Partida Rol por web

No tardasteís demasiado en llegar a las coordenadas recibidas a través del móvil, eso sí... tuvisteis que entrar por un camino de tierra y avanzar por él bastante, hasta llegar al lugar indicado, el cual ya tenía varios coches estacionados. Se notaba que habían rebuscado bien el sitio para que no se viese desde la carretera y fuese más complicado detectarlo e interrumpirlo.

Seguisteis a la gente que se adentraba un poco más en el bosque. A lo lejos ya se oía la música y se podían ver las primeras luces iluminando el lugar.

Visteis rostros conocidos de Hill Valley, compañeros de instituto la mayoría, pero también se veían antiguos alumnos del instituto.. los cuales en breve iniciarían sus estudios universitarios, otros parecían venir de los pueblos cercanos. Fuese como fuese, comenzaba a anochecer y las luces artificiales comenzaban a darle una nueva imagen al oscuro bosque y los jóvenes allí reunidos se divertían todos a su manera.. algunos bebiendo alcohol, otros con drogas, bailando sin más... que más daba... era la hora de la fiesta!

Shyl descendió del coche divertida. Había aparcado entre los coches de Jay y Ryan. Se dirigió al maletero para abrirlo y que pudieseis sacar de allí la nevera portatil, los vasos de plástico y todo lo que habíais metido allí para esa noche. No pudo evitar volver a reir cuando vió a Jay.

A quien se le ocurre traer ese coche al interior del bosque. Siguió riendo. Dios, creía que no pasabas la "piedrecita" del camino... Para la próxima vamos a tener que hincharle más las ruedas... al menos que esté un poco más alto. Volvió a reir nuevamente. Lo cierto es que tenía razón y ese coche no era para ese terreno. Shyl comenzó a repartir bolsar y cosas según os acercabais, luego cerró el coche... Bueno Jay, este es tu terreno... volvió a reir.. aunque no el de tu coche... te sigo. Dijo guiñando un ojo a Tala y Ryan a los cuales les veía más parados... Tommy, tu llevas los vasos y.. ya! dijo finalmente dándole al joven los paquetes de vasos de plástico.

A divertirseeee! exclamó.

Tommy en cambio, parecía un poco más apagado que Shyl. A pesar de lo que había dormido, aún se le notaba cansado y aunque reía las tonterías de Shyl, en el fondo de sus ojos se veía un halo de tristeza.

Cogió los vasos que le tendió Shyl y trató de dibujar una sonrisa. Luego miró el juego de luces que salían del bosque.

Hey, Jay... estos si que la han montado a lo grande.... Tiene toda la pinta de que va a superar a cualquiera de tus fiestecitas... le pinchó un poco a su amigo, tratando así de dejar sus problemas a un lado y centrarse en lo que realmente importaba, disfrutar de aquella fiesta.

Las coordenadas nos llevan al lugar, guiados por el navegador GPS. El camino es una mierda, de tierra y con unas cuantas piedras grandes, aunque ya me esperaba algo así. No es que cuide demasiado mi coche, la verdad, no le tengo especial cariño. Supongo que por lo que significa en realidad, la forma que tiene mi padre de limpiar su conciencia y "comprar" el no tener que estar aquí.

Finalmente, llegamos a la zona en que la gente está dejando los coches. Aparcamos, dispuestos a hacer el resto del camino a pata, ya que al fondo se vislumbran ya las luces de la fiesta.

¿Lista? -Sonrío a Diana, antes de salir del coche, y en cuanto abro la puerta me reciben las risas de Shyl, burlándose de lo inadecuado de mi bólido de carretera en medio de un bosque- Tranquila, Shyl, para la próxima espero haber cambiado de modelo, jaja. -Le sigo el juego, aceptando que lleva razón. Me acerco, ilusionado, y cojo las bolsas que me va pasando, pidiéndole con gestos que me de las que más pesan, para que los bultos menos pesados queden en manos de las chicas- ¿Mi terreno, el bosque? -Desvío la broma, sabiendo que evidentemente se refiere a las fiestas- ¿Qué soy, Indiana Jones? Jajaja... Venga, sólo hay que seguir las luces y la música.

Me fijo entonces en Tommy, que parece realmente apagado. Le prometí no hablar de ello esta noche, sólo divertirnos, pero está claro que algo le pasa. Mañana tengo que hablar con él, saber qué sucede y ayudarle en lo que pueda.

¿Eh...? -Me sorprende el propio Tommy, con los vasos en la mano, comentando la buena pinta de la fiesta y ninguneando las que yo monto en casa- Ehm... S-sí, igual este curso no tengo que molestarme en hacer nada, si esta gente las hace a menudo... -No le culpo por el comentario, se que es una broma para pincharme, pero en el fondo, muy en el fondo, me duele como una puñalada. Porque, broma o no, es verdad. Esta fiesta está montada a lo grande, nada que ver con lo que yo suelo hacer.

Y mi ánimo se ensombrece.

Montar esas fiestas es lo único que se me da bien, lo único para lo que valgo. No soy muy listo ni aplicado, mis notas apenas llegan a la media; soy un jugador de basket que calienta banquillo, sirvo para hacer equipo pero no soy muy bueno; no tengo ninguna cualidad destacable. Las fiestas son lo único que me separa de alguien realmente mediocre. Pero aquí, en medio del bosque, han montado una fiesta con focos, luces, humo, banderolas, equipos... Nada que ver con lo que yo hago, lo único que me hacía sentir especial.

Sí que soy un tío mediocre...

Aquellas coordenadas llegaron a nuestros teléfonos móviles al mismo tiempo, lo cual no era difícil de realizar mediante un sencillo programa informático, lo que sí resultaba más chocante es que contaran con los teléfonos de todos los presentes. Comencé a darle vueltas a aquella idea, elaborando en mi cabeza distintas teorías, pero sin ser capaz de decantarme por ninguna, pues todas eran perfectamente posibles.

Decidí dejar de pensar en bases de datos y estrategias y me concentré en la fiesta. Era momento de pasarlo bien y con suerte limar asperezas. Y con más suerte todavía, poder seguir disfrutando con la gente que había conocido ese día y que deseaba conocer más.

Aunque esta idea se esfumó un poco de mi mente al llegar al lugar del encuentro. Nada más bajar del coche de Jayden, después de responderle con una sonrisa a que estaba lista, este fue abordado por sus amigos y las bromas de estos, erigiéndole de inmediato como guía del evento. Pero bueno, la noche era larga, y no era el único con quien quería estar.

Aunque…

Tras intentar sin éxito que me dejaran llevar algo, me volví hacia Amber, que parecía quedarse rezagada.

- Muchas gracias, Amber.  – volví a repetir a la chica, sintiéndome agradecida por lo que me había ayudado sin apenas conocerme. – Por lo de ayudarme a elegir la blusa, y echarme una mano con el maquillaje y eso… - me expliqué ligeramente sonrojada, avergonzada por sentirme algo torpe en aquellas cuestiones. – Esto de la fiesta pinta bien, ¿No? La verdad es que ya desde lejos el montaje parece increíble… - le comenté mientras avanzábamos.

 Tienen. Mi. Número. Don't panic, Amber. Sólo acabas de llegar a Hill Valley, y ya hay alguien que tú no conoces, pero que sabe tu número y que venías a la fiesta de esta noche y ha decidido invitarte a través de un mensaje desde un número oculto con unas coordenadas. Nada creepy... No. Es muy creepy.  Tal vez tenga una explicación... Tal vez sea algún delegado de algún instituto o algo así que tenga acceso al programa informático de registro del alumnado y así es como tiene la información de todos. Sí, eso es mucho más tranquilizador. Igual todos los alumnos y antiguos alumnos, tuvieran plan o no de venir a la fiesta, han recibido el mensaje. 

 Al llegar, yo misma me convenzo de ello cuando veo que hay más gente por allí en un ambiente de fiesta. Afortunadamente parece que, efectivamente, nuestro pequeño grupo no es el único que ha recibido esas coordenadas, y no vamos en camino de convertirnos en los protagonistas de las típicas películas de miedo de un asesino en el bosque. Y ahora que ya estoy más tranquila ¡A pasarlo bien!

 - No pasa nada mujer, faltaría más. Además esa blusa estaba hecha para ti. - Sonrío, quitándole importancia. Además, ¿Cómo iba a decirle que no con lo mona que es? ¿Y con lo mona que le queda la blusa? Por supuesto no es tan guay como mi chaqueta, mis pantalones y mis botas de cuero, claro. Pero está bien. Según mi forma de verlo a ella le pega ser mona, y a mí, ser guay. Al revés sería raro.

 - Ya ves. Está bien montado, no molestamos a nadie, y encima contamos con alojamiento cerca y todo. - Digo mirando de un lado a otro. Igual faltaría algo de atención sanitaria, pero no creo que pueda pasar nada tan urgente que no se solucione con volver en un coche. - Eh... ¿Sabes si por aquí suelen organizar las fiestas así? Ya sabes, con mensajito y eso. - Pregunto curiosa. No creo que ella sepa mucho más que yo, pero igual Jayden le ha contado algo.

Después de juntarnos todos, volvimos a separarnos en dos grupos. Por un lado los chicos y las chicas por el otro.
Nosotros nos dedicamos a comprar cosas para la fiesta mientras las chicas fueron a comprarse ropa.
Cuando terminamos recogí a Tala y partimos detrás del resto hasta la cabaña del bosque de Jayden. Al entrar al lugar este como siempre estaba impecable no sabia porque la gente seguía llamándole cabaña pues la casa era realmente grande y acogedora. 

Alguna vez había acudido a las fiestas que Jayden había celebrado y siempre le había llamado la atención esta. Parecía como un reducto de libertad donde todos  podía mostrarse  como eran no como en el instituto. Todos olvidaban sus clases y sus problemas durante la noche.

Después de ello el siguiente destino era el lugar de la fiesta. Llegamos allí por la montaña los accesos no eran muy buenos, menos mal que había tomado el 4x4.
Durante todo el trayecto estuve pendiente de ella y de como se encontraba pues estaba preocupado después de todo el incidente con el lobo.

Parece que nos llevan a una gran fiesta. Es en el bosque peor no te preocupes no me separare de ti un momento, vale no va a pasar nada.-Apenas había caído en que si habían lobos después de lo que habíamos visto seguramente estarían en el bosque. Quizás ir ali no era lo mejor para Tala.

Cuando por fin llegamos y vi el lugar. Aquella fiesta parecía bastante bien montada. ¿Quien podría hacer algo así en este lugar sin llamar la atención del sheriff?
Mire a algunos por allí con drogas y otros divertimentos. Puse un mal gesto, a saber como podía acabar esto. Habían gentes de todas las clases y de otros años también.
 
Escuche las palabras de Tommy sobre que aquella fiesta superaba todas las de Jayden.
-Demasiado ruidoso, típico ambiente de discotecas. No es que sea mi favorito pero parece bien montado. No se porque huelo problemas en fin. Sera cuestión de pasárselo bien.
Me quedo con tus fiestas Jay. Sin contar que  en ellas no hay posibilidad de que muera nadie -le comente a este. Con tantas drogas y una accesibilidad tan complicada a saber como podrían llevar a la gente a un hospital.

El hecho de volver a reunirnos todos no tuvo el efecto que me hubiera gustado, mas allá de hacerme sentir mejor, me hizo sentir pero, pero tampoco iba a estar martirizándome todo el día. Y el separarnos para ir al centro comercial y distraernos me sirvió, aunque no de mucho.

Fui mirando las tiendas pero sin ánimo de nada. Me esforcé en mirar vestidos, maquillaje... y me compré un vestido. Ayudé a Shyl a decidir alguna cosa, conversar me ayudó a distraerme, y poco a poco fui recuperando algo de mi sonrisa habitual; sin embargo lo hacía para no preocupar a los demás, y sobre todo a Ryan que se esforzaba por hacerme sentir bien.

En el fondo no me apetecía nada, solo quería volver a casa e investigar sobre lo que había sucedido esta tarde en mi habitación, buscar mas información, llamar a mis padres para preguntar más sobre los cambia pieles. Pero eso sería preocuparme demasiado y... para algo había venido hasta aquí. Eso sí, mi intención era dormir en mi cama y descansar, no tenía ánimos de estar lejos de mi única familia esta noche.

Ryan me recogió y fuimos a la cabaña de Jayden. Allí todos se acomodaron. Yo llevaba puesto mi vestido rojo y botas cómodas algo altas y planas (ya era bastante alta, no quería destacar también por eso): hortera un rato, cómoda mucho. Mientras estábamos allí le mandé mensajes a mi abuela para saber si estaba bien, si Dylan estaba bien... necesitaba una confirmación de que todo estaba correcto y que fuera mi razón de seguir en este lugar.

Tras eso partimos hacia la fiesta. Ryan había tomado su 4x4 y no tuvimos problema alguno para acceder al bosque. La actitud protectora y cuidadosa de Ryan hacia mí me inspiraba muchísima ternura y se lo agradecí todo el tiempo, me hacía sentir un poco mejor solo por todo el empeño que mostraba en hacerme sentir mejor. También aproveché para hablarle de mis inquietudes y de alguna manera, desahogarme y estar mas despejada y preparada para pasármelo bien.

- Gracias Ryan... menos mal que tu viste lo mismo que yo, si no ahora estaría volviéndome loca por intentar averiguar si lo que vi era cierto o imaginaciones mías.

Pensé en Melissa, en Diana... Dios, todo era un desastre, todo lo estaba haciendo mal, tengo que hacer un esfuerzo para mejorar.

Recibí una serie de números en mi móvil, no entendía nada. Se lo enseñé a Ryan por si sabía algo. Traté de no dar demasiada importancia a la procedencia y el por qué de ese mensaje.

Cuando llegamos me bajé del coche, agradecí llevar botas para el campo, y me acomodé mi bolso-mochila en mis hombros. Nos fuimos adentrando en la fiesta y me alegré de ver caras conocidas. Escucho el comentario de Ryan mientras miro alrededor, fijándome en los grupos que se formaban por allí.

Tommy miró a su amigo, como su rostro se entristecía y le pasó el brazo por el hombro. Eh! Ya has oído a Ryan! Tus fiestas son mejores que estas... Además, el ambiente es.. más sano en ellas... Le dijo tirándole un poco de la oreja para acercase y susurrarle. Te recuerdo que estamos aqui para divertirnos... para triste.. yo..

Luego se soltó de Jay y se acercó a Ryan y Tala. Y bueno.. ¿eso del lobo que es? Ryan, tu eres de aquí.. hace años que no hay lobos cerca... De ser así... no estaríamos en medio del bosque. Le guiñó un ojo al chico y se acercó a su oído. No sigas con eso, vas a acojonarla de veras... Le susurró al joven y se pasó al lado de Tala.

Tu no te preocupes... entre Ryan y yo, te protegeremos de todos los lobos que andan sueltos en la fiesta, dispuestos a llevarse con ellos a la chica más guapa del lugar.... miró al resto de chicas luego.. con permiso de las presentes claro.. y sin querer ofender a ninguna.

La tristeza en los ojos de Tommy continuaba latente. Era evidente que estaba haciendo un gran esfuerzo para que el animo no decayese

Continuamos caminando hacia la fiesta, mientras yo seguía charlando con Amber. Sonreí con timidez cuando me dijo que aquella blusa estaba hecha para mí. No sabía si era para tanto, pero la verdad es que no me disgustaba como me quedaba, quizás mi madre tuviera razón y debiera ponerme cosas de ese estilo más a menudo.

Al darle mi opinión sobre la fiesta, pareció estar de acuerdo, apuntando que además al organizarse allí no molestábamos y que contábamos con alojamiento incluso.

- Sí, es verdad, pero eso es gracias a nuestro anfitrión. – señalé, mirando hacia delante con una sonrisa, buscando a Jayden. - ¿Con mensajito? – repetí ante la pregunta de Amber. – Por lo que nos han dicho hoy en clase parece que no. Es Jayden el que suele organizar las fiestas, y todo el mundo está invitado, fíjate que hasta me invitó a mí sin conocerme de nada. Es que llegué a Hill Valley a principios de verano. – explicaba a la chica, justo cuando comenzamos a oír a Ryan también comentar sobre la fiesta.

Aun sin decirnos nada, ambas coincidimos en callar, escuchando lo que Ryan tenía que decir. Por lo que el chico decía parecía que no le daba demasiado buena espina la fiesta, aunque lo que me dejó anonadada fue el comentario final.

¿En serio? ¿Posibilidades de morir?

Inmediatamente miré a Amber, dándome cuenta de que ella hacía lo mismo, parecía tan sorprendida como yo.

- Me alegro de haberte conocido… - susurré a la chica, posando una mano en su hombro y bajando la cabeza, como si me despidiera de la vida. - Será un honor morir a tu lado… - añadí de manera solemne, echándome a reír después.

Tras la pequeña broma sentí deseos de tranquilizar a Tala, pero Tommy se había apresurado a ello, no sin antes dedicar unas palabras a Jayden y Ryan. Llamó mi atención lo dicho al primero, acompañado de aquel gesto.

¿Es que pasa algo?

Me dieron ganas de adelantarme y averiguarlo, pero tampoco quería dejar a Amber atrás. Fue entonces cuando escuchamos a Tommy halagar a Tala, haciendo aquel apunte para que no nos sintiéramos ofendidas.

- Tranquilo, estoy acostumbrada. – respondí a modo de broma. – Pero Amber… Igual ella si que se ha ofendido. – añadí, sacándole la lengua a la chica.

A pesar de las bromas no dejaba de buscar el frente, tratando de obtener alguna pista, hasta que ya más cerca del lugar la música empezó a escucharse con más claridad.

- ¡Oh! ¡Me encanta esta canción! Vamos. – dije de repente, cogiendo a Amber del brazo y tirando de ella hacia delante, para ponernos a la cabeza del grupo y ver si a Jayden le pasaba algo.

Brillante estrategia, Diana. Nadie se ha dado cuenta. Espero.

Iba tarareando la canción, moviéndome junto a Amber, y al rebasar a Jayden y Shyl miré hacia atrás buscando al chico. No parecía demasiado animado, pero ya tenía a su amiga al lado, así que no había gran cosa que yo pudiera hacer.

- "So just dance, dance, dance, come on!" – le canté al cruzarme con sus ojos verdes y sonreí, esperando al menos hacerle reír, sonriendo también a Shyl antes de volver a mirar al frente.

Supongo que el estado de ánimo que me provoca pensar en las dimensiones de esta fiesta se me debe haber notado en la cara. No es de extrañar, de todos modos. Lo que me sorprende es ver a Ryan, que parece estar muy ocupado tratando de que su... lo que sea Tala ahora mismo, deje de pensar en el susto que se han llevado, y dedique un momento a menospreciar esta fiesta y terminar mostrando preferencia por las que yo organizo.

Aunque termine diciendo esa frase lapidaria. ¿Pero no tratabas de calmar a la muchacha, tío?

Tuerzo la mirada a un lado, sin comprender su actitud, pero no digo nada al respecto. Es Tommy quien aparece de repente a mi lado, como una especie de torbellino que me sujeta de los hombros con un brazo, tratando de animarme. ¿Es que leen la mente? Joder, soy como un libro abierto para todo el mundo. También dice preferir mis fiestas, aunque me parece que lo dicen sólo por animarme, porque es evidente que esto está montado mucho más a lo grande. Eso la hace mejor, ¿o no? No se, supongo que depende de lo que busque cada uno...

Con las manos ocupadas con las molsas, le doy un cabezazo a Tommy en el pecho, aprovechando que soy más bajo que él, por decir eso de su tristeza. Le muestro mi más amplia y brillante sonrisa, pero no dejo de susurrarle lo que quiero que oiga.

Mañana hablaremos de eso... -Le advierto, decidido- Pero ahora... ¡A pasarlo bien!

Pero Tommy no tarda en cargar también contra Ryan, recordándole lo que parece que ya le molestaba que medio pueblo le hubiera dicho ya, que no se ven lobos por Hill Valley hace la leche de tiempo. Pongo los ojos en blanco, imaginando la ilusión que le hará oírlo de nuevo, y suspiro. Pero ya, cuando se ofrece a proteger a Tala junto a Ryan, piropeándola en el proceso, mis ojos se abren desmesuradamente, planteándome una locura. ¿Le está tirando los tejos a Tala con Ryan delante? Guau, eso ya está a otro nivel...

Mientras tanto, oigo a Diana tras nosotros bromeando con Amber, y su sentido del humor me arranca una sincera sonrisa. Con cierta sorpresa, la oigo alzar la voz y, al girarme, veo que se adelanta arrastrando a Amber con ella. Las veo pasar a mi lado, y cuando Diana se queda mirándome y comienza a cantar, sonrío cerrando los ojos y agachando la cabeza, avergonzado por su ocurrencia. Sujeto las bolsas con más fuerza y, al alzar mi rostro de nuevo, comienzo a mover los pies al ritmo de la música, dejándome llevar. Es verdad, estamos aquí para divertirnos, y es lo que vamos a hacer.

Observé todo a mi alrededor hasta que reparé en los chicos. Miré a Jayden ladeando la cabeza y luego como las chicas hablaban sin llegar a escuchar nada, tan solo observaba.

Hasta que vi a Tommy hablarle a Jayden y fruncí ligeramente el ceño ante su comentario de las fiestas, parecía acompañar al comentario de Ryan, al cual tampoco le di demasiada importancia. Acto seguido, Tommy comenta el tema de los lobos con Ryan y alzo una ceja durante un instante. Aprecio el esfuerzo de todos en no dar mas importancia al tema de lo sucedido en mi casa, todos apoyan que el tema de los lobos es una locura así que... nada Tala, estás de psiquiátrico... Intenté no pensar demasiado en si yo tenía razón, si no... me limité a suspirar y a dejar la investigación sobre el tema para cuando llegue a casa, lejos de la fiesta.

Cuando Tommy se coloca a mi lado y me dice que me protegerá sonrío un poco, por fin me sentía mas relajada, hasta que puntualiza lo de ser la chica mas guapa de la fiesta. Mi expresión cambia, abro mucho los ojos sorprendida y me ruborizo ligeramente. Apurada miro a Tommy, luego a Ryan y Jayden, y finalmente a las chicas. Cuando Diana dice que no le importa arqueo las cejas y aprieto los labios en un suave gesto de dolor. Pero acto seguido la propia Diana se anima y comienza a cantar, luego Jayden mueve los pies y sonrío mirando hacia abajo, me alegraba que tuvieran ánimos, eso ayudaba siempre.

Luego busqué de nuevo a Tommy con la mirada, había algo en él, mucho esfuerzo por hacernos sentir mejor a todos... aunque tampoco me pareció un gesto exagerado. - Gracias Tommy... sabiendo que tu y Ryan me protegeréis me siento mejor, aunque no sé si... más segura o... quizá no tanto... - Dije estrechando los ojos y luego reí un poco, quería bromear y vi el momento para rebajar la tensión, incluso la mía propia.

Intenté animarme yo misma con la música y comencé a moverme ligeramente, empezando por los hombros y un poco la cabeza, al ritmo de la música.

 - Bueno, ya llevas más tiempo que yo. Llegué hace... ¿Hace ya una semana? No sé, por ahí. - Sonrío y levanto los hombros. Cuando no hay clase, no soy consciente del día en el que vivo. 

 Escuchamos un momento los comentarios del pequeño King sobre la fiesta, demasiado paranoico en mi opinión. ¡Es una fiesta en un bosque! ¿Qué puede pasar? Vale, hay mucha gente, y en las fiestas con mucha gente siempre acaba habiendo problemas, eso pasa en el bosque, en la playa y en la conchinchina, pero si vamos a lo nuestro no tenemos por qué involucrarnos en ningún rollo de nadie. Como mucho te quedas mirando si se lía una muy gorda, de toda la vida.

 Lo de morir... Ya es rayarse. Si alguien se pasa con alguna sustancia, hay tiempo de sobra para llevarlo de vuelta a Hill Valley en algún vehículo, que tampoco faltan. Supongo que hay gente que no termina de estar cómoda con las multitudes, demasiado caóticas o impredecibles. A mí me da igual. Lo que me preocupa más es lo más tonto, lo de la gente sana... Todos ellos parecen serlo, espero que no les moleste mucho que yo no lo sea tanto.

 De nuevo levanto los hombros, sonriendo, y poso también una mano en el hombro de Diana. - Bueno, ya que vamos a morir vamos a pasarlo bien el tiempo que nos queda. - Río con Diana. 

 Tommy trata de animar a Jayden, y también a Tala haciéndole cumplidos. A Diana no le importa, pero aprovecha el comentario para picarme. - ¿Yo? - Me señalo con el dedo entre risas. - Me halagas, Diana. - Admito, mientras me aparto el pelo hacia detrás en un gesto coqueto. - Pero no pasa nada, soy generosa y humilde. Si los 'lobos' de la fiesta van tras las guapas no voy a competir con nadie por el primer puesto. - Resuelvo risueña. Y aunque no hubiera lobos, o más bien buitres, si no he entendido mal a Tommy, tampoco competiría. - Igual si fueran lobas otro gallo cantaría, je. - 

 Diana de repente me agarra del brazo y tira de mí para que nos adelantemos. - ¡Ehh! - Me sorprendo ante el inesperado tirón, pero entonces sonrío cuando la veo tan animada, tarareando la música e ilusionada cuando la escucha.

 Cuando llegamos junto a Jayden y Shyl meto la mano dentro de mi chaqueta y saco un mechero y un cigarro de un paquete que tengo en un bolsillo interior, pero antes de encenderlo prefiero preguntar. Entre una cosa y otra no he fumado desde esta mañana, pero si a alguien le molesta, mejor me aguanto o me espero.

 - Eh, ¿A alguien le molesta que fume? Tendré cuidado y eso. - Pregunto a los chicos, preocupada por poder incomodarlos.

Tommy miró a Amber cuando Diana la mencionó y luego caminó hacia ella. La cogió de la mano y luego se la besó. Mis disculpas hermosa Dama. No era mi intención hacer de menos a nadie. Se giró hacia Diana. Cualquiera de las aquí presentes podría ser la rompecorazones de la noche. Dijo a la friki guiñándola un ojo.

Que Diana tirase así de Amber, le pilló descolocado, pero no pudo evitar sonreir ante el gesto que le hizo a Jay y como este la respondió bailando como pudo con todo aquello en sus manos.

Luego se giró hacia Tala y Ryan. Vió como la joven se empezaba a relajar y a meterse en la fiesta. Eso está bien. Tenemos que disfrutar como si no hubiese un manaña.... Guiñó un ojo a Tala para luego mirar al frente, hacia las luces que iluminaban el lugar. Volverían loco a cualquiera, pero la gente estaba disfrutando de aquello, de la música que pinchaban al fondo.... aunque algunos parecían estar un tanto pasados.

Tommy se acercó a Shyl y aprovechó que Jay estaba bailando con Diana para tirar de ella. La comentó algo y Shyl miró a vuestro alrededor. Luego asintió con la cabeza a Tommy.

Shyl caminaba junto a Jay, tratando de quitarle alguna bolsa o algo. La música estaba alta, pero aún podía escuchar lo que ocurría cerca suyo, no dando importancia al ataque de tontería de Tommy. Simplementé se limitó a mirar un par de veces hacia atrás para ver el resto de reacciones.

Cuanto más os adentrabais a la fiesta, más gente había. Quienes la hubiesen organizado buscaban sacar algún tipo de beneficio, eso estaba claro. Nadie monta una fiesta así en el bosque y atrae a tantos jóvenes, pero.. ¿quién?

Cuando Shyl vió como Diana cantaba y bailaba para Jay, esta se retiró un paso de su amigo, casi al tiempo que notaba como Tommy la agarraba y la comentaba algo. Shyl asintió tras mirar a su alrededor, poniéndose de puntillas.

Chicos! os dijo a todos. Me dice Tommy, y creo que tiene razón, que lo mejor será que nos coloquemos en un lateral de todo este mogollón. Estaremos más tranquilos.... Y en caso de estampida no nos pasaran por encima.

En aquel lado dijo señalando a la izquierda del escenario parece que hay un hueco donde poder montar nuestro mini-campamento. Indicó con una sonrisa a todos. Pero si alguno que sea más alto que yo... o quizás si Jay o Ryan aupan a alguna de las chicas.. quizás encuentren otro sitio mejor.*

El ambiente de la fiesta me deja un poco descolocado, a medida que nos acercamos a la marabunta. Y eso es raro, porque se supone que yo soy un fiestero de cuidado. Pero veo a la gente bastante desfasada, un montón de tíos sin camiseta bailando de forma frenética, y no puedo evitar pensar que hay mucha droga circulando por aquí. Las fiestas que yo organizo en casa suelen ser mucho más, entre muchas comillas, "sanas", como dice Tommy. La gente bebe y muchos se emborrachan, por supuesto; siempre hay algún grupito que decide echarse unos canutos, lo único que les pido es que lo hagan en el exterior para no dejar todo el olor en casa; es inevitable que alguien decida tomarse una pasti de esas de diseño y se desfase un poco... Pero en general casi todo consiste en beber, bailar y reír.

Al final tendremos que dar la razón a Ryan, cuando dice que esta fiesta puede ser hasta peligrosa. Y no por los lobos, precisamente...

Amber, tú fuma si quieres, no te preocupes. -Respondo a la chica nueva, cuando pregunta, aparentemente apurada por poder molestar- Estamos en la calle, mientras no nos eches el humo en la cara como en un interrogatorio de la Gestapo... -bromeo, encogiéndome de hombros.

Shyl llama nuestra atención, compartiendo lo que parece que le ha comentado Tommy, quien parece estar haciendo un gran esfuerzo por mantener el nivel de alegría del grupo por encima de la media. Proponen buscar un sitio algo apartado del mogollón, donde estar más tranquilos.

Gracias... -Murmuro mirando al cielo, agradecido de no meternos en medio de todo ese ambiente desfasado- El hueco al lado del escenario está bien, pero que sea más atrás. Al lado estarán los altavoces y la música nos dejará sordos. Si nos ponemos a la espalda de estos, nos retumbará mucho menos. -propongo, sabiendo bien cómo funciona el asunto. Tuve que aprender sobre la marcha a montar esos cacharros en casa, aunque realmente fue Gus quien los terminó montando. Yo me hice un lío con los cables descomunal.

Me doy cuenta de que para llegar hasta allí hay que pasar por en medio del gentío. No es que no se pueda, no es una discoteca en hora punta, pero es un poco jaleo con tanta gente apelotonada y bailando sin control, además de las luces que te dejan ciego. Miro alrededor, Shyl está con Tommy, y Tala con Ryan. Entonces me acerco a Diana y Amber, que siguen juntas. Paso las bolsas a mi mano derecha.

Eh, chicas, ¿me acompañáis? No quiero perderme entre tanta gente... -Bromeo, guiñándoles un ojo y ofreciéndole a Diana mi mano izquierda, contando con que ella agarre también a Amber- Yo abro camino, ¿vale? -Les digo, sonriente, dispuesto a caminar por delante de ellas hasta el lugar, sin soltar la mano de Diana...

Tras la comida en el Simone’s y la tarde de compras, había podido ver que Amber era una chica muy simpática y divertida, y continuaba pasándolo bien con ella en aquella fiesta. Después de charlar y ponerme a bromear por el comentario de Ryan, no dudó en seguirme la broma, terminando ambas riendo.

Con la salida de Tommy tampoco se quedó atrás, diciendo que le halagaba con aquel coqueto gesto, lo cual me hizo sonreír; y respondiendo al tema de los “lobos fiesteros” de forma bastante ocurrente. Cierto es que su comentario final me chocó un poco, pues no sabía si quería decir que le gustaban las chicas o sólo me lo había parecido; pero eso daba bastante igual. Sin embargo, Tommy no se quedó ahí, continuando con los halagos a las chicas, esta vez hacia Amber. Miré con sorpresa cómo cogía la mano de esta y la besaba, pero lo que realmente me dejó petrificada era la frase que me dedicó, terminando por guiñarme un ojo. Los colores se me subieron de inmediato, mirando hacia otro lado para evitar que se me notara mucho.

¿Q-qué quiere decir?

Queriendo saber si le pasaba algo a Jayden, terminé llevándome a Amber delante conmigo. Entonces me giré para tratar de animarle, y este respondió a mi canturreo con lo que parecía una sonrisa avergonzada, para poco después alzar su rostro y ponerse a bailar, lo cual me alegró enormemente.

Con una gran sonrisa me volví hacia el frente, cuando Amber preguntó si podía fumar, pero antes de responderle fue Jayden quien se encargó de ello.

- Claro, no pasa nada. – apoyé sus palabras, esperando que la chica no se cohibiera.

A medida que nos acercábamos se hizo obvio como la fiesta era un total desparrame. Las luces eran demasiado intensas y la gente parecía totalmente desfasada. El simple tabaco que pretendía fumar Amber ya me parecía dañino, pues lo que se habría tomado esa gente… No quería ni pensarlo.

Por suerte Shyl comenzó a comentar lo hablado con Tommy, proponiendo situarnos en un sitio donde pudiésemos estar más tranquilos. Jayden sugirió uno al lado del escenario, detrás de los altavoces, para que estos no nos molestaran en exceso. Miré a Amber, por si ella tenía algo que aportar al respecto, y es que yo no tenía nada que decir; no era una habitual de las fiestas y nunca había estado en una con semejante barullo.

Entonces Jayden se acercó a nosotras, bromeando con que no quería perderse y pidiendo que le acompañáramos. Asentí riendo, cuando vi que cambiaba las bolsas de mano y me tendía la izquierda.

- S-sí, vale… - respondí a sus últimas palabras, agarrando su mano con algo de vergüenza, para mirar después a Amber y tenderle mi otra mano. – En cadeneta no creo que nos perdamos. – sonreí a la chica, antes de volver a mirar hacia delante, viendo como Jayden nos guiaba mientras sujetaba su mano con firmeza.

Bueno, ¿Este va a por todas o qué? - Ya, no pasa nada. - Sonrío a Tommy por cortesía, verdaderamente sorprendida por su disculpa. No quiero cortarle y ser borde. Puede que al no conocerlo mucho me esté haciendo ideas equivocadas sobre el chico, pero hasta que no diferencie si sus intenciones se inclinan más hacia la broma o hacia la caza de la primera que caiga, creo que bastará con no darle mucha bola.

 Conforme nos acercamos al barullo me quedo mucho más desconcertada. Aquí hay gente muy pasada de todo. Shyl y Tommy tienen razón cuando dicen que deberíamos apartarnos, así nos ahorramos problemas con gente intratable. Normal que no se tomen a mal que fume, viendo el panorama por aquí.

 - Sí, mejor que nos apartemos de todo el barullo. - Apoyo la idea. Es para flipar cómo se emociona la gente por sí sola como para verlos tan amontonados y puestos. A mí me gustan las fiestas, pero me agobia la idea de comprimirme entre gente sin control. Afortunadamente no soy la única que piensa así. 

 Por ahora, y hasta que estemos asentados, vuelvo a guardar el mechero y el cigarro y le doy la mano a Diana para andar entre la multitud sin separarnos. Alargo también mi otra mano hacia detrás, ofreciéndosela al siguiente para formar así una cadena con el resto de chicos y apartarnos de allí sin dividirnos.

Avanzasteis entre el tumulto de gente sin demasiados problemas, salvo algún empujón que otro o por tener que ir pidendo que os dejasen pasar, no encontrasteis más percances. Al llegar a la zona del escenario, visteis que estaba protegido por vallas de metal y con algún corpulento hombre con camiseta donde se leía Seguridad. Por como se movían y como actuaban, se notaba que estaban para que la gente no subiese al escenario y para tratar de mantener la calma en sus inmediaciones. Por lo demás, no parecían ni inmutarse.

Encontrasteis una zona bastante amplia donde estar, sin mogollón sobre vosotros y sin cableado por el suelo. Sólo pasaba algún que otro sujeto por allí para evacuar en el bosque y regresar a la fiesta.

El reflejo de las luces iluminaban lo justo aquel lugar, como para poder meteros en el ambiente fiestero, pero sin estar mezclados con tanta gente desfasada. Shyl ayudó a Jay y al resto a colocar las cosas a vuestro alrededor y sacó las bebidas.

No pienso hacer de camarera, os paso los vasos con hielo y os ponéis lo que os plazca en ellos. Os dijo a todos con una sonrisa mientras Tommy la pasaba vasos y ella ponía el hielo y os los daba. Cuando estuvísteis todos con vuestro vaso, Shyl abrió la botella de Cola-Zero y se sirvió para si y para Tommy, para arrancarse a bailar al ritmo de la música.

Vamos chicos, animaros! Que os veo paradillos!

Tommy rompió a reir y se animó a bailar con Shyl haciendo el bobo con ella.

Al fin llegamos a la zona que habíamos visto, lo bastante lejos y lo bastante cerca de la fiesta para resultar un lugar ideal. Ni estamos metidos en el mogollón, ni nos aislamos en el bosque lejos de todo. Dejamos las cosas en el suelo, junto a un árbol cuyas raíces sobresalen bastante y pueden servir de asiento a quienes prefieren empezar más de tranqui, y entre Shyl y yo las repartimos por el espacio que nos reservamos. Shyl, de hecho, comienza a echar hielo en los vasos y a repartirlos entre la gente, dejando que ellos mismos elijan qué tomar.

Hay un poco de todo, más fuerte o más suave, a gusto del consumidor. -Comento entre risas, colocando las botellas en el centro para que todo el mundo alcance bien, y sacando también algunas cosillas para picar- Y no me seáis guarros, ¿vale? Tenemos bolsas para tirar la basura... -Añado colocando una bolsa abierta a cada extremo del grupo, para ir dejando los desechos. No me he fijado en si los organizadores han colocado contenedores, pero si no siempre podemos llevarlas hasta los coches y luego tirarlas por ahí.

Oigo una voz a mi espalda que me llama. Es Mike, un tío la mar de majo del instituto, con sus pelos a lo afro tan exagerados que le hacen tan divertido. Parece que va a la oscuridad del bosque a hacer sus necesidades, con otro tío al que no conozco. Me hace un gesto al pasar cerca nuestro, recordando la última vez que bailamos con esta canción, en la fiesta de fin de curso, y de dos saltos me pongo a su lado, repitiendo ambos con una coordinación que no da a entender lo improvisado del asunto unos sencillos pasos de baile. Nos echamos a reír y chocamos las manos, antes de que se marche a mear con su colega.

Vuelvo con los demás, justo a tiempo para ver a Tommy y a Shyl arrancarse a bailar directamente. Cojo la botella de cocacola y me sirvo en un vaso, dejando el espacio justo para añadirle una buen chorro de ron. Sólo lo justo para darle sabor, no me van las bebidas fuertes. bebo para divertirme, no para emborracharme. Al alzar la mirada de nuevo, veo a Diana ahí parada y me pregunto... Me levanto y voy a su lado, con una agradable sonrisa en mi rostro.

Oye... ¿has bebido alguna vez? Alcohol, quiero decir... -Aclaro, dándome cuenta de que no era necesario en realidad- Puedo prepararte algo no muy fuerte, si quieres probar...