Partida Rol por web

Salvo por Gianni, los Santos del Bronx se reúnen a la salida de Saint Raymonds. Caminan juntos un poco hasta que se dan cuenta que se encuentran muy rezagados: El cuerpo de una joven mujer yace boca abajo en la vereda en una pileta de sangre. Algunos espectadores se encuentran cerca, tomando fotos con las cámaras de sus teléfonos. Sólo uno de ellos está en realidad usando su teléfono para llamar a la policía. El fantasma de la víctima está parado a un mero pie de distancia de su cadáver. Está en total conmoción.

Zita intenta hacer que se vaya la gente y deje de hacer fotos.

-Venga gente aquí no se les a perdido nada, ¡respeten!

Ellis se mantuvo algo rezagado. Aunque estaba deseando acercarse al fantasma o le gustaban nada los mortales con los que no estaba acostumbrado a relacionarse.

A pocos pies de distancia notan un fajo de papeles sostenido bajo el limpiaparabrisas de un coche aparcado. Los papeles tienen salpicaduras de sangre.

Los curiosos siguen allí, el cuerpo yace inerte en el suelo y el espectro continúa estando en estado de shock.

- Todos estos curiosos son un estorbo -murmuró Tyson, molesto, a sus compañeros-. ¿Cómo podremos hablar con el espíritu de esa chica sin llamar la atención?

-Tengo una idea.

Ellis se acercó con sus pintas y su particular caminar a pedir dinero entre la gente, acercándose a ellos lo suficiente como para que se sintieran incómodos con su presencia. No eran muchos los que apreciaban la agradable compañía de un mendigo.

-¿Tiene cambio, señora? ¿Me da unos dólares, caballero? ¿Y usted? Seguro que alguien tiene algún verde por ahí.

Mientras los demás seguían mirando el cuerpo y Ellis iba a lo suyo, Joey se acercó a uno de los coches aparcados en la calle. Tenía un fajo de papeles en el limpiaparabrisas, y parecía estar manchado de sangre. Cogió el fajo y lo ojeó.

Zita empezaba a desesperarse con el grupito de curiosos cuando se fijó en que joey había encontrado algo.

- ¡Ey, Joey! ¿Que es eso que tienes ahí?

- Nos manda recuerdos -dijo Joey leyendo la primera carta- Y luego más bla bla bla de asesino zumbado.

- Quizás debiéramos mandárselos a él también -contestó Tyson chocando los puños de manera agresiva-. Aún no le hemos dado una muestra de nuestra hospitalidad.

Tyson estaba harto de seguir pistas y más pistas. Si hubiera continuado corriendo en vez de hablar con aquel viejo espíritu.. Se arrepentía de lo tonto que fue...

Las sirenas suenan monótonas en la distancia cuando, de repente, escuchan el fragor de un motor forzado y el chirrido de neumáticos queriendo agarrarse a medida que un coche colea apareciendo por la esquina. Tan sólo tienen un momento para ver al conductor apuntar un arma en su dirección ¡antes de que abra fuego!

Zita escuchó a Joey -Trae aquí - Le dijo mientras le cogía la carta para leerla. 

-No puedo estar más de acuerdo contigo Tyson, debemos darle su merecido o no parará con sus muertes y amenazas. - dijo Zita con su habitual chuleria cuando el chirrido de unos neumaticos la hizo sobresaltar

Tyson pensó: "¡lo que faltaba!" mientras el coche se aproximaba a ellos y abría fuego, ¿podría esquivar la bala a tiempo? 

- ¡Hijo de puta! -gritó Joey mientras trataba de esconderse tras el coche aparcado