Partida Rol por web

El draconiano se apoyo pesadamente en la especie de arbol espinoso, sin ramas salvo las que salian de arriba en forma de flor Palmera... si, creo que asi se llamaballego a tal respuesta en sus divagaciones.
Iba ya muy tocado del anterior combate, pero no quiso ser un lastre para el grupo, aunque en este encuentro fue mas que eso, se sintio un saco de arena a quien golpean, y el cansancio y las heridas le hizo fallar la gran mayoria, por no decir todos su ataques, y eso le enervaba la sangre.
Miro a sus compañeros mientras hablaban, como si fuera una conversacion ajena a el, lejana, difusa. Sacudio su cabeza y escucho la ultima coletilla de la conversacion.
Me parece bien investigar lo que llevaban encima estos enanos, y que podemos sacar de informacion porque llegaron hasta aqui.
Estamos lejos de volver al campamento, y si pasamos la noche aqui? ya tenemos un campamento preparado.
Intento sonreir mientras se asomaba una fila de dientes afilados, que termino en unas sordas toces.

No tardáis mucho en encontrar el campamento, en el encontráis un par de tiendas de acampada, cinco sacos de dormir, cuatro semanas de raciones de viaje una poción de curación, una esmeralda por valor 100 gp y otras 100 gp en oro, plata y cobre que sacáis de los cadaveres. Estos además tienen dos ballestas y veinte virotes, cinco martillos de guerra, tres armaduras completas, tres escudos pesados, nueve martillos arrojadizos y dos cortas de malla.

Mientras sus compañeros revisan, Morgran se afana en curar a sus compañeros heridos tras unos minutos de descanso.

Deberíamos aprovechar su campamento para descansar y comer algo.

- Si, será mejor descansar - entonces se pone a mirar alrededor - ¿alguien ha visto a nuestro guía?

Con la lucha terminada Galid reclama a su familiar, que a un gesto suyo revolotea hasta volver a fundirse con la madera de su bastón. Echa un vistazo al campamento, sin demasiado interés por las armas de aquellos enanos. Dudaba mucho encontrar algún objeto o libro de interés en los pertrechos de aquellos enanos.

Si, descansemos. Este parece un buen lugar- ante la pregunta de Mialee, Galid apenas tuerce la cabeza un poco, y se encoge de hombros, sin preocuparse demasiado por el paradero del guía.

Al cabo de unos minutos aparece vuestro guía, ya empezabais a preocuparos. El también lo está, ha oído ruido de pelea igual que las monturas y ha tenido que perseguir a una más nerviosa que el resto.