suponeis. Pero Lord Warden, al mando de la milicia se sabe la autoridad en estas materias y ni siquiera se gira.

- Siguiente caso - los sirvientes hacen salir al mercader que todavía protesta, tratando de obtener algo.

La siguiente en adelantarse es una vieja de cara arrugada, no sabéis determinar bien su edad - Señores, vengo con mi hijo desde Witchcross donde tenemos a una bruja, ¡a una bruja! - después de la exclamación baja la voz como dandole un tono confidencial, pese al público alojado en la sala - La leche se agría, las cosechas tienen mal color, hace tiempo que no llueve y tiene encandilados a la mayoría de nuestros jovenes...

Lord Warden suspira, mientras deja este tema en manos de la semielfa que tiene a su derecha.

Cita:

Las palabras del semielfo resuenan con un halito de esperanza en Jorgael que mira dudoso hacia vosotros - de verdad que estaríais dispuesto a ayudarnos - dice con tono de suplica en su voz.

Cita:

- Bueno, no somos hombres de grandes fortunas, pero quizás entre todos los perjudicados podamos recompensaros si lográis traer de vuelta a nuestros familiares y los compañeros que iban con ellos en la caravana. Además de la mercancía claro.

De fondo oís como desestiman también el caso de la vieja y surje otro peticionario que pide que envien soldados para acabar con unos asaltantes al sur, en el bosque entre Prosser y Dauth...

Morgran asiente a la rapidez de reacción de Roerkas.

A veces el primer sentimiento es el más importante. Nuestra paga será que esas gentes lleguen con bien. - dice el enano resaltando levemente la segunda frase.

Las palabras del enano iluminan la cara del mercader - oh, ahora mismo me parecéis angeles venidos del cielo. Seguidme, seguidme por favor - dice ante la mirada que le echan los guardias de la puerta. De fondo el nuevo peticionario no hace más que hablar de lo sanguinarios que son los asaltantes del bosque. Su voz se va perdiendo según avanzáis por el pasillo de la mansión.

- Veréis - os cuenta Jorgael por el camino, algo temeroso de que cambieis de idea - la caravana lleva ya algo más de una semana de retraso y la verdad, que tanto mis compañeros en esta empresa como yo empezamos a estar preocupados.

- Ahora mismo pienso avisarles, estoy convencido de que podremos alquilar unos caballos y proveeros del equipo necesario para viajar. Con un poco de suerte lo tendremos todo arreglado hoy a la hora de cenar, así podréis partir en cuanto queráis.

- Si os pasáis por "Antler and Thistle" os podriamos invitar a cenar y contestar a cualquier pregunta que os surja... ¿qué os parece? - dice con cara ansiosa.

Galid, que al contrario que sus compañeros no hace ningún tipo de reverencia a los miembros del consejo, había permanecido callado durante toda la ceremonia, con cara de aburrimiento. Cuando Roerkas se presta voluntario para investigar el retraso de la caravana, el mago lanza un leve bufido. No le hacía mucha gracia volver a ponerse en marcha cuando no les había dado tiempo casi ni a descansar. Prefería relajarse unos días, con un buen tomo de magia como único compañero. Aunque el dinero le vendría bien para comprar ese tomo…

Así, Galid se encoge de hombros ante la invitación de Jorgael a cenar, aceptando con cierta desgana.