Partida Rol por web

Abro la boca para responder pero en su lugar me pongo algo colorada. Ya le había dicho a Nami varios "quizás" con respecto a unirme al equipo. Y con respecto a lo otro... bien, mis poderes tenían confundidos hasta algunos profesores. Si no presentasen las limitaciones que tenían, serían mucho más útiles, claro. Pero entonces volví a alzar la vista con algo de apuro a Misa sólo por pensar eso: era mejor tener medio plato que nada.

Tomo aire para tratar de serenarme, lo que no era muy fácil para mí, buscando cómo explicarle lo que pensaba.

- Misa-sabes-que-me-encantaría-poder-correr-con-vosotros-pero-no-se-si-alguien-como-yo-encajaría. -dije, más seria de lo que acostumbraba- Sabes-que-nunca-paro-y-se-me-da-mal-eso-de-correr-en-formación-pero-al-mismo-tiempo-pueden-creer-que-hago-trampa-con-mis-habilidades-o-que-no-quiero-saber-nada-de-nadie-si-corro-con-todo. -digo, algo triste- Y-si-además-saben-que-entro-contigo-quizás-también-se-distanciasen-de-ti-y-nopodríahacerteeso. -solté esa parte un poco más rápido como si no supiese cómo plantearlo.

Misa era, por algún motivo que no alcanzaba a entender*, la única chica que me había aceptado como amiga. Desde que salí del hospital, todo el mundo parecía ansioso por librarse de mí (de hecho, salí por eso mismo). Si me habían aceptado en la academia era porque me lo habían facilitado por algún motivo, amén de porque me lo habían planteado, en cierta forma, como "beca deportiva". Aún antes de estar en el club de artes marciales de aquí, ya sabía defenderme bastante bien, pues Nakamura-san** se había asegurado de que tuviese una escuela de un arte marcial bastante completo (para que estuviese menos tiempo en casa), y porque mi capacidad atlética era envidiable para cualquiera. Y antes de eso...

Clonc.

El equivalente mental a chocarse con una pared de ladrillos me hizo mover la cabeza cual minipimer y darme cuenta de que llevaba la friolera de 15 segundos sin moverme ni hablar (nuevo récord personal), así que de repente, como accionada por un resorte, devoré lo que quedaba de comida y, dándome cuenta de que Misa también había terminado, fue como si un torbellino pasase por la mesa, dejando a una patidifusa Misa con el gesto de ir a guardar un cubierto que ya no sostenía en el "túper" que ya no tenía delante y que yo estaba guardando en su mochila, como si fuese lo más normal del mundo.

- Te-prometo-que-pensaré-en-ello-si-aún-quieres-que-te-acompañe-Misa-pero-primero-quiero-intentar-entrar-en-el-Llachmen. -concluí con mi particular pronunciación y una gran sonrisa, mientras me movía de un lado para otro dejando la mesa limpia, costumbre que tenía desde que vivía en los dormitorios.

Cuando poco después salíamos de ahí, me emocioné al ver otro cartel del Judgment exactamente igual, andando con pequeños saltitos invadida por una fuerza increíble. Sin duda la emoción era real.

Con mi constante agitación, no me daba mucha cuenta por la emoción, pero cerca de nuestra mesa también habían quedado por el suelo varios papelitos doblados. ¿Motivo? Entre los alumnos más "bromistas" se había popularizado el reto del "tiro al verde". El reto era conseguir que un papel doblado tocase a Nami en la cabeza cuando estaba de pie, lanzándolo con una goma elástica que se ponían entre dos dedos. Por suerte o desgracia, nadie había dado en el blanco aún***.

Veo como la muchacha devora en cuestión de segundos el chocolate y se agarra a mis ropas peor que un choncaco. 

Extrañado, la miro con ojos grandes, y escucho que hace días que no come bocado.

- Woah, ¿qué te ha pasado que hace tanto que no comes nada? - le pregunto preocupado mientras reviso mis bolsillos a ver cuanto dinero tengo como para comprarle algo más frugal que una mera barrita de chocolate que no le hará nada bien si tiene tanta hambre. 

Mientras la presidenta se nos dirige a las dos. La chica que sale de la habitación me suena, no consigo acordarme bien pero creo que la he visto antes. El hecho de no llevar mucho tiempo en la ciudad hace que olvide ciertas caras, más cuando los rasgos asiáticos son tan "familiares".

Asiento con la cabeza, mientras veo como Akari contesta afirmativamente a la presidenta.

- Buinos días. Da, anunsio desirr venirr aquí...

-Lo siento, me deje llevar por la emoción, tengo ganas de probar mis habilidades- no es que sea mi sueño entrar al Judgement, pero si el incrementar mis poderes esper, como todos aquí en Ciudad Academia y creo que lo puedo hacer en el Judgement, aunque por lo que dice Arata, en realidad  no ven mucha acción, aun así en ocasiones pueden hacer uso de sus habilidades contra delincuentes, termine el pan y la bebida que eran mi desayuno y me disponía a bajar a clases.

-Hoy me siento con ánimos para hacer de todo, incluso asistiré a clases, cuento contigo Hanabi, para que me apoyes- me pare antes de bajar por las escaleras al darme cuenta de algo -Hanabi, no respondiste si vas ha asistir a las pruebas conmigo- ¿habrá sido su intención que me olvidara de eso al cuestionar mis ganas de entrar?

El almuerzo transcurrio normalmente con una gran partida y rapida derrotando a ese monstruo que tanto le costaba. Souta estuvo realmente agradecido por tu ayuda, y se penso si le era mas conveniente especializar su personaje o seguir siendo un poco adaptable a cualquier situacion. En el momento en que llegas a clase, te suena el movil y ves reflejado un mensaje con un remitente bien conocido para ti. Te piensas si leerlo en ese momento o esperar a la salida del colegio. Dado que el Judgement no era de tu interes, el resto del día transcurre normalmente hasta llegar la tarde.

Puedes ver que el remitente era de la persona que te proporcionaba los encargos. Piensas si era conveniente leerlo rapidamente ahora, o mejor un momento mas privado. La profesora no tardaría mucho más en llegar y los alumnos ya estaban sentados. Ahora tocaría turno a las matematicas.

Clase de Matemáticas tras la comida. El mejor tipo de clase, números y cálculos, teoremas y explicaciones sobre cómo éste o aquel matemático había averiguado la ecuación.
Aun así me pasé toda la clase ausente, preocupado por la determinación que había mostrado mi amigo Souta en realizar las pruebas de reclutamiento del Judgement.

Entre esta clase y la siguiente, Inglés, continuaron los chismorreos sobre tal cosa entre los compañeros de mi clase y de las demás.

Inori-chan estaba especialmente alegre. Saber que quizás muchos de sus compañeros de clase serían reclutados le hacía realmente feliz. Tanto que había olvidado contarnos su última hazaña la noche pasada. 
Un escalofrío recorrió mi espalda al pensar en la posibilidad de tener más miembros del Judgement como ella pululando por las calles de Ciudad Academia. Pobre del delincuente que se encontrara con ellos.

Ya que ella llevaba siendo miembro del Judgement mucho tiempo, varios estudiantes de otras clases la rodearon y acribillaron a preguntas sobre las pruebas cuando comenzó el descanso. Souta permaneció alejado, sabiendo que a la salida nos iriamos los tres juntos y tendría tiempo de sobra para preguntarle sus dudas.

Pocos no querían involucrarse en todo este asunto del Judgement. Era difícil ignorar las recompensas: respeto, autoridad y poder. Una de esas personas era Kazuya-kun. No estaba seguro de cual era el motivo y tampoco es que me importara, sabía que había tenido algunos problemas menores con ellos y parecía demasiado independiente para seguir ordenes.
Inori-chan tampoco se llevaba bien con él, más de una vez les había visto a ambos taladrarse con la mirada, como si fueran dos pistoleros, en un duelo, en la calle principal del pueblo.

En fin, eso tampoco tenía que ver conmigo. Ambos odiarían que me entrometiera. Souta y la delegada de clase aprovecharon estos minutos para ir a por los formularios y yo permanecí junto a la ventana, leyendo el mensaje que había recibido.
Normalmente me los mandaba a final de semana así que me había pillado de sorpresa encontrar uno un lunes como hoy. Por otro lado no podía ser mejor momento, con todo este asunto del reclutamiento necesitaba refrescarme un poco y pensar en otras cosas. Releí el mensaje un par de veces y le respondí. 

Tal y como llegó la clase de inglés, se fue. Antes de que me diera cuenta estabamos en la puerta, Souta y yo, esperando a que Inori se zafara de los ultimos estudiantes y sus preguntas.
Souta nos enseñó el formulario de inscripción de camino a casa e Inori empezó a darle consejos sin previo aviso. Ambos estaban muy emocionados.
Fingí alegrarme también, pero en realidad seguía preocupado. 

Cuando nos despedimos de Souta seguimos un trecho hasta el cruce donde nuestros caminos se separaban. Al contrario que otros días, fue silencioso. Solo cuando llegamos al cruce Inori se decidió a preguntarme -  Has estado muy callado. Eso no es propio de ti, ¿te molesta que Souta quiera ser miembro del Judgement? - fue directa y franca, así era ella.
- Souta y yo hemos sido amigos desde la infancia, hemos hecho muchas cosas juntos. Incluso tomé clases en su dojo y él hizo todo lo posible por venir a la misma escuela... - respondí, dejando claro la relación que tenía con Souta.
¿Crees que si le reclutan en el judgement dejaréis de ser buenos amigos?  - lo dijo en un tono de incredulidad marcado por una creciente irritabilidad.
- No... yo... - empecé a responder -  ¿Acaso Eres estúpido? Ambos somos amigos y soy del Judgement ¿por qué habría de ser diferente en su caso? - argumentó cada vez más irritada.
- Tienes razón, lo siento. Es solo que... pasaremos cada vez menos tiempo juntos y no quiero que nos convirtamos en extraños. - argumenté un poco melancólico.
Ella sintió mi desasosiego y se relajó.
- No te preocupes, Inori-chan, como buen amigo os apoyaré - afirmé con mi mejor sonrisa.
Eso terminó de calmarla. - Cuento contigo. - sonrió. Y tras comprobar que llegaba tarde a su entrenamiento se marchó a toda prisa.

Suspiré aún temeroso. Si esas fueran mis unicas preocupaciones todo estaría bien. Esta noche la tenía libre así que ya pensaría en algo.

Desde que leyera el mensaje había sentido crecer cierta excitación dentro de mí. Era justo lo que necesitaba para olvidarme de todo lo que significaba que mi amigo Souta se convirtiera en miembro del Judgement.
La emoción que sentía al planear un golpe y llevarlo a cabo, era muy fuerte. Me hacía sentir vivo de verdad.
Mis razones para seguir en la sombra no habían cambiado mucho, pero ya no era un pajaro enjaulado. Yo era libre de decidir los trabajos que aceptaba y cómo llevarlos a cabo. Incluso si fallaba podía caminar con la cabeza bien alta.

En definitiva, no era ajeno a este otro mundo. La otra cara de esta moneda desdibujada por el poder y la corrupción, a la que aportaba mi granito de arena para, al menos en mi fuero interno, ayudar a conseguir un equilibrio perfecto entre el bien y el mal. 

Por otro lado.
Mi preocupación por dejar de pasar tiempo juntos era real. Pero me preocupaba aun más que pudiéramos enfrentarnos, ya me había sentido de esta forma cuando me enteré que Inori-chan era un miembro del Judgement. Tener que lidiar con desconocidos era una cosa, pero lidiar con amigos era otra muy distinta.
No podía dejar de pensar en lo que pasaría: ¿lucharía en serio? debía hacerlo para proteger la vida de mi hermana. ¿qué pasaría si me cogían? Si alguna vez descubrían la verdad sin lugar a dudas me quedaría sólo. 
Eso me aterraba de verdad.

Fui al baño y me eché agua a la cara, me di unas fuertes palmadas en las mejillas intentando limpiar mi mente de todas estas preocupaciones innecesarias. Cuando lleguemos a ese puente veremos qué hacer. - recé en voz baja.

Recogí mis cosas, me pusé el chaleco blindado, guantes y botas de motorista, y el cinturón multiusos. Un pinganillo desde el movil al oído, para evitar llamadas inoportunas y metí un impermeable oscuro en la mochila dejando para lo último la máscara. La había repintado y arreglado para que la visión fuera más amplia y no pudiera caerse en combate. Incluso le había puesto una tela fuerte detrás para que cubriera el resto de la cabeza y el cuello.

Cuando salí ya estaba oscuro. Mi corazón temblaba por la pequeña aventura que me esperaba...
 

Puedes ver que aun te sobraban algunas monedas de la compra de ayer de comida. La chica no te explica mucho, pero te da detalles importantes:

Me están buscando. Me escapé del tren y he venido a parar a esta ciudad. Llevo tres días rondando sin comer nada (ya ha comido). No conozco a nadie y busco donde esconderme.

Su explicacion podia ser un poco confusa, pero asi era ella. Una niña endorsada en ropa de monja que buscaba ayuda. Al ver que rebuscas entre los bolsillos: me darás otro chocolate. Estan muy buenos, muy buenos. Te dice con ansias de comer otro.

Si venis para las pruebas del Judgement podeis rellenar el formulario correspondiente. Luego me lo entregais para enviarlo a la oficina central. Teneis tiempo hasta mañana para traerlos. Comenta la presidenta.

La vicepresidenta busco en un cajon una carpeta de donde saco un taco de folios. Eran los formularios para el ingreso. Los deposita encima de la mesa de la presidenta.

El formulario pedia los datos personales, asi como un recuadro que preguntaba las razones de por que se queria ingresar en el Judgement.

Supongo que si. No veo problema para acompañarte a las pruebas. Decída entre dudas un poco. Quizas escondía alguna cosa. Quizas no le interesaba que fueras a las pruebas. Sabes Arata si se permiten espectadores a las pruebas?

En ediciones anteriores no ha habido problema alguno por que hubiera publico. No sé las condiciones este año, pero por ir no pasará nada. Quizas me toque asistir para ayudar. Lo llevan bastante callado.

El tiempo del almuerzo se iba acabando. Pronto sonaria la campana de vuelta a clases.

El tiempo del almuerzo se iba acabando. La campana no tardaría en sonar y alumnos empezaban a volver a las clases. Misa, con una sonrisa te dice: Te animaré lo que pueda. Te acompañaré a las pruebas para desearte suerte.

Despues de clases tenia pensado hacerlo. Si quieres vamos juntos. La verdad que a pesar de mi pequeña fama, no tengo realmente amigos. La gente se aproxima a mi por mi destreza con el shinai, pero poco más. Te empieza a explicar un poco su situacion personal. 

Habia escuchado sobre ti por los problemas que te has metido a veces. Hay gente que te ve como un rebelde, pero no creo que seas asi de verdad. Al verte aqui sentado, pense en conocerte. Deben estar equivocados.

Mientras duraba la conversacion, la hora del almuerzo se fue acabando. La campana empezó a sonar dando señal de vueltas a clase.

El mensaje escueto dice: Nos vemos a las 21h en el local de siempre. Vente preparado. Nuevo objetivo.

El local estaba situado en el distrito 15. El mayor distrito comercial con tiendas de todo tipo, pero tambien centraba en la zona norte un espacio de bares para ambiente mas adulto. El local es llamado "el búho nocturno". Un pequeño bar donde se reunian algunos jovenes estudiantes sin poderes, los cuales pasaban de estudios y solo pensaban en divertirse. Un poco de mala calaña de la ciudad, pero no se trataba de una zona peligrosa, aunque no erar raro ver algun que otro altercado.

Akari recoge el formulario y dice:

- Muchas gracias

Para después allí mismo rellenarlo rápidamente con sus datos personales e indicar que sus motivos para entrar es porque cree que su habilidad será muy positiva y buena para este, además que insiste en que le gustaría entrar en la parte mas técnica ya que cree que es donde podría llegar a ser mas útil.

Durante el resto del día le preguntaría a Fedora si necesita que le enseñe algo, si no es así después de clases haría lo que hace siempre quedaría con sus amigas un rato y estaría a la hora que había que estar en el dormitorio para allí estudiar y ocuparse de sus cosas

Desde el apacarmiento se escucha la campana del fin del almuerzo. Los alumnos que te acompañan deciden ir volviendo a clases, al igual Natchan te comenta que toca volver. Al menos habias averiguado el coche de la directora. Ya habria tiempo de tus fechorías y otras actividades. Tambien te recuerda de ir a buscar el formulario para las pruebas del Judgemente

Fedora recogió uno de los formularios que dejaron sobre la mesa. Lo observó detenidamente, parándose ne las palabras que no acababa de comprender. Aparentemente tan solo necesitarían sus datos personales y los motivos de acceso al tan "selecto" grupo del Judgement.

- Muy bien... Lo rellienarré ahorra mismo.

La eslaba se apolló en una de las mesas contiguas y se puso a rellenar sus datos personales sobre la marcha. Cuando antes acabase con el tema burocrático, antes podría empezar con aquellas pruebas, pensaba.

Mientras rellenaba el formulario, anotó el nombre de su tío como tutor, recordando las conversaciones mantenidas con este sobre este grupo y demás menesteres. En los motivos, tan solo anotó que siempre le había llamado la atención la labor que realiza el Judgement y quería contribuir con sus habilidades, además de compartir "cierta filosofía". Tampoco era todo cierto, pero la cuestión para Fedora era acceder al grupo.

Tras acabar de completar el formulario y sus preguntas, lo deja sobre la mesa, frente a la responsable, con un golpe de la palma de la mano, mientras mira sonriente a la presidenta.

- Aquí tiene. Yia estarr rellenado formularrio.

Dió unos pasos atrás, una leve reverencia de despedida, como esas que tanto hacen los nipones, y se dirigió a la puerta, esperando por Akari, la chica que le había acompañado y ayudado a llegar hasta allí.

- ¿Escapando? ¿De quién? ¿Del clero? - le pregunto mientras le tiendo la mano para que me acompañe - Chocolate de postre, ahora vamos a ver si puedo encontrarte algo más sustentoso que un simple dulce. ¿Te gustan los fideos? - le consulto mientras, internamente, voy planteándome si es buena idea ayudar a esta persona, el tiempo corre y yo sigo sin conseguir saber donde está el judment para rellenar la inscripción.