Partida Rol por web

Lee y Joey llegan en poco tiempo al Precinto nro. 45 de la ciudad, a poca distancia hacia el sur. Éste se encuentra a la vez a pocas manzanas del cementerio de Saint Raymonds, sitio al que se dirigieron Zita, Tyson y Ellis.

En la recepción, la oficina parece un poco más agitada de lo habitual.

Lee saluda a más de un conocido en el departamento y explica, sin más, que quieren acceder a los expedientes de Berkowitz. "Mmm, no lo sé", le dicen, "tú sabes que es información clasificada y archivada, Lee. No es algo que esté a disposición del público o la prensa".

Las perspectivas de averiguar algo no parecen buenas.

Lee les explica que le debe un favor a su amigo Joey, que es algo importante para ellos, les menciona su preocupación por los asesinatos recientes, hasta que, finalmente, logra persuadir a los policías que los atienden de que es un favor que no compremeterá a nadie.

Así que, tras un momento de dudas, los sin-eaters consiguen que les hagan pasar a una oficina libre para esperar mientras les consiguen el expediente.

- Gracias por la ayuda, Lee -comentó Joey mientras sacaba su libreta y un bolígrafo para ir apuntando lo que viera en los expedientes. Había sido más fácil de lo esperado, y con suerte, podría sacar para otro buen artículo aquel mismo día.

En poco tiempo se encuentran Lee y Joey frente a los expedientes del caso Berkowitz: Una serie de papeles que documentan los horrores cometidos por el vil asesino. Hay información sobre las pruebas, edictos e información con terminología legal. Se detalla que el arma homicida fue un revólver "bulldog" calibre .44 que, según una constancia posterior de un investigador del caso, inexplicablemente dejó de estar en poder de la justicia y sin dejarse documentada su desaparición.

"Interesante", comenta Lee al leer este último texto.

Joey sonrió al leer aquel detalle

- Justo lo que pensaba. El arma de nuestro hombre muy probablemente sea la misma arma de Berkowitz. Eso no nos dice mucho sobre donde empezar a buscarla, pero creo que hablar con el que estuviera al cargo de la custodia de las pruebas en aquel entonces podría aclarar algo.
 

Lee escucha a Joey y arrebata el expediente de las manos de Joey.

—Veamos... Mmm —murmura mientras pasa las hojas de los documentos y, al cabo de unos momentos, indica—... y aquí está...

El ex-policía señala con el dedo un nombre: Lt. Ronald E. Vargas.

—Parece que el ahora retirado capitán Vargas era la persona a cargo en ese entonces —comenta Lee con ese nombre muy presente—. Podríamos hacerle una visita, Joey. Vayamos a encontrarnos con el resto de la krewe para compartir lo que hemos averiguado y saber qué han encontrado ellos. ¿Ok?

Joey apuntó el nombre del tal Vargas en su libreta, y sacó una foto a los expedientes para tener una prueba en caso de que fuera a escribir un artículo

- Muy bien, vamos a ver que han encontrado ellos en el cementerio.