Partida Rol por web

Morgran se acerca al ser infernal y le apunta con su símbolo sagrado. Sin embargo el animal no tiene problemas para esquivar el rayo de luz...

Neblin avanza por entre la espesura vegetal esperando alcanzar la espalda de los enanos sin que se percaten de el. Sus ojos brillan con luz verde, pudiendo "notar" a las personas a su alrededor.

Los enanos ballesteros centran sus esfuerzos en Madmartigan, apuntan con cuidado aprovechando que está al descubierto y uno de ellos logra un buen impacto, el otro virote rebota en la armadura al no llevar en angulo correcto.

Los que portan martillos de guerra claramente han perdido de vista al mediano y centran sus esfuerzos en Morgran y Mialee. Apurando lo que dan de si sus cortas piernas cargan contra ellos, pero no logran impactar por poco. El que carga contra el dracónido si que lo logra, pero el golpe aunque bien dirigido es debil y no causa mucho daño.

Galid sale de detrás de los árboles, para situarse en una posición donde poder ver mejor el campo de batalla. Ahora tiene a la vista al molesto canido que se resistía a morir, por lo que centra su ataque en el.

Tras el impacto de los proyectiles mágicos, el perro infernal da un paso hacia atrás, toma aliendo y suelta otra bocanada de fuego que alcanza a la elfa y el dracónido.

Morgran coge su hacha con las dos manos y descarga el golpe con todas sus fuerzas.

Mialee, vigila a tus enemigos y duraremos más en el combate. - el golpe abre una fea brecha en el costado del enano, lo que hace que Mialee coja confianza para el combate.

El enano eleva su símbolo sagrado y pronuncia una breve bendición haciendo que Madmartigan se sienta revitalizado.

Para terminar, Morgran trata de forzar la máquina pero su enemigo, más cauto ahora, detiene su segundo hachazo.
 

Neblin no pensaba que el grupo fuera a trabarse tan lejos de los ballesteros y por un momento le pareció que pasarían un apuro sin su presencia, con lo que desestimo su caminada silenciosa y salió de los arbustos para saltar a la espalda de uno de los enano y clavar su estoque tan hondo como pudo.

-Es un buen momento para huir.- Susurró al oído del enano.

El enano hinca la rodilla en tierra tras el golpe de Morgran, maltrecho como ha quedado no ve venir al mediano... y el estoque que le atraviesa las tripas no ayuda, en cualquier caso más por fuerza de voluntad que por otra cosa el enano continua en pie.

La elfa aprovecha la ventaja táctica que le proporciana el mediano, hace tanto tiempo que luchan juntos que ya se sincronizan bastante bien. El enano logra detener a duras penas la primera estocada, pero la segunda le atraviesa el pecho de lado a lado. Mialee saca el arma sin contemplaciones, uno menos, pero aún quedan unos cuantos.

Los enanos recargan las ballestas, se toman su tiempo para apuntar escogiendo como blanco Madmartigan que está bien a la vista. Los virotes atraviesan la armadura del dracónido. Por las brechas de su armadura empieza a salir sangre. Está maltrecho.

El enano con el martillo de guerra aprovecha el momento para rodear a Madmartigan creyendole despistado, pero se lleva un buen tajo por su imprudencia. Ya el mago lo había dejado maltrecho y el corte del dracónido no ayuda. En cualquier caso logra impactar con su escudo y tumbar al paladín. Con el golpe ha sonado como algo se rompía. Las costillas crujen mientras Madmartigan caia al suelo. En cualquier caso el paladín no parece arrendrarse y mira a sus enemigos desafiante.

El otro enano falla con su warhammer a Neblin, pero logra impactar con su escudo haciendole un buen chichón al mediano y que pierda pie dando con su culo en el suelo. Después en un movimiento quizás imprudente se aleja del mediano situandose entre Morgran y Mialee.

Galid continua centrado en el “perro”, al cual vuelve a lanzarle un proyectil mágico. Sin esperar a ver el resultado, susurra unas palabras a su bastón, del cual se materializa su dragoncillo, que empieza a revolotear hacia los ballesteros.

El proyectil magico impacta con fuerza en el can infernal, este se revuelve con rabia y exhala su aliento provocando graves quemaduras tanto en el paladín como en la exploradora. Madmartigan apenas se aguanta por pura fuerza de voluntad.

El tremendo golpe que ha propinado Galid hace sonreír levemente al enano, Kord estaba con ellos y el mago lo notó de forma inmediata.

Por su parte, el enano trata de golpear a su objetivo con un golpe no muy bien dirigido que al que el enano interpone su martillo.

Viendo la complicada situación de Madmartigan, Morgran susurra sendas plegarias para que su compañero pueda aguantar el tipo...