Partida Rol por web

Temprano amanece con un cielo gris como lápida de granito. Está bastante frío y la humedad parece indicar que la bruma podría formarse de un momento a otro. El tránsito en las calles se incrementa poco a poco y la perezoza claridad anuncia un nuevo día de trabajo para la Krewe de Pelham Bay.

Zita había dormido como un tronco, pocas cosas la hacían perder el sueño, se levanto, se pegó una ducha y se fue al bar mas cercano a tomar un café y les mandó un whatsapp a los compis.
"¿Que tal fue anoche?"

Tyson se despertó, desayunó y tras ver el mensaje de Zita, decidió salir a correr ya que no recibía respuesta. Quizás daría una vuelta por la zona de los acontecimientos del día anterior, tal vez hubiera alguna pista...

Ellis siempre se despertaba con las primeras horas de luz entre pedazos de cartón. Recogió un poco su escondrijo y salió con su mochila a buscar el desayuno junto a los contenedores del McDonald's, donde la gente tiraba cada noche lo que les sobraba de la cena. Como no tenía móvil no podía comunicarse con el resto, pero sabía donde solían juntarse a desayunar, así que solo tuvo que mirar a través del cristal para ver a Zita tomándose un café. Lo que no sabía es si el dueño le iba dejar estar dentro o iba a acogerse al derecho de admisión cuando le viera entrar con esas pintas.

—Vamos, Ellis. Qué esperas —dice el ex-policía invitando al necromancer a pasar al bar.

Kovach había logrado dormir gracias a su cansancio y unos tragos de whiskey que había bebido al llegar a su casa. Sin embargo las horas de sueño habían sido pocas y eso se reflejaba en su rostro.

—Sepan que no voy a dejar escapar a ese asesino. No me importa si esa chica busca o no venganza. —dijo una vez sentado a la mesa de Zita

A esa temprana hora es siempre relajante correr: No se siente aún el ajetreo del vecindario. Tyson corre a ritmo medido y llega hasta el lugar del asesinato. Puede observar que el cuerpo ya ha sido retirado aunque aún está delimitada la zona del asesinato por las cintas de la policía que restringen el paso. Ya no está siquiera la policía en el lugar, no parece que se pueda encontrar ya algo útil luego de haber transcurrido algunas horas desde lo ocurrido.

Tyson, decepcionado porque la policía ha hecho bien su trabajo por una vez, decidió ir al café donde se reunían todos por la mañana. Hace falta que hablemos todos sobre esto -pensó-. Las cosas pueden ponerse muy chungas a partir de ahora.

La noche aún no termina. No para Joey. El bonepicker investiga en Internet lo que pudiera tratarse de pistas acerca del asesino, sus motivos y hechos similares. Quizás halle algo acerca de gente comportándose de manera inusual o algo.

Sin embargo por más que busca no parece encontrar demasiado. No tiene acceso a reportes policiales aunque podría dar crédito a lo publicado por Patrick: Sullivan es un colega y un patán, que siempre trata de conseguir una mejor historia y publicarla antes que el periodista. En una de sus publicaciones recientes menciona que el asesinato previo, ocurrido en la misma zona que el asesinato que casi presenció la krewe esa noche, fue llevado a cabo con un arma de calibre .44... 

Fuera de ese dato, no parece haber nada interesante relacionado a una .44 y las cercanías de Pelham Bay. Nada hasta 1976 y el caso de David Berkowitz.

No pasa demasiado tiempo cuando Tyson se presenta, con su típica ropa de corte holgado, en el lugar para reunirse con sus compañeros.

Zita saludó a sus compañeros a medida que se iban presentando en el bar-Buenos días chicos,¿Que tal anoche? Que no me habéis contestado al mensaje-Zita parecía más seria de lo normal.
-Bien Lee, yo te ayudare aunque no se como podré hacerlo, pero iré contigo-dice Zita a Lee.
-A ver si consigo con suerte cambiarte esa cara de muermo que tienes-dice ahora con la cara cambiada completamente intentando reprimir una risa exagerada.
-¡Ellis ven siéntate aquí!¿Quieres desayunar? Venga pide que yo te invito, pero no te pases no te vaya a dar un empacho

¿El fantasma de un famoso asesino en serie? ¿Podría ser? ¿O quizás solo un imitador que no tuvo tanto éxito y decidió continuar el trabajo después de muerto? ¿Podría ser que la pistola fuese "casualmente" la misma?

Aquello levantaba más preguntas que respuestas, pero era suficiente para escribir un inspirado artículo acerca de los dos asesinatos con la bulldog del 44, al que llamó apropiadamente "¿El nieto de Sam?". En el, especulaba sobre la posibilidad de un imitador de Berkowitz, que décadas atrás había aterrorizado a la ciudad de Nueva York con un arma de las mismas características y desafiando a la policía a encontrarle. Un poco sensacionalista, pero a la gente le encantaban aquellas cosas. Estuvo tentado de publicarlo inmediatamente, pero en vez de eso decidió enviar una nota a sus contactos en el NY Times diciéndoles que tenía algo jugoso que darles... si le pagaban bien. Un artículo así merecía unos cuantos dólares.

Joey llegó poco después al bar, pidió unos huevos con bacon y un zumo para desayunar, y se sentó junto a los demás. Parecía bastante satisfecho.

- ¿Quereís echarle un vistazo a mi artículo? -preguntó- En exclusiva; antes de que lo publiquen en el NY Times

Tyson se sentó con los chicos y se mostró interesado en el artículo de Joey. Él también quería saber cómo les fue la noche a los muchachos.

- Zita no es la única que tiene interés en vuestras aventuras -dijo chulescamente-. Queremos saber si os corristeis una buena juerga sin nosotros o, por el contrario, tuvisteis algún encuentro fuera de lo normal...

Acto seguido, Tyson sonrió con una leve malicia, incitándoles a responder.

-¡A ver, a ver!-dice apoyandose en la mesa para acercarse.
-¡Me habrás sacado guapa! -dice Zita sacando la lengua, burlándose claramente de Joey.

- Lo siento Zita, pero no puedo publicar las fotos en las que sales tú, a menos que quieras tener a la policía haciendo preguntas. Luego te las paso -respondió Joey sonriendo.

Sacó su smartphone y buscó la copia que había guardado el artículo. Este no solo hablaba del asesinato de anoche; también establecía una relación con otro asesinato anterior que se había cometido con un arma del mismo modelo y calibre. Mencionaba tambíen a un asesino en serie llamado David Berkowitz, alias "el asesino del calibre 44" o "el hijo de Sam", que en 1976 cometió unos asesinatos usando un arma igual, alegando que era un demonio con forma de perro el que le incitaba a hacerlo. Había titulado el artículo "¿El nieto de Sam?", sugiriendo que podría ser un imitador, ya que Berkowitz seguía en prisión cumpliendo seis cadenas perpetuas.

- Por supuesto -dijo en voz más baja- he omitido cualquier referencia a fantasmas. Creo que nuestro asesino es un imitador de Berkowitz que murió en un forcejeo con una de sus víctimas, disparado por su propia arma. El fantasma se ancló a su arma, y cada vez que esta encuentra un nuevo dueño, le fuerza a matar. Eso es al menos lo que sacamos ayer preguntando.

-¿Gracias, Zita!

Ellis pidió un chocolate y un donut. Le rugía el estómago, pero esperaba que el dulce lo acallase un poco. Mientras miraba como le servían escuchó atentamente a su compañero y asintió.

-¿No es fascinante? Joey, Joey, amigo. Tienes que sacar una foto a esa pistola. Dicen que a veces las cámaras captan cosas que solo nosotros vemos y quiero hacer una colección. También podríamos visitar a Berkowitz. Me pregunto que tipo de fantasmas habrá en una cárcel. 

A Tyson le molestó que hubiera alguien tan pegado a las cosas que pudiera, por accidente, encadenar su arma a un objeto. Sin embargo, decidió disimular sus pensamientos...

- ¿Visitar una cárcel? No es el mejor lugar donde pasar la tarde pero bueno...

Dicho esto, siguió con su pose estoica y fría.