Partida Rol por web

Como si no conociera a ninguno de mis acompañantes, cojo la invitación, tiendo al forjado la suya y avanzo hacia la entrada.

-Nos vemos dentro.-Digo secamente.-Vamos Hark.

Avanzo alegremente con la entrada mientras voy saludando a todo el mundo, ya sean conocidos o no. Incluso llego a charlar con algunos de los invitados, como si de siempre los conociese.

-Saludos conde, me encanta su traje... señorita.

Tras entrar con mi mascara puesta,me dirijo a un lugar apropiado para poder divisar lo máximo de la sala e escuchar las triviales conversaciones que a mi alrededor se producen,mi atención se centra en localizar a la persona que buscamos e identificarla en medio de todos esos vestidos pomposos que habitan el recinto....

De buena forma doy mi arco y flechas al sirviente. -Disculpas por mi parte, sepa entender que es común que los elfos llevemos nuestro arco. Cuídelo bien.-

-Un pregunta, mi buen. Solo saber si he llegado a tiempo para oír algunas palabras del anfitrión, véase que me he visto retrasado para la apertura de tal magnifico evento.- Le pregunto al sirviente, mientras suelto un par de monedas de plata en su mano, por el servicio...

Aprovechando el dejar las armas en el saco,y que una daga se queda misteriosamente escondida en mi vestido,le hago una pregunta al sirviente...

Quisiera presentar mis respeto a los anfitriones,¿seriáis tan amable de indicarme quienes son?

La señora Krell, es la embajadora y anfitriona de esta recepcion pero al tratarse de un baile de mascaras no se bajo cual esta ,siento no poder serle de mas ayuda, señores

-No me hace mucha gracia dejar mis armas. Es como abandonar una parte de mí. -piensa Hark. Aunque acto seguido deposita sus armas en el saco. Mira a Flinck sabiendo que él piensa lo mismo al dejar sus herramientas, sus armas, sus creaciones.

- Tranquilo amo!.Yo le protegeré! -  dice.

-No lo dudo.-Digo depositando mis armas.

Acto seguido, esperando que Hark me siga, me coloco el antifaz y comienzo a dar una vuelta por la fiesta. Me mantengo medianamente lejos de los demás y a una distancia prudencial de Hark, intentando que se mantenga  en un decoroso segundo plano para evitar llamar demasiado la atención. 

-Si es deseo de la anfitrona no seamos descorteses- doy mi arma y armadura al sirviente y me pongo el antifaz 

Tal vez sea una corazonada, tal vez no. Pero por alguna razón quería comenzar por allí... Por ella, mas bien decir.
Me moví rodeando la zona de baile, llegando hasta la puerta a la embajada, y sin llegar al escenario me adentre lentamente a la pista, para así encontrarme con esa mujer.
No iba a subestimarme, por lo que empece a citar las ultimas palabras de un conjuro que había preparado en mi cabeza.

Y este salio de la punta de mi lengua, antes de las palabras de: -Permitame esta pieza- Diciendole al oído la mujer con mascara de dragon.

Dejo mi armamento, y me coloco un simple antifaz negros.

Abandono por unos momentos a mis amigos, y me mezclo entre la gente observando y escuchando las conversaciones, a ver si me entero de algo nuevo...

Viendo como el arquero decide llamar la atención, me aparto unos cuantos metros.

-Hark, amigo mío, ¿podrías separarte unos cuantos metros? procura cubrir toda la sala. aunque no tengas armas eres lo más parecido a una que tenemos, y creo que el arquero te va a necesitar.

Me percato de la imprudencia del Elfo y no dudo ni por un instante en esperar los acontecimientos,que se precipitaran a buen seguro en segundos,aquí habrá decenas de personas que ademas de estar pasando un buen rato en una fiestas,son versados en conjuros y detectaran este si no hay contra conjuros en la sala,cosa que me extrañaría si nuestras armas han sido confiscadas,un mago podría matar impunemente a cualquiera si eso fuese así....

- De acuerdo, amo. - dice Hark, intentando mantener el rol de sirviente por si alguien escuchaba. Entonces se pone en una esquina de la sala desde donde contemplaba todos los angulos del lugar. - Disculpe señora ! - dice con amabilidad intentando hacerse un sitio entre la multitud. La fémina ni contestó. Sólo podía articular algunos sonidos guturales que emanaban de su boca abierta.

Hark observaba sobre todo al elfo. Sin duda Siriu estaba arriesgando la tapadera del grupo,aunque, a Hark tampoco le importaba la idea de un poco de acción.

Fui separándome poco a poco de todos, hasta que mi espalda topó con una pared, y eso me pareció un buen refugio por ahora.

Me paré unos instantes a ver las actuaciones de mis compañeros.