Partida Rol por web

Pelham Bay es un barrio residencial de clase media en el Bronx. Es hogar de una gran población hispánica e italiana. Una variedad de tiendas y restaurantes se alinean en las calles de este barrio incluyendo Westchester Avenue, Buhre Avenue, Middletown Road, and Crosby Avenue. Su nombre se debe a que allí está ubicado el parque Pelham Bay, el mayor parque de Nueva York.

    https://goo.gl/maps/3Rb3ap5H5KM2

Muchos puntos de interés emblemáticos de la ciudad se encuentran en el Bronx, desde el Yankee Stadium hasta los Jardines Botánicos de Nueva York o el Zoológico del Bronx; y el vecindario de Pelham Bay es una interesante mezcla urbana y suburbana, con una comunidad ordenada, con hileras de casas de ladrillo de dos pisos. Los Santos del Bronx, como se autodenomina la krewe local que se consolidó hace tan sólo un par de meses, patrulla las calles tanto para protección mutua de sus miembros como para mantener a su comunidad y patrimonio a salvo de las amenazas al compacto entre vivos y muertos… 

Your Journey Across The Threshold Begins

El tren retumba por sobre los seis integrantes de la krewe mientras marchan camino al Curious Things, la tienda de antigüedades de Gianni, fundador y líder de Los Santos del Bronx. Les llevó una eternidad localizar ese bendito baúl, pero valió la pena regresarlo a la familia de Tomasso. Estaba tan feliz cuando lo dejaron a la puerta de la casa. «Lo que necesiten, sólo háganmelo saber» les había dicho. Es curioso, fue bastante bueno en hacerles miserable la vida hasta que pudieron dar con el baúl. En fin, nunca se sabe cuándo les vendrá a mano alguien como él para hacerle lo mismo a otros.

Las calles nocturnas están casi vacías, aparte de unos pocos vagabundos y algunos muchachines indies que cantan ebriamente canciones Yeah yeah yeahs por las esquinas. Pero ha transucrrido tan sólo una semana desde que alguien fue asesinado a balazos allí en la calle...

—Este barrio apesta a muerto... —Ellis se frotó la nariz, algo que parecía opinar de todos los barrios de Nueva York.

Había seguido a sus compañeros de cerca, demasiado distraído con absolutamente todo a su alrededor como para llevarles el ritmo. Cualquier montón de reciclaje y basura era de interés para él. Levantaba cartones, pateaba latas y olisqueaba cajas de pizza buscando algo que llevarse al final del día a su escondrijo. El resto no lo entendían; tenían trabajos, casas... Pero esa era su vida, y no era especialmente infeliz, solo diferente.

—Ey, eyeyeyey —los paró cuando vio que la diversión se acababa—. ¿Vamos a celebrarlo, no? Como la última vez. ¿Al McDonnals? Me muero de hambre. Vamos, vamos. ¿Invitas tú, Joey? La última vez no aceptaron mis chapas.

El joven extendió la mano mostrando un par de chapas de cerveza y cuatro de cocacola. Se movía erráticamente, siempre mirando hacia todos lados, como si estuviera preparándose para echar a correr.

No se podía decir que ninguno de aquellos cinco extraños fueran gente "normal". Todos habían pasado por lo mismo, todos veían lo mismo, y todos tenían a alguien (o más bien "algo") más en su cabeza aparte de su propia voz. Pero Ellis era desde luego el más raro de ellos; aunque todos caminaban entre el mundo de los vivos y de los muertos, Ellis parecía que había dado unos pasos más en dirección al de los muertos. Él también se perdía a veces mirando a lugares en los que no parecía haber nada, pero Ellis estaba empezando a "desconectarse" de la realidad, y eso inquietaba a Joey.

Estaba observando la calle, con su bloc de notas en una mano y su bolígrafo en otra, en busca de algo que poner en su blog sobre el asesinato que había sucedido allí, cuando Ellis le sacó de sus pensamientos. Miró las chapas que llevaba en la mano y suspiró.

- Si, supongo que es hora de comer algo. ¿Vosotros que opinais, Mc Donalds u otra cosa? -dijo mirando al resto de sus compañeros

Por fin habíamos terminado, me encendí un cigarrillo mientras escuchaba las quejas del olor de Ellis.
-No huele mal Ellis, almenos no peor que tu le dije mientras me reía sola de mi gracieta.
Vaya grupo nos habíamos juntado, los apestados, los marginados, los locos, cualquier cosa podían llamarnos, cualquiera que fijara un poco la vista en este grupo se daría cuenta de que muy normales no somos.
Cada cual con nuestras locuras. Unos mas que otros.
-Por mi bien y si invita Joey mejor digo mientras le paso a Joey el dedo por la espalda.
-¡Vamos chicos que no tengo todo el día!

Tyson se ajusta la capucha, echa una mirada a la calle donde están y con su característica frialdad y desdén dice:

- Como veáis, tíos.

Acto seguido, mete sus manos en los bolsillos y permanece impasible esperando la reacción del grupo. 

Lee habia estado mirando, o mejor dicho siendo conciente del grupo, que hacian y donde miraban todos. Todos tenian en la cabeza desde que se habian juntado el mismo pensamiento, todos estamos locos, somos marginados, y pensamientos similares. Para Lee, no era que esto no tuviera algo de veracidad... definitivamente a cada uno de ellos le faltaba un tornillo diferente de la cabeza, pero el estaba comodo con eso, de hecho desde que habia tenido que dejar la policia no se sentia tan comodo con gente... si, incluso con Ellis.

Asi que mientras miraba a su atado de cigarrillos mentolados, de los cuales se habia vuelto quejoso desde que solo conseguia los convertibles de moda, esos con la bolilla para darle el sabor, e iba sacando, para luego encender, constesto... -Bien, me parece bien, nada como una doble cuarto de libra para festejar- Inhalo del cigarrillo, disfruto el mentolado, solto el humo mirando, y como siempre en el ultimo tiempo hizo una mueca. -Sigue sin ser lo mismo... putas modas- Ya todos sabian que el fumaba mentolados, pero desde antes que los convertibles se hicieran famosos, con eso de la pelotita, ahora todos eran convertibles, pero los que eran simplemente naturales, los Kool, ya no estaban.

Sin haber llegado a la tienda de Gianni como se lo habían propuesto inicialmente, deciden que lo mejor será ir a comer algo a la casa de comida rápida Mc Donalds de la zona. Nunca es demasiado tarde en la noche para sentarse con una hamburguesa a pasar el rato y charlar despreocupadamente entre compañeros. Lo de Tomasso estaba completado y a esa hora siempre parece una mejor alternativa que encerrarse en lo de Joey o Zita en aquél edificio de apartamentos que se encuentra a tan sólo cuadras de allí.

Se ponen en marcha, y al cruzar la calle por detrás de un camión Chevy que pasaba, la noche es dividida por un grito lejano seguido del ¡Pac! ¡Pac! ¡Pac! de disparos en dirección al puesto de periódicos de Lee. La policía dijo que el asesinato de la semana pasada había sido un “evento aislado”. Parece que se equivocaron.

- Me parece que el capitalismo y su comida basura pueden esperar -dice Tyson mientras parece mirar en dirección a los disparos a través de los pliegues de su capucha, y luego añade-: podría haber alguien en peligro.

¡Maldita muerte! -piensa- Es como una persona incapaz de admitir la ruptura de su relación e intenta llamar la atención con la vana esperanza de recuperar lo perdido. Tyson sale de su frío mundo interior y mira al resto grupo, esperando que tomen una decisión que para él ya está muy clara...

-Vamos, hay una fiesta montada y no nos han invitado se van a enterar
Digo mientras tiro la colilla de mi cigarrillo al suelo y la piso con rabia.
-Un poco de emoción siempre viene bien.

Lee se gira rapido en direccion a donde vienen los disparos, y su mano automaticamente va hacia la funda de su arma que antes hubiera tenido en servicio. Era un reflejo de policia. Tenia otra, pero no era los mismo que tener el permiso para llevarla a la vista y accesible.

Dejo caer un poco los hombros, mientras calmo maldecia a su suerte. -Ni una puta hamburguesa te dejan comer, estoy seguro que si son esos hijos de puta robando de nuevo el puesto, los entierro hoy mismo- Dijo mientras dejaba caer el pucho al piso, ignorando el apagarlo. Y encaminando hacia el lugar al igual que el resto o la mayor parte del Krewe, ya que asi de idiotas eran de correr hacia los disparos. Y ese era por extraño que pareciera, un pensamiento reconfortante. -Bueno, vamos de una vez- Dijo encaminado ya hacia el lugar a un trote constante, pero no cansador.

- Ya cenaremos después, Lee. ¡Las hamburguesas saben mejor después de dejar fluir un poco de adrenalina!

La gente normal solía huir de los tiroteos, pero bueno, ellos no eran gente normal. Y seguro que conseguiría sacar de aquello una noticia que colgar en su blog. Sin hacerse de rogar, preparó su cámara de fotos y siguió a Lee, manteniéndose tras él para evitar exponerse demasiado. Él no era desde luego el "tio duro" del grupo, y prefería dejar el peligro para los tipos como Lee; lo suyo era sacar fotos, tomar notas, atar cabos, y sobre todo mantenerse apartado de los tiros.

Lee y Joey se habían dejado llevar por la emoción del momento, ¡podría ser peligroso! Tyson suspira y al contrario que su compañeros, mantiene la calma gracias a su entrenamiento y les sigue, esperando que el grupo no acabe enzarzado en alguna pelea o peor, metido en líos con la maldita pasma. Definitivamente sí, eran un grupo de locos marginados que, en lugar de huir de disparos, iban corriendo hacia ellos.

Ellis echó a correr detrás del resto, haciendo resonar las chapas que llevaba en los bolsillos y cosidas con alambre al chaleco vaquero. La perspectiva de que hubiera muertos le emocionaba, le gustaba hablar con ellos; eran más fáciles de tratar que los vivos. Lo único que le apenaba era no poder hacerlo con el estómago lleno.

Cuando llegan al puesto de periódicos, la ven. Una mujer joven yace muy quieta en la calle con su cabeza apoyada en la acera. Su bolso está a corta distancia frente a ella, sin tocar. En el resplandor ámbar de las farolas, su camiseta tiene dos florecientes flores negras coincidentes con el creciente halo que se propaga desde debajo de su cuello y cabeza. Saben sin siquiera tocarla que ya está muerta, pero no ausente.

Ven a su fantasma, una translúcida imagen inundada por la misma sangre que mancha su carne sólida, acuclillada cerca de las puertas cerradas del puesto de periódicos, protegiéndose la cabeza de un asesino que ya ha conseguido su propósito.

con la actuación estelar de

Crushy como Zita Vargas

Drakenhoff como Joey Cavanaugh

Mallister como Ellis Meyer

Phox como Lee Kovach

Vongessler como Tyson Bishop

Dirigida por: Onirim

Escrita por: Christopher Lee Simmons

World of Darkness creado por Mark Rein•Hagen

- Oh, joder...

La escena era tan buena como esperaba. Ellis sin duda iría a hablar con el fantasma de la mujer sin que nadie se lo pidiera, así que podría preguntarle a él lo que le había contado sin necesidad de parecer el bicho raro que habla con una farola. Buscó un buen ángulo desde el que sacar un par de fotos al cadáver, y luego fotografió el sitio donde se encontraba el fantasma. Lo más probable es que no saliera nada, pero de vez en cuando había suerte y aparecía una imagen borrosa o una sombra indefinida. Ojalá pudiese ponerle un objetivo a su cámara que le permitiera fotografíar fantasmas.

Tomadas las fotografías, se puso a escribir los detalles del suceso en su bloc de notas.

- Tiroteo en la calle del Bronx; hora aproximada, las nueve de la noche. Una mujer muerta; sus pertenencias están en el suelo, intactas. Descartado el robo y el móvil sexual. ¿Ajuste de cuentas? ¿Crimen pasional, quizás?

Tenía que darse prisa en obtener todas las fotos e información que pudiera antes de que le obligasen a desalojar la zona. No siempre tenía la oportunidad de llegar al escenario del crimen antes que la polícia y la prensa profesional.

Rebusque por los bolsillos en busca de algún documento que nos diga quien era la chica y ya de paso si tenía dinero para que nos saliera gratis las hamburguesas.
Joey estaba intentando hacer fotos al cadáver y yo jugaba con el a meterme en medio de la foto y posaba junto con el cuerpo sin vida de la chica.