Partida Rol por web

Segunda Oportunidad.

Segunda Oportunidad

Cargando editor
14/05/2013, 09:33
Pol

El chico levanta la espada contra vosotros, alertado, pero al observaros con más atención la vuelve a bajar.

- Pensé que ya no llegabais. - Dice, resoplando, con una voz jovial pero seria - Un poco más y hubiera empezado a cansarme. Vamos, venid al bote. - Baja la cuesta y atraviesa a paso ligero la playa hasta alcanzar un pequeño bote varado en la orilla. - Será mejor que os deis prisa. Parece que ya no queda munición.

Al fondo veis el enorme galeón que ha estado acosando el pueblo todo este tiempo. Una bandera negra ondea en lo alto del mástil principal. La vista de tamaño navío es impresionante, pero no hay tiempo que perder.

Cargando editor
14/05/2013, 19:26
Lidia Stanford

Sabiendo que nuestro compañero el grandullón no podría pasar desapercibido en aquella ciudad, me dispongo a intentar una maniobra alternativa. Justo en el momento en que empieza a caminar como un simple ciudadano del pueblo, me introduzco de nuevo en el callejón que nos había servido de escapada y rápidamente alcanzo el puesto de guardia que intentavamos evitar. La gente circula por la calle en dirección a sus casas cerca de los guardias.

 Apuesto que se sienten más seguros...- Pienso irónicamente y me presento delante de los guardias a una distancia suficiente como para que me vean sin quedar demasiado pegada a ellos. No tarda mucho en pasar una mujer con un niño pequeño de la mano, en ese momento me acerco a ella y zarandeo a la mujer mientras que en un gesto rápido le quito una bolsa con monedas. En ese momento la mujer comienza a alertar a los guardias, los cuales miran hacía mi situación, asegurandome de que me siguen vuelvo de nuevo a meterme entre los callejones para intentar perderles de vista. Dos callejuelas más a la izquierda, una a la derecha, entro en una posada y salgo a los pocos segundos para volver en dirección contraria a los guardias.

Al llegar corriendo encuentro que el resto del grupo ha pasado sin ningún inconveniente.- Bonito día,¿Esperamos a alguién?.- Digo al llegar irónicamente y continuo bajando hacía la playa.Mi gesto cambian al encontrar a un chico joven algo fatigado despues de lo que al parecer ha sido un buen combate.. Ni mnición, ni fuerzas..- Susurro para mi misma y me dirijo hacía el bote.

Cargando editor
14/05/2013, 20:05
Edward Lefevre

Y porque tanta prisa? si es un bonito día en la playa- observa al chico con mirada inquisitiva y luego de que Lidia se adelantara, pone un pie sobre el bote y mira al horizonte mientras la fresca briza del mar le acaricia el rostro. El enorme galeón no le traía buenos recuerdos, y la razón era aquella bandera que ondeaba como una flama negra presagiando solo muerte y desgracia. No podía juzgarlos prematuramente, pero su vida le demostró que era mejor estar preparado para lo peor.

-Se ven como piratas y actúan como piratas. Espero que el precio de la libertad sea mas liviano que el de la soga.- 

Su rostro no se inmutó, ya nunca demostraría su preocupación. Simplemente se limito a sonreir mientras extiende su mano para ayudar a Clady Larsfolk a subir al bote. Ma Dame... 

Cargando editor
14/05/2013, 20:46
Clady Larsfolk

Tras una pequeña carrera, consigo llegar a la playa. Poco a poco el grupo se va reuniendo y cuando llega Lidia, estamos completos. 

- Bueno, tenía mis dudas de que todos lo lográsemos pero me alegra que sea así. Estamos reunidos por algo...

Cuando veo al hombre pelirrojo, me pongo enseguida en posición de guardia. Por suerte es un amigo. Abro la boca con asombro al ver la cantidad de cuerpos que lo rodean. Pocas veces he visto algo así, incluso entre los mejores guerreros de mi tierra. Me recompongo cuando Lefevre me tiende la mano para ayudarme a subir al bote. La tomo y subo rápidamente con un ágil salto.

-Hola. Soy Clady Larsfolk. Gracias por venir.

Cargando editor
14/05/2013, 22:24
Karinna Leva

Había pasado con la celeridad y discrección acostumbradas, de hecho, hasta tuvo tiempo de esperar a que el grupo se formara mientras observaba al interesante joven de cabellos rojizos que parecía estar esperándoles.
Le recordaba vagamente a un joven espadachín castellano de sonrisa impecable y adoración a las mujeres propias de su tierra natal. Ladeó la cabeza mientras pensaba qué habría sido del agradable y educado Rodrigo cuando siguieron al joven hasta el borde mismo de la playa donde descansaba un bote mecido por el vaivén de las olas, que levantaban una corona de espuma al impactar contra la superficie de madera.

Oh, sí, es el mejor momento para ser irónico y para andarse con soplapolleces, pensó con resignación subiendo al bote arrastrando su capa consigo. Desde luego, no le gustaba usar palabras malsonantes, ni siquiera pensarlas, pero desde luego no podía imaginar nada menos oportuno que ellos, en ese bote, con sus reacciones en medio de un caos destructor cuando precisamente el tiempo corría en su contra.

Dadme paciencia, oró para sus adentros, dejando a quien quedaba subir para garantizarse un puesto cercano al pelirrojo que despertaba su curiosidad.

Cargando editor
14/05/2013, 22:48
Eskjö Hrafnsön.

Paso sin problema por delante de los guardias, sorprendentemente mi plan funciona. Sin embargo, al cabo de un rato, me llama la atención comprobar que la muchacha morena ha desaparecido. Al poco rato llega corriendo a la playa, al punto que nosotros habíamos alcanzado hacía algún tiempo ya, y donde había un joven pelirrojo, posiblemente hermano de Keira, esperándonos. Penetro los ojos de Lidia con los míos, azules, escrutándola, al tiempo que una pregunta se empieza a formar en mi mente.

"¿Dónde diablos te habías metido...?"

Me subo al bote sin perder de vista a Lidia, al tiempo que le dirijo una fugaz mirada al joven, que solo dura unos instantes, el tiempo justo para murmurar...

- Sí, mejor será que nos demos prisa... - mi voz suena pensativa, aún cavilando sobre dónde se habría metido la joven morena. Mi mirada pasa de ella al joven embozado, y luego a ella otra vez, así durante un rato. Finalmente, me acerco a Lidia y le pregunto inquisitivo. - ¿Dónde te habías metido? Noté tu ausencia cuando bajaba por el sendero, y de repente llegas un buen rato después, y corriendo... 

Cargando editor
15/05/2013, 18:43
Lidia Stanford

Una vez en el bote, espero a que el resto del grupo suba, cuando terminan de subir Eskjö se acerca colocandose a mi lado, después de varias miradas combinadas entre el chico recien llegado y yo. Inclinandose un poco se dirije en tono bastante autoritario preguntandome por mi tardanza a la hora de llegar a la playa.

Siento la espera, grandullón.- Comento con una sonrisa pícara.- Pero no poseo ni vuestra agilidad, ni vuestra facilidad de mimetización.- Contesto a sus insinuantes ojos inquisidores y vuelvo la vista hacía el mar. Justo delante se encuentra nuestro punto de encuentro con los ojos ambarinos.

Cargando editor
16/05/2013, 12:32
Pol

El joven os espera en el bote mientras se pone la camisa, dejando solo parte del pecho visible. Ignora vuestros comentarios y vuestras acciones, estirando los brazos para desentumecerse.

- Ya habrá tiempo para las presentaciones. - Contesta a Clady, con el mismo tono que antes.

Cuando todos estáis arriba, coge los dos remos y empuja con fuerza para mover el bote, que ya empezaba a mecerse por la marea. Finalmente os adentráis en el mar, con el sonido de los bufidos del pelirrojo al mover los remos acompañandoos.

Cargando editor
16/05/2013, 12:52
Director

- ¡Ya vienen! - Se escucha desde lo alto de la torre de vigía.

Blake simplemente levanta un catalejo que saca de su bolsa y se lo pega al ojo. Tras mirar durante un rato, con el semblante serio, una pequeña sonrisa se descubre en su cara.

- Bien... - Es lo único que dice.

Cargando editor
16/05/2013, 15:44
Keira Lemacks
Sólo para el director

Keira se hallaba asomada a la barandilla cuando escuchó, desde la torre de vigía, que ya venían. Afiló sus pupilas y una sonrisa sesgada se dibujó en su rostro. Había estado preocupada por Pol, aunque en el fondo sabía que él no tendría problemas, no podía evitar aquella sensación de vacío en su estómago. Ahora ya se calmaba y disfrutaba de la suave brisa mientras intentaba ver algo. 

Al verlos se apartó del borde, dejando que fueran los otros hombres quienes les ayudaran a subir. Cruzó por un momento sus ojos ambarinos con los de su padre y asintió con un ligero movimiento de cabeza. 

Había dudado de si aquellos hombres se dirigirían hacia el barco. Eso no significa nada... Tenemos sus armas... Todavía tendrían que demostrar que iban a ser dignos de pertenecer al Black Dragon.

Cargando editor
16/05/2013, 19:44
Clady Larsfolk

Suspiro relajándome en la paz que viene detrás de la tormenta. Como nos queda un poco antes de llegar al barco, me animo a contar mi historia.

- Bueno, como he dicho que lo iba a hacer, os voy a contar la historia de como acabé en la cárcel. Veréis, venía yo en un barco que había salido de Vesten hacia tierras avalonesas. Cuando estábamos cerca de la costa, una isla se levanto en medio del mar y desde ella, una terrible tormenta surgió. Subí a cubierta a ayudar a los marineros, puesto que conozco las artes marítimas y una ola me arrojó lejos. Me desperté en una playa, por suerte. Cuando abrí los ojos, un chiquillo estaba levantándome la falta y me dijo que iba a tener el honor de que él me hiciese una mujer.  Y claro, hice lo que todo el mundo haría en esas circunstancias: estallé en carcajadas. ¡Pero si a penas acababa de dejar de ser un niño! No le sentó muy bien y sacó su espada. Yo respondí con mi hacha y le adorné la espalda. Y entonces llamó a sus guardias. Después acabé en un calabozo con un montón de acusaciones imposibles. Siento decepcionaros pero sólo soy una aldeana que se subió a un barco porque quería ver mundo-  acabo con una sonrisa.

Cargando editor
17/05/2013, 08:02
Edward Lefevre

Edward no deja de prestar atención a Pol, -Simplemente no puedo entender como nos había reconocido si es la primera vez que lo veo en mi vida, y a juzgar por su trato con el resto, nadie de aquí conoce al muchacho.- Mira hacia el horizonte y se siente reconfortado por la paz del océano mientras levanta su rostro -Supongo que eramos los únicos con apariencia de presidiarios... eso explica bastante ¿Pero como nos ha reconocido la muchacha de cabello rojizo? Acaso soy tan famoso como para que conozcan mi retrato, o simplemente me... nos han seguido a todos? Diablos! y ni siquiera lo he notado, he sido muy descuidado.

Luego observa detenidamente al encapuchado siniestro que no había pronunciado una sola palabra hasta ahora -¿Y este que diablos oculta? Un tipo menudo que apenas deja ver su rostro y no dice una sola palabra... demasiado teatral para mi gusto. No comprendo como los guardias le dejaron mantener su capucha puesta... 

Luego de escuchar atentamente la historia de la señorita Clady, se siente reconfortado y la observa fijamente a los ojos -Decepcionarnos? mmm, no lo creo. Realmente pienso que hubiera sido una verdadera pena, que ese un prontuario como ese mancharan la vida de una señorita tan encantadora como vos. Observo vuestros ojos azules como agua cristalina y no puedo evitar ahogarme en ellos como un marinero que ha perdido el rumbo. Sin duda serán mi perdición...

Sin dejar de sonreir, deja escapar un suspiro y vuelve a fijar su mirada al horizonte -Por mi parte, solo puedo deciros que a pesar de que mis acusaciones fueron ciertas, solo he sido victima de una trampa. Y afortunadamente solo ha sido un intento, ya que de lo contrario tendría que cargar con la sangre de un inocente en mi conciencia- luego vuelve la mirada hacia Clady nuevamente, y se vuelve a perder en sus ojos- Supongo que ambos estuvimos al borde de la horca injustamente...

Cargando editor
17/05/2013, 20:05
Capitán Blake

El capitán espera junto a ti y finalmente habla.

- Ya se acercan. Prepárate. - Te dice apremiante. - Formarás junto al resto de marineros. Todos podéis seguir hablándome como hasta ahora y os trataré de la misma manera, pero recuerda... no menciones lo de que eres mi hija... - Te mira largo y tendido. Finalmente te abraza con fuerza. - Ánimo, pequeña... hemos pasado por cosas peores...

Tras unos minutos que se te hacen demasiado cortos, se desprende de ti, se ajusta bien la capa y se coloca en el centro de cubierta.

Cargando editor
17/05/2013, 20:45
Keira Lemacks
Sólo para el director

El abrazo fue rápido pero muy emotivo. Keira cerró por un momento los ojos y aspiró el fuerte aroma a sal y cuero que solía desprender. Cuando se separó de él le miró a los ojos y asintió con la cabeza.

- Si no son tontos y se enteran que eres el capitán Lemacks sospecharán... - Le susurró mordiéndose el labio. Acababa de recordar que cuando se había presentado ante los presos lo hizo un tanto teatral... - Me presenté como Keira Lemacks... Quizás no lo recuerden, pero... tenlo en cuenta... - Terminó diciéndole guiñando uno de sus ambarinos ojos. Se caló bien el sombrero y fue a ocupar su sitio entre la tripulación.

Cargando editor
17/05/2013, 20:53
Director

Finalmente llegáis al barco. El joven está agotado y agradece poder soltar por fin los remos. Sin que nadie diga nada una escala cae desenrollándose por la borda, junto a un par de ganchos. El pelirrojo empieza a enganchar los cabos en los extremos del bote, después de haceros señas para que subáis por la escala.

Cuando llegáis arriba un par de manos firmes de dos recios marineros os ayudan a poner el pie en la cubierta. El barco es inmenso, uno de los más grandes navíos que habéis visto en vuestra vida. Hay un veintenar de piratas, de variada nacionalidad y aspecto, formando a un lado de la cubierta. Entre ellos se encuentra la chica que os liberó, la pelirroja de ojos ambarinos.

Pero lo que más os llama la atención es el hombre que se halla frente a vosotros. Una descomunal figura, ataviada con una enorme capa negra y botas de cuero. Tiene el semblante serio y curtido. Es algo más bajo que el nórdico que os acompaña, pero su increíble musculatura supera con creces la diferencia.

Cargando editor
17/05/2013, 21:05
Capitán Blake

Cuando estáis todos arriba, la voz del hombre ruge, atronadora:

- ¡Formad inmediatamente! - Ordena con una autoridad que os estremece a todos - Soy el Capitán Blake, capitán del Black Dragon. Habéis sido rescatados de la soga por la madre Fortuna, pero vuestro destino no está aún fuera de peligro. No acepto asesinos ni matones sin escrúpulos en mi barco, pero no tengo problema en rajaros la garganta si pienso que seréis un peligro para mí o para mi tripulación. ¿Queda claro?

Os recorre uno a uno con la mirada, sin ápice de emoción en su cara.

- Ahora os presentaréis, diréis de qué se os acusaba y por qué estabais en la prisión. ¡Hablad!

Cargando editor
17/05/2013, 21:37
Keira Lemacks

Vaya... Al final sí que han venido todos...

Keira había pensado que más de uno haría la locura de intentar huir por otro lado, aún a sabiendas de que sus vidas podían correr peligro. Fue observando a cada uno según iba subiendo. Aunque sus ojos no se veían, ocultos como estaban por las sombras de su sombrero de ala ancha.

Una sonrisa sesgada se dibujó en sus labios cuando escuchó la voz del capitán. Le lanzó una mirada de soslayo, lo suficiente para ver su rostro serio, sin un ápice de compasión ni piedad. Siempre había estado orgullosa de trabajar bajo sus órdenes, y verlo allí, imponiendo su voluntad ante aquellos extraños, propició que su sonrisa se ampliara... Volvió su mirada hacia los prófugos y esperó ver sus reacciones. 

Cargando editor
17/05/2013, 21:58
Karinna Leva

Había guardado silencio sin perder detalle del joven que remaba resollando ligeramente.
Una escala cayó sin que nadie diera orden alguna y su madera golpeó el húmedo casco del navío. Al aferrarse a ella con los guantes de cuero éstos resbalaron por culpa de la humedad que impregnaba todo como una capa opresiva. Empezó a subir por la escala,resbalando en ocasiones,haciendo fuerza con los brazos para no acabar cayendo sobre los demás.
Unas manos se aferraron a su cuerpo en un agarre implacable y terminaron por dejarle aterrizar como buenamente pudo, al enderezarse le vio ahí,erguido, terrible y orgulloso.
Era un hombre en toda regla, de esos que adornan las fantasías de cualquier mujer. Esas fantasías tan íntimas que no se contaban ni a sí mismas. Esas fantasías en las que la rudeza se llamaba pasión y el lugar no importaba,solo el calor del otro al juntar sus cuerpos, esas que acababan con anhelantes arañazos en la poderosa espalda de él y con la marca de dientes en los hombros de ella.

La voz del capitán era grave,rotunda,estremecedora e hizo que se le erizara la piel bajo la ropa. Acertó a formar firme,con la impecabilidad que habría tenido cualquier cortesano. Al hablar, su voz sonó suave y cálida, quizá con un toque de ambiguo descaro o coqueteo natural. Usó la lengua de Avalon aunque arrastraba ligeramente las palabras al hablar.
-Me buscan bajo el nombre de Romeo Lotti por doble homicidio y traición-hizo una pausa y se aflojó el embizo hasta que la tela se deslizó hacia atrás,revelando un rostro propio de una noble, su rostro tenía forma de corazón, la piel era clara, de aspecto porceláneo; la boca era de labios carnosos siendo el inferior más grueso que el superior en un perpetuo puchero; la nariz, pequeña y recta era gobernada por los ojos,de forma almendrada,enmarcados por pestañas largas y oscuras mientras que sus pupilas eran de un tono extraordinariamente verde que no resultaba del todo natural por la intensidad del color,como si una corriente de energía se viera reflejada en su interior. No se soltó la melena negra,que parecía atrapada bajo la capa,fielmente abrochada para ocultar cualquier rasgo de la mujer.
-Acusaciones igual de verdaderas como la identidad de Romeo. Mi nombre es Karinna Leva,me prometieron una segunda oportunidad-concluyó con un aleteo de sus labios mientras su mirada se deslizaba hacia la madera en una caída de párpados natural en ella que no ocultaba la amenaza velada de lo que parecía ser una mujer de cortes.

Cargando editor
18/05/2013, 15:08
Clady Larsfolk

Subo la barco con energía y ganas de ver lo que hay allí arriba, y desde luego es mucho más variado de lo que esperaba. Saludo con la mano a la chica de ojos ambarinos y doy un paso hacia ella para darle las gracias por sacarle de ese tugurio infecto. Pero parece que el capitán del barco tiene otros planes. 

—Menudo fantoche, mira que le gusta a algunos la pompa. Además, ¿qué es eso de la Madre Fortuna? Yo no sé al resto pero a mi, me han rescatado mis dioses— pienso mientras me pongo el fila con el resto de mis compañeros de fila.

Tras Romeo, ahora conocida como Karinna, me animo a dar la información que se me ha requerido.

— Soy Clady, del clan Larsfolk. Condenada a la horca por robo, intento de violación, escándalo publico, doble homicidio, incendio provocado y prostitución. Realmente estaba en la prisión por responder con un hachazo a un intento de violación— digo con sencillez y sinceridad.

Cuando acabo, doy un paso atrás y cedo la palabra a mis compañeros. Miro al chico pelirrojo que nos ha traído en barca, para valorar qué le han parecido mis acusaciones. 

Cargando editor
18/05/2013, 17:06
Keira Lemacks

Esta vez fue el rostro de keira el que se mudó por la sorpresa al ver que el encapuchado era... ¡Una mujer! Enarcó una ceja y elevó ligeramente la cabeza, dejando a la vista sus ojos ambarinos. Como me ha engañado... Chasqueó la lengua e hizo un ligero gesto de asentimiento con la cabeza. Aunque no le gustó la mirada que le echó al capitán y sus labios se curvaron en una mueca de desagrado.

Llegó el momento de que la joven rubia se presentara. Ya en la prisión, Keira se había fijado en ella. Le había gustado su carácter y su ímpetu... Le devolvió el saludo llevándose un par de dedos a la frente y escuchó los motivos por los que había estado en la prisión. 

Se mordió el labio con rabia, odiaba a los hombres que se creían con el poder y la libertad de utilizar a las mujeres como les viniera en gana. Entrecerró los ojos, brillantes, pero se mantuvo en silencio, esperando a que continuaran presentándose el resto... Sabía que el capitán no aceptaría una interrupción...