Partida Rol por web

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1º - [EXPEDIENTES]

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15/09/2008, 16:14
Director
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Notas de juego

Dejad aquí las historias de vuestros pjs. Las dudas sobre cómo hacer la historia, en la escena "Instrucciones para pjs no existentes".

Postead la historia sólo para el director.

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15/09/2008, 16:18
Walter Matthew
Sólo para el director

Walter Matthew, hijo de una relación caprichosa entre un adicto a la heroína, y una ninfómana que le pega a la metadona. La costumbre de esta mujer era abortar nada mas saberlo, pero quiso el destino que una noche de redada fuera capturada y encarcelada… Su situación ya era evidente, así que tras un par de risas y de disfrute por parte de la policía, fue llevada a un hospital. Allí le dijeron que abortaría y después sería llevada de nuevo a prisión. La mujer consciente de la situación, afirmo que no quería abortar, que deseaba al hijo. Mentiras, burdas historias para conseguir tiempo y no quedar presa en un centro de desintoxicación. Estúpida mujer, pues en cuanto esas palabras salieron de su boca, fue llevada al mismo, y puesta bajo expresa vigilancia para que no decidiera cometer ninguna locura con el bebe.

Unos meses mas tarde, en un hospital de Nueva York y con un peso de un kilo cuatrocientos gramos, fue introducido de forma inmediata en la incubadora, donde pasó las dos siguientes semanas hasta que su peso fue el adecuado. A primera vista, y en los análisis parecía milagroso, no había salido con ningún defecto genético, a pesar de la situación de su madre, que fue de nuevo internada en el centro de desintoxicación. El cío por su parte no tardo en ser aceptado en adopción por una familia de clase alta.

Desde los primeros días de su vida, sus nuevos padres, lo trataron como si fuera su propio hijo y acordaron no decir nada acerca de su adopción para que nunca supiera la verdad de su madre y de su padre.

Así pues, Walter fue a un colegio de pago en donde sorprendentemente para sus padres y médico que le seguían cada cierto tiempo, resultó ser un estudiante modelo. Muy aplicado, y tan solo se le podía reprochar su falta de tacto para hacer amigos. Lo cierto es que resultó ser un chico bastante tímido y cerrado, aunque nada fuera de lo normal en algunos chicos de esa edad.

Cuando por fin termino el colegio, sin ningún problema aparente, y realmente con pocos amigos, demostró cierto interés por la carrera de abogacía, y tanto las notas como el dinero no eran ningún problema para acudir a ninguna Universidad, pudo elegir entre varias. Finalmente se decidió por al de Boston, ya que no se encontraba demasiado lejos de la residencia de sus padres, pero tampoco quería pasar toda su vida universitaria junto a ellos.

Así pues envalentonado, comenzó una prometedora carrera, durante el primer año, hizo más amistades que en toda su vida hasta ahora, seguramente fuera debido a que sus padres ya no estaban encima y los médicos ya lo habían catalogado como una persona sana y productiva más en la comunidad. Allí conoció

Un día como otro cualquiera, cuando ya cursaba el tercer curso de la carrera, escuchó su nombre en la lejanía, de la boca de otro chico que más o menos tendría su edad, lo llamaba insistentemente. Se detuvo y comprobó que se trataba de un antiguo compañero de clase, que estaba estudiando otra carrera. Se fueron a tomar algo, y a hablar de los viejos tiempos, de cómo había cambiado, y de cosas banales, o al menos así eran hasta que apareció una palabra en la conversación… “adoptado”. Al parecer la mayoría del pueblo sabía acerca de la adopción que realizaron sus padres, ya que su caso debió de aparecer en los noticiarios y periódicos locales como algo sorprendente.

Walter no podía creerse lo que escuchaba, y se negó a creerlo. Aunque la idea se le quedo grabada a fuego en la mente. Un par de días mas tarde, y tras no dormir ni una sola hora para encontrar esos periódicos, dio con lo que jamás hubiera creído… realmente no le importaba ser adoptado, pero lo dolía que sus padres no le hubieran contado nada…

Sin decir nada a nadie de su descubrimiento, terminó la carrera con un año de retraso nada más, decidió mudarse a Gloucester, una pequeña ciudad costera en el mismo estado de Massachusetts. Allí comenzó una no demasiado buena carrera como abogado, llevando casos pequeños y sin bombo social alguno, hasta que un par de años más tarde acabo como fiscal. Era una persona solitaria, no le gustaba la compañía de nadie, y no se había sentido atraído sexualmente por nadie, ni mujeres ni hombres.

Cuando ya tenía treinticinco años, y todavía virgen, era un miembro respetado de la comunidad de Gloucester, un buen abogado y vecino, defensor de la verdad y castigador de los injustos. Un día, llego a sus manos un nuevo caso, se trataba de un crío de poco más de seis años, hijo de dos drogadictos que no querían separarse de él, pero que las autoridades así lo requerían. No era para nada un caso complicado, pues viendo la condición de sus padres el jurado no tardaría en decantarse en darlo en adopción o meterlo en un orfanato, pero la semejanza de aquel caso con su propia vida, fue algo que causo mucha impresión en Walter… se veía reflejado en aquel muchacho, haraposo, sin estudios, no sabía leer, mucho menos escribir, y en su brazo había marcas evidentes de que ya se había o lo habían obligado a pincharse.

Dos días, eso es lo que duró el juicio y lo que tardaron los padres de la criatura en terminar en un centro de desintoxicación penitenciario. El chico fue a parar a un orfanato, donde sería rechazado en la primera semana por todas y cada una de las familias que lo fueron a ver. Walter bastante impactado por esta situación, fue a ver al crío, no podía sino verse reflejado en él, y si no hubiera sido salvado a tiempo, quizá ese fuera su destino. Así pues decidió adoptarlo él.

No sabía mucho del tema, pero por su fama en la ciudad y el apoyo de los vecinos no fue para nada complicado el proceso, y así dos meses antes de que el chaval cumpliera los siete años, ya estaban viviendo juntos. Él mismo se encargo de comenzar con su educación y desanalfabetización. Sus vecinos le ayudaban a cuidarlo cuando Walter tenía que trabajar, y poco a poco fue calando entre los amigos y conocidos del hombre.

Para el décimo cumpleaños de Bryan, que es así como se llamaba el pequeño, el y Walter se fueron a hacer una acampada. Estaría toda una semana de vacaciones que se había cogido del trabajo, y prometía ser el mejor día del pequeño.

Encontraron un sitio en el bosque, en donde estaba permitida la misma, no había ni un alma, y podrían estar tranquilos, pescar en el lago y hacer fuego y comer bolitas de carne trinchadas en palos y calentadas lentamente.

La tercera noche, ya conocedores del fresco que hacía cuando el sol se iba, encendieron el fuego y se juntaron junto a él con la carne dorándose en los pinchos y preparados para cenar. Antes de nada el muchacho se levanto para ir a echar una meada, y fue cuando volvió, cuando toda la vida que hasta era conocida por ambos cambiaría… cuando un simple accidente, sería el detonante de algo que llevaba años gestándose.

Fue cuando al ir a sentarse junto a Walter, el pequeño Bryan resbaló y fue a golpearse la espalda contra una piedra, no parecía ser nada grabe pues el muchacho se levanto al poco, pero sus gritos de dolor se pudieron escuchar en cientos de metro seguro, o eso es lo que pensó Walter, que horrorizado, notó como una extraña sensación lo recorrió al escuchar tal grito. Fue algo que nunca había sentido, y su preocupación fue en aumento cuando vio que había tenido una erección ante tal situación…

Parado en el lugar y sin poder reaccionar, medio temblando por lo que le estaba pasando por la mente, por la excitación que estaba sintiendo, se atrevió a levantarse para ayudar a Bryan, para tratar de calmarlo… y así fue. Media hora más tarde el muchacho estaba durmiendo. No tenía más que una pequeña herida en la espalda, que sanaría en un par de semanas. Durante toda la noche Walter no pudo dormir, pensando en lo que le había ocurrido, en el porque de aquellos sentimientos. A la mañana siguiente levantaron el campamento y regresaron a casa, Walter le dijo que era porque un médico debía verle la espalda pero realmente lo hizo porque tuvo miedo de si mismo…

Encerrando en sus mente lo que ese día le había ocurrido pasaron los quince años siguientes de su vida, sin poder dejar de recordar lo que sintió, lo que le ocurrió, gestando en su mente perversas ideas que muchas veces no le dejaban ni dormir… y así entre pesadillas y sueños eróticos, sin saber distinguir cual era cual. Su hijo Bryan se fue de casa, tal y como un día lo hizo él… a estudiar. Éste se marcho a California, mientras que su padre Walter, decidió mudarse a una casa más pequeña situada en las afueras de la ciudad, cerca de un precioso lago. Allí pasaría los días entre la naturaleza y viviendo de lo que ya había ganado.

Ahora que se encontraba solo, y su hijo no estaba, los sueños fueron en aumento, hasta que un día, decidió hacer algo, algo que seguramente lo llevara a la cárcel o a algún sitio peor, pero algo que debía comprobar por si mismo. Así pues cogió su coche y puso rumbo a la ciudad, a uno de los barrios marginales, por allí se paseó hasta que encontró a un crío, estaba en un estado lamentable, desnutrido, mal vestido… No tardó en subirlo al coche, le dio comida y le dijo que lo llevaría a casa para cuidarlo.

Walter estaba asustado, seguramente más incluso que aquel chaval. Estaba asustado por lo que había preparado en casa, por lo que tenía pensado comprobar… Una vez en su casa, lo visitó, le dio de cenar y lo dejó durmiendo en su habitación. Cuando el crío despertó, este se encontraba atado de pies y manos, estaban en el cobertizo de fuera de la casa, y Walter lo miraba pensativo, dubitativo. No fueron más que unos segundos, hasta que con fuerza clavó el cuchillo que portaba en la mano en la pierna del muchacho. Las lágrimas corrían por el rostro del hombre, que no podía creerse lo que estaba haciendo, pero pronto fueron sustituidas por un placer que ya antes había sentido con Bryan en el bosque. Acercó su rostro al del muchacho, para escuchar sus gritos con más claridad, mientras pasaba la lengua por su rostro…

Otro cuchillazo, esta vez en el brazo, la sangre brotaba y manchaba todo el lugar, y Walter notaba como cada vez se iba sintiendo mejor, disfrutando de eso, hasta que llegado a un punto logró un orgasmo que fue para el totalmente inesperado a la par que placentero… Obviando la maldad de sus actos, prosiguió con la tortura al muchacho, hasta que se desmayó. Eso a Walter no le gustó, todavía quería disfrutar más, necesitaba oírle… comenzó a acuchillarlo en todas las partes de su cuerpo, quería que gritara que chillara de dolor, no tardó en darse cuenta de que ya había muerto.

Por su mente pasaban ideas macabras, pero antes debía deshacerse del cuerpo, si lo encontraban sería ingresado en prisión junto a tantos criminales que ya metió entre rejas… Así pues, troceó al pequeño y lo metió en bolsas que bajó al sótano de su casa. Allí las lavó con agua, para quitar los restos que pudieran quedar del hombre y las arrojó a un sumidero de aguas fecales que había a unos veinte kilómetros de distancia.

Los siguientes días los pasó recordando los gritos del pequeño, y pensando que no podría permitirse que nadie lo hubiera escuchado. Así pues, decidió insonorizar el sótano, prepararlo por si se daba el caso de tener que repetirlo. Y no tardó ni un mes…

Con el paso del tiempo, fue perfeccionando sus acciones, sus métodos, consiguiendo que los niños aguantaran mas tiempos vivos y despiertos para escuchar sus gritos, aunque no tardó en darse cuenta que aguantarían más, si fueran niños sanos, nada de drogadictos o tirados de la calle…

Había descubierto que si quería disfrutar más debería ir más allá de las calles. Así pues, cogió el coche y se fue a Boston de nuevo, allí encontraría carne fresca, sin levantar sospechas en su pueblo. Decidió que iría cada vez a un colegio distinto y allí se haría con algún niño, lo metería al coche y sedado lo llevaría a su casa.

Allí, se había construido todo un templo, ahora sus víctimas estaban atadas de manos, pies y cabeza a una pared dispuesta para ello, y para cuando se despertaban solamente podían ver un cuarto lleno de instrumentos extraños, y de un hombre desnudo, con una erección que parecía preveer lo que ocurriría…

Así es, Walter solo con pensarlo ya se excitaba, se había hecho a través de Internet con numerosos aparatos de coleccionista, pero que el volvería a darles uso. Su técnica con respecto al primero, había evolucionado de forma notable. Ahora lograba que el niño permaneciera despierto mas de dos días en aquel cuarto, alimentado mediante suero, comenzaba por los pies, arrancando una a una con una tenazas las uñas de los mismos, disfrutando de cada grito que pegaba, no lo hacía deprisa, le gustaba tirar despacio, mientras el sonido de la carne desgarrando se fusionaba con los gritos del muchacho, y ocasionalmente con los de Walter cuando lograba llegar al orgasmo.

Cuando no quedaban uñas en manos y pies, comenzaba con la piel, con un pelador de patatas afilado, cortaba pequeños trocitos de la misma, e gustaba hacerlo despacio, muy despacio, disfrutando de cada alarido… Lo que nunca hacía, era tocar el rostro de su víctima, pues pensaba que si lo hacía dejaría de tener ese aspecto infantil que era lo que lo excitaba sobremanera…

Cuando el muchacho desfallecía, Walter solamente marchaba y lo dejaba descansar, hasta que horas mas tarde lo despertaba y proseguía. Le gustaba estirar de la piel hasta que esta misma se rasgaba, acariciar con unos guantes de lijas las partes de los muchachos hasta que la sangre los cubría por completo y cuando por fin su sufrimiento terminaba y la muerte los salvaba, eran despedazados y arrojados a aquel sumidero que ya tantos cuerpos había visto pasar…

Durante esos años lograba sobrevivir dando consejos legales a los jóvenes de Gloucester que estudiaban derecho. Todas las semanas viajaba un día la ciudad para realizar la compra y se pasaba la tarde ayudándolos, y charlando con la gente… todo el mundo lo tenía como un gran hombre, como un anciano que cansado de la vida de la ciudad vivía solitario en el bosque.

Un día, tras una gratificante sesión, alguien llamó a su puerta, el hombre extrañado fue a abrir y descubrió con asombro que se trataba de su pequeño Bryan, ya adulto y convertido en agente de la ley. Al igual que su padre había puesto su corazón al servicio de la ley y de la justicia, aunque de diferente manera. Pasó la noche en casa, hablando de historias y de la vida, lo cierto es que Walter sabía perfectamente como hablar con la gente como tratarla y hacerla sentir bien, y en caso de su hijo lo que necesitaba era ver que su anciano padre estaba bien, y alegre de ver a su pequeño convertido en un hombre…

Esa misma noche, el pequeño que tenía en el sótano, se despertó, gritando de dolor, pidiendo ayuda y socorro, y como un susurro débil, esos gritos llegaron a oídos de Bryan que horrorizado descubrió lo que su padre hacía en el subterráneo del hogar…

No fue complicado para el policía reducir a su padre, a pesar de que intentó escapar, pero su fue duro, tener que llevarlo a las autoridades… todo fue demasiado rápido… y en un registro de la casa, descubrieron una docena de botes de cristal llenos de ojos, habría unos ochenta o noventa ojos, cada uno diferente del anterior, al parecer, cuando ya su víctima estaba muerta, arrancaba uno de los ojos y lo guardaba como recuerdo….

Desde ahí todo fue muy rápido, el jurado quería la muerte para el hombre, la cámara de gas, un disparo, la inyección, lo que fuera, pero los médicos dijeron que estaba enfermo, que debían internarle en un psiquiátrico y estudiar su comportamiento, que quizá si entendían lo que lo motivaba podría curarlo, o al menos serviría para detectar a otras personas con similar enfermedad y detenerlos a tiempo…

Así pues, comienza una nueva etapa en la vida de Walter Mathew, una nueva vida, un nuevo lugar, y porque no, nuevos placeres…

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15/09/2008, 16:22
Allen Cox
Sólo para el director

Habitacion XXX, zona de alta seguridad del sanatorio YYY. Como casi siempre mirando por la ventana al infinito, no parecen molestarle las mallas metalicas que practicamente no le permiten ver nada, tampoco es que siga con la mirada nada de lo que se mueve fuera, simplemente mira por ella hasta que alguen va a buscarle y consigue sacarle de su ensimismamiento y le haga acompañarle, cosa que hará sin dar ningun problema, como casi siempre, como siempre que es el.

¿Que es lo que le pasa por la cabeza en estos momentos? en general no piensa, solo revive las mismas cosas una y otra vez, cosas que pasaron, cosas que querria que hubieran sido distintas, cosas que todavia no ha podido aceptar que pasaran y sobre todo, cosas que sabe que pasaron, sabe que estuvo alli, vio los efectos, pero son solo vacios que tratar de rellenar una y mil veces, tratando de encontrar algo que los explique. Pero nunca encuentra algo que le satisfaga, algo que le permita encontrar una explicación para lo que hizo, algo que le permita escapar de la culpa que le come por dentro, algo que en su interior algo le dice que nunca encontrará.

Todo ocurrió hace años, en esa endad en la que se comienzan a tener recuerdos, esa en la que uno se recuerda por primera vez y de la que solo nos llegan recuerdos salteados e inconexos, recuerdos que nadie suele saber donde acaban y donde empiezan las cosas que sabemos por que nos han sido contadas por nuestras familias

Kamas podrá olvidar ese catorce de abril, aquel dia en que toda su familia, junto con varias familias mas fueron secuestrados porlos miembros de una secta, los hijos de Yar, posiblemente muchos recordaran las noticias de varios dias despues, salvaron al mundo realizando un bestial sacrificio, o al menos es lo que siempre defendieron ellos. Es curioso que jamas haya podido olvidar esos dias, ya que en general no puede recordarlos, al menos no mientras es él.

Entonces, ¿cuando puede recordarlo?, cuando es el que en realidad nació esos dias. Algunas cosas es mejor no recordarlas y nuestro cerebro trata de ocultarlas, de meterlas bajo la alfombra. Pero a veces las cosas bajo la alfombra son muchas o muy grandes, o lo que es peor, las dos cosas, y entonces, todo eso que se ha acumulado puede tener de repente una cabeza y comenzar a moverse, mientras que el que deberia tener el control solo puede esconderse con miedo, cerrar los ojos y dejar que pase lo que tenga que pasar, confiando no tener que enterarse nunca.

Sera mejor recordar lo que ocurrió en aquella casa perdida en las praderas de Texas. Pocos periodistas se atrevieron a contar todo lo que pasó alli realmente, y casi todos los que lo leyeron prefirieron olvidar lo que sucedió en el mismo momento que lo leyeron, habian encontrado un responsable que fue rapidamente juzgado y ejecutado con lo que las conciencias fueron aplacados, parece que no solo Yatt fue el que exigió un sacrificio en este caso.

Como todo el mundo recuerda, las noticias comenzaron a extenderse el uno de Abril. En distintas zonas del pais doce familias habian desaparecido. Todas ellas compartian rasgos comunes, eran familias acomodades en las que los padres eran jovenes y todas tenian dos hijos, un chico y una chica, uno sobre los doce años y el otro en torno a los cuatro.

Las desapariciones habian tenido lugar todas en la noche, pero nadie había visto como habian sucedido, algún vecino habló de furgonetas negras en la oscuridad, pero nadie estaba seguro de que habia ocurrido. Solo un detalle hizo aue las autoridades estuvieran preocupadas desde el principio y relaccionaran las desapariciones entre si, en la puerta de todas las casas se encontró una vela de cera roja, completamente consumida.

El catorce de Abril los federales pudieron por fin encontrar a los desaparecidos, rescatar no sería la palabra adecuada, y si releemos las noticias de aquel día recordaremos que solo se encontraron vivas a cinco personas: el lider de la secta, el doctor Molham Gray y a los cuatro niños mas jovenes, todos cubiertos de sangre y todos bajo los efectos de un coctel de alucinogenos. Lo que solo algunos medios se atrevieron a contar, los considerados mas sensacionalistas es que cuando los SWAT entraron en la casa encontraron a uno de los niños atado en una especie de altar mientras el mas joven de ellos se encontraba junto a el con un enorme cuchillo de carnicero en las manos, ni que fueron necesarios tres agentes para reducirlo. Solo un periodico se atrevio a publicar tambien que cuando los forenses revisaron los cuerpos violentamente desfigurados que eran todo lo que quedaba del resto de desaparecidos e integrantes de la secta, descubrieron con horror que habian muerto indefensos y lentamente a causa de heridas producidas por alguien con poca habilidad y escasa fuerza, la fuerza de un niño de unos cuatro años.

¿Que fue lo ocurrio esos dias?, ¿que paso realmente en aquella casa?

Los niños mas jovenes fuero separadaos del resto justo cuando llegaron, solamente el doctor podia verlos, eran todavia puros, eran ellos los unicos que podian realizar elsacrificio de tal forma que aplacara a Yat. El resto de los secuestrados fueron tratados relativamente bien, encerrados en habitaciones comodas, con comida y bebida en abundacia, comida cargada de tranquilizantes para que no tratar de escapar. Poco a poco fueron vecidos por las drogas y se fueron convirtiendo en poco mas que un rebaño de zombies que esperaban a que llegara su momento

Los pequeños no tuvieron un trato tan amable. Si, fueron recluidos en enormes habitaciones con todo lo que un niño podria desear, pero pasados los primeros dias en que tambien estuvieron una gran cantidad de tranquilizantes y cuando por fin parecia que se acostumbraban a estar solos, sin preocuparse demasiado por la falta de sus familias, ya se sabe que los niños son muy adaptables y el tiempo pasa rapido para ellos, comenzaron a recibir en su comida fuertes dosis de diversos psicotropicos medidas para provocar graves crisis de paranoia y de panico. Mientras el doctor las controlaba de forma precisa, presente en ellas para bombardeares con imagenes de sus familias, consiguiendo poco a poco despertar en ellos un sentimiento de miedo hacia sus familias, un miedo facilmente convertible en odio y violencia por un psiquiatra habil.

Poco a poco todos los niños fueron sucumbiendo al tratamiento del doctor y algunos de los sectarios comenzaron a tener contacto con ellos, halagandolos y tratandolos como los salvadores del mundo que consideraban que eran

Pasadas dos semanas llegó el momento, en la casa todo era actividad, los sectarios se afanaban con los preparativos, los secuestrados estaban completamente groguis a fuerza de calmantes, salvo los niños, que lo veian todo como un juego del que eran los protagonistas. Cuando cayó la noche se desató la locura, los chicos recibieron una rica taza de chocolate bien cargada de psicotropicos y se los dejó con aquellos que eran su familia, que ahora en su mente eran un cumulo de sensaciones de miedo y odio, y cuando les dieron unos ornamentadisimos cuchillos hicieron aquello para lo que les llevaban preparando las ultimas semanas bajo las palabras de animo del doctor, que les repetia una y otra vez que estaban salvando el mundo.

Una vez terminaron con las vidas de sus familiares siguieron por el resto de miembros de la secta, que se ofrecian voluntariamiante en su delirio. Por ultimo le entregaron un cuchillo limpio al más joven de ellos para que terminara con todo, y en ese momento irrumpieron en la casa los SWAT, salvando la vida de los que quedaban, necesitando tres agentes para arrebatar el cuchillo al niño.

Estos fueron los hechos que sucedieron en aquella casa, los hechos que recuerda una parte de Allen una y otra vez, eso cuando puede recordar y no trata de negar su existencia y con ello su parte en aquello.

Sin embargo, algunas veces sonrie, sonrie por que recuerda como salvó al mundo en su momento, pese a que se lo niegue. Sonrie sabiendo que fue él el que pagó el precio de sangre que hizo que todos siguamos aqui, y sonrie sabiendo que alguna vez habra que volver a pagar ese precio... y que lo hará

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15/09/2008, 16:47
Shanon Carradine
Sólo para el director

Nací supuestamente para Semana Santa, y digo supuestamente porque nunca he podido saber bien cuándo es realmente esa semana puesto que varía año a año, pero ya que mi difunta y catolicísima abuela afirmaba a ojos cerrados que lo era y ante la falta de pruebas para refutarlo, no me ha quedado más remedio que darlo como verdadero. Fue justo el día que cumplí los 22 años que todo ésto comenzó a suceder. Al principio como hechos aislados, luego se hicieron más frecuentes y comenzó mi peregrinar entre médicos de diversas especialidades, sin contar psicólogos y psiquiatras.

Nunca antes oí hablar de los estigmas de Cristo ni estigmatizados ni ninguna de esas cosas, no que recuerde al menos, tampoco recuerdo la primera vez que Mateo (antiguo novio que se convirtió en mi mejor amigo y que ahora es seminarista) los mencionó, pero sí que recuerdo el dìa que dijo que eso me estaba ocurriendo.

-¿Te robaste el vino de la sacristía, cierto? ¡¡Y te lo bebiste solo!! -le dije con sorna- Es eso o el que necesita ir al loquero eres tú... ¿Cómo se te ocurre que yo pueda estar padeciendo esa cosa?... Vale, puedo aceptar, aunque sabes que no lo creo, que una persona religiosa, creyente, devota como tú lo crea pero yo no tengo por qué hacerlo, soy una pecadora y atea ¡¡a mucha honra!!

Esa fue mi respuesta la primera vez que lo dijo, sin embargo aquello lejos de desalentarle pareció incentivarle más y me tapó a libros, documentales y un largo etcétera para convencerme. Yo, por mi parte, continuaba pululando de un médico a otro, viendo especialistas, dermatólogos, incluso oncólogos y nada, lo mío no tenía explicación médica.

Según Mateo en mí se manifestaban los hechos de la "Pasión y Muerte de Cristo", según yo eso no eran más que fantasías. Como siempre he tenido cierta curiosidad por lo esotérico, lectura de cartas y esas cosas, fui a hacerme la carta astral y ¡¡Oh, sorpresa!!, según la tarotista el día de mi nacimiento los planetas se encontraban alineados exactamente igual que el día que Cristo murió y aunque no dejó de llamarme la atención esa pequeña coincidencia, ya que en cierto modo venía a respaldar la postura de Mateo, no terminaba de convencerme.

Acudí con otros tarotistas, todo ello en el más absoluto de los secretos, incluso fui con parapsicólogos, médiums y todo eso que rodea al mundo esotérico, y aclaro que en ninguno de los casos mencioné lo que me ocurría, las sospechas de Mateo, ni mucho menos las respuestas dadas por los otros... curiosamente las conclusiones siempre fueron las mismas.

Ahora, a casi un año de ocurrido todo eso y tras innumerables lecturas, he de decir que continúo sin creer en ese ser Todopoderoso que es el pilar de tantas religiones. Ya no me considero atea, sino agnóstica y sí, creo en el Karma, creo en que todos quienes nos rodean, de uno u otro modo han formado parte de nuestra vida en el pasado. También creo que lo que nos pasa, sea bueno o malo, es consecuencia de ese pasado. No se qué fue lo que hice en mi o mis anteriores vidas, pero estoy dispuesta a averigüarlo.

Estos "estigmas", como he aceptado llamarlos, estoy convencida que me los provoco de algún modo inconsciente y es por eso que he pedido ser encerrada en este lugar. Estoy aquí por mi propia voluntad y decisión, pese a la objeción de Mateo. Aquí me mantienen observada las 24 Horas del día y no me expongo al juicio público. Aquí me siento segura.

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15/09/2008, 17:00
William Redburn
Sólo para el director

Datos personales

Nombre: William Redburn

Edad: 56 años

Estudios: Se doctoró y aprobó Mir a los 30 años, tras realizar estudios generales en psicología y dos especialidades. también realizó varios masters (abajo listados)

Descripción física: metro setenta y seis, setenta y dos kilos. Barba corta, y pelo canoso, ojos castaños, rostro adusto, de complexión media, algo regordete por la falta de ejercicio a sus más de cincuenta años, aunque siempre que puede ayuda a su hijo Jhon (que está trabajando muy duro para ser jugador de baseball)

Carácter: Una persona con mucha confianza y determinación, hasta hace poco más de dos años era una persona animada, que poco a poco se ha ido hundiendo en la desesperación. Aunque no deja que los demás lo vean, y se muestra siempre que puede fuerte delante de su mujer y sus hijos intentando parecer que le afecta menos de lo que en realidad es la desaparición de Drew.

Lo único que no le ha podido arrebatar esta situación es su honestidad, franqueza y amabilidad, aunque ahora suele estar algo irritado y a veces da contestaciones en un tono inadeacuado.

 

Experiencia profesional y Estudios

Indiana University - trabajo de psiconeurologia

Medical College of Wisconsin - estudio y trabajo en psicología de investigación

Pennsylvania State University - trabajo de psicologia forense

 

Cursos y masters

Master en psicología clinica, legal y forense.

Master en grafología aplicada

Curso de Posgrado en neuropsicología clinica

Master en terapia cognitiva conductual

 

Otras actividades

Asiste a conferencias y ponencias habitualmente (al menos a dos anualmente) y también da conferencias, la ultima fue en Michigan State University

 

Contactos

Centro de Salud Mental: Celador? Enfermera? Doctor?

Universidades y Hospitales: Doctores? Alumnos? Pacientes?

Aliado: Joe Whitetalker (neurocirujano, 57 años, amigo de la facultad)

Historia Personal

Segundo hijo de una familia de clase media, su hermana mayor (tan solo dos años) Clare Redburn se dedica a la abogacía mientras que él comienza desde pequeño a tener vocación médica.

Tras una carrera sobresaliente, consigue doctorarse en el Colegio médico de winsconsin, aunque no es con honores consigue una beca para trabajar allí mismo y después se le ofrece un puesto como investigador.

El mismo año que se gradúa, realiza un viaje de fin de carrera con sus compañeros, se trata de un crucero, inesperadamente se enamora de otra pasajera y tras cuatro años de noviazgo se casan. Su nombre es Sarah Collins y su profesión es pediatra.

Tras diez años como investigador, le ofrecen un puesto como psicologo forense en la universidad de pensilvania. Gracias a sus trabajos de investigación en dicho campo.

Es durante este periodo que tienen a su primera hija. Cinco años más tarde, tienen a su segundo hijo y otros dos años más tarde, consigue un puesto en el hospital universitario de Indiana. Puesto que solicitó a partir de que su segundo hijo naciera, ya que las labores como psicólogo forense no eran del agrado de su esposa.

Aqui tienen a su tercer hijo, una niña preciosa. Drew.

Finalmente, tras seis años, a la edad de 54 años, obtiene un puesto como psicólogo en el centro de salud mental de... y al año de entrar, sucede una terrible tragedia** que les arrebata a su pequeña de 4 años de edad.

Aun con el apoyo familiar, y con el amor de sus hijos (Kate de 24 y Jhon de 19) el peso de la tragedia hace mella en la salud y la moral de la feliz pareja. Las continuas discusiones, los arrebatos y la situación lentamente les ha ido causando graves problemas familiares lo que le ha llevado a trabajar cada vez más en el centro, seguramente intentando aislarse y evadirse de dichas discusiones con su mujer.

También debido a todo esta carga mental, y a que su hija tras doce meses sigue desaparecida, ha empezado a beber con tal mala suerte de provocar la aparición de una grave enfermedad (Wernicke Korsakoff) que por el momento ha ocultado al resto de su familia para que no se preocupen.

El único que lo sabe, aparte de él, es su mejor amigo y compañero de facultad, Joe Whitetalker, que trabaja como neurocirujano en un hospital médico del condado. Y que está felizmente casado y tiene dos hijos ya mayores.

Por último, también debido al problema con la bebida ya ha sido amonestado en dos ocasiones por las autoridades, que comprendiendo por lo que está pasando no han llegado a encerrarle.

 

Notas de juego

 

http://www.uco.es/organiza/centros/medicina/enlace...

 

**se que dijiste que debería haber sucedido en el pasado, pero me parece que le da mayor carga emocional si ha sucedido recientemente, y también sería la causa de sus problemas familiares y de su ebriedad. ¿qué te parece?

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15/09/2008, 18:14
Evangeline Martell
Sólo para el director

La respiración de Evangeline se acelera. Todo a su alrededor se sumerge en un silencio. El momento se queda paralizado.

¡¡¡¡BRAVOOOOO!!!!

Vítores y aplausos rompen el silencio y llena la sala. Evangeline esboza una sonrisa satisfactoria. Y una vez más saluda al público y desaparece tras el escenario.

Al día siguiente. En el célebre periódico The Times Herald, en la sección de crítica musical, se nombra el último concierto de Evangeline. Y vaya que era el último. "... ideas musicales caóticas, sin ninguna estructura que demuestra claramente una libertad libertina... ...sonido desgarrador como el maullido de un gato, y se adentra tanto en su música que se olvida del mundo exterior al suyo, es como si estuviera viendo a una hechicera en trance, que lo único que provoca al oyente es disgusto, confusión y náuseas." Las palabras del prestigioso crítico Sergei Petrov.

Evangeline no se imaginaba en ese momento que tales palabras afectarían tanto a su carrera profesional de algo más de 15 años.

Natural de bruselas, hija de padre informático belga y madre cirujana japonesa, Evangeline comenzó sus estudios musicales a los 3 años. Pronto sacó fuera sus dotes musicales innatos sorprendentemente sobrenaturales, y a los 7 años tenía su primer concierto solista en Tokyo con la Orquesta Filarmónica de Bruselas. Se ingresaba a los 10 años en el Real Conservatorio de Bruselas. Gracias a la abundancia económica de su familia, tuvo a los mejores profesores de todo el mundo. Nadie podía negar su musicalidad casi divina.

Cuando a los 17 años se traslada a Estados Unidos para proseguir con sus estudios y con su carrera, el nombre de Evangeline Martell ya era conocido en casi todo el mundo junto con numerosas grabaciones como solista. Y no sólo eso, su privilegiada mente no cesaba de manar ideas.. música.. arte.. Cuando cerraba los ojos y se dejaba inspirar, se dejaba que el aire entrara por sus oídos y se penetrara en su cerebro, sentía cómo todo tipo de sonido en el mundo se convertía en su música, y ella era la violinista que los lideraba. Ella era la diosa del sonido. Era la que lo controlaba. Desde luego, el mundo estaba viendo un genio de la música del siglo.

Y justo cuando estaba en su época más dorada, ese estúpido crítico que no tenía pelos en la lengua, con su insoportable descaro, le había venido al camerino justo antes de su concierto en el Carnegie Hall, a proponerle un trato. La mitad del premio con la condición de que su hija ganara el primer premio de la prestigiosa competición internacional Queen Elizabeth. Evangeline había sido invitada de honor, a pesar de su temprana edad, por sus grandes méritos, y al ser la sede y lugar de celebración su ciudad natal, Evangeline había accedido gustosamente, ya que hacía tiempo que no tenía contacto con su familia debido a su imparable racha.

Una de las cosas que no soportaba Evangeline era lo "incorrecto", podía ser algo arrogante para la vista de personas que no la conocían bien, pero lo que nunca aceptaría Evangeline era hacer algo que estuviera en contra de lo justo. "Ganará, si se lo merece". Habían sido sus palabras ante el crítico, antes de darse la vuelta para afinar su violín y dejarlo a punto para el concierto. Antes de cerrar la puerta de un portazo, el crítico había dejado un "Te arrepentirás" en el aire.

Lo que no se imaginaba Evangeline, era que el precio a su contestación iba a ser tan caro. Al día siguiente a su actuación, la abominable crítica de Sergei Petrov sobre ella había hecho efecto rápidamente en el público. ¿Pero es que no había ningún ser humano con su propio criterio de valoración? ¿Cómo era posible que la gente, que hasta hace poco la aclamaban con fervor en todas las salas del mundo, ahora le dieran la espalda de esa manera sólo por unas cuantas frases de un viejo cascarrabias?

No podía contener su rabia. Poco a poco sentía cómo su otro yo salía al exterior. Poco a poco sentía cómo su rabia se convertía en sed de sangre. Quería castigar a ese impertinente. Quería verle muerto, yacido en el suelo ahogándose en su propia sangre.

Durante varios días se había encerrado en casa; hasta que un día, tras un previo aviso por teléfono, Evangeline visitó la casa de Petrov. Me gustaría hablar con usted. Por favor, permítame robarle unos minutos. Una no muy convencida voz de Petrov había accedido a recibirla a las 10 de la noche. Ya no puedo proseguir con mi carrera. Usted se ha encargado de ello. Le tengo mucho aprecio a mi violín, es como si fuera mi alma, pero no me gustaría que se pudriera en manos inútiles. Es muy buen violín, todos lo saben. Quizás usted podría estar interesado. Ya sabe, por su hija... Termine su trabajo.. La mirada codiciosa del crítico ya estaba posada sobre el estuche de su violín. Si me permite... Evangeline abrió su estuche e hizo ademán de sacar su arco. Es una Deroux... Pero Petrov no tuvo suficiente tiempo como para ver el considerado uno de los mejores arcos del mundo, porque de él salió de repente un fino hilo de katana que le hizo corte en el cuello donde empezó a emanar sangre. Si no fuera porque en ese momento entró la hija de Petrov a casa...

En el día de juicio, gracias a un buen amigo suyo abogado, el destino de Evangeline no fue la cárcel, sino un hospital psiquiátrico. También hizo su papel el hecho de que la historia de su época dorada y su repentina caída había sido una noticia bastante comentada por todos. En la casa de Evangeline se había encontrado muchas fotos de Sergei Petrov destrozadas por cortes de cuchillo, sus críticas modificadas supuestamente por Evangeline mediante cortar y pegar, y mil hojas arrgudas esparcidas por toda la casa: pentagramas con notas escritas sobre ellas.

Sólo será una temporada.. - Era lo que le había dicho John, tras salir del juicio. La miraba con tristeza al verse impotente en no poder ayudarla. Pero la cabeza de Evangeline no tenía tiempo para ponerse triste, ni siquiera en pararse y volver a mirar en cómo había cambiando su vida en un santiamén. Quería sangre......

Relaciones: x

Internado: x

Hábitos: Suele llevar una pequeña libreta de pentagramas para apuntar las ideas que le van surgiendo en cualquier momento.

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15/09/2008, 19:44
La-Shawn Rutherford
Sólo para el director

La-Shawn no se detiene nunca ante nadie y ante nada y menos si ella cree que esa mujer que se interpone en su camino, es infinitamente inferior a ella. Ir tras este nuevo hombre, con dinero y con edad suficiente para hacer del sexo más que una experiencia, es sólo una tajada del pastel; siempre ha sido así y siempre ha tenido quien le ayude en su camino, no sólo al matrimonio, dicho sea de paso, los divorcios le han dejado un buen patrimonio, sino también al placer de sentirse plenamente mujer con más de uno en la cama.

Gastó un buen dinero en entrar a la clinica, algunos de sus conocidos afirman que está lo suficientemente loca para ingresar en ella pero La-Shawn sabe perfectamente que si quiere ganarse a ese cazatalentos, primero ha de deshacerse de esa mujer. Le tomará un poco de tiempo y quizás, terminé un poco más loca de lo que ha llegado pero sin duda, logrará lo que se propone o al menos eso cree ella. Acostumbrada a ganar desde pequeña, algo que le enseñó su padre: "Lo que no se gana se arrebata". Y así, convencida de ello, esta vez y nuevamente, está decidida a arrebatar.

Vanidosa, orgullosa y soberbia, parecería ser sólo una mala mujer pero no todo lo que brilla es oro y no todo lo horrible es malo. Alberga algunos sentimientos aunque nunca los muestra ante los demás. Sin embargo, ante la repentina muerte de su padre, considerado un abandono de parte de La-Shawn, está segura de que los hombres sólo sirven para dos cosas: dinero y sexo.

Notas de juego

Bien, voy por ahí; si me das luz verde, sigo ;).

Saludos

Edito: Ya leí lo de la ficha, esta noche -para mí que no para los españoles- me pongo a arreglarla ;).

Un beso

Post edito: La arreglé ahora, quizás agregue algo más pero primero espero tu vo.bo. ;)

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15/09/2008, 22:48
Liam Alasdair
Cargando pj

Nació en Carolina del Norte en 1982, en una modesta granja cerca de Wilmington. Al no disponer su familia de medios para llevar a su madre a dar a luz a un hospital, poco después de nacer, murió desangrada. Con esto, su nacimiento fue el inicio de su desgracia personal. Su padre, abiertamente, siempre lo culpo de lo ocurrido, obligándolo, desde que tiene uso de razón, a trabajar como mula de carga en el negocio familiar. Por si fuera poco para un niño, llegaba borracho a cualquier hora del día, le gritaba, le tiraba piedras mientras le obligaba a mover pesadas cargas, le apaleaba cada vez que, exausto, caía al suelo... hechos que han quedado grabados en su cuerpo en forma de diferentes cicatrices que siempre intenta esconder.

A los 14 años, mientras su padre dormía a pierna suelta, cogió una batería gastada de la vieja camioneta, la abrió con cuidado, y puso el ácido en un viejo cubo de metal. Después, aprovechando el profundo sueño que proporciona una buena borrachera, ató a su padre fuertemente en una silla y espero, llorando en silencio, a que despertase. Gritando sin sentido, dando vueltas al rededor de él, uso cuanto tuvo a mano para devolverle cada golpe que había recibido. Finalmente se planto delante suya y musito un "lo siento", lanzándole el cubo de ácido que había preparado.

Huyo de allí todo lo rápido que pudo, acabo en la ciudad, totalmente perdido, pero sabía que no podía permanecer mucho tiempo allí, pues, seguramente, su padre tendría algún amigo, o algún familiar, que le trataría igual o peor. Se colo en un barco de polizón, robando comida y durmiendo en la zona de carga, escondiéndose de todos, recordándose continuamente que si le descubrían tendría que volver a "casa". Cuando el barco llego a puerto, estaba en algún lugar de Nueva York, allí bajó y vagabundeó durante semanas.

Arrastrado por la falta de una verdadera familia, o simplemente la falta de cariño que había experimentado hasta ahora, acabo siendo adoptado por una vieja vagabunda de la zona conocida como "la yaya", era una anciana bastante extraña, dedicaba el día a vagar por los basureros en busca de fotos que la gente tiraba, cajas, utensilios de cocina rotos o desgastados, y otros cacharros inútiles que iba acumulando en en un carrito de la compra que vivió días mejores, pero trataba a Liam como a su nieto, llevándole a todas partes y tratándolo como si realmente fuese miembro de su familia. Un día, dos años después de que le "adoptase", Liam rebusco entre todas sus cosas, curioseando, como cualquier otro día, y encontró cosas del pasado de Yaya, algunas fotos con sus verdaderos nietos, ropa de mejor calidad, colgantes gravados... cuando la anciana lo vio empezó a gritar como una posesa, arrancándole todo de las manos y echándole de la guarida en la que malvivían. Por la noche, sintiéndose traicionado y destrozado, volvió a donde la vieja descansaba, y lanzó una cerilla encendida sobre sus mugrientos recuerdos, salio del refugio, y acumulo en la entrada los más voluminosos desperdicios que encontró, llorando, delante de la montaña de basura, vio como lentamente el fuego se extendía, y como los débiles brazos de la anciana intentaban encontrar una salida, mientras gritaba aterrada, mirándole y pidiéndole ayuda desesperadamente.

Familiares adoptivos, amigos, gente a la que apreciaba... la historia se repite una y otra vez, cuando realmente parecía que iba a encontrar un lugar al que pertenecer siempre le traicionaban de alguna manera, haciendo que todo en lo que creía se desmorone... obligándole a vagar con 20 años de sufrimiento en su ser.

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16/09/2008, 12:11
Winston Gorman
Sólo para el director

** Antes de empezar **

Cambio el nombre del PJ de "Winston Kane" a "Winston Gorman" ( he visto un Kane por ahí...y no es plan). Me quedo con el avatar de Brosnan.

WINSTON GORMAN, Doctor en medicina forense (Claves del Personaje)

- Apariencia: A sus 45 años, Gorman muestra una razonablemente buena forma física. Alimentación y hábitos saludables, hace una hora de footing cada mañana. Sólo fuma algún Montecristo en ocasiones especiales y bebe ocasionalmente.
Podría considerársele atractivo y, sobre todo, varonil: alto, espigado, voz grave y mirada astuta. Viste trajes a medida y siempre lleva dos relojes, uno por muñeca. Pulcramente afeitado y peinado clásico a raya con fijador.

- Personalidad: Conocido por su templanza y sangre fría. Pocos recuerdan la última vez que lloró o rió a carcajadas. Ese control sobre sus sentimientos -que tan útil le ha sido en su trabajo- es fruto de una mente analítica y calculadora, imponiendo la razón ante todo salvo a una indestructible Fé en Jesucristo. De carácter reflexivo, su verdadera fuerza reside en la vehemencia y seguridad con la que transmite sus opiniones, haciendo de él una persona popular entre sus colegas de profesión y la comunidad social de la que participa. Esa condición despierta admiración y repulsión a partes iguales.

El orden, la limpieza, la puntualidad y las buenas formas(*) son para él una necesidad. Verse privado de ello hará que "recuperarlo" sea su primera prioridad. Su máxima:" Injusticia antes que desorden".
Impecable en su discurso formal, siempre deja un espacio para el sarcasmo como medio de expresión ante la repulsa que le producen los "sujetos desordenados".

- Psicopatología: Síndrome de Capgras, episodios esquizofrénitos y agitación obsesiva (no compulsiva) ante la falta de control sobre sus necesidades (*).

- Equipo: cartera con tarjetas de crédito y una buena cantidad de efectivo. Maletín con banda para el hombro: Tres pequeños botes de spray (Cloroformo, Pentotal Sódico, y solución gaseosa de Geobacter metallidreducens diluída en vapor de agua ). Linterna óptica, bisturíes, gasas, antisépticos, pinzas, bastoncillos, kit de suturación, placas de Petri, microscopio portatil, cámara digital.

...

- LOS HECHOS

Tras graduarse Magna Cum Laude en Berkley, Gorman inicia el doctorado en medicina forense (título que consigue con honores). Contrae matrimonio con Diane Mollen, hija de Tyson Mollen, conocido editor y filántropo. Cuatro hijas: Jane, Martha, Diane y Kathleen.

Entra a formar parte del equipo de investigación del Dr. Drazen Paspalj, que, en ese mismo año, recibiría la nominación para el Nobel de medicina por sus trabajos en la descripción del genoma humano.
Al mismo tiempo, Gorman recibe la invitación para ser aceptado en el "Four Leaf Clover Club" de Boston. Allí presenta sus últimos avances en la "Creación endógena de psicotrópicos naturales" por parte del cerebreo humano, lo que determina las sensaciones que un individuo ha podido experimentar en el momento de su muerte. Recibe el aplauso unánime de sus colegas y continúa profundizando en sus investigaciones.

Su carrera continúa en ascenso: "One Second Before", su tercer ensayo, trasciende de los círculos científicos para convertirse en un aceptable éxito de ventas a nivel público. Le es otorgada la Medalla Curie de medicina por sus trabajos en el uso de "nanoisótopos aplicados al exámen de cadáveres" (una especie de homólogos del carbono 14, infinitamente más rápidos en su desintegración), y entra a formar parte de la Junta Directiva del grupo editorial Rivernet, propiedad de su suegro.

Afincado en Pittsburg, establece una segunda residencia en Boston: mucho más cerca de su círculo científico..., y donde no se le conoce vida nocturna o amantes. Por ese entonces comienza su rivalidad profesional con su conocido colega Sir Alexander Bishop: ambos socios del "Four Leaf..." no tardan en contraponer sus teorías, lo que da lugar a interesantes y airadas discusiones que no tardan en llevarse al terreno personal.
Animado por este nuevo reto profesional y con el orgullo en juego, Gorman pasa cada vez más tiempo en su segunda residencia de Boston mientras el resto de su familia continúa en Pittsburg..., hasta que fija definitivamente su domicilio en la ciudad del Trébol. Las visitas a Diane y las niñas se van postergando hasta que se reducen a un par de breves comparecencias mensuales..., situación que va minando la resistencia de su esposa hasta el límite de iniciar los trámites de separación.

Encerrado en su oficina de investigación, obsesionado con una pugna personal y profesional con Bishop, apremiado por su agente editorial, presionado por Mollen (su suegro) y a punto de verse abandonado por su familia, Gorman toca fondo...y se abraza al Señor.

(editando en Hoja de Personaje)
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Carta de Winston Gorman a Clarence Bodiguer, identificado como uno de sus pupilos, desde el Centro de Rehabilitación "Las Mil Colinas". Pittsburg, Pensilvania.

Me interesa la pisiquiatría. Más ahora, por razones obvias. Resulta fascinante la capacidad que tiene el hombre para colgar el cartel de "loco" en la frente de alguien cuyo único pecado es el de ver el mundo de manera distinta. ¿Tan seguros estamos de que nuestros sentidos no nos confunden?. ¿No se considera despreciable este detalle?.

Quizá eso, mi reciente y, supongo, necesaria afición por los misterios de la psique humana, sea la única vávula de escape que me queda. Me mantiene distraído, despierto,... cuerdo. Ayuda a que mi mente no divague y se pierda en lo mucho que echo de menos a Diane: aún la amo, no podría negarlo, pero soy incapaz de verla con los mismos ojos.

También ella cayó en el engaño. En sus visitas al Sanatorio pude comprobar cómo se esforzaba por sonreir y por mirarme a la cara, incapaz de una cosa u otra. Intoxicada. Envenenada por aquellas ratas con traje de Armani y corte de pelo de 200 dólares: de las siete vistas del juicio, ella sólo estuvo presente en la primera. Le pudo la vergüenza.

"¿Cómo pudiste?", me preguntó. "¿Tu también, Diane?", contesté. A veces, reconocer una verdad improbable es más doloroso que aceptar una mentira plausible..., pero no tenía derecho a pedirme explicaciones. ¿Se las pedí yo alguna vez por no saber darme un varón?. ¿Por mantenerla con mi trabajo?. Nunca. Nunca...A cambio, ella me hizo dos regalos: el primero, no permitirme ver a las niñas. El segundo, no confiar en mi palabra.

Aquí, en la habitación, tengo una buena cantidad de libros. Insuficientes, claro, pero renovables. Los auxiliares son respetuosos y ciertamente serviciales y atentos, a Dios gracias.
Incluso tengo permisos para que me sea proporcionado material de escritura y dibujo, así como el privilegio de un aseo (afietado incluído) diario. Tampoco pusieron objeciones en colocar un reloj en el muro del pasillo que da justo frente a mi dependencia, con lo que puedo consultar la hora a través de la ventanilla acristalada instalada en la puerta.
Recibo y envío, como puede usted comprobar, mi quierido colega, correspondencia y algo de prensa, eso sí, esto último a cuentagotas. Así que agradezco su interés por mi estado y le ruego no se forme una imagen tan perturbadora de los sanatorios mentales del país: el dinero mueve montañas, amigo mío. Y si no las mueve, como es el caso, al menos hace más agradable la estancia.

De cualquier forma, mi intento ha sido un fracaso y eso me consume. Dios me regaló la luz para escrutar la auténtica verdad de los hombres...y le he fallado.
Desde aquí, desde estas cuatro paredes, mis manos están atadas: privado de libertad y sin el instrumental necesario me es imposible continuar con mis investigaciones, con lo que sólo me queda esperar noticias que puedan sacarme de aquí: Sam Calwright ya está en nómina, como usted me recomendó.
Su curriculum es realmente notable. Un hombre en extremo meticuloso y, pude comprobar cuando recibí su visita para ultimar los detalles de su contrato, amante de la disciplina y las buenas formas. Así lo fué conmigo, con un cliente,...aunque espero que no se muestre tan educado cuando consiga finalmente localizar a Bishop.
Ese...maldito embaucador insolente, envidioso. Todas las semanas, TODAS LAS SEMANAS, se las ingenia para visitarme. Aquí mismo, al Sanatorio: ha cambiado su aspecto para, indudablemente, evitar ser reconocido. Ese tupido bigote amarillento por la nicotina ha desaparecido. Incluso se ha deshecho de aquel peluquín, objeto tantas veces de chanza por los demás miembros del "Four Leaf Clover".
Utiliza, estoy convencido, una identidad falsa..., lo que hace que mis avisos alarmados a los auxiliares sean ignorados por sistema. Hipócrita. Mediocre. Se ríe de mí, asegurándome que su "muerte fingida" forma parte de un plan establecido, que él también sabe lo que yo sé y que pronto me sacará del Sanatorio para, juntos, continuar con mis trabajos. Me pide discrección, pero mi silencio llega a su fin con esta carta.

En este momento, con todas estas posibilidades y especulaciones que sólo el tiempo puede concretar, me siento inquieto por la espera, lleno de dudas.

Lo único que sé con total certeza es que sentí la Llamada del Señor, que mi nombre es Winston Gorman,...
...y que no estoy loco.

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- Personajes implicados

* Diane Mollen

Esposa de Gorman, hija de Tyson Mollen. Ajena por completo a los negocios de su padre - al que le separa un profundo desencuentro -, sufrió una terrible decepción cuando Winston decidió aceptar un puesto en la directiva de Rivernet: en ese momento comienza la cuesta abajo de su matrimonio, agrabada por las contínuas espantadas de Gorman a Boston.
Se le diagnostica cáncer de mama y es operada con éxito. Las secuelas físicas - pérdida de un pecho. Usa una prótesis implantada - y psicológicas por tan lamentable suceso se ven acentuadas por el aparente desinterés de su marido, más ocupado en sus investigaciones que en su familia.
Decide iniciar los trámites de separación (sin recurrir ni al dinero ni a los abogados de su padre), a pesar de que, en el fondo, ama a Winston como el primer día.

Es Gerente de Marketing de "Biobac", una aceptablemente próspera empresa farmaceútica, y, tras el escándalo protagonizado por la detención y el internamiento de su esposo en un centro psiquiátrico, tiene serios problemas con los antidepresivos y los somníferos.

* Tyson Mollen

Presidente y fundador del grupo editorial Rivernet, todos sus esfuerzos desde que se inició el juicio contra su yerno se han centrado en iniciar una campaña de desprestigio a jueces y abogados de la fiscalía. Desde la prensa, radio y televisión que controla el grupo se ha ensalzado el nombre y prestigio de Gorman..., resultando todo ello insuficiente ante lo abrumador de las pruebas y la presión de editoriales rivales que vieron en ello una ocasión única para atacar a Mollen.
Unido con Winston por una relación que se asemaja más a la de un padre con su hijo, ha sabido procurarle el mejor de los tratos preferenciales tras su ingreso en el Sanatorio.
Actualmente se esfuerza por encontrar un punto de encuentro con su hija...y en procurar un régimen abierto a su yerno.

* Sam "Trusty" Calwright

Investigador privado de alto standing. Ex-agente federal de expediente...confuso...y métodos discutibles. De aspecto afable y trato exquisito con sus clientes, en la calle se le conoce como "Trusty" por su fiabilidad: si el trabajo está bien pagado, no hay nada de lo que no se pueda ocupar..., lo que en muchas ocasiones le ha convertido asesino a sueldo que no distingue de raza, sexo, edad o religión. Entusiasta de su oficio, metódico y desconocedor absoluto de reglas morales.

* Sir Alexander Bishop

Colega, mentor y rival de Gorman. Miembro de honor del "Four Leaf Clover Club", es (o fué) una referecia en la Entomología forense. Su cadáver es encontrado en el estudio de Winston, con el pecho y la espalda suturadas después de ser "manipulado" en vida.

Aparece como "visión" producto de la mente enferma de Gorman cuando su estado de ansiedad es alto, reflejando los verdaderos deseos de su "pupilo": acabar con la existencia de "sujetos desordenados". Prostitutas, mendigos, negros, judíos, amarillos, individuos de maneras soeces y desagradables, etc...
Y lo hace mediante una "excusa" moral que la perturbada psique de Gorman ha construido: el mundo está lleno de Fakes, unos son siervos del Redentor y otros son esclavos del Antagonista. "Bishop" establecerá esta diferencia.

Notas de juego

- Los detalles de la enfermedad de Gorman los tienes en la escena "Instrucciones para PJs no existentes" (post 15/06/08).

- Iré subiendo los avatares de los personajes relacionados con Gorman. Si prefieres hacerlo tú o tienes alguna idea especial en este tema...vía libre.

- Alexander Bishop, rival y - de cierta forma - mentor de Gorman, fué asesinado por éste...pero él "aún puede verlo". Gorman está convencido de que se encuentra confinado en aquel "manicomio de lujo" debido a una trampa de Bishop. Hasta tal punto llega esa convicción que contrata al mejor detective privado que su dinero puede comprar (Sam Calwright) para que trate de localizarlo.

El caso es que el PJ necesita ese "contrapunto": Bishop debe aparecer en la partida para dar la réplica a Gorman en forma de consejos e instrucciones. Ese PNJ es interpretable por mí o por tí. Tú decides.

- (qué tochazo...XDDDD)

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16/09/2008, 13:25
Caroline Vandemberg
Sólo para el director

Historia:
- Caroline Vandemberg, una chica de 24 años metida en un sanatorio mental. Pero no es más que un plan, un plan fantástico donde la llevará a vivir miles de emociones distintas y a conocer a los locos que habitan en este edificio… porque están locos. Y eso es divertido. Era parte del plan fingir aquella locura en el juicio del Caso Herrion… ¡me culparon de cambiar pruebas y de poner otras que eran falsas en el lugar de los hechos! ¡Pues claro que lo hice yo! Caroline… lo hizo, Caroline, porque si no hubiera sido muy fácil encontrar al culpable… el culpable… era un hombre apuesto y alto, muy, muy guapo y con unos músculos perfectamente formados: culturista, ¡médico! Sí, el asesino era el médico de la familia Herrion… Caroline lo supo enseguida… por eso cambió pruebas, para que la policía se lo pasara mejor buscando a los culpables, eso es… ¿qué había de malo? Lo hacía todo por ellos… pero luego la metieron a juicio… y Caroline pensó… “si me hago pasar por loca… seguro que me meten a un sanatorio y podré escribir historias apasionantes… ¡será una experiencia fantásticamente morbosa!”. Jajajaja! Por eso entró al sanatorio mental, ella misma lo pidió al juez, dándole sus motivos… escribir, escribir sobre estos locos de atar, los violentos, los tímidos, los obsesionados… ¡para que la gente lee trepidantes historias de Caroline Vandemberg! No me habían dejado de pedir que escribiera más libros… ¡cuando a los 16 años escribí uno les encantó! Estaba basado en una morbosa historia de amor prohibido a vivencia personal… aunque esto nadie lo sabe. Jujuju. Nadie sabe que fuera una vivencia personal, y esto lo hace divertido… jijiji. Evidentemente el juez no le dijo que no, Caroline sabe cómo encandilar a los hombres, porque el Juez es el hombre de la relación prohibida de los 16 años… ¡se han vuelto a reencontrar después de 8 años! Y él aun la ama… aunque Caroline sabe que su relación no puede ser… ¡y por eso el Juez entrará también al Sanatorio! ¡Y se peleará con todos los locos que se acerquen a la inocente e ingenua chica! ¡jajajajajaja! Y al final el juez morirá… un final trágico… ¡PAM! Un final inesperado que arrancará las lágrimas a las más jóvenes y a las más adultas… pero Caroline resolverá el crimen, cómo anteriormente hizo… con el caso Herrion… eso es… ¡jajajajajajaja! ¡Soy un genio! ¡Loca, pero un genio! Aunque cómo ya dije lo de la locura de Caroline no es más que un teatro para poder investigar a los locos de verdad… jujuju… menuda experiencia que va a tener Caroline… qué divertido… qué emocionante… jijiji… … … ¿uhm? – PLOC PLOC PLOC – Oh, vaya… me olvidé de encender la grabadora… ¡jajajajajajaja! Así es más divertido… está todo en mi memoria… jijiji… ¡¡¡jajaja!!!

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16/09/2008, 22:24
Jake Neville
Sólo para el director

Jake odiaba ir a comprar el pan, su madre le hacia ir a por él todos los dias cuando no había colegio, justo cuando emitian sus dibujos favoritos en la tele. Otro día más que no terminaría de ver el capitulo de la Liga de la Justicia Ilimitada

Cómo todos los sábados agarró su cazadora, las llaves y le robó un dólar a su madre para comprar alguna que otra chucheria.

Al salir de casa se entretuvo en el jardín destruyendo un hormiguero que había aflorado esa misma noche. ¡¡Como se atrevían las malditas!! Propinó tres patadas al montón de arena y, cuando los miserables insectos comenzaron a correr a su alrededor, las bañó en escupitajos. Cualquiera que viera al niño diría que realmente disfrutaba con esto. Realmente lo hacía, vaya si lo hacía. Una vez se aburrió prosiguió su camino hacia la tienda de la señora Rose.

Andando comenzó imaginar a esa cerda sonriéndole mostrándole sus sucios dientes. Recordó entonces una película que su hermano mayor guardaba debajo de la cama. Era una película violenta, muy violenta... En ella se veía como dos señores con la cabeza rapada ponian a un negro sobre un bordillo. Se imaginó a sí mismo propinando ese castigo a la señora Rose. Se gustaba con esos pantalones ajustados, su torso desnudo, lleno de tatuajes, propinando patadas a la asquerosa señora. Un niño normal se habría detenido allí pero Jack prosiguió con su fantasía hasta que los dientes de la señora quedaban esparcidos por la acera en un inmerso charco de sangre.

Al cabo de un rato alguien le llamó desde el otro lado de la acera, eran dos chicos mayores, no le importaban sus nombres pero sabía que si no corría le robarían el dólar que había sustraído a su madre más el dinero que ella misma le había dado para comprar el pan. Decidió correr hasta la tienda con lágrimas en los ojos, se sentía tan impotente... Lo peor es que no podía hablar de esto a nadie. Todo el mundo le tacharía de cobarde y, si esto se supiera, jamás le aceptarían en un grupo cuando fuese mayor. Sería un paria toda su vida.

Nadie vio el rayo de luz que a él le cegó, nadie le vio desaparecer.

Despertó en una cama de hospital, o eso parecia. Una luz morada inundaba la estancia y de vez en cuando unos destellos rojos brillaban en las paredes de la habitación. A sus brazos se conectaban decenas de extraños cables que a su vez estaban conectados a numerosas máquinas. Algo salia de sus oídos pero no podía ver que era, estaba totalmente inmóvil.

Y entonces vino el dolor acompañado del relampago y ese ruído ensordecedor que siempre sonaba cuando ellos le observaban desde el espacio

Su cuerpo se convulsionó violentamente y, de los espasmos, todos los esfínteres de su cuerpo se relajaron de inmediato. Arriba y abajo, arriba y abajo, ese era el movimiento mientras se rebozaba en las sustancias que había expulsado de su cuerpo. De la boca comenzó a brotar espuma y las sienes empezaron a dolerle como si dos enormes agujas taladrasen su cerebro. El dolor se extendió por todo su cuerpo y era imposible gritar. Imágenes de todos los animales que había matado comenzaron a parecer tan reales que era como si todos ellos hubiesen vuelto para juzgarle desde el más allá. Vio a su padre pegar a su madre, como tantas veces había visto en casa. Vio a su hermano fornicar con las chicas que traía cuando sus progenitores estaban ausentes. Se vio así mismo empapado en sangre, sentado sobre tres cadaveres de tres jóvenes que aún no conocía, y mil visiones de las que era imposible que el muchacho tuviese referente alguno. Las visiones se sucedieron una tras otra y no pararon jamás, o eso le parecía al chiquillo. Una mente de apenas once años no podía soportar tanta maldad así que directamente su cerebro se apagó con el ánimo de protegerle

- Un dólar con veinte centavos Jake – dijo la señora Rose – y da recuerdos a tu madre

Jake la miro con sus ojos azules, el dolor en las sienes volvió y, gritando salió corriendo de la tienda. Su cerebro empezó de nuevo a emitir esas horribles imágenes. La señora Rose estaba desnuda, postrada boca abajo y atada de pies y manos. Una bolsa de basura estaba bien sujeta a su cuerpo y él estaba encima, penetrándola mientras con un cuchillo exponia su columna vertebral al aire libre....

Jake llegó a casa y se lanzó a los brazos de su madre llorando sin que ningún consuelo pudiera calmarle.

El dolor volvía aleatroriamente, acompañado siempre de esas enfermizas visiones.

Y alguien sonreía en algún lugar contemplando cuan lejos pueden llegar las fantasías de los niños con un empujoncito adecuado.

Notas de juego

Listo

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18/09/2008, 21:51
Enfermera Milton
Sólo para el director

El reloj marcaba las horas.

“Tic-tac”, “tic-tac”.

Uno tras otro, los segundos se escabullían entre los revoltijos de una nebulosa sideral que cautivaban hasta el más recóndito de los insignificantes recuerdos de la pequeña Millie.
Abrigada con una bufanda rosa y blanca, aguardaba cada noche a la caída de las estrellas y la llegada de la Luna. Y cuándo ésta aparecía, su sonrisa resplandecía, y no había nada ni nadie que perturbara su paz interior…

“Tic-tac”, “tic-tac”.

Y cuando el sol surgía, ella observaba, sin esperanza aparente, cómo los días se transcurrían y su cuerpo se convertía en algo extraño y menos vivo.
Su sonrisa no era la misma, pero aún cautivaba a quienes la rodeaban. A quienes la rodeaban y a Frank, su primer esposo, con el que compartiría todo, excepto hijos.
Mientras las nubes multicolores arreciaban con el velo de una nueva jornada, Millie, ahora ya no tan pequeña, disfrutaba de la nueva vida que le había sido concedida: había conseguido trabajo como enfermera, “el sueño hecho realidad de toda señorita decente”, como bien su madre le encargó de recordarle, aunque, por paradójico que sonara, ella no recordara cuándo….

“Tic-tac”, “tic-tac”.

El mundo continuaba girando. La vida se detenía, la muerte avanzaba, y Millie danzaba al compás de las hojas que caían de los árboles en otoño…
Pero no todo era armonía y felicidad.
Frank había empezado a distanciarse de ella, y ella, no lograba soportarlo.
Ambos le echaron la culpa a los niños inexistentes y todo se desmoronó, cual castillo de naipes derribado por una corriente de aire intenso…
Millie no soportaba continuar viviendo de esa forma. Quería olvidar a Frank, y supuso que, si se cambiaba de hospital, y cuidaba a muchos enfermos, su vida cambiaría, y estaría llena de gozo y felicidad para siempre jamás…
Además, estaba claro que de esa manera conseguiría llenar ese vacío que le inspiraban los peces de colores, los corazones rotos, y los hombres que se parecían a Frank.
Su “nueva ambición”, no tardó demasiado en hacerse realidad…

“Tic-tac”, “tic-tac”…

Dulce y sonriente, la antigua Millie, conocida ahora mayoritariamente como la “Enfermera Milton”, reinició su labor en un hospital psiquiátrico de Massachussets, donde muchas personas necesitaban de su afecto y esfuerzo continuado.
Fue por ese entonces que su cabeza comenzó a, según su punto de vista, “ser la unión perfecta del alma”, ya no había dudas en su interior, y cada vez estaba más de acuerdo en que todos la tenían que adorar por ser ella lo que era…

“Tic-tac”, “tic-tac”…

Al principio, Milton volvía cada noche a casa a descansar, pero... Con el tiempo… Decidió que para comprender mejor a sus amados pacientes, debería dedicarle horas extras a todos… Porque… ¿Qué sería de ellos si ella fallaba?
Jamás podría perdonárselo… Especialmente si algo malo le acaeciese a Adrien Farenheitt… Ese joven tan audaz, pero a la vez tan trastornado que tanta falta le hacían sus cuidados…

“Tic-tac”, “tic-tac”…

Noches revueltas en torbellinos de miradas, palabras, sentimientos y acciones que jamás un ser humano podría olvidar.
Sueños vivientes carentes de sentido, pero, a la vez, repletos del mismo, susurrados a plena luz del día, alimentados con fervor y tesonería, arraigados en lo más profundo de un pecho, recreados tiernamente en el recodo más perdido de un pasillo viejo y oxidado…
Milton había comprendido, por fin, que amaba a Adrien. Que él era el hombre perfecto. Que estaban destinados el uno para el otro. Que nadie podría separarles.
Jamás.

“Tic-tac”, “tic-tac”…

Lluvias torrenciales de odio obsesivo anunciaron lo imperdonable.

“Tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”…

El dolor a cuentagotas, intentó, por lo menos, retrasarse…

“Tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”…

Un remolino de agudos puñales penetraron en el cerebro de la forma menos saludable...

“Tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”…

Adrien. Adrien. Adrien. Adrien. Adrien. Adrien!!!

El abandono tocó fondo, los gritos huyeron, el traslado de su amor había sido llevado a cabo y su triste, pero amable y dulce enfermera, no obtuvo más consuelo que en la melosa venganza que sus propias manos llevarían a cabo….

“Tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”, “tic-tac”…!!!!!!!!

Adrien. Las enfermeras. Adrien. Yo. Tú. Adrien. Nosotros. Juntos. Siempre.

Ya lo verás…

Notas de juego

Bueno... He aquí mi historia...

Perdona la demora... >.<

Me he tomado la libertad de agregarle un nombre sólo para cuando era pequeña... Pero si no te parece bien, y me vas a morder, lo quito.. >.<

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22/09/2008, 19:33
Dave Nolan
Sólo para el director

Podría comenzar a contar esta historia desde un principio. Desde el primer momento en el que abrí los ojos y vi a mis padres por primera vez. Pero no tiene ninguna importancia. Es más, nada de lo que haya vivido en aquella época tiene importancia. Tan solo importa ella, y ahora no está conmigo. Ya no está conmigo…

Esas palabras me atormentan, pero al mismo tiempo me ayudan a afrontar la cruel realidad. Cuando era joven y pasaba las horas frente a la ventana escribiendo pensé que quizá mis palabras podrían llegar lejos. Quizá podrían algún día hacer llegar un mensaje que tan solo yo escuchaba y entendía. Veía a otros chicos jugar en las calles, pero yo no quería perder tiempo de escritura para dedicarlo a banales e insignificantes juegos de colegio.

Ya no está conmigo…

Vuelve a sonar en mi cabeza y jamás podré apartarlo de mí. No hasta que consiga traerla conmigo, hasta que la cuide, o hasta que muera. Esto último es lo más probable y posible.

Recuerdo la primera vez que cogí una pluma entre mis dedos. Sentí el frío del metal y el hermoso tacto de la madera en mis yemas. Es como si la tinta ocupase mis venas y sintiese la necesidad de escribir, de plasmar todo cuanto sentía. Ya en la universidad necesitaba escribir y compartir mis vivencias. Y entonces allí estaba ella… la mujer más hermosa que unas palabras jamás podrían describir. Sus ojos brillaban llenos de vida al igual que un manantial refleja la luz de la luna. Su cabello, su piel de seda. Todo era perfecto, absolutamente todo. Y tan solo una palabra suya me hacía soñar, me hacía vibrar y sentir que seguía vivo.

Ya no está conmigo…

¡Odio esas palabras! ¿Por qué las vuelvo a escribir? No lo entiendo, es como si quisiera torturarme cada vez más. Maldita sea, ¿por qué? ¿Por qué la perdí tan pronto? Jamás pensé que todo esto ocurriría cuando nos casamos en la Iglesia de Dios Arca de Refugio. Pronto fue mía, aun cuando no habíamos cumplido ni dos años de noviazgo y ya me había hecho sentirme vivo. Éramos felices juntos y hablábamos de cómo sería nuestra vida en un futuro. Ella decía que pronto me haría famoso, que sería conocido por mis palabras, mis obras, y que tendríamos hijos, todos ellos felices. Al principio creí sus palabras, y aún estoy seguro de que ella las decía convencida. Me amaba, y yo a ella, tanto que me dolía el pecho cada vez que respiraba. Pero jamás logré triunfar, y apenas pude sacar un primer libro en el mercado. Pero fue un fracaso. “Demasiado rebuscado, Dave, el lector necesita cosas más sencillas”, me decían en la editorial. “Es complicado que algo así venda, hijo, es distinto al resto, y a la gente le gusta lo tradicional…” ¡Estúpidos! ¡Estúpidos todos! Tan solo Laura conseguía calmarme entre sus brazos.

Ya no está conmigo…

Pero la perdí hace tiempo, no ahora. Fue por mi culpa que todo se rompiese y se hiciese trizas. Prometí hacerla feliz por siempre, y obligado por mis fracasos comencé a jugar y a apostar dinero. Comencé ganando, y eso era atractivo. Incluso pudimos comprarnos un coche mejor. Pero pronto lo perdí, aunque siempre me aseguré que era una mala racha, que todo iría mejor. Siempre que Laura estuviese conmigo iría a mejor. Pero perdí el coche, luego la hipoteca de la casa, y pronto lo perdí absolutamente todo. La perdí incluso a ella, y eso fue terrible. Peor que morir abrasado en las llamas del infierno. Peor que el dolor al sentir que te arrancan la piel con un hierro incandescente. Peor que la muerte, porque sin ella, ya nada tenía significado… Aún recuerdo cuando entramos en la que aún era nuestra casa aunque ya hipotecada. Ella no lo sabía, nunca se lo dije. Aquella noche recibí primero un golpe que me noqueó. Luego recibí otros tantos hasta que sentí la boca llena de sangre y cómo me costaba respirar. Pero no sentía dolor, si no rabia y desasosiego. Era capaz de escuchar los gritos de mi mujer, cómo se resistía a lo que ellos la obligaron a hacer. Cómo los demonios de la noche agarraron su cuerpo y lo usaron salvajemente sin poder hacer yo nada.

Aún me desvelo recordando aquella pesadilla. Laura había sido golpeada y violada salvajemente. No se recuperó. Su mente se enturbió de tal forma que jamás volvió a hablar nada coherente. Pero yo la seguía viendo. Aún podía ver el brillo de sus ojos, la calidez de sus abrazos. Pero su boca parecía poseída por un desquiciado y tan solo farfullaba extrañas palabras sobre fantasmas, sobre seres que la atormentaban, que querían enterrarla viva. Seguía siendo ella, pero su mente ahora estaba tan golpeada como lo estuvo mi cuerpo aquella noche. Con el poco dinero que conseguí reunir la llevé a una residencia psiquiátrica donde en ocasiones la visito…

Ya no está conmigo…

No, no lo está. Ha pasado ya demasiado tiempo desde la última vez que la vi. Pero ahora no es momento de pensar en eso. Tengo que irme y conseguir dinero para sacarla. Sí, eso es. Si consigo suficiente dinero estoy seguro de que habrá un mejor médico para tratarla y sanarla nuevamente. Cada noche juego todo el dinero que consigo. Sé que pronto ganaré lo suficiente como para sacarla de allí, lo suficiente para ayudarla… ¡Necesito jugar más para conseguir ese dinero! Mis padres aún me dejan algo de dinero y me pagan un alojamiento que ni yo mismo puedo permitirme. También insisten en que acuda a un especialista para dependencias, a un loquero. Si no lo hiciese me quitarían lo que me dan, y por lo tanto no podría seguir jugando para ganar dinero que salve a Laura.

Me duele la cabeza y tengo sueño. No recuerdo la última vez que dormí bien, que descansé sobre una cama cómoda. Tengo la boca reseca y mis manos tiemblan al levantarlas. En ocasiones tengo la necesidad de escribir, pero no puedo si estoy alejado de Laura. Tengo que verla, pronto, o moriré…

Ya no está conmigo…

 

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22/09/2008, 20:30
Rebecca Lewis
Sólo para el director

Rebeca Lewis.

Durante su niñez, fué maltratada por su padre. Rebeca vivía en un vecindario de casas pequeñas bastante agradable, mas en casa el ambiente no era el mismo. Su padre era un alcohólico drogadicto que cada día iba trayendo menos futuro a su familia. Ella era hija única, nació de una violación a su madre por parte de su padre, el cual se mostraba frío en sus mejores momentos, y violento en los peores con las dos.Tanto con Rebeca como con su madre. Y por las amenazas de su mostruoso padre, ambas aguantaban llorando en silencio…

Durante su adolescencia conoció a un chico… casi un hombre, del que quedó prendada y vió una ventana abierta a escapar del infierno de su casa. Al principio fue bien, pero pronto no tardó en descubrir que se había casado con un hombre prototipo de su padre, el cual, como tomando su relevo, siguió maltratando y abusando de ella.
Siempre lo aguantó llorando en silencio, hasta que un día en la calle vió cómo tres jóvenes atacaban a una muchacha, violándola y golpeándola hasta casi matarla. La joven logró escapar, y ella logró ver que el agresor más violento de todos era Christian Harris, el hijo de un político importante. En un principio por pura indignación, envió una carta a Harris diciendo que era la joven a la que intentó matar y violó, que era hija de un importante pez gordo de la ciudad y que recibiría su merecido. La satisfacción que experimentó Rebecca al acercarse a la universidad donde estudiaba Christian para descubrir que el muchacho estaba absolútamente angustiado, fué tal que siguió mandando cartas amenazadoras.
No obstante, obsesionada con el caso, descubrió que aquel acto no era el primero de Harris, hubo más, incluído el caso de un chico drogadicto, Jason Boyd, que decía haber sido obligado a punta de pistola a violar el cuerpo de una muerta hacía dos años. Éste chico fué absuelto, pero su vida estaba destrozada... Y quería venganza. Rebecca no era una persona fuerte, pero la idea de maltratar psicológicamente a Christian Harris se había convertido en su vía de escape de su terrible situación matrimonial, y poco a poco volcó su odio sobre la persona de Harris, hasta que finalmente su deseo no es otro que asesinarle. A fecha actual, Rebecca ha decidido que a la mañana siguiente irá a hablar con Jason Boyd para arreglar un posible ajuste de cuentas.

Justo unos días antes, el marido de Rebeca, Jerry Carlson, cada vez volvía peor a casa a altas horaas de la noche, donde solía violar a la mujer. Rebeca en ese aspecto no podía hacer nada, pues Jerry la amenazaba cada vez más fervientemente con no ir a la policía o la mataría. Una noche, Jerry violó violentamente, más violentamente que de costumbre a la pobre mujer, la cual descubrió poco después que estaba embarazada.
Estaba convencida de que ese bebé era fruto de aquella agresión, dierente a las demás, más dolorosa que de costumbre. Rebeca no quería traer ese niño al mundo, un niño no fruto del amor sino del dolor, a un mundo en el que tuviera un padre como el que tuvo ella… Por eso tomó, a espaldas de Jerry, la difícil decisión de abortar. Después de ello, Rebeca quedó profundamente afectada, aunque su ya de por sí sumiso comportamiento Jerry no notó nada, y de haberlo notado, tenía sus dudas de si le habría interesado.

En parte le recordaba al caso de su madre, se estaba convirtiendo en ella, viviendo la misma película con otro papel desgraciado. Pero algo empezó a florecer en ella. No quería ser como su madre, sus sentimientos más enfermos fueron floreciendo, habiéndose germinado y reprimido toda su vida. Rebeca quería castigar a esas personas… Quería matar a esas personas… tosas las personas desagradecidas, egoístas, y agresoras…
Quería castigarlas… a todas.

Notas de juego

Bueno, es más corta, pero espero que así mismo te sirva... xD

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22/09/2008, 19:47
Laura Conner
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Me crié en un hogar bastante acomodado, hija única de los Conner, y fuí educada para ser la reina de la belleza infantil, la presidenta de las animadoras, del equipo de debate y la reina de un baile al que nunca me interesó ir. Todo eso lo hice porque la fuerza del mundo me arrastraba sin que yo supiera qué opinar, no era más que una marioneta en las manos de mis padres, obsesionados por mantener su reputación de familia perfecta.
Nunca me levantaron la mano, pero tampoco eran excesivamente cariñosos o pasionales: Se daban a su trabajo y a sus apariencias, y me convencían a mí de que debía ser igual... Hasta que le conocí.

Sus ojos removieron mi mundo nada más encontrarlos... Era todo lo que yo había deseado sin saberlo siquiera, y se manifestaba ante mí como una revelación del cielo que gritaba: "Tienes corazón, y él lo ha puesto en marcha".
Se acabó el ser animadora, se acabó todo lo superficial... Qué ciega estuve hasta que ví sus ojos, escuché su voz y leí sus palabras. Eran puro sueño, puro espíritu, y llenó mi alma como una lluvia torrencial sobre el desierto, convirtiéndolo en un vergel. Me sentí viva... Teníamos el mundo para nosotros sólos, yo estaba segura, y aún lo estoy, de que él es capaz de todo con sus cautivadoras páginas, con su sóla presencia. El día que me pidió matrimonio creí que podría nutrirme del amor para siempre, y así fué durante todo nuestro precioso matrimonio.

El futuro era maravilloso, el presente era fantástico... Me siento dichosa por estar con el escritor más magnífico de todos los tiempos. Pero él parecía decaer... Nunca lo entendí, creo que su humildad, otra de sus innumerables virtudes, le traicionaba... Creo que pensó que yo querría collares de perlas, una casa lujosa... Y yo tan sólo necesitaba su amor. Confié en él... Nunca imaginé lo que, en su desesperación por hacerme felíz, llegó a hacer.

"Mi amor... Perdóname... Es culpa mía: Debí demostrarte más aún lo mucho que te amo y creo en tí, no fué suficiente... ¿Verdad...?"

No entendía cómo la gente podía ser tan estúpida y no ver una joya cuando la tenían delante... Todos aquellos editores rechazando lo que nunca me cansé de leer... Pobres idiotas, no está hecha la miel para la boca del asno... Y por desgracia no faltan asnos.

Pero lo que no entendí en absoluto fué lo que pasó aquella noche. ¡Iba bien, maldita sea! De pronto teníamos un coche nuevo, él sonreía un poco más, le sentí de nuevo afortunado... Y de pronto empezamos a perderlo todo.

- Estoy contigo pase lo que pase, Dave... A mí no me perderás: Te quiero, y nadie puede quitarte mi amor, ni tu talento, ni nuestros sueños - y le sonreía sinceramente, porque sabía que aquello era cierto.

Pero mi vida, tal como la conozco se acabó cuando le golpearon a él. Tuve tánto miedo por su vida que quería escapar de mi cuerpo para sentir su dolor por él... Sobre todo cuando escuchó lo que aquellos demonios me hacían. Sabía que él no volvería a ser el mismo... Que perdería la ilusión... Tal era mi deseo de impedirlo que realmente escapé de mi cuerpo...

Pero el lugar al que llegué era horrible: Un edificio destartalado... Sangre en el suelo y las paredes... Los gritos...
Y aunque estoy aquí, sigo escuchándole a él... Me pregunta su voz lejana qué quiero decir, y el eco deforma mis palabras... "No estoy sóla aquí, Dave... No te acerques... Porque estoy enterrada viva..."

Cuando conocí a Dave empecé a creer en todo, incluso en los fantasmas, eran, de una forma optimista, la prueba de una vida eterna, de que ni la muerte nos separaría...

Pero ahora no sé siquiera si realmente estoy viva. Mi única fuerza es la que saco de tu recuerdo, Dave...

Nunca vengas aquí... Aléjate de mí, ¿no ves que intento advertirte...? Ya no soy la chica con cara de muñeca que conociste... Perdóname...

Notas de juego

¡Qué bonito Dave! Me encanta, espero estar a la altura.

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23/09/2008, 11:20
Lene Hamilton
Sólo para el director

Lene Hamilton nunca sintió miedo. Su valentía, ya de niña rozaba la locura. No dudaba en escaparse de casa tirandose por la ventana; o como aquella vez siendo adolescente, en la que demostró sus habilidades a sus compañeros de clase, saltando desde el segundo piso de la escuela. Se atrevía con todo.

A Lene le fascinaba el circo. Especialmente los trapecistas, descolgándose de unos cables para saltar a otros a muchos metros de altura. Le impresionaba y le fascinaba que alguien pudiera desafiar la muerte de esa forma.

Poco a poco la vida del circo le fue llamando hasta el punto de convertirse en un obsesión. Allí podré saltar y arriesgarme todo lo que quiera le dijo a su madre el día que se fue de casa para buscar trabajo en un circo. Y para conseguirlo, no dudaba en mostrar al capataz del espectáculo su habilidad: saltar en cualquier lugar desde cualquier altura. La sensación de vacio en el estómago, la adrenalina disparándose por todo el cuerpo y la creencia de poder sentirse inmortal durante unos pocos segundos, producía en Lene un deseo: saltar cada vez más alto.

Ante tanto desprecio por la vida, esta joven no tardó en ser contratada por un circo ambulante. Viajó por todo el país haciendo distintos números que terminaban en una peligrosa caída al vacío. A veces era la sustituta del hombre bala y era disparada por un enorme cañon; otras veces, preparaba un número con los trapecistas para simular un accidente en el que la preciosa Lene terminaba cayendo sobre una red; incluso llegó al punto de tener su propio número, en el que saltaba desde la parte más elevada del mástil central de la gran carpa.

Las cosas le iban bien a Lene. Era feliz saltando y saltando, desafiándose a sí misma y a la muerte con la que coqueteaba en cada salto. Nada le hacía sentir más viva que ser consciente de la inminente muerte que podía tener en cualquier momento, tras cada paso al vacío.

Por desgracia para Lene, su novio, un guapo y elegante magnate del mundo de la farándula y el espectáculo, que se había enamorado perdidamente de ella nada más verla en una de sus actuaciones, no compartía su peligrosa afición. Por supuesto, al principio quedó muy impresionado por la joven, sin embargo, tras convencerla para que se fuesen a vivir juntos, empezó a darse cuenta del problema que acontecía: Lene seguía sintiendo la imperiosa necesidad de saltar. Daba igual el lugar o la altura, sólo importaba saltar. La joven rubia no podía vitar la temeridad que la dominaba y pese a estar con un hombre que la valoraba y la quería, seguía saltando para mayor preocupación de su rico compañero. Los disgustos para este hombre fueron en aumento hasta el punto de llegar a presenciar como su novia te tiraba por las Cataratas del Niagara ante el asombro de todo el mundo.

Al poco tiempo la tensión en la relación era una cosntante. Las discusiones por el poco respeto que Lene demostraba hacia su propia vida y por la falta de consideración que demostraba ante la creciente preocupación de su novio, terminaron por enturbiar la relación hasta que la tragedia llegó un día. En un acto de rabia y frustración, tras una acalorada discusión, Lene salto por la ventana sin importarle estar en uno de los elevados apartamentos en los que vivían. Había demasiada altura para que Lene pudiera amortigüar la caída...

A los pocos días despertó en el hospital. Junto a ella estaba su novio, que no se había separado de su lado todo el tiempo que permaneció inconsciente. Con los ojos enrojecidos de tanto llorar, el hombre la beso y le repitió en innumerables ocasiones cuánto la quería. Sin embargo, no podía soportar ver cómo despreciaba su vida en cada uno de los alocados y temerarios saltos de Lene. Lo siento cariño... -emepzó diciendo aquel día- no puedo dejar que sigas corriendo hacia la muerte. Te quiero a mi lado y no quiero perderte... - continuaba diciendo entre lágrimas-. Pero no puedo dejar que sigas saltando...Te estaré esperando mi amor...
Estas fueron las últimas palabra que Lene oyó antes de ser ingresada en aquella institución...

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23/09/2008, 16:18
Christina Reed
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Christina jamás sintió lo que llamaríamos empatía hacia los demás. Nunca fue sensible hacia su dolor, ya fuera físico o psicológico...

Creció rodeada de todo lo que una niña pudiera tener...Cosa que ocurre cuando tus padres se divorcian y practicamente compiten por demostrar cual de ellos "te quiere" más. Siempre tuvo todo lo que quiso...Solo era cuestión de abrir la boquita y pedir.

Ya de pequeña disfrutaba "jugando" con sus mascotas. Tiraba piedras a los perros, "dibujaba" con un cochillo sobre la piel de los gatos, pateaba sin dudar a los conejitos...Si una mascota moría, rápidamente era sustituida por otra que pasaría a sufrir lo mismo que las anteriores. En casa parecía que su madre estaba muy ocupada para darse realmente cuenta del monstruo que comenzaba a aparecer...

Llegó la adolescencia y con ella la revolución hormonal. A pesar de ser una chica que siempre había permanecido sentada en las últimas filas de clase y sin hacer ni un solo amigo, gracias a su atractivo, llamaba la atención de los varones del sexo opuesto. Salió con alguno y rechazó a muchos otros, intentando comportarse como una chica adorable pero no funcionaba...Le faltaba algo...Era incapaz de dar amor ya que nunca recibió alguno.
Comenzó a vestir de negro, influida por esa moda con la que se identificaba y esas canciones en las que se veía reflejada.

Se inició en el sexo a una edad más pronta que el resto de sus compañeras de generación, buscando tal vez en ello lo que inconscientemente anhelaba...Pero ni siquiera eso le llenaba. Solo parecía disfrutar de los juegos con sus animalitos...

Un día, descubrió por una de esas casualidades de la vida, que el chico con el que salía por ese entonces estaba a su vez con otras tantas. Decidió vengarse.

Quedó con él como solía hacerlo. Fueron de copas, bailaron, disfrutaron de los placeres de los estimulantes químicos...y pronto acabaron en un hotel de mala muerte de carretera. Sentada sobre él, mientras yacía atado sobre la cama, no pudo disimular su enfado y acabó dándole una bofetada.

- ¿¡PERO QUE HACES, PUTA!?

No lo sabía...La bofetada acabó deribando en arañazos, puñetazos...Entre los gritos enfadados del que ahora era su animalito de juegos. Vió el primer hilillo de sangre y la adrenalina se apoderó de ella por completo.

Nadie puede jugar contigo.

Nadie te puede abandonar.

Los hombres no son más que meros animales.

No dijo nada, solo se dejó llevar por lo que sentía en ese momento: Placer. Era mucho mejor que el sexo, mejor que patear gatitos con sus botas militares. Jamás había sentido nada semejante.

Simples animales.

Quemaduras, cortes, golpes y finalmente...la marca.

El chico agonizaba entre sus muslos, luchando por respirar.

Vergonzoso

Le dió el golpe de gracia con la lámpara de la mesita de noche y no pudo hacer otra cosa que romper a reir. Sentía la excitación y no dudó en masturbarse con las manos aún manchadas en sangre. Se duchó para limpiarse la sangre. Por suerte no dejaría sus huellas dactilares gracias a los guantes de encaje que había llevado puestos. Si se libraba de las ropas manchadas de sangre no debería de tener ningún problema...

Las noticias informaron sobre el acontecimiento una semana después. Un "ajuste de cuentas" por motivos de drogas fue la solución que dieron.

Decidió volver a su vida anterior, como si nada hubiera ocurrido. Salió con algún chico que otro, cosa que jamás la llenó. No podía evitar que sus ojos fueran detrás de los chicos que iban vestidos de estilo gótico, seguramente porque le recordaban a ese ex...

Así es como de vez en cuando, se escapaba por las noches y se dejaba llevar por el alcohol y las drogas, seducía a algún pobre desgraciado que luego se convertía en su animalito particular por una noche, pero no volvió a matar a ninguno. Solo los necesitaba para llegar al orgasmo mientras los golpeaba. Pero siempre...como indicio de posesión, dejaba grabada a fuego sobre su pecho, la marca de que eran de su propiedad.

No me pueden abandonar...Son simples animales...

Finalmente fue detenida y juzgada. La acusaron de tortura y agresión sexual, pero cierto test rebeló que era una personalidad de tipo psicópata, gracias a lo cual escapó de la carcel y pasó a ser internada en un psiquiátrico.

Relaciones: x

Internado: x

Hábitos:

La marca de propiedad:

Siempre marca a sus víctimas calentando el anillo con un mechero y quemándoles de tal forma que la cicatriz queda con esa forma.

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25/09/2008, 11:25
Sebastian Nachjbar
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Cree que es la encarnación de un ser superior encargado de velar por los hombres. Lo ha creído desde sus primeras navidades, y siempre ha tenido ese inquietante aspecto de pelo blanco, aunque no es albino, pues su salud es óptima.

Con tan solo un año, supe que este mundo no sería para mi otra cosa que un tránsito hacia mi verdadero reino, mi nombre humano es Sebastián Nachjbar, nací en el veinticinco de diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro, y soy un enviado de Dios.

Mis padres nunca me creyeron, nunca tuve amigos que lo hicieran, y mi infancia transcurrió perdida en un mar de psicólogos que intentaron que negara la evidencia, pero es como pedir a un pájaro que no vuele, o a un árbol que no crezca, no se puede ir en contra de la naturaleza. Tuvieron paciencia y esperaron que con el tiempo y la edad me olvidaría de lo que ellos llamaban locura, si me hubieran aceptado como lo que soy, hubieran sido mucho más felices, y yo también.

La adolescencia me hizo reaccionar, pero no como ellos desearon, sino más bien en todo lo contrario, empecé a compartir mis conocimientos con los otros alumnos, predicando las bondades de un mundo de paz, no hacía nada malo, así que lo único que podían hacer era llevarme una y otra vez al médico del instituto, pero él tampoco encontraba maldad en mi mensaje. Conseguí captar la atención de muchos inconformistas, promesas de un mundo nuevo, de libertad e igualdad, pues a pesar de que esta vida sólo es un trámite ante la eternidad, no podemos resignarnos ni dejarnos oprimir, pues eso no es justicia, ni es para lo que fueron creados los humanos.

Aún no me ha sido revelada mi verdadera misión en este lugar, pues este cascarón de cuerpo mortal limita mis actividades y me hace percibir las cosas de un modo un tanto peculiar, sin comprender bien el porqué de mi encierro en este angustioso hospital, esperaron a que fuera mayor de edad y usaron como excusa las navidades del año pasado, tristes, trágicas, y sin embargo necesarias para mostrar una vez más al mundo la crueldad de muchos de sus habitantes.

Mi popularidad había ido aumentando y me encontraba en mi último año de instituto, era tolerante y buscaba que todos fuéramos iguales por lo menos en aquellas aulas, un primer paso para extender mi palabra hacia el resto de la humanidad, y convoqué a aquellos que quisieran a celebrar mi llegada al mundo en el instituto, pues no había en el pueblo otro lugar lo suficientemente grande para celebrar mi mayoría de edad, me fueron negando los permisos que solicité para llevar a cabo mi presentación ante mis incipientes seguidores, en su mayoría confusos adolescentes deseosos de ser escuchados, de ser comprendidos, pues yo, a diferencia de otros muchos “religiosos”, me preocupaba por ellos, de sus problemas, pero algunos confundieron mi mensaje.

Me propuse celebrar el acontecimiento, invadiendo de manera pacífica el recinto, pero sin molestar a nadie, razonando con los inocentes guardias de seguridad del colegio, pero todo se desbordó, no esperaba a más de doscientos jóvenes congregados y ansiosos por lo que muchos pensaban sería la fiesta del siglo, nunca supuse que habría armas, no quise que aquello se desmadrara, pero sucedió, y por eso estoy en este lugar.

Pero puede que aquello fuera sólo el preludio de algo que parece inevitable vista la naturaleza de las personas, el fin del mundo, confío en que todavía haya esperanza.

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25/09/2008, 11:32
Adrien Farenheitt
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Quien me iba a decir a mi que acabaría yo en un lugar así… - Adrien se hacía esa pregunta cada día al amanecer entre las paredes blancas de su pequeña habitación en aquel sanatorio en el que decidió ingresar por su propio pie.

Cada mañana sentado sobre su sencillo camastro se quedaba mirando el suelo recapitulando y recordando su vida con sus manos entrelazadas y el semblante serió manteniendo esa mirada tan seductora que lo caracterizaba.

Hacía ya treinta y siete años que nació un dos de Noviembre en el seno de una familia con tradición en la abogacía, los Farenheitt. No es que fueran buenos o prestigiosos pero si que había abogados a tutiplé en la familia, tanto hombres como mujeres.
Pero por desgracia y con el tiempo había momentos que se daban casos entre familiares y la competitividad genética que tenían salía por todos lados y todo terminaba en disputa… tanto familiar como profesional. Eso hizo que Adrien y sus padres decidieran irse de Boston para acabar en Nueva York y hacer vida allí.

Adrien era un estudiante fabuloso además de demostrar un intelecto superior a la media, aunque a veces eso quedaba entre dicho cuando suspendía por culpa de un amorío.
Pero tiene un por que… Al poco de llegar a la ciudad su madre murió por culpa de una negligencia medica. A su madre, Anna le detectaron un tumor en un pecho pero a tiempo. La operación era sencilla y rutinaria pero el anestesista cometió un error fatal al ignorar por completo la cartilla de alergia de Anna y suministrarle la anestesia que contenía etomidato. Y de ahí no salio, murió a causa de un fallo renal que los medicos no se vieron venir.
Adrien recuerda ese día como si hubiera vivido ayer y sobre todo una frase que le dijo antes de entrar en quirófano.
Su madre le dijo al pequeño Adrien de ocho años que se le acercara, estaban hablando sobre las niñas y las novias del joven mientras sus padres le miraban cariñosamente pero la conversación se vio interrumpida al entrar el enfermero encargado de llevarla a quirófano. A modo de despedida le Anna le dijo – Hijo, busca el amor, busca a alguien quien te ame y a quien tu ames, así encontraras la felicidad y los males no te harán tanto daño al tener un ser amado cerca; pero recuerda… el amor de una madre nunca será superado. Te quiero hijo mío. – le revolvió el pelo y le dio un dulce beso en la frente con una radiante sonrisa.
Adrien esperaba con una rosa en la sala de espera dispuesto a recibir a su madre junto a su padre, pero el médico llegó dando la mala y triste noticia.

El padre, Robert, no tardó en demandar al hospital y pedir la cabeza del anestesista hundiendo la carrera de ese hombre. Consiguieron una indemnización bastante suculenta y no pasaron penurias economicas, solo emocionales. En ese episodio, cuando ganaron el juicio después de varios meses de pleitos Robert le dijo una frase que tampoco olvido - ¿Sabes Adrien? Siempre repudie la venganza… pero ahora me viene a la mente un amigo hispano que tenia en Boston, David Abajo se llamaba… solía decirme que la venganza, aunque fuera algo amargo, aunque la gente lo veía como lo peor del mundo… aún a pesar de todo eso, cuando lograbas que un canalla que te ha hecho daño pague con la misma moneda o con otra igual de dañina tu alma respiraba en paz de una vez… La venganza aunque negra, luego deja el alma blanca.

Adrien le costó mucho superar esa muerte y no se acercó a ninguna mujer hasta que a los quince años entro al instituto.
Primer Amor – Elsi Newman – Adolescente.

La capitana de animadoras ni mas ni menos, que obviamente salía con el capitán del equipo de Rugby del instituto, pero eso no le importo. Esperó dos años en los cuales se centro a observarla detenidamente viendo si realmente le valía la pena. Físicamente le encanto desde el primer instante, pelo largo rubio que siempre olía a camoumila, ojos verdes e intensos, tez blanca, alta… unos senos ni muy grandes ni muy pequeños, en su justa medida y una sonrisa deslumbrante. Mentalmente, aunque le costaba ciertas asignaturas no le importo demasiado.
Aún dentro del cliche de animadora rubia y guapa no era tan prepotente y demostraba algo de humanidad aunque si que estaba en el grupo de las “guays” .

A los daños Adrien se lanzó a la carga, el sabía que daba la talla, era guapo e inteligente y hacía ejercicio aunque no fuera el capitán de ningún equipo deportivo. Lo primero era quitarse de encima a Kevin, su novio. Fue una tarea fácil, solo tuvo que quedarse después de los entrenamientos y fotografiar con su amada Leika como le era infiel con otra de las animadoras, Rubie, la morena zorron.
Cuando tuvo las fotos reveladas en su mano las dejo en el interior de la taquilla de Elsi (de la cual sabia la combinación) acompañada de una nota

- ¿Merece la pena? … Yo creo que no –

La caligrafía era perfecta, letras con filigranas dando un tono muy romántico aunque las fotos no lo fueran. Elsi rompió con Kevin entre lagrimas, guantazos y muchas “zorras” que salían de su boca.
Las semanas siguientes Elsi iba vestida con ropa casual sin maquillar, destrozada completamente. Muchos chicos la rondaban pero los rechazaba a todos, al parecer ella si que estaba enamorada de él.
Dos semanas después Adrien le dejo una nota acompañada de un pétalo de rosa. La nota con el mismo tipo de letra únicamente ponía:

- Hola –

Observó como miraba la nota y como sonrió tímidamente guardándola en su archivador.
Al día siguiente vino mejor vestida y sin los ojos hinchados. Abrió la taquilla esperanzada pero se le noto la decepción al ver que no había nada en ella.

Dos días mas tarde Adrien dejo otra nota con otro pétalo de rosa.

- Nadie se merece tu amor salvo yo… -

¿Presuntuoso? Quizás, pero la seguridad siempre viene bien. Cuando ella leyó esa nota sonrió ampliamente, e incluso se le escapo una carcajada divertida por el texto. Guardó donde la otra nota junto con el pétalo ya seco.
Le fue poniendo notas cada dos días con un pétalo de rosa hasta que a los dos meses preparo el final.

Cuando Elsi iba volviendo a casa por la noche después de un partido Adrien preparo un camino que era guiado por pétalos de rosas en dirección a un parque lleno de árboles. El camino la condujo hacía un claro donde él esperaba de espaldas con un ramo de rosas mirando la luna llena que iluminaba con su blanca luz aquel claro.
No hubo palabras, solo miradas intensas y fijas que terminaron en un abrazo y en un beso de película entre lagrimas. Era una estampa preciosa y sus corazones palpitaban al unísono por la pasión que había entre ellos.
La relación solo duro un año pero fue perfecta. Ella quería estudiar literatura pero solo la cogieron en otro estado, lejos de él. Adrien quiso aguantar la relación aunque fuera a distancia pero ella no, así que después de un año de alegrías continuas Elsi le traiciono de esa manera… Y apareció la segunda muesca en el corazón de Adrien.

Segundo amor – Sarah Schnider - Fuego

En la universidad conoció a la que creyó su segundo amor. Un mujer preciosa y salvaje, exuberante y que siempre vestía de negro, al estilo Gotico. No tardaron en conocerse y mucho menos en acabar en la cama. Al principio todo fue carnal y desenfrenado, Sarah era puro fuego y eso a Adrien le volvía loco.
Al tiempo formalizaron la relación con un Adrien perdidamente enamorado, ese carácter fuerte, esa forma de expresarse y aquella manera de moverse en la cama tenía a Adrien embelesado, el cual se comportaba de una manera u otra dependiendo de la situación… unas un galán, otras un cabrón y otras un esclavo.
Para él todo era perfecto hasta que al cabo del año la pillo en la cama con otro, la muesca apareció en su corazón la tercera ya. Reacciono como pudo y se hizo sangre en el labio por no saltar sobre ellos dos y matarlos ahí mismo con la lámpara que había al lado de la cama. No volvió a verla y ni quiso.

Tercer amor – Laura Newman – Dolor

Al poco de salir y empezar a trabajar en un buffete de abogados algo popular pero no de los que más, conoció a una mujer fantástica. Pelirroja con el pelo ondulado y largo, tez blanquecina y ojos pardos llenos de vida. No tardo en conquistarla y ella no tardo en caer entre sus brazos. Fue una relación larga y duradera, incluso tenía pensado casarse con ella.
Vivieron juntos al poco pues era tan intenso y sincero lo que había entre ellos que no había necesidad de esperar. Todo iba a pedir de boca, sin duda fueron los tres años mas felices de su vida. Todo risas, todo sonrisas, todo amor… todo felicidad y Adrien se sentía tranquilo por haber encontrado aquella meta que tanto ansiaba.

Pero un giro en el destino hizo que Adrien perdiera los estribos. Un día, como otro cualquiera Laura volvía de hacer la compra, como de costumbre dejó las bolsas en el suelo y cuando se disponía a entrar en su casa noto un frío y afilado objeto en su cuello. El atracador le pidió el dinero y ella le dio lo poco que tenía en aquel momento; pero no contento con ello y por el nerviosismo que sentía simple y llanamente la degolló en la puerta de su propia casa.
Adrien apareció al poco feliz y contento de volver a casa pero descubrir aquello fue demasiado. Se llevó la mano al pecho respirando con dificultad para correr quedandose al lado de ella llorando sin cesar… había perdido lo mejor que le había pasado se lo habían arrebatado sin miramientos sin corazón…
A las semanas detuvieron al asesino y el juicio fue rápido condenandole a solo seis años de prisión. Eso, sin duda, fue aún peor… pero Adrien, lleno de rabia y sed de venganza movió hilos para que lo presionaran en la carcel hasta tal punto de que se suicidara… y así lo consiguió y se sintió aliviado al desaparecer tanta ira, pero por desgracia fue sustituida por una sensación de soledad y abandono que le oprimían el pecho.

La cuarta muesca fue la definitiva para dejar que su corazón se desangrara lentamente…
- “Conocer el rostro de una Diosa es conocer la Locura” – así se sentía, que perdía la cordura completamente al haber perdido a su Diosa...

El resto de su vida fue un camino tortuoso y desesperado. Se especializo en casos de separaciones, y solo aceptaba defender a la mujer. Solía seducirlas para intentar buscar otra vez algo que pudiera curar esa herida que tenía en su corazón… pero intento tras intento fracasaba… intento tras intento se sentía mas solo y desesperado…
A los treinta y siete años toco fondo, literalmente, estaba obsesionado, perdió toda noción de realidad y solo pensaba en mujeres y en encontrar otra vez el amor pero le resultaba enfermizo… probaba de todo por contentar a la mujer que tuviera como objetivo, pero ni con esas.

Así pues, decidió ingresar voluntariamente en el sanatorio en busca de ayuda profesional…

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29/09/2008, 13:27
Kane Vaughan
Sólo para el director

Mordred* abrió el cajón del escritorio y rebuscó apartando los libros y folios que ocultaban un doble fondo. De este sacó una caja metálica, mas o menos del tamaño de un folio y un grosor de 4 centímetros. Se levantó y volvió a comprobar la casa... solo. Seguía solo y así estaría todo el día, pero a pesar de ellos, cerró la puerta de su habitación. De nuevo en el escritorio cambió la bombilla de la lámpara, por una que había comprado por eBay que daba una luz roja muy especial. Por fin abrió la caja y observó su colección de cuchillas.

 
 
Era ya demasiado para él. Sus padres no le dejaban en paz. Siempre encima. Siempre con órdenes. Siempre con exigencias. Siempre prohibiendo. Siempre negando. Siempre obligando... siempre... Mordred llevaba una vida oscura y marchita, apenas con ilusiones ya que sus padres se encargaban de aplastarlas y pudrirlas. Sólo en la música y en la soledad encontraba calma para su alma torturada. Cogió una y se incorporó, caminando lentamente por la habitación mientras disfrutaba del acerado roce contra su cuello y sus muñecas. Contemplaba en silencio los oscuros posters que cubrían las paredes, las tenebrosas fotos que ahogaban el espacio allí donde los posters no había llegado. Después, jugando con la cuchilla contra sus labios, abrió el armario y con la mano libre acarició la negra y sobria ropa. Solo el ocasional tintineo de algunas cadenas rompía el silencio que le hacía tan feliz. Pero toda felicidad tiene un final, se acercaba el verano. Tendría que salir con sus padres, el sol lo dominaba todo, no le dejarían seguir vistiendo de negro... Qué cruel era el mundo, cuanto se cebaba con el pobre Mordred. Era demasiado, era terrible! Volvió a sentarse, recostándose contra la mullida silla mientras en la mini cadena sonaba una grave y oscura balada de dolor y tinieblas.
 
Lo siguiente que Mordred recuerda es ver el lento fluir de la sangre en su muñeca... Aunque ahora ya no es tan lento ni leve. Kane vio horrorizado como la sangre empapaba la mesa y sus brazos mientras inútilmente trataba de apretar un jersey contra su muñeca.
 
Kane despertó por fin. Estaba en una habitación completamente blanca, con sábanas blancas, asientos, cojines, almohadas e incluso su ropa, una bata, eran completamente blancas. Se quedó en silencio, respirando... Sí, respiraba. No estaba muerto. El siguiente gesto fue inconsciente, alzó las muñecas y observó, por primera vez en su vida, horrorizado los numerosos cortes superficiales que las cubrían y, aterrado, el profundo corte que cruzaba una de ellas pero que ahora estaba cosido y vendado. Se dio cuenta de lo que había hecho y que, por algún tipo de milagro, estaba vivo. Se dio cuenta, como solo te puedes dar cuenta después de estar a punto de morir, lo estúpido que había sido. La revelación llegó como un puñetazo contra su pecho, aplastando su corazón, que le hizo llorar amargamente. Kane se encogió y formó una bola bajo las sábanas mientras veía los años pasados desfilar ante los ojos de su mente. Comprendió lo infantil, lo estúpido y lo equivocado de la actitud autodestructiva que había tomado. Vio por fin el dolor de sus padres cuando antes solo veía indiferencia y odio, pero era porque era eso lo que quería ver para seguir engañándose. Vomitó. Apenas tuvo tiempo de girarse para al menos sacar la cabeza de la cama. Vomitó amargura, dolor, tristeza sin dejar de llorar. Una enfermera entró en la habitación, pues las máquinas que vigilaban las constantes de Kane, habían dado una alerta. Le tranquilizó y le ayudó a limpiarse. Kane se dejó arrullar por su voz suave y sus cuidados, dándose cuenta que ella, que no le conocía, se preocupaba por su bienestar, por su vida. Él, sin embargo, había dejado de hacerlo y por eso había acabado de esta forma. Aún llorando Kane volvió a quedar inconsciente y a dormir.
 
Si la inamovible decisión de su padre fue un castigo que haría palidecer la ira divina, el silencio, solo roto por las lágrimas y vacío de miradas, de su madre fue mil veces peor. Pero no se encerró en si mismo, no culpo automáticamente a sus padres como siempre había hecho. Esta vez había madurado, sin duda por la vía mas dolorosa y peligrosa, pero lo había hecho. Trato de hablar, trato de explicarles que jamás volvería a suceder. Que se había dado cuenta que su vida no solo le afectaba a él. Que también les afectaba a ellos. Que había sido una estupidez, por desgracia llevada al extremo; se había dado cuenta de todo lo que realmente le rodeaba, lo que le interesaba, lo que le atraía. Era como si hubiese vuelto a nacer, mas vivo, mas lleno de energía que nunca, dispuesto a no dejar pasar esta segunda oportunidad, que viviría con todas sus ganas, no se dejaría aplastar ni hundir de nuevo. Lucharía, si fuese necesario, por conservar su derecho a la vida, a disfrutar del sol cada mañana. Que aunque le siguiese gustando vestir de negro, con esa tétrica estética, jamás volvería a pensar como antes, a dejarse arrastrar por semejante actitud. Cuando Kane volvió a su casa lo primero que hizo fue tirar todo lo que le ataba al extremo mas oscuro y profundo de la estética siniestra, sobretodo la mentalidad que aunque no era física, fue lo mas pesado y difícil de desprenderse. Mordred había muerto ese día, era lo que realmente quería aunque se llevase a Kane por delante, pero por suerte Kane pudo escapar. Tiró mucha música, varios posters y decenas de fotos de rastros de sangre, muñecas y cuchillas. 
 
Pero su padre se mostró inflexible y Kane fue ingresado, para tres largos meses, en una clínica de tratamiento y ayuda psicológica.
 

 

Notas de juego

*Mordred: El sobrenombre con el que se hacía llamar durante esa época de oscuridad y autodestrucción. Lo eligió porque le pareció trágico... El hijo bastardo de un gran rey, manipulado, manejado por otros y finalmente muerto a manos del que supo que era su propio padre.

 

Espero que te guste. Si crees que debo cambiar algo, incluir mas cosas o lo que seá, dímelo.