Antonius ve la fuerza como la única forma de alcanzar el sueño. Si el imperio es fuerte, todo lo demás se puede alcanzar.
Es el patriarca de la familia de los Antonitas y representa a la casta militar en el triunvirato. De los 3, es el único que aún no siente la necesidad del letargo y quizás por eso, gusta de hacer por si mismo todo lo posible y no duda en comandar a los ejércitos del imperio contra sus vecinos hostiles.
Este antiguo Demonio, capaz de actos que escapan al raciocinio de cualquier otro vástago, ve el sueño a través de los ojos de los mortales sobre los que reina y para ellos dirige la ciudad.
Representante de la casta popular, no ve la necesidad de mutar su propio cuerpo como el resto de sus hermanos, busca el cambio, si, pero no el suyo si no el de aquello que le rodea.
El auto proclamado Ángel de Constantinopla, patriarca de la familia de los mikaelitas y representante de la Alta Casta.
Considera que el sueño tan solo puede alcanzarse mediante la Fe. Convertido al cristianismo hace años, promueve la religión única, pues fe y belleza son las únicas forma de llevar la paz al alma.
Está convencido de que su querida Santa Sofía, llevará la luz al mundo con su terminación; sin embargo, quizás no pueda verlo, pues cada vez son mayores los periodos que pasa en letargo.
Esta Joven Toreador es la denominada voz de Mikael.
Vástago de escasa relevancia fuera de las fiestas de la alta casta, por lo general gana una más que notable importancia durante los cada vez más frecuentes periodos que Mikael pasa en letargo, ya que este tiene la capacidad de hablar a través de Evangelique incluso durante sus largos sueños.
Emperador del imperio.
Este humano sabe de la existencia de los vampiros y convive con ellos. Hace unos años, se desposó con Teodora, una vástago del clan toreador.
Al ser coronado, declaró que bajo su reinado el imperio recuperaría todos los territorios que un día pertenecieran a Roma, cosa que nadie creyó e incluso fue tomado a chufla. Sin embargo, año tras año, el imperio crece. Los territorios de oriente han sido recuperados y todo Egipto está ahora bajo control del imperio.
Esta joven toreador, modesta actriz en vida, alcanzó una gran importancia para todo el imperio al convertirse en la esposa de Justiniano I.
Su boda supuso un gran cisma para la sociedad cainita, ya que impediría la sucesión al trono y la perpetuaría en el poder. Esto se soluciono al rechazar Teodora la sucesión llegada la muerte de Justiniano y con la aparición de un hijo del monarca previo a su relación.
Es sabido que buscaba la aceptación por parte de los Mickaelitas, si bien esta nunca llegó a pesar de su altísimo cargo.
Este antiguo brujah cartaginés llegó a la ciudad hace relativamente poco tiempo, pero ha alcanzado una gran fama y posición.
Ostenta los cargos de Pretor de la guardia Varenga, máximo oficial de este cuerpo de élite encargado de la defensa de las instituciones imperiales, y también el de Principes Iustitia, juez supremo que mantiene las leyes cainitas de la ciudad.
A pesar de aglutinar en si mismo tal cantidad de poder, este brujah cuenta con la aprobación de la práctica totalidad de los cainitas locales, pues es considerado justo y recto en sus actos y nunca se le ha achacado mácula alguna.
También conocida como Eva, esta setita regenta el principal burdel de toda Constantinopla, "Los placeres de Eva", con una sección únicamente para vástagos.
Sin embargo, este no es lugar para cualquiera y sus precios tampoco lo son.
Se suele decir que Eva puede conseguirte cualquier placer.
Cuenta con gran cantidad de esclavos, entre los que destacan varios prometedores gladiadores.
Gregorio, del clan ravnos, es capaz de crear los objetos más imposibles, desde cajas de música a juguetes autómatas.
Para la mayoría, las creaciones de este artesano joyero tan solo pueden ser obra de la magia y la hechicería, pero el permite visitarlas en los jardines de su residencia, conocidos como el Jardín de las Maravillas.
Señor indiscutible de las cloacas y cisternas de la ciudad, Cinereo es la cabeza visible del clan y su líder en la ciudad, señor de un reino subterráneo al que pocos se atreven a entrar.
Llegó a la ciudad poco después de la llegada del triunvirato buscando refugio por temores desconocidos.
Este apreciado gangrel, es el embajador de los daneses en tierra del imperio.
Respetado y reconocido como amigo del imperio, es artícife de la mayoría de los acuerdos que existen entre ambas potencias y su consejo es buscado en no pocas altas esferas.
Sin embargo, cada noche se escuchan más voces que susurran que algo oculta y otras que no le aprecian por seguir profesando antiguas religiones.
Embajador de Alamut en la capital. Artífice de la tregua entre el imperio y la fortaleza de Alamut, que algunos creen se encuentra en territorio del imperio.
A su voto como embajador, añadió que mientras ostente su cargo, jamás aceptará un contrato en la ciudad como muestra de buena voluntad, pues ese es un gran sacrificio para los suyos.
Ventrue de la casta militar, es el protegido de Antonius y actúa como su representante en su ausencia.
Ostenta el nada desdeñable cargo de Princeps Logistics, máximo oficial encargado de la logística de las tropas. Por su mano pasa decidir que partida se dedica a cada fuerza.
Obispo de la diocesis Occidental de Constantinopla.
Es un obispo de discurso moderado que cree que la unidad religiosa no vendrá por imponer una fe única, si no por que la raza humana se convencerá cuando el hijo de Dios renazca en la Capital del imperio. Y es que este vástago, tocado con el don de la cisión, dice que Dios mismo se lo ha comunicado.
Abad de la Orden monástica del Ángel Resucitado, cuya abadía se encuentra en Nicomedia.
Desde el comienzo de la construcción de Santa Sofía, pasa largos periodos en Constantinopla para orar entre sus muros y sermonear con la llegada de un ángel de justicia que limpiará la ciudad de los pecadores.