Partida Rol por web

Tierra sin Fé

[Gaenos y Lía] Camino al Reino del Bosque

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20/07/2009, 23:11
Oficial de la Guardia Forestal

El oficial hace una reverencia con la cabeza

Sí, Majestad.

Y espolea su caballo a toda prisa para llegar un rato antes que vosotros.

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21/07/2009, 08:04
Lia Amakair

Sabemos que se necesitan cristales, de los que tenemos algunos... Aunque, si fuese posible y dispone de ellos, me gustaría cambiarle algunos de fuego por otros de agua*. Sin embargo, temo que desconocemos el funcionamiento exacto de la magia en este mundo contesta amablemente al mago mientras avanzan

Notas de juego

* porque para la tormenda de hielo vienen mejor los de agua, no? jeje para curar cuales eran? :P

podrías ponerme de nuevo los tipos de cristales que así me lo pongo en notas? si no se me olvidará siempre..

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21/07/2009, 08:21
Domel, Guardia Personal

Existen cristales de los Cuatro Elementos, Fuego, Tierra, Aire y Agua, y luego hay otros tres tipos, el de magia Negra, (o magia de la muerte), magia Blanca, (o magia de la vida) y el más extraño y valioso de todos, el de magia Pura.

En Véler tenemos Nodos de Tierra y de Vida, y algunos nodos de Agua. Antiguamente controlábamos más Nodos de Agua, pero ahora no se pueden mantener tantos.

Sin duda nos interesarian algunos cristales de fuego, ¿cuales querría a cambio?

Notas de juego

Para Curaciones seria, obviamente, los cristales e Vida.

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21/07/2009, 08:26
S.M. la Reina Julia

La Reina escucha distraídamente la conversación sobre cristales, no deja de miraros con curiosidad. Parece una persona muy perpicaz así que está quedándose con cada detalle vuestro, y muestra interés en Asdrul, que debe parecerle una criatura bastante extraña.

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21/07/2009, 08:27
Asdrul

Asdrul se da cuenta de las miradas de la Reina y en un momento dado le sonríe y saluda con la cabeza, y un amable "Majestad..." en lengua élfica, para desconcierto de la Reina, que levanta las cejas con sorpresa y mira de nuevo al frente, como queriendo decir... "Vale, en su mundo, los hombres tienen alas, los animales hablan... voy a digerirlo con calma"

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21/07/2009, 08:36
Lia Amakair

Si disponen de tierra y vida... me irían mejor los de vida, pues de tierra ya poseo. Tras una breve pausa prosigue Disculpe la pregunta, pero Conocen la magia curativa? se lo pregunto porque, por lo poco que he visto de su mundo, parece que no existe... Si ese es el caso, podría ayudarles con sus heridos e incluso recuperar antiguas lesiones...

Notas de juego

les interesan de tierra o de fuego? porque si tienen nodos de tierra...

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21/07/2009, 08:41
Domel, Guardia Personal

Hasta donde sabemos, la magia "no puede" sanar y cerrar heridas. Hasta ahora la magia de la Vida la usábamos para combatir no-muertos y hacer crecer cosechas, cosas así, pero el poder curativo que traen los dioses de vuestro mundo es sorprendente.
Os agradecemos el ofrecimiento, pero los otros dos Enviados ya se ofrecieron en su momento y aceptamos gustosos, me parece que no queda mucha gente en Véler que podáis ayudar de ese modo.

Y sí, podríamos hacer un cambio de cristales de fuego por magia Blanca o magia de Agua, si os interesan.

Notas de juego

Shit, editado que me lié, les interesan de Fuego, por si queires editar :P

Gaenos tiene otros 50 de fuego que no ha usado siquiera por si quiere ponerlos a disposición del trueque.

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21/07/2009, 08:48
Lia Amakair

Al menos han hecho algo bueno... si les han curado es que probablemente son dos clérigos...

Volviendo a los cristales... será un placer cambiar cristales de fuego por otros de agua y vida, además me serán de utilidad para el enfrentamiento que nos espera...

Notas de juego

los de gaenos son suyos.. así que él decide :P

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21/07/2009, 09:13
S.M. la Reina Julia

La Reina habla al Mago con un tono como... indignado

Domel, por favor, no seas rácano ni primitivo, hace milenios que abandonamos el Cristal como moneda de trueque.
Lo menos que puedes hacer es poner a su disposición los cristales que necesiten del tipo que sean, el Reino lo vale. Además los suyos son de los pocos cristales de Fuego que tenemos ahora mismo, será mejor que se los queden, podrían hacerles falta.

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21/07/2009, 09:25
Domel, Guardia Personal

Cla... claro, Majestad
Domel hace una mueca de vergüenza y os mira.
Bien, como ha dicho la Reina, pondré a vuestra disposición los cristales que necesitéis. En realidad también me encargo de la gestión de los cristales de esta región, así que contad con ellos.

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21/07/2009, 09:40
Lia Amakair

Gracias, Majestad dice antes de dedicar a la reina una sonrisa y una inclinación de cabeza

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21/07/2009, 11:04
Sir Gaenos

 El caballero sigue el ritmo de la marcha, con su armadura pesada, limitando los movimientos, hace que tenga que apurar un tanto el paso para mantener la zaga de la pequeña comitiva. Cuando escucha hablar de los cristales, no le da mucha importancia. Tal vez después del enfrentamiento le de mis cristales de fuego. Se mantiene reservado, sin hablar, escuchando lo que van diciendo, moviendo de vez en cuando sus enorme alas emplumadas.

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21/07/2009, 14:47
Director

Seguís la caminata a un ritmo llevadero, y al poco llegáis a un edificio bello y antiguo, antiguamente era la bienvenida a la región, desde donde los visitantes podían ver algunas de las mejores vistas y los más bellos parajes, según os explica la Reina. Ahora, como muchos otros monumentos, ha quedado necesariamente descuidado, pero su belleza os evoca inevitablemente a los antiguos imperios élficos de Faerûn, y la delicadeza, el esmero y el cuidado que se tuvo en su construcción es perfectamente comparable.

Tras pasar por el lugar, sin visitarlo a causa del tiempo y el descuido general del acceso a él, lleno de hiedra y escalones en mal estado, dejáis los senderos forestales y seguís por caminos empedrados, llegando en diez minutos frente a lo que parece una agrupación de edificios a cada cual más importante, el primero de los edificios que visteis.

El complejo tiene como única defensa los arqueros apostados en unas plataformas en las copas de los árboles, y un muro, de construcción más reciente que el resto, que parece delimitarlo.
Una vez dentro, la sensación es de volver al pasado. Cuesta creer que este reino esté en decadencia, viendo semejante esplendor. Cúpulas rematadas con estatuas hermosamente talladas, vidrieras de colores y mosaicos en el empedrado de las calles hacen del lugar un sitio verdaderamente hermoso.

Los guardias reciben a la reina con los debidos respetos, aunque no con pompa, ya que a todos les parece claro que lleva algo de prisa. Quienes reciben toda la curiosidad de los habitantes son, como era de esperar, los Elegidos. Y parece que la gente supone que lo sois. Muchos reaccionan con temor, escondiéndose, otros con curiosidad, y otros frunciendo el ceño.

Ahí no acaban las sorpresas de este lugar. Aunque la gran mayoría de los elfos son solares y lunares, hay un puñado de elfos oscuros también, desempeñando cualquier actividad con la naturalidad del resto de elfos.
La reina pide dos caballos para vosotros, y una vez atravesada la pequeña ciudad, seguís por otro camino, más largo y tal vez más lujoso que el anterior, desde el que puede verse el Palacio, con altas torres de aguja, almenas defensivas y capiteles que reflejan la luz del sol del mediodía como faros. Si este reino está en decadencia, en el pasado podría haberle hecho sombra a los grandes reinos de faerûn, de eso no os cabe ahora la menor duda.

Frente la fortalza palacio, el camino se corta abruptamente, y el puente levadizo os permite el paso sobre el temible abismo que hay debajo. Todo aquí es hermoso y delicadamente fabricado. Incluso el puente levadizo tiene unos esmerados pasamanos de madera de aspecto sólido y resistente. Los guardias, vestidos casi de gala, patrullan los muros y os vigilan con desconfianza... pero al fin y al cabo es la mismísima Reina quien os trae, de modo que... no tienen mucho que temer.

 

En el interior, el suelo es de mármol blanco, y tras pasar las dos líneas de defensa del castillo, llegáis junto al palacio propiamente dicho. Su portón es verde, con detalles y ribetes en blanco, haciendo unas formas onduladas y apacibles, están entreabiertas, y por cierto, de ellas sale una joven elfa vestida de blanco, que no tiene ningún aspecto guerrero, precisamente.

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21/07/2009, 15:20
Infanta Eleanor

La elfa saluda con la mano, y salía apresuradamente, cuando ve que la Reina llega acompañada.

Eh, ab..!
Se para y recompone su porte, esperando toda hecha una dama a que lleguéis a la puerta del Palacio en sí.

Bienvenida de nuevo, Majestad.
Dice sonriente.

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21/07/2009, 15:22
S.M. la Reina Julia

Julia le sonríe cariñosamente, y al llegar a ella, desmonta de su unicornio y da dos palmadas en el cuello del mágico animal.

Gracias, Eleanor. Os mira. Es mi nieta, la Infanta Eleanor. Ellos son Gaenos y Lía, dos enviados de los dioses... Mielikki y Lazhánder -Os mira comprobando que los ha dicho bien, y asiente- . Nos ayudarán con los problemas del Reino. ¿Está todo listo?

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21/07/2009, 15:25
Infanta Eleanor

Sí, Majestad, la comida casi está, y para los animales... bueno, no nos pareció buena idea dejarlos con los Unicornios, así que supongo que podrán pasear por el jardín de atrás, si les viene bien...
Y mira a los animales con mucho interés.

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21/07/2009, 15:28
Elfo acorazado

Un elfo con decorada, esmerada y galante armadura os echa un vistazo desde un balcón, sin mucho disimulo, y no parece echaros ninguna buena mirada, como si maldijese vuestra llegada. Sin embargo, se marcha y vuelve adentro pronto.

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21/07/2009, 15:39
Suloth

Suloth parece incómodo entre tanto elfo, aunque no ha hecho ningún comentario al respecto. Por lo que dijo cuando os conocísteis, los elfos han sido a menudo rivales de Talos, y por tanto, de Zarack, por lo que los tiene en baja estima

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21/07/2009, 15:40
Asdrul

Asdrul sonríe a la elfa, tratando de no mostrar las dos hileras de colmillos a la joven. Tanta belleza entre naturaleza le hace estar de buen humor.

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21/07/2009, 16:03
Sir Gaenos

 El caballero ha disfrutado del paseo, contemplando la magnificencia de la arquitectura élfica, esta es la primera que ve en toda su vida, pues poco se alejó de los Reinos Fronterizos, allá en Faerún, simpre atareado con los ejercitos y las fronteras del reino. Le asombra los sentimientos que evocan estas construcciones, tan esbeltas y etéreas, tan bie integradas en su entorno.

 Una vez llegada a la fortaleza, su talante marcial y táctico le guían sus ojos por las defensas que muestra la fortaleza, evaluándolas, contemplandoel equipo de los centinelas, su porte. Saben lo que se hacen, parecen tropas muy disciplinadas.