Partida Rol por web

Si, no te preocupes, es muy melodramatico. Intenta causar buena impresion a alguien en la sala para que salga con el nada mas. niego mientras sigo escuchando y carraspeo Señoria, creo que esto es una vista para decidir si se presentaran cargos con las pocas pruebas que tiene la fiscalia. Yo creo que es mera mente circunstacial. Mi cliente no recuerda nada de lo acontecido esa noche y es mas posiblemente se deba a que les atacaron e intento defender a la desaparecida

Cuando entras, ves a Edward sentado tras una mesa, junto a el hay un hombre trajeado que esta levantado dirigiendose al tribunal, otro hombre le mira mientras el juez les mira. Amanda esta sentada en la fila de atras mirando todo con calma.

Antes de entrar en la sala saco nuevamente mi dosificador y aspiro hondamente, no quisiera que me diera un ataque ahí dentro, no he estado nunca en un tribunal pero seguro que acojona... Igualmente mi intención es pasar desapercibida.
Entro todo lo silenciosamente que puedo, tampoco es que recaigan mucho en mí pues el "público" está centrado en lo importante así que me escabullo en unos de los últimos bancos, los que están más cercanos a mí.

Doy un pequeño respingo al percatarme de que Amanda está cerca de mí, y dudo si debería acercarme a ella o no. Bah, tampoco nos conocemos tanto, ¿no? Coloco bien mis gafas a pesar de que están perfectas y me inclino un poco hacia delante con expresión seria, fijándome en Ed para intentar discernir cómo se siente, prestando atención al juicio en sí.

Escucho las palabras de Erick y no doy crédito. ¿Que nos atacaron y la defendí? No se nada de este tema, me tienen desinformado. No sé qué es verdad, qué es mentira y lo peor. No sé si Lindsay está bien.

Miro a Erick y luego me giro para mirar a Amanda, buscando algún gesto en su mirada, algo que me haga sentir más tranquilo como cuando me visitó en comisaría. Espero que luego todo el mundo me aclare qué es lo que ocurre y si tienen algún dato sobre Lindsay.

Amanda te tiende la mano cogiendo la tuya y apretandola con suavidad mientras te sonrie, un poco mas atras ves a Ruby que se ha sentado y te mira. El fiscal niega Señoria creo que el letrado nos intenta tomar por tontos, el acusado ha sido expulsado de su instituto por una agresion a otro de sus compañeros, ademas de que se encontraron sustancias estupefacientes en el registro para encontrar a la victima. Señoria, no ha aparecido nada salvo una ultima prueba que me ha sido remitida esta mañana, un trozo de un brazo humano que esta como mordido

¿Expulsado? Qué dice éste, sólo fueron tres días y tampoco fue para tanto... Tendrá que usar todo lo que pueda supongo. ¿Debería quejarme? No, creo que no o me echarán, no tengo ni idea de cómo va ésto.
Parpadeo un poco aturdida, la verdad es que todo tiene un aspecto de ser tan terriblemente serio que cómo ya suponía acojona bastante. No quisiera estar sentada en una de ésas sillas frente al juez. Que por cierto, también acojona.

Un trozo de brazo... será coña, ¿no? Claro, ahora entiendo porque no quiso quedarse a cenar... Mierda, no es momento para tonterías.
Ed se gira hacia Amanda, pero creo que me ve porque estoy bastante cerca de ella. Me gustaría sonreírle para infundirle algo de ánimos pero no puedo, no me sale, no sé qué pensar. ¿Alguna de las acusaciones es cierta...? y en tal caso, ¿estuvo justificado...? Le haría muchas preguntas pero ahora no puedo así que me limito a devolverle la mirada silenciosamente.

Amanda me da una mano que me reconforta, no me alivia, pero ayuda. Es bueno saber que alguien está a mi lado sin pedirme nada a cambio. Detrás de ella puedo ver a Ruby, ha venido al juicio. Debe haberse enterado en el colegio o se lo ha dicho Amanda. La miro a los ojos esperando un poco de aliento, pero no recibo nada. Ella también me cree culpable y más después del rebote que se pilló por tener que irme de su casa. Quizás sea mejor así, solo no haré daño a nadie más.

Escucho las palabras del fiscal y no puedo reprimirme-Fue para recuperar el spray de Ruby... idiota.-aprieto fuertemente los puños quedando los nudillos blancos de la rabia. Ahora van a decir que la maría me vuelve agresivo... habrá que ver lo que dicen del café.

Cuando nombran el trozo de brazo humano mis puños se aflojan, me recuesto en la silla y me vengo abajo. No puede ser verdad, no, no, NOOOOOO. ¿Lindsay?

Señoria, eso es absolutamente imposible. Si el fiscal tuviera semejante prueba, me imagino que la policia tambien me la hubiera remitido por que sino, seria un ocultamiento de pruebas y la verdad no me gustaria nada pensar que la corte tiene algo en contra de mi defendido o de mi me levanto y me abrocho la chaqueta mientras sonrio todo esto es meramente circunstancial. Incluso esos vecinos que dicen que llamaron a la policia, bien pudieron ser los mismos asaltantes despues de hacer el asalto que avisaron solo para tener una conveniente coartada.

El juez les mira a ambos y les hace que se acerquen para deliverar con ellos. Erick esta gesticulando mucho mirando al fiscal que solo niega y presenta una carpeta que entrega al juez. Este la observa un segundo y da un golpe con el mazo.

El juicio se pospondra hasta que esta prueba pueda ser investigada por los expertos de la defensa y el resto de pruebas tambien. El juicio se reanudara en quince dias en los que se elegira al jurado. Letrados espero que esto no se convierta en una competicion de popularidad. La fianza se mantiene y el acusado queda bajo la responsabilidad de la asistenta social aqui presente.
Da un golpe en la mesa levantandose, todos se levantan y se marcha de la sala hacia su despacho dejandoos solos.

Me levanto precipitadamente del banco, sin embargo ahí me quieto, quieta y plantada como una estatua mientras el torrente de gente se marcha, algunos empujándome para poder salir del banco. No entiendo cómo se me puede dar tan bien estorbar...
Me coloco bien el asa de la bandolera sobre el hombro mientras empiezo a andar algo vacilante hacia la mesa del abogado donde se encuentra Erick, sintiéndome más nerviosa y cohibida a cada paso que doy.
Quizá... no fue una gran idea después de todo. Pero debo controlarme, no quiero que me dé otro ataque ya llevo demasiadas dosis en un sólo día, ¡había conseguido rebajarlas tanto!
De todas formas no hubiera podido quedarme tranquila si no averiguo algo más. Algo que no sean rumores y noticias de terceros, necesito saber esto de primera mano. Es mi amigo. Mi único amigo a pesar de todo.

Atravieso el pequeño pasillo central andando a contracorriente, dejando escapar un pequeño suspiro de alivio cuando el vigilante no se opone a que me acerque al acusado, Ed.
Le miro sólo un momento, y antes de que mi cerebro reaccione y me frene le doy un abrazo algo más fuerte de lo normal. Supongo que yo también necesito liberar preocupaciones aunque no puedo ni imaginar cómo debe de sentirse él.
Mi aroma a melocotón debe estar embriagándole ahora, así que me separo aún algo ruborizada, a pesar de que intento disimular noto el calor en mi cara.
-Dime que no lo hiciste...- me limito a pedirle mientras le observo con fijeza.

Tras esas últimas palabras el juez se retira y todo el mundo se marcha. Me quedo allí de pie mirando al estrado sin saber muy bien qué será de mí. Ya no tengo casa y parece ser que me voy con Amanda o al menos es la que se responsabiliza de mí. Si vuelve a pasar otra de esas noches de las que no recuerdo puede que ella tenga problemas también. Estoy casi seguro de que yo no pude matarla, pero ya no confío ni en mí mismo.

Finalmente me doy la vuelta para salir de allí y veo a Ruby venir. Aún no sé como reaccionar, la última vez que la vi me dio con el libro en el estómago y me miró con cara de pocos amigos. Viene con paso firme mirándome y cuando llega delante mía me abraza. Parece que en el fondo no está tan enfadada. Me suelta y me mira fíjamente a los ojos. Su olor a melocotón llena la estancia y por unos instantes solo estamos ella y yo sin nadie alrededor.

-Yo no lo hice-le digo con seguridad. Pese a mis dudas estoy seguro de que yo, siendo consciente de mi persona no pude hacerlo. Quizás esté enfermo y haga cosas por culpa de la enfermedad, pero yo no, estoy seguro. La sujeto del brazo y la traigo hacia mí, colocando su cabeza en mi pecho. Me inspira ternura y ganas de protegerla. Le froto la cabeza lentamente mientras la abrazo.-No te preocupes, aún tendrás que aguantarme quince días más-digo sonriente con algo de melancolía.

Suspiro aliviada. Me siento cómo si me hubieran quitado un enorme peso de encima cuando Ed me afirma con seguridad y sin atisbo de duda que no lo hizo. Y le creo. Al menos no pro propia voluntad, podría apostar a que quizá padece alguna enfermedad que no me ha querido contar, eso explicaría muchas cosas al fin y al cabo, pero supongo que no es el momento ni el lugar para abordarle con más preguntas.
Cuando me dispongo a decir algo me atrae hacia él y vuelvo a rodearle con los brazos aunque tengo que admitir... que me estoy muriendo de vergüenza. Así que me quedo un rato atada a Ed con una sonrisa tímida hasta que recupero suficientemente el control de mí misma como para separarme de nuevo.

-Yo... bueno, me parece que no sé muy bien qué decir sin inundarte a preguntas, y es algo que no quiero hacer ahora- admito con un pequeño suspiro mientras coloco el asa de mi bandolera sobre mi hombro. Es algo que tiendo a hacer cuando estoy inquieta, colocar las cosas en su sitio a pesar de que ya lo están.
-¿Qué vas a hacer ahora?, ¿puedo hacer algo para ayudar...?- pregunto dubitativa, mirando de reojo a Amanda y luego a su abogado. Creo que quizá fui la última persona con la que estuvo Ed antes del "altercado", no estoy segura de si eso es importante...

Si quieres irte con tu amiga fuera a hablar podeis hacerlo mientras Amanda y yo hablamos un poco sonrio cerrando la carpeta y mirandoos Yo soy Erick el abogado de Edward, es un honor jovencita. Amanda, me gustaria saber si podrias conseguir que ese mendigo viniera tienes persuasion para esas cosas

Ruby se separa de mí y se nota que está más tranquila, algo más aliviada. Aún está incómoda cuando alguien se acerca a ella, se podría decir que no está muy acostumbrada al contacto físico con otras personas y se siente extraña.-Aunque me preguntaras no sabría si podría contestarte. No tengo las respuestas a las preguntas que tienes en la cabeza, al menos no de algunas, porque ni yo mismo las tengo.-Le paso el brazo por el hombro-Vayamos fuera.

Dejamos a Amanda y Erick hablando de sus cosas y me dirijo fuera con Ruby. Quizás fuera corra algo más el aire y pueda respirar con mayor normalidad. Este sitio empieza a agobiarme.-No sé qué voy a hacer ahora. No creo que pueda volver a clase ni hacer el examen ni nada hasta que no se aclare esto. Supongo que me quedaré encerrado donde sea que me lleven

-Yo soy Melinda...- me limito a decirle al atractivo abogado de Eddie. Quizá por eso mismo me cohibe y evito su mirada, aunque enseguida me olvido de él por muy guapo que sea, ahora tengo preocupaciones que atender y otros asuntos de mayor importancia.
-Debe de ser horroroso que ni tú mismo sepas qué sucede...- me limito a comentar sin atreverme a decir todo lo que pienso, no quiero hacerle sentir peor y seguro que en el fondo, aunque disimule, estará asustado. Yo estaría completamente aterrorizada ante algo así, si fuera una especie de ataque esquizofrénico o qué sé yo, no son cosas que puedan controlarse.
Dejo que me pase el brazo por los hombros y cruzo los míos mientras salimos de la sala silenciosamente, atravesando los amplios y relucientes pasillos del juzgado hasta llegar al exterior dónde el aire de la calle alivia un poco las tensiones.

Me quito las gafas y me quito las gafas mientras escucho lo que me dice, pero no me deja tranquila. No todo lo que quisiera.
-No suena muy alentador... ¿te limitarás a eso? Quizá puedes reincorporarte dentro de un tiempo, si resulta que...- una pequeña pausa. Joder, es muy difícil hablar de algo así cuando no quieres herir la sensibilidad de alguien.
-Si dices que ni tú mismo sabes lo que pasó, supongo que sólo puede haber un motivo para ello, ¿no? Entonces, con el debido tratamiento, quizá puedas estabilizarte y que todo vuelva a la..."normalidad"- no estoy muy segura de que esa palabra conste en el diccionario de Ed, pero es el único atisbo de esperanza que consigo vislumbrar de momento en todo ese inmenso lío en el que se ha metido.

Miro la calle, los transeúntes y los coches, frotándome esta vez la frente y dejándome el flequillo revuelto al hacerlo.
-Si necesitas cualquier cosa puedes contar conmigo, ¿vale? A mí no me pagan por ayudarte, lo haré de verdad- le sonrío amigablemente y entonces le froto un poco la espalda. Es lo único que se me ocurre para darle algo de ánimos ahora mismo pero me temo que no es gran cosa.

Bueno, me ocupare de que no se meta en muchos lios asi que me lo llevo a ...bueno ya sabes sonrio estrechando la mano de Erick. Bueno, chicos despedios, tengo que llevar a Edward a un lugar para que descanse, me costo convencer al juez y al fiscal pero creo que estara bien. Lejos de todo y del mundanal ruido, para que pueda pensar.

Ruby se deja llevar hasta el exterior mientras me comenta que debe ser horrible vivir en mi estado de lagunas mentales-Pues no te imaginas cuanto. No recuerdo la mayor parte de las últimas noches. Y no es la primera vez que al levantarme...-corto la frase porque no creo conveniente asustarla con otro incidente.-La verdad es que es frustrante no sólo no recordar lo que hiciste la noche anterior sino que al despertar te digan que hiciste cosas que no hubieras hecho normalmente. Imagina como me está afectando que puede que haya matado a Lindsay como ellos dicen. Yo jamás lo hubiera hecho.-Me siento en un escalón y apoyo el codo en la rodilla para sujetar mi cabeza con la mano. Estoy agotado.

-No sé lo que me pasa, si estoy loco o esto me va a volver loco, así que no sé si volveré a las clases. Tendrás que apañarte sin mí una temporada me temo.-Le saco la lengua y sonrío para rebajar la tensión del momentoAl menos hasta que se resuelva el juicio no me dejarán volver.-Noto las dudas y la manera en que mide sus palabras.-Estás muy guapa sin gafas y con el pelo suelto. Si te arreglas un poco tendrás a medio instituto detrás tuya y cuando yo vuelva serás tan popular que ya no te juntarás con "el roñoso"-Le digo en broma intentado cambiar de tema mientras le doy un codazo en el brazo y le guiño el ojo.

-Claro Ruby, no te preocupes, aunque de momento será mejor que siga sin aceptar tus propuestas de quedarme a dormir.-Miro a Amanda que se acerca por detrás y le susurro al oído a Ruby-Además, yo no pago a esta gente, que no se piensen que van a sacar algo de mí.-Le digo sonriente.

Amanda nos pide que nos despidamos y agarro a Ruby por los hombros. La pobre se siente incómoda y no sabe bien qué hacer, así que la traigo hacia mí un poco y le doy un beso en la frente.-Cuídate y recuerda, si alguien e mete contigo, patada en los huevos. Le dejarás KO.

A pesar de que Ed intenta quitarle hierro al asunto de vez en cuando, yo no puedo evitar escuchar sus palabras y mirarle con preocupación y algo de compasión. No querría encontrarme en su situación por nada del mundo pero en tal caso me gustaría tener apoyo, sin embargo supongo que él es el típico "lobo solitario" y prefiere tener tiempo para sí mismo y sus ideales. Apuesto a que me ve como una niña pequeña... Aunque no es que me desagrade del todo la idea, en cierto modo.

-No me interesa ser popular, al menos no en el instituto...- la frase se queda en el aire mientras mi mente vaga por un instante en el recuerdo de ésos ojazos azules que me dejan sin aliento cada vez que los veo. Quizá sea hora de irse poniendo las pilas, no sé...
Salgo de mi ensimismamiento cuando Amanda nos interrumpe oportunamente y Eddie me atrae nuevamente dándome un "consejo" con el cuál no puedo evitar reírme abiertamente antes de volver a apartarme negando con la cabeza.

-Ten mucho cuidado, seguro que todo acaba saliendo bien, ya verás. Si necesitas hablar o lo que sea sabes mi dirección y mi número de teléfono- le miro a los ojos para que quede bien claro que ése "ofrecimiento" es sincero y finalmente miro a la asistenta con una leve sonrisa, no muy convencida de sus intenciones o veracidad. Después me doy la vuelta y me marcho calle abajo con la cabeza echa un lío.

Amanda te mira y te acompaña a su coche sacandote de la ciudad conduciendo por la carretera hasta una carretera secundaria donde entra y se llega hasta una verja . Pulsa un mando que lleva en la guantera y tras un rato se abren las puertas y conduce hasta la casa. Es enorme con unas escalinatas de piedra que bajan y en ellas esta Bruce que te mira y arquea una ceja mirandola extrañado mientras camina hacia vosotros.

Amanda me conduce hasta el coche y allí entro sin mediar palabra. Un viaje bastante silencioso en el cual no hago más que mirar por la ventana sin decir nada o emitir sonido alguno. Hoy es un día raro, ni siquiera me da por pensar. Mi mundo ha cambiado tanto en dos días que apenas si puedo concentrarme en mí mismo. Es como si esto no me estuviera sucediendo a mí. Yo, que solo quería enmendar mis errores en el instituto aprobando las asignaturas y buscar un trabajo.

Salimos de la ciudad y árbol tras árbol, piedra tras piedra me alejo de la ciudad. Siempre he sido un perro callejero que se busca la vida. Ahora me siento encerrado en un coche. Me llevan a un lugar donde dependeré totalmente de Amanda, pero es lo que menos me preocupa. No me preocupa nada. Estoy en paz conmigo mismo porque sé que yo no pude haberla matado. Cada vez estoy más seguro de ello.

Al llegar a nuestro destino admiro la gran casa que se presenta hacia nosotros y un tipo que baja las escaleras al que en principio no le presto atención. Estoy mirando la casa y a Amanda.