Partida Rol por web

El bosque de Hill Valley es grande y espeso. Se alza hacia las montañas hasta que se pierde de vista en ellas. Es peligroso adentrarse demasiado en él si no se tienen conocimientos básicos de supervivencia. Y aún con ellos, el bosque sigue siendo peligroso. Los más viejos hablan de maldiciones, de lugares secretos, faunos y hadas.... de magia y brujería. Incluso de bestias salvajes devoradoras de hombres, de un hambre insaciable llamadas Wendigos.

Continuas tu carrera hacia la profundidad del bosque. No estás seguro de que te esté siguiendo el vago, pero sabes que si vuelve a sprintar de esa manera, le tendrás respirándote en la nuca en cuestión de minutos.

Por un momento pensé que me alcanzaría, -esta claro que no tiene ni idea de como se corre, no debes gastar todas tus energías en el sprint inicial, si lo haces no tendrás energías para terminar la carrera-

Bien ¿ahora que hago? ¿donde se supone que estoy?, mire mis alrededores para intentar hacerme una idea de donde se suponía que estaba, pero con tanto árbol no había forma de saberlo, ¡Maldición! que buena idea la de correr dentro del bosque, quizás debí haberles hecho caso a Ham y Robert.

Saque la brújula que había empacado e intente orientarme.

Con la brújula te logras orientar lo suficiente como para saber que el bosque se expande por el norte de tu posición y el oeste. Hacia el sur y el este, está Hill Valley. Lo que no sabes es ni a que distancia ni si te pilla más cerca la parte del este o la del sur. Tu loca carrera te hizo desorientarte lo suficiente como para no tener más datos.

Mientras piensas hacia donde ir, escuchas un ruido detrás tuyo. Alguien se acerca corriendo hacia ti, pero no logras verle por la espesura del follaje del lugar.

Veamos, el norte es hacía halla, entonces ese es el este y ese el oeste, así que ese es el sur, vuelvo a escuchar ruidos a mi espalda.

¡Maldición! ¡¿ya esta otra vez alcanzándome?! ¿hacía donde voy?, no podía pensar claramente por la angustia, no hay tiempo para pensar, solo corre.

Sin saber que dirección tomar, empece a correr, realmente no importaba la dirección, era más importante no permitir que el vago me alcanzara.

Comienzas a correr nuevamente. Todo te parece igual mires donde mires... Árboles, rocas, ramas... a pesar de tener la brújula y saber que corres hacia el sur, te encuentras completamente perdido.

Empece a correr de nuevo, por lo menos no me voy a quedar sin entrenar hoy, espero que me queden energías para la fiesta.

Di una mirada a mi entorno, mierda, todo se ve igual ¿estoy yendo en la dirección correcta?

Tal y como sospechas, comienzas a darte cuenta de que estás regresando casi por el mismo camino que viniste. Al fondo, aún bastante lejos, puedes comenzar a ver los tejados de las casas de Hill Valley entre los árboles y arbustos del bosque. Te detienes un instante y escuchas un crujido no muy lejos de ti. Al girarte ves al vago, que va caminando hacia el bosque, mirando el terreno... sin duda está siguiendo el rastro que has dejado de ramas rotas, hierba pisada etc... no tardará en descubir tu posición.

¿Qué? ¿estoy retrocediendo?, me detuve en el momento en que lo note, no puede ser, si estoy regresando podría toparme nuevamente con el vago, como si de una invocación se tratará, escuchó un crujido y al voltear veo al vago, ¡mierda, mierda, mierda, es él!, me quedo quieto, intentando no llamar su atención, parece que aún no me ha visto.

¿Ahora qué hago? tal vez si me escondo no me encuentre, ¡pero parece que viene en esta dirección! nunca he sido bueno para las escondidillas*, él vago se acercaba cada vez más, ¡mierda, no es tiempo para dudar!, empecé a correr en la dirección de los tejados.

El vagabundo te ve y salé tras de ti... notas una leve sonrisa en su rostro, la cual no te gusta nada. Salé detrás de ti como una bala... le tienes muy cerca. Ir hacia los tejados te ha dejado demasiado cerca de su posición y sale con la misma velocidad que tu.

¡Maldición¡ ¿por que corrí en esta dirección?, tener al vago cerca me ponía muy nervioso, ¿está corriendo a la par de mi? ¡rayos! espero que se canse rápido.

Intente apretar el paso, con suerte se volvería a fatigar antes de alcanzarme.

El vago apretó la marcha, esprintando de tal manera, que logró darte alcance enseguida. Te derribó en la carrera y se quedó plantado, delante tuyo, con las piernas levemente dobladas y las manos listas para atraparte.

Buena carrera chico.. te dijo con una macabra sonrisa. A ver si ahora sabes pelear... y te aviso que, pienso quitarte las llaves, colarme en tu casa, comerme tu comida, follarme a tu madre y llevarme ese precioso coche que tienes en la puerta... Añadió antes de lanzarse sobre ti según te habías levantado. Por el gesto intuiste que iba a agarrarte.

Con horror vi como el vago me alcanzaba, me había confiado, pensé que sería igual que la última vez, el vago me alcanzó y derribo.

Después de decirme unas palabras se abalanzó, una vez más, sobre mi.

-¡Sueltame! ¡quita tus asquerosas manos de mi!-

El vago comenzó a reir ante tu inútil intento de escapar. Algo había cambiado en él, no acertabas a saber el que.. pero te agarró con tanta fuerza que notabas como sus dedos se clavaban en tus huesos. Ágil, rápido y con caracter... aunque un poco insensato. Te dijo mientras te dedicaba una sonrisa. Ante tus ojos se arrancó la barba postiza y las gafas que llevaba puestas. Casi no había luz, pero el rostro que apareció ante tus ojos en ese momento, te aterró.

Unos grandes ojos rojos acompañados de unos grandes colmillos aparecieron tras aquella barba y las gafas. Lo siguiente que sentiste fue como esos colmillos se clavaban en tu hombro, sentiste como te raspaban el hueso. El vago se levantó y te miró durante unos segundos. Recogió sus pertenencias y caminó alejándose de ti. El dolor era tan grande que no podías ni levantarte. Volveremos a vernos chico.. si sobrevives a esto. Te dijo a modo de sombría despedida.

Forcejeé inútilmente contra su agarré.

¡Maldición! ¿que significa todo esto? Con toda esta fuerza y velocidad, pudo alcanzarme cuando hubiese querido ¿estaba jugando conmigo?

-¡Aaahhh!- deje escapar un grito cuando sentí que sus dedos se clavaban en mi carne.

En ese momento se deshizo de su barba y gafas, no podía creer lo que veía, del miedo apenas y podía mantenerme en pie, y eso gracias a que el vago me estaba sujetando.

¿Q-q-qué...?, el dolor de hace un momento no era nada comparado con el que me causó su mordida, lágrimas recorrían mi rostro, sentí que iba a morir, quedé tendido en el suelo incapaz de hacer nada más que revolcarme y llorar de dolor.

Notaste como algo que comenzó a arder en tu hombro, se fue dispersando por todo tu cuerpo en cuanto entró en contacto con tu sangre. Tus venas ardían y las zonas por donde pasaba ese ardor dejaban a los musculos calientes y doloridos. Sentiste como tus manos se retorcían, tus dedos se arrugaban de una forma extraña para luego volver a estar ¿normales?.. No, unas uñas afiladas asomaban en aquellas manos. El dolor iba en aumento en tus piernas, tus pies...

Sentías como los músculos en tu cara bailaban y se movían, todo acompañado de un intenso dolor. Al abrir los ojos te diste cuenta de que, a pesar de ser de noche, veías con muchísima claridad. Pero aquel dolor seguía sin dejarte moverte aún. Era tan intenso que no sabías si serías capaza de soportarlo.

-¡Aaahhh!- el dolor empezaba a recorrer todo mi cuerpo y la sangre me hervía, me retorci en el suelo, con la esperanza de que el dolor desapareciera.

El dolor se mitigo ante la sorpresa de ver y sentir como mi cuerpo cambiaba, ¡¿pero qué demonios sucede?!, intentar guardar la calma era inútil, era asaltado por el dolor y el miedo.

Tu pulso se acelera y notas como tus dedos de las manos se retuercen. Miras hacia ellas y están bien, pero esa sensación no se va. Durante unos instantes percibes tu entorno de otra manera, a pesar de la oscuridad que te rodea ya por la caida de la noche, logras ver con bastante claridad durante unos segundos.

El olfato... de pronto te llegan olores que jamás habías percibido. Incluso vuelves a notar el olor del vago cerca tuyo. Como puedes te revuelves para tratar de verle y no hay nadie. Sólo bosque. El dolor de tu cuerpo comienza a desaparecer, al igual que esa agudeza en algunos de tus sentidos.

Con esfuerzo te levantas y caminas lentamente. El dolor del mordisco es el único que se mantiene y te arde. Tu ropa empieza a mancharse de un tono rojizo, mientras continuas con el paso pesado cruzando el bosque. No eres consciente ni hacia donde vas ni de donde has venido, sólo que cada vez estás más débil y el dolor es lo que te mantiene en pie.

Una música llega a tus oídos y al mirar, con esos ojos casi sin vida, ves luces de colores. Cambias tu rumbo y te dirijes hacia allí. Pero la sangre no cesa de emanar de tu cuerpo y los pasos se te hacen cada vez más difíciles de dar. Tu cuerpo cede ante el esfuerzo y la falta de fluido vital y acabas desplomándote a unos metros del origen de la música y las luces.

Te quedas inmovil, luchando por respirar. De pronto percibes el grito de una mujer pidiendo ayuda. Alguien te mueve la cabeza y notas como te hablan, pero no entiendes nada. No ves nada, todo está borroso. El alboroto a tu alrededor aumenta y tu te desvaneces, desapareciendo el dolor, la respiración y sintiendo los últimos latidos de tu corazón.

La noche era más fresca y oscura de lo que pensabas. Tan sólo existía el camino de tierra por el cual vinisteis con los coches. El resto era todo salvaje.

El GPS te indicaba una buena caminata de unos cuantos kilómetros hasta la carretera, pero luego se ponía peor. La distancia hasta tu querida caravana era de más de 20 kilómetros siguiendo el camino y la carretera.

Atrás aún tenías un refugio donde pasar la noche y trasporte para ir al instituto.

Con el silencio de la noche, los sonidos se hacían más audibles y cercanos. Llegaste a escuchar el crepitar de unas ramas no muy lejos de ti. ¿O acaso era tu imaginación?

Hacia bastante frío tampoco es que fuera muy abrigada.

Tengo los pezones para cortar azulejos.

Y además la noche era bastante oscura.

¿20 kilometros? ¡Shit! Si la estupida de Amber hubiera querido pasar un buen rato… Tardaría unas cuatro horas en llegar.

Busque una rama que tuviera maleza y la encendería con mi mechero al menos podría ver mejor.

Me gire cuando escuche ruidos.

Si eres un lobo gigante que no se sacio con Tommy yo estoy muy delgada todo hueso en la cabaña hay un gilipollas rubito que tiene que estar delicioso a las finas hiervas.

Si es el lobo feroz podría ser como Lobezno…uhm.

Y me concentre en encender la rama para poder seguir adelante.