Partida Rol por web

¿Qué traían en la caravana? Quizá sea por el contenido por el que os atacaron. - Morgran se queda pensativo y vuelve a preguntar al poco.

¿Cuánta gente venía en la caravana? ¿Lo sabéis?

Galid parece más concentrado en la comida y bebida que en el problema que les está explicando Jorgael. De vez en cuando levanta la cabeza, pero al momento vuelve a concentrarse en su plato.

Ya tenemos sitio donde dormir- es lo único que dice, con su habitual tono seco.

El semielfo se mantiene en silencio, delegando la diplomacia en Galid, como era costumbre. De vez en cuando mira a Neblin, vigilándolo para que no diga algo inoportuno, y a las palabras de Galid reacciona con una mirada severa. El mago podía saber hablar mejor que él, y ser mucho más listo que cualquiera, pero esa actitud de superioridad solía hacerle caer mal. Tratando con nobles, eso podía ser más grave que un mediano de lengua suelta y manos aún más sueltas.

En todo caso, por ahora no había nada que reprochar, así que permaneció callado y esperó la respuesta de Jorgael.

- Claro, claro - responde al mago, y espoleado por el interés del enano, rápidamente se gira para mirarle y responder a sus preguntas.

- La carga eran utensilios principalmente, de fabricación enana, solidos, duraderos, muy buena calidad. Se venden muy bien. Desde herramientas de campo, cubiertos, tijeras, trabajos de herrería en general. Y algunos toneles de cerveza enana para Gabrien.

- La caravana eran tres carros y venían seis personas, al menos ese era el plan. De todas formas igual cambiaron de opinión allí y vinieron más, o a lo mejor no se han atrevido a ponerse en camino... - nota que está desviandose y toma un trago para recobrar animo - el caso es que estamos preocupados de lo que les pueda haber sucedido.

¿No habéis pensado contactar con ellos mediante algún mago?

Neblin llevaba un rato callado, dedicado a su cerveza y comida, así como a fantasear con como sería montar a caballo. El había pasado su vida viajando por el río y parando solo de vez en cuando en tierra firme, jamás había montado un animal semejante, y el hecho de que fueran tan enormes en comparación con él le hacía tener unas ganas tremendas de ver hasta donde podía llegar su dominio sobre ellos.

Por fin vuelve a la realidad: ¿Y quién necesita magos cuando podemos ir a comprobarlo nosotros mismos? Dice intentando evitar la severa mirada de Galid. Yo no tengo intención de perderme el viaje a caballo y la oportunidad de matar unos cuantos orcos... y si no pueden pagarnos ya encontraré la manera de cobrarnos nuestros servicios. Añade murmurando en voz baja mientras simula toser atragantado por un trozo de asado.

Cita:

- Preguntamos, y nos dijeron que era imposible, quisimos preguntar al maestre, pero dijeron que estaba muy ocupado. - sus ojos se le iluminan considerando algo que antes no había pensado - Pero vosotros sois los heroes de Brindol, quizás a vosotros si que os haría caso.

Cita:

Inmediatamente se vuelven a mirar al mediano, complacidos por el entusiasmo de éste. Ellos no habían pensado en la posibilidad de la magia, y ahora se encuentran dudosos de que camino seguir. Pero después os miran y vuelven a relajarse, como pensando que tomaréis la decisión correcta y les solucionaréis el problema.

Mialee escucha la propuesta de la magia y aunque no es de las que evitan un enfrentamiento directo si cree que cuanta más información puedan conseguir antes del encuentro, mejor.

- ¿Creéis que es posible saber dónde están o si están en problemas?, dice mirando a Galid y Morgran.

Si el mago conociera a los miembros de la caravana sí sería posible... - dice Morgran mirando a Jorgael esperando una respuesta a esa condición que acaba de sugerir.

Jorgael devuelve la mirada a Morgran algo abatido - No, estoy convencido de que no se acordaría de ninguno de ellos. Quizás se ha cruzado con ellos alguna vez, pero dudo que los recuerde.

Se vuelve mirando a la elfa - Habían de recorrer la carretera de Overlook a Brindol, iban en tres carros, así que si les han visto en algún pueblo seguro que se acuerdan, últimamente ha bajado mucho el comercio con todos los problemas que ha habido. Seguid la carretera y preguntad en los pueblos que paséis: Talar, Nimon Gap, Terrelton, Drellin's Ferry...

- Pero seguro que están en problemas, - se queda un rato reflexionando - o a lo mejor se han quedado en Overlook. En cualquier caso, son gente responsable, no llegarían con diez días de retraso si no tuvieran una buena razón.

Roerkas permanece en segundo plano, dejando a sus compañeros llevar la negociación.

Lo único que sabe el semielfo es que tiene las armas listas, y que la desaparición de una caravana exige algo de investigación y mucho de romper cabezas.

Nos encargaremos dice, aunque mira a los demás por si tuvieran algo más que añadir o preguntar.

- Necesitamos los nombres de los que conozcas y alguna descripción física.

¿Cuando partimos? Se limita a preguntar el mediano después de limpiarse la boca en la manga de su armadura, dando por finalizada la cena. Se levanta de la silla y empieza a dar saltitos tratando de mirar por la ventana a las cuadras, deseoso por ver los caballos que les van a proporcionar.

Os proporcionan los nombres de las seis personas que conforman la caravana, y unos bocetos en papel de sus caras para que podáis reconocerles.

Una de las camareras se para para hablar con Gabrien, parece que necesitan su atención en el negocio con un cliente que protesta porque la comida no es de su gusto y dice que no va a pagar lo que le piden.

- Dejaré los caballos aquí junto con las provisiones. Se lo comentaré al mozo encargado de los establos para que podáis partir cuando gustéis. Si hay alguna otra cosa en la que pueda servir de ayuda...

Serán algo así como las once. La comida ha empezado a desaparecer de las mesas para ser reemplazada por jarras de cerveza y jarros de vino especiado.

Haremos cuanto esté en nuestras manos. No te preocupes.

Galid, a pesar de no decir nada, no estaba muy ilusionado con la idea de tener que pedir los favores de otro mago. Lo único que lamentaba era no ser aún tan poderoso como para valerse por si mismo para contactar con aquellas personas. Así que Galid esboza una sonrisilla cuando Jorgael dice que el mago a quien podrían acudir seguramente no conozca a los miembros de la caravana.

Da un corto trago a una de las jarras de cerveza y sin prestar atención, aparentemente, al resto de la conversación, comienza a juguetear con su orbe, haciéndolo levitar frente a el.

Los comerciantes parecen dar por acabada la reunión. Galid deja caer en su mano el orbe que flotaba en el aire, mientras el enano apura la cerveza antes de levantarse. Mialee estudia los dibujos de las caras y los nombres tratando de memorizarlos antes de guardarlos.

Al salir la oscuridad es completa. Las calles están bastante silenciosas, salvo por algo de jarana en los alrededores de alguna taberna. Llegais a la residencia del concilio sin problemas. Cada uno va a su habitación para aprovechar de dormir un poco antes de empaquetar y emprender camino.

Quedáis al amanecer para desayunar y emprender viaje.

Entráis a la habitación, la mitad de la cual está pulcramente ordenada, con varios libros conseguidos en Brindol en sus estantes. La otra mitad tiene varias piezas de ropa por los muebles, en un pequeño caos. Neblin se quita las botas que deja tiradas y se lanza a la cama esperando con ansia que amanezca, pues el nuevo día trae nuevas aventuras.

Al llegar a la habitación Roerkas ve una carta encima de su mesilla, tiene su nombre escrito, pero lo más extraño es que... ¡huele a rosas!

El enano se permite una sonrisa socarrona detrás de su barba...

Eres todo un adalid, mozalbete.