Partida Rol por web

Teen Wolf - La Nueva Generación

Casa de Byron

Cargando editor
15/11/2016, 16:35
[No Tan Desaparecido] Byron Richards

La cueva

Situada en la zona más pobre de la ciudad, es una casa de dos plantas tan deteriorada que Byron ya ha tirado a la basura varias cartas certificadas del Ayuntamiento donde se les advierte sobre restaurarla o no-sé-qué sobre expropiaciones del terreno por inhabiliti...lo que sea.

La parcela de jardín es bastante grande para la mierda de chabola, de unos 20m2 aproximadamente y con el césped bien recortado y limpio de malas hierbas... dentro de las limitaciones.

El interior no te decepcionará, todo es tan viejo como parece por el exterior. La planta baja consiste en una entrada-cocina-comedor y un salón con una pequeña habitación para el lavabo.

La cocina tiene los fogones sucios, el horno lleno de trastos y una nevera abierta y casi vacía, con sandwiches con moho. Los armarios para guardar los utensilios están todos sin puertas y con un contenido más bien pobre. La pila de platos sucios es tan alta que los gérmenes hacen alpinismo para infectar la parte superior. La mesa para comer está tan sucia y pegajosa que las hormigas vienen como si fuera un comedor social.

En el salón hay una vieja televisión y un sillón atrotinado, donde se sientan a relajarse los cerdos que trae Wen o Jenn, como se llame, después de trincárselos y sacarles la pasta por el —seguramente— peor polvo de sus vidas.

En el piso superior, si es que se tiene el valor de subir por las chirriantes escaleras, están los dormitorios y la ducha. Como Brenda suele dormir en casa ajena, en la cuneta o en la entrada (a veces tiene suerte y llega al sillón), el piso superior es el santuario de Byron, casi como otra casa. No se puede decir que esté nuevo, pero como mínimo está limpio y ordenado.

 

La habitación de Byron tiene una litera donde duermen Byron y Ted, un escritorio hecho a mano y un armario empotrado, también hecho a mano. La habitación de invitados únicamente tiene una cama y una pequeña mesa de noche, no, no es hecha a mano, sino que el bueno de 'Kill' la robó amablemente hace un par de años. En el baño hay un retrete, una ducha, el armario de las medicinas y una vieja y ruidosa lavadora. Por supuesto, estas tres habitaciones estan cerradas con llave cuando Byron no está o cuando Brenda sí está.

Hay un sistema de calefacción, pero por desgracia cuando se enciende hace tanto ruido y las cañerías tiemblan tanto que parece que en cualquier momento todo va a hacer POP y va a volar por los aires. No sería tan malo, pero no soy friolero.

Por supuesto, también hay luz y agua corriente, aunque el teléfono está cortado por impago. Y... antes de salir agua siempre salgo algo de barro y la mitad de las bombillas del piso de abajo están fundidas. Qué se le va a hacer.

Evidentemente, tampoco hay internet ni televisión, aunque eso fue porque lo vendí a cambio de medicinas tipo D.

Cargando editor
15/05/2017, 06:31
Director
Sólo para el director
Cargando editor
21/09/2019, 20:06
Narrador

Casi oscurecía cuando llegásteis a Hill Valley guiados por el instinto de Reiner. No había dinero para pagar una triste habitación de un motel y tampoco disponíais de demasiado tiempo para buscar algún tipo de alojamiento. Así que, guiados por los lugareños, dísteis con la "zona pobre" de Hill Valley encontrando enseguida una casa donde pasar la noche. Seguramente hubiese sido mejor una cabaña en el bosque, pero el tiempo apremiaba y era lo que había.

La puerta estaba abierta, era la más clara invitación para pasar. La casa daba asco por dentro. Todo estaba sucio y desordenado. Pero para lo que íbais a usarla o al menos esperábais pasar poco tiempo en ella, estaba bien... aunque las cucarachas aún eran visibles correteando por aquel lugar a pesar de estar ya en septiembre.

Reiner estaba seguro de que aquel pueblo era el lugar donde se encontraba la criatura que lo mordió noches atrás. Quien podría darle respuestas a sus miedos y preguntas y quizás quien le enseñase a controlarse cuando cada noche cambiaba de forma y cazaba en los bosques cercanos. Por fortuna no había agredido a nadie o al menos eso era lo que él mismo creía, puesto que no recordaba nada tras cambiar de forma. Pero las noticias hubiesen dicho algo al respecto, ¿no? Y por el momento nadie había mencionado ataques salvajes por los lugares por los que habíais hecho noche.

Revisando la casa, encontrásteis algunas latas de comida sin caducar, solo que con algunas aboyaduras y que la vivienda contaba con luz y agua corriente, seguramente "robada" de algún tendido público. En la planta superior encontrásteis algunas puertas cerradas con llave, pero nada que ver con la mierda acumulada en la planta de abajo. Un par de dormitorios si estaban abiertos y las camas parecían ser medianamente confortables...

Notas de juego

Por el momento olvidar todo lo que sabéis de Hill Valley. Estáis unas 16 horas antes que los demás jugadores. Para ellos este tiempo ya ha pasado.

Cargando editor
21/09/2019, 20:32
Nora Fanning

Miré al cielo antes de atreverme a entrar. Para Reiner, todo aquello daba lo mismo porque él estaba siguiendo su rastro y nada de lo que pudiera hacer o decirle iba a servir para conseguir que cambiase de opinión. Me había arrastrado hasta aquel lugar, y sabía que protestar significaba recibir una réplica del estilo... "pues ya sabes cuál es el camino de regreso". Sí, lo sabía, al igual que también sabía que en el fondo, me necesitaba y me quería y que yo era la única persona, al menos de momento, con quien podía compartir la maldición que llevaba encima.

A cambio, yo cargaba con la mía propia. Cuidar de él, evitar que hiciese daño a alguien y que se condenase para siempre, y por supuesto, que nos encontraran. 

Pero nuestra situación distaba mucho de ser buena. Sin apenas dinero, los refugios a los cuales podíamos aspirar eran pocos y aquella casa de aspecto miserable, consitutía para nosotros todo un descubrimiento y el mejor lugar del mundo para poder descansar.

Todo un regalo.

Miré al cielo, rezando porque todo fuese una pesadilla, pero no lo era, y el chirrido de la puerta al empujarla me devolvió a la cruda y asquerosa realidad.

Pero por dentro estaba incluso peor que por fuera. Si exteriormente parecía que hubiese sufrido los efectos de un terremoto de nueve punto nueve en la escala Richter, por dentro era como si hubiese logrado resistir, a duras penas, eso sí, a una hecatombe nuclear.

-Jupiter, esto es asqueroso -dije en voz alta, sin poder evitar verbalizar lo que sentía al ver aquel lugar. Yo, que había pisado las mejores casas, llevando los zapatos más caros y los vestidos más exclusivos, me arrastraba ahora por el interior de un cubo de basura, llevando tan solo unos vaqueros de pura imitación y una camiseta con manchas más grandes que mis ojos.

Unas cuantas cucarachas cruzaron de una habitación a otra como si el pasillo fuera la autopista principal, y pensé inmediatamente en el tamaño que debían tener las ratas.

Tan grandes como leones, seguro.

Pero ya tenía práctica en superar mis miedos y ascos. Partiendo de la estúpida idea de que si las ignoraba, ellas harían lo mismo conmigo, evité mirarlas y me dirigí hacia lo que parecía ser la cocina. Los muebles estaban corroídos por la humedad y seguramente por la carcoma, y a punto de caerse. Había restos pegajosos en los estantes, de colores diversos, que ni en mis peores pesadillas me atrevería a tocar, pero también algunas latas en conserva que al examinarlas, vi que todavía no estaban caducadas. La comida era todo un lujo que no podíamos despreciar y tenía tanta hambre, que me hubiera conformado hasta con una lata de comida para perros.

Cogí dos latas y las coloqué sobre la mesa de lo que parecía ser el salón. No me atrevía a sentarme en las sillas, pero había un sillón que bien podía haber utilizado Marlon Brando en El Padrino, así que ya sabía en donde comería. Volví otra vez a la cocina en busca de un abrelatas pero no encontré ninguna. Sí que había un par de cuchillos grandes. Uno de esos bastaría para abrirlas.

Al ver el grifo, probé a ver si había agua. La había, y parecía limpia, cosa extraña. Aproveché para refrescarme la cara y beber un poco. No sabía muy mal del todo, un poco a óxido aderezado con un sabor que no logré identificar, pero que era soportable.

-Al menos tenemos agua -le dije a mi hermano.

Después, nos atrevimos a subir al piso de arriba utilizando aquellas escaleras, que podían haber desaparecido bajo nuestros pies, pero que únicamente crujieron a cada paso que dábamos. Decidí que no estaban para utilizarlas demasiado y que a partir de entonces, tendría que limitar mis paseos. Pero mereció la pena. Había dormitorios y camas que parecían confortables. Al tocar una de ellas, incluso apetecía tumbarse.

En mi interior explotó todo lo que llevaba dentro y me eché sobre ella boca abajo, ahogando mis sollozos. ME pregunté cómo había terminado así y si alguna vez mejoraría nuestra vida, porque desde que nos marchamos, todo iba de mal en peor. Si ahora su maldito instinto licántropo, olfato o lo que fuera nos había llevado hasta allí, podía ser bueno para él, a saber por qué, pero y yo. ¿Qué me ocurriría a mí?

¿Qué iba a ser de mí?

Cargando editor
23/09/2019, 16:36
Reiner Fanning

Ya hacía tiempo que no llamaba hogar a nada...a ningún sitio, y desde luego, a ningún concepto. ¿Qué es tu hogar? Es por supuesto, algo más que tu casa...es donde te sientes seguro, donde los peligros no llegan y donde puedes descansar. Ni estaban seguros, ni podían descansar, ni podían retroceder.

Solo el instinto y una extraña llamada guiaba a Jupiter, ahora bajo la identidad falsa de Reiner, a este extraño lugar...todavía recordaba la primera noche que se transformó: siempre supo que esa herida era fea. Primero fueron las pesadillas y luego...bueno, luego el ansia viajera, el ansia de sangre y el ansia de violencia.

Que oye..tampoco estaba tan mal...pero la inteligencia de Jupiter le daba para atar cabos: no conocía hombres lobo, salvo por las pelis, así que había que ser muy listo... los humanos temen a lo diferente, así que alguna agencia del gobierno o alguien los acaba matando para ocultar su existencia del gran público.

Y sólo quedaba esto, contárselo a su hermana... por unas horas estuvo a punto de contárselo a Mike, su amigo de toda la vida, pero lo descartó. Dos hermanos pijos, malcriados y sin recursos a la fuga: esto era sin duda la comidilla de Beverly Hills; pero más allá de los chismorreos, los postadolescentes -o no tan posts- estaban pasándolo mal. Puede que fuera una casa destartalada, pero por ahora era lo mejor que tenían. Ni temía a las ratas ni a las cucarachas, es más, seguramente acabarían huyendo ante su presencia en cuestión de minutos... su hermana le dijo que al menos tenían agua, un alivio...se daría una ducha fría pronto, porque eso sí que no, gas no iban a tener.

-Bueno, agua y electricidad.... y no es un sitio tan malo, es hasta acogedor- realmente no lo era, pero le daba igual, estaba cansado porque habían llegado..pero.. y ahora que? Recorrió la casa un par de veces más la casa y se sentó al lado de su hermana que se había tumbado*.

-Tengo la sensación que sea lo que sea lo que hay aquí...me encontrará- le dijo confuso.

Notas de juego

*este fijo no se da cuenta que estás sollozando

 

vaya tela el megapost que te has currado que me ha dejado KO varios días xD

 

Cargando editor
23/09/2019, 19:06
Nora Fanning

Júpiter no se sentía igual que yo, era evidente. Para él, que había sido empujado por su propio instinto, todo aquello era casi como una aventura, el despertar después de una vida de esfuerzo fatuo y una lucha perdida de antemano por lograr ser aceptado en un tipo de vida al que no le dejaban pertenecer, simplemente porque su apellido se lo impedía.

¡Claro que para él era acogedor aquel asqueroso lugar! ¡Cualquier lugar que estuviese fuera de la órbita de nuestra familia era bueno, sobre todo cuando por primera vez, solo había una cosa que importaba.

Él, él, él.

Sentí como se sentaba en la cama, junto a mí, pero no para abrazarme, decirme que no me preocupara, darme ánimos o simplemente, quedarse allí tumbado, a mí lado, demostrándome que le importaba. 

En absoluto.

Se sentó y su voz se elevó por encima de mis cuasi silenciosos llantos.

-Tengo la sensación que sea lo que sea lo que hay aquí...me encontrará

Y aquello me hizo enfadar.

Mi mente había sufrido lo indecible para llegar hasta allí, abandonando la comodidad de un hogar y una vida hechos a mi medida. Cuando salía con mis amigas, por muy falsas que fuesen, no deseaba hacer otra cosa; cada vez que iba de tiendas, podía percibir que había encontrado mi lugar con tanta facilidad, que casi me hacía sentirme mal por todos aquellos que, como mi hermano, aún se sentían disconformes con el sitio que ocupaban. Pero no yo, que llevaba la vida que quería, y que veía un futuro como el champán rosa, lleno de burbujas y colorido. Pero tomé mi decisión, una que muchas veces desde entonces había considerado como un error, porque Júpiter no demostraba que valorase aquel esfuerzo por mi parte o que supiese lo que había sacrificado para cuidar de él.

Era un puto egoísta. ¿Lo estaría siendo yo también en aquellos instantes? Pudiera ser, desde luego, pero ya era hora de que me tocase a mí.

Así que al escucharle, volví la cabeza enfurecida.

-¿Te encontrará? ¿Qué lo que sea te encontrará? ¡Es que no vas a dejar de pensar en ti mismo ni un solo momento! ¡Abandoné todo por acompañarte, por ayudarte, y todo lo que se te ocurre cuando me traes a un sitio tan asqueroso como este es comentar... que lo que sea que te ha llevado hasta aquí te encontrará!

Tenía que explotar. Era lo que necesitaba por todo el amargor que sentía en mi interior, que había ido acumulándose cada día, con cada kilómetro que nos habíamos ido alejándonos de mi vida anterior.

Si las miradas matasen, la mía habría atravesado su cabeza como si le hubiera insertado una lanza. Imaginé su cuerpo tendido en el suelo, sobre un charco de sangre, y a mí misma pasando por encima de él, ignorándolo, para regresar a casa y encontrarme a mis padres abrazándome y llorando de felicidad. Si a Júpiter no le importaban, ¿por qué debíamos los demás preocuparnos por él? ¿Por qué?

Me levanté y sin mediar más palabras, bajé las cochambrosas escaleras. Necesitaba salir y librarme de él aunque fuera solo durante unas pocas horas. Sentía que me ahogaba y nadie se lanzaba al agua para rescatarme y menos que nadie, mi propio hermano.

-Necesito tomar el aire. Ya volveré -dije con sequedad, mientras mis piernas me llevaban fuera de allí, fuera de aquella mansión de lujo que Júpiter me había regalado como recuerdo de la nueva vida de mierda que me ofrecía.

Notas de juego

jajajaja es que me salió así :P

Cargando editor
25/09/2019, 21:52
Narrador

Saliste al exterior a punto de explotar. La luz del sol aún alumbraba el lugar, el cual se te antojó vacío y solitario. Al mirar a tu alrededor no viste a ni un alma en la calle o quizás era lo que tu mente, ahora trastocada por todo lo que te estaba pasando junto a tu hermano, te quería mostrar.

Estabas cansada del viaje y dolida por el egoísmo de Júpiter, quien no parecía querer ver el daño que estaba haciendo con su actitud y con lo que era en aquel momento. La única que parecía darse cuenta de todo aquello eras tú. Por un momento pensaste en lo bien que te hubiese ido siendo tan egoísta como él, mirando solo por ti.

Ahora estarías en casa, preparándote para salir con tus amigas y no en medio de aquel lugar que a saber si los habitantes de Hill Valley sabían que existía. Aunque seguramente sí, puesto que las facturas y al menos el cartero debería pasar por allí al menos una vez al mes.

Pero el aire puro que se respiraba te devolvió algo de serenidad. Realmente no sabías ni donde estabas, ni la clase de gente que vivía allí. El sol se iba ocultando poco a poco, dejando paso a la oscuridad y unos chillidos te hicieron mirar hacia la casa de la cual acababas de salir. Las ratas, asustadas por algo, seguramente aterradas por lo que era tu hermano, huían de la casa buscando refugio en las casas vecinas y en los huecos por donde se pudiesen colar.

Cargando editor
25/09/2019, 22:00
Narrador

Y así fue como tu hermana, superada por la presión y por las circunstancias, te dejó solo en aquella desconocida habitación. Pudiste escuchar claramente como descendía las escaleras e incluso como sollozaba al salir al exterior. Era parte de tu maldición. Tu oído, al igual que tu olfato y tus reflejos* habían aumentado aún estando en forma humana. Si no fuese porque perdías el control por completo al caer la noche, disfrutarías de aquellos dones que habías recibido. De hecho lo hacías siempre que podías y no recordabas en que te convertías al oscurecer.

Y tal y como pensaste, pasados unos minutos, escuchaste como pequeñas patas recorrían la casa, acompañadas de pequeños chillidos. Al asomarte por la ventana, viste como las ratas abandonaban el lugar. Habían olido lo que eras y decidido huir de tan salvaje depredador. Mientras observabas su marcha, viste que tu hermana estaba plantada en la calle, dudando hacia donde caminar, mientras que el sol dejaba de alumbrar el lugar y la noche comenzaba a tomar posesión de Hill Valley y pronto la bestia de tu cuerpo.

Notas de juego

Siempre que uses esas habilidades en tirada, dependerás del dado alto. Lo he dejado anotado en tu ficha para que no se nos olvide.

Cargando editor
25/09/2019, 22:19
Nora Fanning
Sólo para el director

Notas de juego

Ejem, ¿chillidos como los de mi hermano al transformarse, que supongo que ya habré oído, u otra cosa?

Cargando editor
25/09/2019, 22:27
Narrador

Notas de juego

Las ratas chillan ;)

Cargando editor
26/09/2019, 11:16
Nora Fanning
Sólo para el director

Los sonidos de la noche eran algo con lo que ya estaba acostumbrada y había descubierto que me hacía sentir mucho mejor. Durante el día, viajar y conseguir dinero para seguir adelante llenaban mi amarga existencia y por eso al caer el sol, parecía que todo mi cuerpo decía... "por fin, ahora podré descansar y olvidarme de quién soy durante unas horas"... siempre que mi hermano no empezara con sus transformaciones.

Ahora, al alejarme de la casa, esa construcción de lujo habitado por ratas y cucarachas casi en exclusividad, iba recuperando poco a poco mi personalidad. Sentía que a medida que mi hermano y yo nos distanciábamos, mi mente lograba regresar unos momentos a mi antigua vida, la que formaba parte de mí de verdad.

Además, no parecía que pudiera contar con Júpiter para nada y tenía la sensación de que en cualquier momento, incluso me acabaría abandonando. No sabía por qué me había ido con él, por qué lo había dejado todo para correr a su lado y cuidarlo.

Maldita sea el instinto de hermana mayor...

Solo esperaba que al menos, durante unas pocas horas, pudiera ser yo misma.

Por eso me estaba alejando y por eso también, no me sentía mal al hacerlo. Si a Júpiter yo le importaba de verdad, debía concederme aquellas pocas horas de libertad.

Con aquellos pensamientos como una compañía, seguí caminando sin rumbo fijo, dejando atrás lo que conocía y ansiando hallar algo de paz más adelante, de la manera que fuese.

Cargando editor
29/09/2019, 11:34
Narrador

Permaneciste allí en pie inmóvil, con tu cabeza saturada de pensamientos mientras observabas a tu hermana en la calle. No sabes cuanto tiempo transcurrió desde que te quedaste así, ido. Pero cuando volviste en ti tu hermana ya no estaba allí al igual que la luz del sol. No te quedaba demasiado tiempo para cambiar de forma y no sabías donde estaba Nora.

No podías controlarte cuando cambiabas a aquella forma y ella sabía perfectamente que, mientras no se cruzase por delante de aquella bestia en la que te transformabas, estaría a salvo. Normalmente se encerraba para evitar esos encontronazos, pero su olor era demasiado tenue para que estuviese en la casa.

Entonces sentiste como tus manos comenzaban con aquel rigor y la tensión del cambio. Al mirarlas, viste como las uñas se convertían en garras y tus dedos acompañaban aquella nueva forma que estabas tomando...

Cargando editor
08/10/2019, 17:11
Reiner Fanning

De momento le era imposible resistirse a algo así...tal vez aprendiera o alguien le enseñara, pero hoy no se iba a resistir. Se quitó los zapatos frotando un tobillo sobre la pierna contraria.. no quería romper otro par. Primero el derecho y luego la izquierda, ambos salieron revoleados mientras la noche invadía al joven licántropo quien sentía los aullidos en su mente y la noche lo iba invadiendo...

Desde lo más profundo del bosque hasta su corazón iban llegando como ráfagas sentimientos, sentimientos de rabia y libertad... oponerse a esta transformación era realmente complejo; pero dejarse llevar era sin duda fácil: desde las puntas de sus dedos-ahora garras- hasta las arterias de su corazón el cambio invadió el joven que lanzó un formidable aullido cuando el cambio terminó.

Esta noche quería respuestas, pero también quería disfrutar. 

Cargando editor
20/10/2019, 20:34
Desconocido

Tu cuerpo cambiaba y sabías que pronto tu instinto mandaría y lo peor, que no recordarías nada de lo ocurrido durante aquella noche nuevamente. Pero no sabías que aquella noche sería distinta.

Un nuevo olor te llegó al cambiar de forma a parte del de tu hermana. Venía del piso de abajo. Era un olor fuerte, salvaje... un olor que llevabas tiempo persiguiendo sin saber a quien o que te llevaría.

Tu instito te hizo descender al piso de abajo, buscando la causa de aquel olor y entonces le viste ante ti. Era un hombre de unos treinta y muchos años, quizás cuarenta. Sus ojos permanecían fijos en tí. Alto y bien formado, no te temía y era lo único que se interponía entre la salida de aquella casa y tú.

Pero eso no era todo... Detrás de él, alguien más se acercaba...

Cargando editor
20/10/2019, 20:46
Narrador

Llegaste a casa después de aquella entrevista con Martha y con la promesa de pasar la prueba al día siguiente. No te hacía madrugar precisamente y la mujer se había volcado contigo. Y lo mejor de todo: volvías con el estómago lleno. Quizás había visto algo especial en ti o era demasiado confiada o simplemente se reducía todo a la pena. No lo sabías, pero fuese lo que fuese lo que aquella mujer tuviese en la cabeza sobre tí, no te lo dijo, tan solo te dio aquella oportunidad.

Pero tu casa no estaba vacía, no aún. Ya había oscurecido y suponías que tu hermano ya estaría correteando por el bosque cercano. Pero no era así. Había luz en la planta baja y la puerta estaba abierta de par en par. Desde tu posición veías claramente dos siluetas. Una, que acaba de entrar en la vivienda correspondía a la de un hombre alto y con aspecto atlético. Estabas a contraluz por lo que no podías ver mucho más.

Dentro estaba tu hermano. Su manera de moverse encorvada, los movimientos asalvajados. Sin duda era él. Pero... ¿Y el otro hombre? ¿Acaso la vivienda no estaba tan abandonada como pensábais?

Cargando editor
20/10/2019, 21:14
Nora Fanning

Para cuando llegué a la cochambrosa casa que habíamos encontrado, ya estaba medianamente recuperada de mi bajada de defensas ante Martha. Tampoco era la primera vez que todo aparecía pintado de color de rosa, para volverse gris al minuto siguiente, así que me dije a mí misma que nada de falsas esperanzas; una pequeña, como mucho.

Prueba de ello es que había luz en la casa. Mi hermano debía estar por ahí suelto, dejándose llevar por sus instintos, y sin embargo, había alguien allí dentro, ya fuese él o alguien más. Eso me hizo acercarme con cautela. Las puertas, me fijé, estaban además abiertas y a través de ellas, dos figuras se encontraban frente a frente: un hombre a quien no podía distinguir bien... y mi hermano en su forma lobezna.

Mierda.

Ignoraba quién coño era, pero si no se quitaba de allí, en cuestión de segundos iba a ser comida para cerdos, así que me di una carrera para llegar hasta la puerta, entré y en cuanto alcancé la espalda del tío, fuera quien fuese, tiré de él.

-¡RÁPIDO, FUERA DE AQUÍ! - grité, arrastrándolo hacia fuera y ocultándonos tras la pared, de manera que quedase la puerta completamente libre.

Asustada y cansada, realicé varias respiraciones profundas antes de mirar al misterioso visitante a quien había salvado la vida. Al final, no iba a poder ir al día siguiente a Simone's. Había sido bonito, pero tal y como había pensado, demasiado para durar, y otra vez debíamos huir a un nuevo lugar.

Cargando editor
24/10/2019, 01:05
Desconocido

Tiraste del hombre con todas tus fuerzas, pero no le moviste ni medio paso. Tu grito no pareció alterarle, algo que a tu hermano sí y soltó un profundo y largo gruñido amenazador. El hombre te mió. - No. - Te dijo y entonces le reconociste como el hombre de la cafetería. Pero... ¿qué demonios hacía allí? ¿Cómo había llegado? Y lo peor de todo... ¿por qué no temía a tu hermano?

Entonces el hombre se giró hacia Júpiter y le sonrió. Mientras giraba, viste como sus ojos se tornaban rojos... un color rojo antinatural. Miró con firmeza a tu hermano, que se había vuelto más agresivo al tiempo que se veía atrapado.

- No soy yo quien teme a tu hermano... - Te respondió firme y seguro. - ... es él quien debe arrodillarse ante mí y controlar lo que es ahora. - Tras estas palabras, el hombre mostró unos afilados colmillos ante tí y gruñó con fuerza a tu hermano, el cual acabó asustado y agachado en un rincón. El hombre dio un par de pasos más y se adentró en la casa.

- Debes aprender a controlarlo... y yo seré quien te enseñe a hacerlo. - Le dijo mientras que Jupiter caminaba hacia atrás asustado. Se había dado cuenta de que delante tenía un depredador más poderoso que él. - Hazlo chico... sal, contrólalo... - Susurró a tu hermano, prácticamente olvidándose de ti en aquel momento.

Cargando editor
24/10/2019, 10:44
Nora Fanning

Mieeeerrdaaaaa.

Cuando era joven, idiota y rica, todas mis preocupaciones eran a qué tienda iría en cuanto estuviese libre, si mis padres se enterarían de que no había ido a las clases o si cuando me enrollara con Davis, el capitán del equipo de rugby, tendría tiempo para usar un condón. Echaba de menos mis zapatos de Christian Louboutin, al igual que mis visitas a la tienda de Louis Vuitton.

Y en aquellos instantes, me di cuenta de cómo habían cambiado, tanto mis aspiraciones como mis prioridades. Para mí, Júpiter se había convertido en una maldición que arrastraría durante mucho tiempo; él, toda su existencia y yo, mientras me sintiese responsable y viese en él, no en lo que se había convertido, sino en el hermano pequeño que era, inmaduro, impetuoso, un auténtico imbécil, pero mi hermano al fin y al cabo.

Pero cuando me quedé clavada al no poder llevarme conmigo a aquel hombre, comprendí que todo era diferente... y lo sería para siempre. El hombre era el que nos había dejado a mí y a Martha y estaba con una actitud, no aterrorizada, sino todo lo contrario. De hecho, permanecía allí, de pie, desafiando el autocontrol de mi hermano sin inmutarse.

Cómo sabía que estábamos allí y por qué había venido, eran preguntas que mi cerebro rápidamente desechó en cuanto pude ver sus ojos y también el resto de su rostro, porque entonces quedó claro que era como mi hermano; exactamente lo mismo que él.

- No soy yo quien teme a tu hermano...  ... es él quien debe arrodillarse ante mí y controlar lo que es ahora.

El tío desarrolló unos colmillos que me recordaron a los de Júpiter, pero también una agresividad que ahora comprendía que mi hermano jamás había tenido, porque logró que retrocediera asustado. Era como si aquel hombre fuese su líder.

Joder, este lugar está lleno de licántropos. ¡Por eso Júpiter sentía que quería venir aquí! Se sentía atraído por los demás. Y este... debe ser su líder, el jefe de la manada o algo así.

Debes aprender a controlarlo... y yo seré quien te enseñe a hacerlo. Hazlo chico... sal, contrólalo... 

Aquello me superaba. No iba a ser capaz de manejar todo aquello, un lugar lleno de criaturas  monstruosas que se enfrentaban entre sí por dominar al resto, mientras los humanos como yo permanecíamos a un lado, bien como simples espectadores... o como presas.

Sin darme cuenta, había ido retrocediendo hasta la puerta, sin tragar apenas, respirando cada vez más fuerte, más asustada, y cuando me vi fuera de la casa, me eché a un lado, apoyé mi espalda contra el muro y cerré los ojos, esperando a que mi hermano, finalmente, saliese a toda velocidad.

Esto es una pesadilla, pensé. Yo solo quiero una vida normal. ¿Tan difícil es de conseguir?

Simone's parecía estar ya tan lejos, como si hubiese sucedido hacía una eternidad. ¿De verdad iba a poder ir al día siguiente para trabajar de camarera, mientras estaba rodeada de aquellos monstruos como mi hermano, por todas partes? ¿Sabría Martha lo que había aquí? 

Abrí los ojos y me concentré en el movimiento de las hojas de los árboles, las nubes que cubrían parcialmente la luna y la brisa de la noche, que parecía crear un ambiente de misterio que en nada se parecía a lo que cualquiera esperaría. Aquello no era una puta noche de Halloween con máscaras y dientes postizos. Mi hermano era un monstruo, y era real; aquel hombre era otro monstruo y también era real. A lo mejor era yo lo único falso de todo el lugar. Después de todo, mi hermano parecía que ya no me necesitaba. ¿Para qué estaba yo allí?

Joder, por qué he arruinado mi vida.

Cargando editor
28/10/2019, 01:29
Desconocido

Mientras tomabas el aire, podías oír a tu hermano gimoteando asustado dentro de la casa. Sabías que él no se había buscado aquello y ese era el poco consuelo que te quedaba frente a todo lo que estaba pasando allí dentro. En ese momento sentiste como alguien te agarrana de la mano. Al mirar, viste al desconocido, el cual te sonreía con dulzura. - Vamos, pasa... - Te dijo con voz tranquilizadora.

Sus ojos estaban normales, como los de cualquier hombre, al igual que sus dientes. - Ya no te hará nada... si es que alguna vez llegó a hacerte daño. - Te señaló a tu hermano, estaba tirado en el suelo, hecho casi un ovillo y tembloroso. -  Pero no te acerques aún... no ha sabido controlarse... y aún le domina su lado animal. Pero está ahí, peleando por salir...

» Lamento que nos conozcamos así. Soy Peter Hale. - Te tendió la mano. - Sentí ese olor a cachorro descarriado pegado a tu cuerpo en el Simone's y no pude evitar seguir tus pasos hacia aquí. - Miró a tu hermano.- Necesita ayuda y solo yo se la puedo dar ahora mismo... si no controla lo que es, acabará matando a alguien o peor aún: siendo cazado. - Te volvió a sonreír. - No debes temerme... no soy un monstruo que se come a las jovencitas. Soy como él, un hombre-lobo. Solo que yo si se usar mi don.

Cargando editor
28/10/2019, 10:38
Nora Fanning
Sólo para el director

Fue un momento en el cual, me sentí completamente desplazada del universo en el que me encontraba. No sabía ni cuál era mi lugar, ni la razón de ser para estar allí, ni si alguna vez la encontraría. Con los ojos cerrados, oía el movimiento de las hojas de los árboles, el ulular de los búhos y el suave correteo de los animales nocturnos que se movían por el suelo aprovechando las sombras; era la vida en estado puro. Pero también sentía el frío de la brisa de la noche, ese que recordaba que era más fuerte que yo, más cruel, y que podía acabar conmigo sin inmutarse. El mundo no sabría de mí si desaparecía, nadie me recordaría, nadie sabría que había pasado por allí.

Ni siquiera Júpiter. Lo peor de todo, era que pensaba que ni siquiera a él le importaba.

En el interior, los gruñidos de mi hermano se transformaron en gemidos asustados y no fue hasta que unas manos sorprendentemente calientes me agarraron, que abrí los ojos y me atreví a volver al mundo real. El hombre del restaurante, estaba ahora normal y me hablaba con voz dulce y tranquilizadora.

Yo lo miré, asustada, sin saber qué decir pero dejándome arrastrar hacia el interior. Estaba claro que sabía mucho más que yo y que era capaz de conseguir lo que yo no había podido.

» Lamento que nos conozcamos así. Soy Peter Hale. Sentí ese olor a cachorro descarriado pegado a tu cuerpo en el Simone's y no pude evitar seguir tus pasos hacia aquí. 

 -Yo... soy Nora. Él es Júpiter... bueno, Reiner mejor. Cuando se transformó, huimos de casa. Es.... mi hermano menor -le dije, dándole la mano y sintiendo que de alguna manera, podía confiar en aquel hombre. El hecho de que él fuese también un hombre lobo no me asustó en absoluto. De hecho, me sentí mucho mejor sabiendo que había más como Júpiter y que no se consideraban ni actuaban como monstruos.

-No estoy... asustada -le dije -. Dudo que vuelva a estarlo realmente alguna vez. ¿Tú... espera, has dicho que puede ser cazado. ¿Por quién? ¿Hay gente que los caza?

Eso tampoco me extrañó. Demasiadas veces había visto películas y series en donde las criaturas como mi hermano... y aquel tal Hale, eran perseguidos hasta la extinción, así que no me resultaba raro que así ocurriese, que hubiese gente dispuesta a matarlos sin comprenderlos. Eso me ponía... furiosa.

Pero tampoco me duró demasiado aquella preocupación, porque en todo aquello había algo tremendamente esperanzador.

-Peter... Dices que puedes ayudarle. ¿De verdad? No te estoy diciendo que le cures ni nada de eso, ni creo que sea posible. La verdad es que no sé muy bien cómo sucedió, pero ahora mismo lo único que me importa es que podamos llevar una vida tranquila, sin peligro para él ni para mí. Estamos cansados de correr y escondernos, de malvivir en los pueblos con lo que conseguimos en cualquier parte y de cualquier manera. Estoy... agotada -le reconocí, dejándome caer en una silla vieja que pareció estar a punto de partirse en dos al recibir mi peso.

-Él... nos guió hasta aquí. Decía que olía algo, que había algo en este lugar. Por eso vinimos. Quizás era que te estaba sintiendo a ti. Dime, Peter. ¿Hay más como vosotros? Quiero decir, en este lugar. ¿Podrá vivir... tranquilo, si aprende a controlarse?

¿Podré vivir yo por fin, y volver a sentirme humana de nuevo?