Partida Rol por web

Tormenta de Disformidad

Capítulo 1

Cargando editor
19/06/2014, 15:26
Director

[5º Sesión: 07/06/2014 - RESUMEN]

El grupo despierta poco a poco de lo que parece haber sido una terrible pesadilla….

Imágenes esporádicas aún asaltan su mente de oscuros recuerdos que desearían olvidar. Un combate en las profundidades de una roca. Un maldito hereje al que eliminar. Un antiguo amigo (o nuevo enemigo) caído en desgracia por el influjo de una maligna runa de poder. Y de pronto….el caos absoluto. Al poco tiempo el grupo es consciente de su situación y de lo que ha pasado…

Están en lo que parece ser unas instalaciones subterráneas, dentro de una extraña sala. Un gran motor lógico asociado a una placa de datos holográfica descansa en el centro de la sala junto a dos enormes generadores auxiliares de energía.

Luces de emergencia iluminan tenuemente el lugar y el inquietante silencio que reina da a entender que el sitio está aparentemente abandonado…

R2 se centra en obtener toda la información disponible de la máquina lógica, mientras el resto inspecciona el lugar. Pronto comprueban que el complejo donde ha despertado el grupo resulta ser una especie de refugio bunkerizado. Consta de dos pisos convenientemente adaptados para aguantar múltiples tipos de desastres y parece herméticamente cerrado al exterior, disponiendo de su propio reciclador de aire y de una red interna de energía autónoma. En el nivel inferior descubren la existencia de un almacén, de una armería muy básica y de una sala médica para emergencias. Hay muy poca visibilidad desde las pequeñas ventanas al exterior, aunque en un momento dado Hoss cree haber visto un niño entre la oscuridad…

Inicialmente, R2 descubre que han pasado dos semanas desde el combate que tuvieron con Henrik y que el lugar donde están parece ser una especie de centro de control del sistema subterráneo de alcantarillado para labores de mantenimiento dentro de “Luz del Emperador”; pudiendo tener acceso a un inventario completo del contenido de sus almacenes, mapas de sus dos niveles, y control sobre los diversos dispositivos y sistemas del edificio (luz, sistemas de seguridad, energía y control de acceso). A parte, las instalaciones incluyen una zona superior que da a la superficie (y que parece parcialmente derruida) y otra inferior que comunica con el sistema de alcantarillado, pero sobre el que no puede controlar sus sistemas por falta de suministro eléctrico. Mientras R2 continúa investigando la información contenida en el motor lógico, abre el acceso al exterior para que el grupo pueda explorar los alrededores.

 

El grupo verifica que exterior resulta ser una oscura instalación subterránea con dos accesos identificados: uno semiderruido que asciende por una escarpada pendiente hacia un acceso que podría dar al exterior y otro que baja hacia un nivel inferior de estas instalaciones. El grupo se decide por este segundo camino.

Pronto, el grupo llega a lo que parecen ser las instalaciones anexas al sistema de alcantarillado y, gracias a los escáneres recuperados del almacén del refugio, pronto detectan movimiento por parte de numerosos objetivos cercanos. Preparándose para lo peor, Wolf decide acceder directamente hacia donde identifican una mayor concentración de objetivos confiando en su percepción (pues juraría haber oído conversaciones nerviosas impropias de un enemigo al acecho…). Para su sorpresa inicial, descubren una comunidad de unos veinte civiles supervivientes que se han refugiado en este subterráneo. Esta comunidad se muestra muy esperanzada con la llegada del grupo, pues lo han pasado muy mal (vienen huyendo de la catástrofe acaecida tras el estallido de la Tormenta y de los grupos armados de mutantes que surgieron posteriormente), no les queda casi suministros y el sistema de alcantarillado parece ser que no es del todo seguro… Por lo que al poco les terminan pidiendo ayuda y acceso al refugio…

Sin embargo, el grupo se percata pronto de que estos supervivientes presentan signos de mutación (son muy pálidos, tienen una extraña hipersensibilidad a la luz, algunos presentan malformaciones menores y muchos de ellos tienen los ojos negros y completamente opacos…), y ante esta revelación se niegan instintivamente a prestarles ayuda, y menos aún el acceso al refugio.

 

El grupo sabe, por la información recuperada por R2, que hay un cuarto de mantenimiento cerca, pero su acceso principal parece cortado por un derrumbe parcial y el único acceso secundario pasa por ir a través de un canal de aguas residuales. Hoss y Denis acceden a dicho canal, bajo la atenta mirada de los supervivientes que no se atreven a adentrarse demasiado a la zona de las cloacas. Al poco, el escáner de Hoss revela que algo se mueve muy rápido hacia ellos, y a mitad de camino una extraña serpiente de dos cabezas, de color grisáceo y de gran tamaño les ataca. El ser recuerda levemente al aspecto de las Quimeras de Kurgan-V. Tras un frenético combate, la criatura es eliminada y llegan al cuarto de mantenimiento para descubrir que el problema viene a raíz de un corte en el suministro eléctrico ocasionado por el derrumbe.

 

Con la idea en mente de que en el almacén del refugio existen baterías de gran tamaño que pueden solventar este problema, el grupo vuelve haciendo oídos sordos a las peticiones de ayuda de los supervivientes. Una vez en el refugio, ponen en común la información con R2 el cual termina por aportar toda la información que ha obtenido de la máquina lógica.

 

Parece ser que hay una red subterránea de mantenimiento (y de sistema de seguridad subterráneo en caso de emergencia). Hay zonas no accesibles por fuertes protocolos de seguridad de diferente grado y origen, pero hay otras zonas a las que se podría llegar a través de la red de alcantarillado. A parte, hay una serie de mensajes de alerta a nivel global que han quedado registrados:

 

  • Día 1: Sistema de alerta general por catástrofe planetaria. Daño integral: 35%. Altos niveles de radiación. Nivel de población reducido en un 15%.
  • Día 3: Generador de campo activo: campo al 50% de su funcionamiento por daños críticos en su estructura. Nivel de población reducido en un 17%.
  • Día 5: Altos niveles de radiación disforme exterior. Peligro de contaminación muy altos. Alteraciones drásticas en el ciclo climatológico del planeta. Nivel de población reducido en un 20%. Casos de mutación detectados en la población de la zona este de la ciudad.
  • Día 7: Niveles disformes muy altos detectados en el monte Gibbet.
  • Día 9: Múltiples confrontaciones en la zona este de la ciudad. Grupos armados de población rebelde detectados. Alta presencia de mutantes. Nivel de población reducido en un 25%.
  • Día 12: Ataques coordinados contra estructuras del Mechanicum y de la G.I. Establecimiento de sistemas de defensa Aegis por todo el perímetro del campo de energía. Securización de la zona Oeste prioritaria. Nivel de población reducido en un 30%.

R2 intenta comunicarse con algunos de los nodos de la red. Los nodos accesibles dan señal de estar a la escucha, pero no hay retorno de la comunicación, mientas que los nodos inaccesibles descartan cualquier comunicación posible. Finalmente, deciden ir al nodo bajo la base militar de la G.I. de la ciudad, mandando un mensaje de aviso a su nodo subterráneo.

Respecto a la comunidad, deciden sacar parte de los suministros de alimentos a modo de distracción mientras cierran el refugio y se van hacia el nodo subterráneo bajo la base militar. Obviamente, no pretenden dejar ni que esa comunidad acceda al refugio ni que los sigan en su viaje.

Cuando salen del refugio, la comunidad de supervivientes les están esperando en un último intento de implorar su ayuda. Ante la negativa velada del grupo, los supervivientes (hartos de la actitud de éstos) se cierran a su alrededor, pero la implacable presencia de Hoss termina por intimidar a los supervivientes dejando el paso libre al grupo, el cual baja a las instalaciones inferiores y se adentran en la red de alcantarillado camino al subterráneo de la base militar…

Notas de juego

Queda pendiente que os suba el mapa subterráneo de la ciudad. Que la conexión móvil no me da para mucho :(...

Hecho! :)

Cargando editor
19/06/2014, 17:32
Director

[6º Sesión: 14/06/2014 - RESUMEN (1º parte)]

El grupo se adentra en la profunda oscuridad del sistema de alcantarillado de “Luz del Emperador” apenas iluminado por los focos de luz con los que se hizo el grupo en el refugio. Guiados por los mapas recuperados por R2 de los sistemas de información del complejo, el grupo avanza lentamente atento a cualquier ruido o señal que pueda revelar algún tipo de peligro.

Nefarius revela al grupo que el influjo de la disformidad está muy presente en todo el subterráneo, siendo únicamente inapreciable en zonas tan protegidas y resguardadas como el refugio. Esto permite que los psíquicos puedan canalizar una mayor (y aleatoria) cantidad de energía disforme, potenciando sus poderes notablemente, a riesgo de manifestar un mayor número de fenómenos (y peligros) de la disformidad. Sin embargo, tal es este influjo que dichos fenómenos se pueden manifestar de forma “natural”, sin necesidad de psíquicos que los manifiesten, lo cual se añade al su constante influjo corruptor (lo que explica el brutal incremento de mutantes).

A las pocas horas, ruidos de rugidos y aullidos lejanos alertan al grupo. Sin más opción que continuar, el grupo avanza en su viaje. En un momento dado, el cadáver abotargado de un mercenario aparece flotando sobre el canal de aguas residuales que el grupo toma de guía en ese momento del viaje, pudiendo recuperar algo de su equipo. Tiene marcas de garras y colmillos en múltiples puntos de su cuerpo y está medio devorado…

Los aullidos van en aumento, y obligan al grupo a avanzar con más rapidez. Sin previo aviso, una horda de ratas cruza de golpe delante del grupo y tras unos segundos de incertidumbre, los rugidos y aullidos parecen distanciarse. El grupo continúa con su viaje.

Sin embargo, el poco sigilo empleado y el fatídico destino hace que “los perseguidores” retomen la pista y acechen al grupo cada vez más. Obligados por la presión, los viajeros aceleran su paso y cuando creen llegar su objetivo…el camino se corta. Se han perdido.

Manteniendo el control, Denis se reorienta y guía al grupo a través de la última etapa del viaje, pero en un momento del mismo son emboscados por unos extraños y pálidos humanoides de aspecto salvaje. Sin embargo, la contundencia con la que responde el grupo es brutal, y aunque las afiladas garras de estos pálidos y desgarbados mutantes amenaza con poner en peligro las vidas de los aventureros, acaban reducidos por las armas del grupo y los (muy potenciados) hechizos de Nefarius.

Finalmente, acaban llegando a una estancia donde un aullido psíquico los atenaza provocando un fallo en todos los equipos que necesitan de electricidad para su funcionamiento. En una oscuridad completa (escasamente iluminada por los intermitentes focos de luz del grupo) un grupo de estos mutantes, liderados por uno que parece ser su líder y que denota alguna capacidad psíquica, embosca al grupo.

El combate es encarnizado, y el hecho de que parte de sus armas no funcionen no ayuda en absoluto.  Mientras R2, Denis y el pater se enzarzan en un combate cuerpo a cuerpo encarnizado, abatiendo a algunos de estos seres y defendiéndose lo mejor posible, Nefarius recurre otra vez a sus poderes aumentados (por el inevitable influjo de la disformidad) terminando de abatir al líder de los mutantes en una tormenta de rayos de fuego, el cual ve como las llamas lo consumen dejándolo medio muerto. Finalmente el grupo acaba con sus atacantes y eliminan a líder mientras éste intenta de escapar de la confrontación.

Acabado todo, salen de la red de alcantarillado accediendo a un complejo similar al que dejaron atrás, hace ya casi 10 horas. Tras ascender hasta el lugar donde está el edificio bunkerizado que controla estas instalaciones, son asaltados por un grupo de soldados de asalto de la G.I. comandados por el Capitán de Exploradores Aizan Jaeger. El grupo suelta sus armas y se somete a las tropas de la G.I. Tras dar unas breves explicaciones y verificar que fueron ellos quienes mandaron el mensaje a este nodo de la red subterránea, son llevados a la base militar.

Cargando editor
19/06/2014, 21:54
Director

[6º Sesión: 14/06/2014 – RESUMEN (2º parte)]

Aizan, un poco distante y desconfiado al principio, les comenta que están en guerra abierta desde hace 3 o 4 días contra una horda de traidores y mutantes surgidos de entre la población civil, y que el acceso a este nivel subterráneo ha sido extrañamente desbloqueado hace poco (al parecer por la acción del grupo).

Al poco suben de esta red subterránea a otra a más altura dentro del complejo de la base militar. El grupo avanza escoltado con rapidez, cruzándose sólo con otros grupos de vigilancia, desplazándose siempre por este complejo subterráneo.

A los pocos minutos llegan al acceso que comunica con el edificio principal de la base: un enorme bunker de varios pisos de altura que tiene capacidad para unas 500.000 personas. Lo primero que llama terriblemente la atención del grupo, según van ascendiendo hacia los niveles superiores, es la gran cantidad de heridos que hay y su precario estado (ya que las enfermerías están desbordadas). Según ascienden, los sonidos de la guerra que se libra tras los muros fortificados del HQ de la G.I. se empiezan a notar como un eco lejano. El movimiento de tropas parece constante (a causa de la rotación de vigilancia interna y tropas de refresco hacia los muros exteriores) y a los pocos minutos llegan a una enorme sala de mando con amplios ventanales blindados tapados por gruesas cortinas que dejan la estancia iluminada sólo por algunos focos de luz. Allí les esperan el Capitán General Kulik Abergheim y el Teniente Markus Yergal, junto a un reducido grupo de sargentos, adeptos y consejeros de diversos rangos. La repentina aparición del grupo, reportada por Aizan, parece que ha levantado mucha expectación…

Tras unas presentaciones rutinarias y una breve exposición de los hechos experimentados por parte del grupo (omitiendo algunos detalles “sin importancia” como su teletransportación, su combate a muerte contra el archihereje Henrik, la muerte de Yazhia y el potencial hereticus de Riddick….pequeñeces…), la sorpresa e incredulidad son las constantes en las expresiones de los reunidos. Aizan se apremia en comentar  que el hecho de que se hayan desbloqueado los accesos a la red subterránea de “Luz del Emperador” ofrece una nueva alternativa para afrontar la terrible situación que acaece sobre la base de la G.I., y de poder retirar a los heridos hacia zonas más cercanas al campo de energía (conocida ahora como la “Zona Segura”).

El Capitán General Kulik es, actualmente, el miembro de mayor rango con vida y sobre sus hombros descansa la responsabilidad de tomar las mejores decisiones para con su adeptus y sus hombres. En su opinión, cree que la mejor opción es la de defender lo mejor posible su posición cerrando cualquier posible acceso (incluyendo los accesos a la red subterránea, ya que es una clara vulnerabilidad de la seguridad del complejo). El enemigo, enormemente superior en número, está sometiendo a un asedio constante a la G.I. de esta ciudad, pero racionando los recursos y aguantando estoicamente puede que aguanten lo suficiente para la llegada de refuerzos de parte de la “Zona segura”…si es que acaban llegando (puede que ni siquiera existan). Sea como fuese, invertir recursos en contraatacar es un desperdicio y salir al exterior es un lento y progresivo suicidio.

El Teniente Markus, aunque de mucho menor rango, es un condecorado veterano de muchas batallas y cuenta con el aprecio de muchos de los soldados de este emplazamiento. Él opina que encerrarse en la base es ceder la iniciativa al enemigo, y que si no toman parte activa en esta batalla de una forma más agresiva acabarán desbordados por el enemigo. Los traidores están encontrando cada vez más y mejor armamento, y será cuestión de tiempo que las fortificaciones periféricas caigan bajo su control o que se apoderen de alguna de las bases militares menores (si es que no lo han hecho ya) lo que les dará acceso a artillería pesada. A parte, con el paso del tiempo, los mutantes desarrollan nuevas y desagradables “capacidades” más poderosas…y en el momento en que sean capaces de abrir brecha en los edificios todo se habrá acabado, sin contar con el incremento de la frecuencia e intensidad de los extraños fenómenos asociados a la Disformidad… Está claro que el objetivo del enemigo es tomar nuestros tanques, para luego atacar la “Zona protegida” así que debemos utilizar y arriesgar nuestros recursos para llevar la guerra a otros frentes y dificultar los planes finales del enemigo cueste lo que cueste.

 

La discusión no llega a ningún punto claro, estando las dos principales opiniones claramente definidas pero obligadas a no entenderse. Una alarma general rompe el ritmo de la reunión, parece ser que el enemigo está realizando un nuevo asalto hacia uno de los muros del complejo. Kulik abre las gruesas cortinas y un descubre ante los reunidos un paisaje desalentador.

 

Desde su elevada y aventajada posición pueden observar la desalentadora escena del asedio llevado a cabo sobre la base militar. Una ingente marabunta heterogénea de traidores y mutantes (aproximadamente unos 500.000) avanza por las ruinas cercanas disparando con sus armas hacia las zonas del muro fortificado donde se ubican los G.I. que defienden su posición. Múltiples baterías de armas pesadas tomadas por el enemigo y emplazadas entre las ruinas de las proximidades desatan su fuego sobre los defensores y sobre los accesos más cercanos. Algunos escuadrones de tanques pesados aparecen entre las fuerzas traidoras descargando su devastadora munición sobre las líneas fronterizas del complejo militar. El ataque es brutal y el impacto inmediato, pero los defensores pronto responden con todo su arsenal,… y el enemigo muere por centenares. El 10º asalto del enemigo da comienzo, siendo el mayor sufrido hasta la fecha en esta guerra brutal bajo el aterrador cielo disforme de “Luz del Emperador”…

 

Kulik da por cerrada esta reunión. El grupo deberá quedarse bajo vigilancia de la G.I. en las zonas designadas a tal efecto. El acceso hacia la zona subterránea, sabiendo lo que contiene y hacia donde lleva, se deberá sellar hasta nueva orden quedando prohibido su uso. Tanto la vigilancia de los “invitados” como la del acceso quedan a manos de Aizan. Cuando rompan el asalto enemigo volverán a tratar este tema, pero por el momento su decisión es la que se debe respetar. Todos los presentes aceptan (con mayor o menor grado), y abandonan la estancia para ocuparse de la crisis en curso.

 

En lo que se resuelve el conflicto, el grupo es acomodado en uno de los pisos inferiores del edificio principal. Aizan organiza con presteza y eficiencia los grupos de vigilancia, y pronto se reúne con el grupo para ponerlos al corriente de las “normas” del complejo, así como aportar cualquier información que pueda o vea conveniente.

  • Mapa del complejo:
    • Las zonas azules son zonas habilitadas donde descansan los soldados, las cuales están comunicadas por una red subterránea, que es el principal medio de acceso. Cada edificio tiene una capacidad máxima de 50.000
    • Las zonas rojas son “Zonas Contaminadas” que sufrieron daños estructurales de gravedad tras el estallido de la tormenta. Su acceso está prohibido.
    • Hay múltiples hangares y garajes militares con un parque de vehículos muy considerable. El acceso a los mismos está muy restringido (debe realizarse por el exterior) y están bajo la constante vigilancia de una dotación permanente de soldados.

  • Censo: actualmente son unos 200.000 soldados repartidos por todo el complejo (defensa, vigilancia, administración,…), se los 300.000 iniciales.
    • 45.000 están heridos (repartidos entre los tres edificios principales.
    • Aproximadamente 100.000 defienden los muros exteriores de los múltiples ataques enemigos.
    • Aproximadamente 50.000 se encargan de la vigilancia interior (un porcentaje muy elevado).
    • El resto son miembros del Medicum, administración, táctica, mando central, etc…
  • Ley Marcial: el acceso al exterior, salvo por permiso justificado, está prohibido bajo pena de muerte. El peligro de los efectos de la radiación disforme y de los extraños fenómenos que se manifiestan suponen un riesgo demasiado elevado.
  • El grupo debe mantener en secreto el hecho de cómo han llegado al complejo: no se quiere que el rumor de una posible vía de escape surja de manera descontrolada, pues el riesgo de sublevación es intolerable con la situación actual.

Tras esto, Aizan da “libertad” al grupo para que se mueva dentro de las zonas controladas (pero siempre bajo la vigilancia de un par de soldados de asalto).

Notas de juego

Otro mapa que os debo. A ver si mañana lo pongo.

Hecho! :)

Cargando editor
19/06/2014, 21:56
Director

[6º Sesión: 14/06/2014 – RESUMEN (3º parte)]

R2 pide acceso al centro de comunicación del complejo, el cual le es concedido. Sin embargo no consigue ninguna comunicación. Hablando con alguno de los técnicos de comunicaciones que hay termina por saber que:

  • [Otras ciudades y zonas orbitales del planeta] No hay comunicación posible.
  • [Librarium] No se sabe nada de esta zona, pero parece que no está ocupado por el enemigo por algún motivo.
  • [Habitaculums] Se teme que los civiles de estas zonas se hayan convertido en la cantera de traidores y mutantes de las fuerzas enemigas. Han recibido (y esporádicamente siguen recibiendo) alguna débil comunicación de auxilio, pero no se ha podido hacer nada al respecto por la situación actual.
  • [Gran Arena] Se sabe que los enemigos han llegado a esta zona, pero se desconoce muy bien su objetivo.
  • [Genatorum] No se sabe nada de esta zona, pero parece que no está ocupado por el enemigo por algún motivo.
  • [Mechanicum] Se han aislado por completo. No reciben ni envían transmisiones de ningún tipo. Por lo poco que saben de los adeptos de la base “Hay que salvaguardar la Gran Forja a toda costa por orden del gran Magus Tarnael”. Hay bastantes dudas sobre las acciones de estos adeptos y su extraño comportamiento.
  • [Zona Segura] No hay comunicación posible con los complejos de esa zona. Hay esperanzas de que los efectos de la Tormenta hayan sido mucho menores, pero todo se basa en suposiciones. Se conoce que los mutantes y traidores comienzan a movilizarse hacia los límites de esta zona.

El pater, afectado notablemente por los efectos nocivos de la Tormenta y por el caos reinante en todo el planeta, acude a la capilla del edificio para reencontrarse con su fe. Hay pocos soldados (un par de docenas y todos heridos o tullidos) en la capilla, y pasado un tiempo, Jebedhay intenta hablar con el clérigo que la regenta. Por lo que sabe, la comunidad de clérigos de este complejo militar ha sufrido notables bajas (muchos de ellos se han suicidado tras perder toda su moral por los sucesos acaecidos) y no está pasando por su mejor momento. Jebedhay confiesa al clérigo que también es un miembro de la Eclesiarquía. El clérigo, extrañado de la procedencia de este eclesiarca, pregunta cómo ha llegado hasta aquí, y tras no convencerle mucho su respuesta (básicamente, la versión estándar que el grupo da sobre su llegada a este complejo con alguna omisión adicional) le reconoce abiertamente que no le termina de creer y Jebedhay acaba por abandonar la capilla sin ganarse la aceptación del clérigo. Sin embargo su carisma ha llegado a alguno de los soldados que, en algún momento de su estancia en la capilla, se han acercado a hablar con él.   

Denis se encontró con un compañero de unidad llamado Hancock Straken. Según parece pertenecen al mismo pelotón (dirigido personalmente por el Teniente Markus) el cual es conocido como los Man-Of-War y hace uso de algún tipo de armadura experimental. Aprovechó el momento para informarse sobre lo sucedido hasta la fecha en la base y para pedir algo de equipo y armamento. Por lo que parece el comienzo de la Tormenta pilló a la G.I. desprevenida, sufriendo bastantes bajas y daños estructurales en dos edificios del HQ (en rojo). Muchos soldados que se encontraban en el exterior entrenando o realizando guardias murieron en el acto y otros tantos empezaron a mutar a las pocas horas. Con el mando destruido y el caos dominando la situación, esas primeras horas fueron terribles. Sin embargo, antes de acabar el primer día Kulik asumió la responsabilidad de dirigir al adeptus y gestionó la crisis con una rapidez y efectividad encomiables. Recurrió a Aizan y a sus hombres de confianza para asegurar el nivel inferior de túneles del complejo militar y para vigilar con tenacidad su interior, reorganizó a los hombres, mandó equipos del Medicum a atender a los heridos, selló los edificios dañados y comenzó los protocolos de comunicación con el resto de la ciudad. Desde un primer momento se vio que el exterior era poco seguro, por lo que los hombres permanecieron resguardados lo mejor posible en los edificios bunkerizados, naves militares y en los subterráneos. Sin rastro de comunicaciones exteriores, al tercer día el generador de campo se activó y creo lo que hoy se conoce como la “Zona Segura”. Hubo bastante polémica al respecto y nutridos grupos de soldados quisieron salir de las instalaciones para dirigirse hacia allí. Fue Markus quien disolvió estas revueltas con su presencia y tenacidad, sumado a su experiencia y carisma. Comentó que en el exterior se estarían forjando amenazas y peligros que no tardarían en caer sobre la base militar y sus recursos y que no podían cederlos de una forma tan directa. En menos de una semana comenzaron los primero ataques… Desde hace pocos días, tras el comienzo de los ataques por parte de traidores y mutantes hacia la base militar, se decretó el estado de guerra. El número de asaltantes es terriblemente elevado, lo que da a conocer el terrible influjo de la disformidad reinante en el exterior y va en aumento hasta la fecha.

Respecto al material, Kulik tiene todo muy racionado y siendo “invitados” es difícil que puedan disponer de armas o equipo mucho mejor del que tienen. Sin embargo, Markus está agilizando los trámites para dar de alta los permisos de Denis como miembro activo del Man-Of-War. De hecho le dio la posibilidad de acceder al hangar donde descansan las armaduras junto al resto del pelotón (lo que implicaría salir al exterior), a lo que Denis no terminó de acceder.

Nefarius se dedicó a pasar desapercibido el resto del tiempo. Cuando cayó la noche y llegó el momento de descansar, sufrió un extraño sueño. Se despertó en un plano monocromático paralelo de esta realidad, donde podía ver el poderoso influjo de la disformidad que se manifestaba en el exterior, y como en la profundidad de uno de los edificios clausurados existía un foco disforme de terrible poder. Intentó concentrarse en el mismo, pero algo captó su presencia y directamente “lo expulso” del sueño. Al momento Nefarius se despertó y al día siguiente informó a sus compañeros de lo que experimentó.

Ante esto, se reunieron con Markus a fin de exponer la situación existente bajo el edificio. Antes esto el Teniente reconoció un suceso acaecido al comienzo de la Tormenta: en el complejo había una comunidad de psíquicos que al estallar la Tormenta se volvieron “locos”. Ellos fueron con sus poderes los que casi destruyen los edificios dañados y ahora sellados, mutando a sus ocupantes y corrompiendo sus mentes y su lealtad. Fueron en su mayoría exterminados junto a los primeros G.I. traidores y mutantes que surgieron. Sólo quedan cuatro con vida que no sucumbieron a la acción de la disformidad (por lo menos no al completo) y que están sometidos a encierro en los niveles más bajos de cada edificio del complejo por propia voluntad. Ante esto, el grupo se ofreció para explorar los niveles inferiores de esos edificios, pero Markus ya les adelanto que el acceso está prohibido y que Kulik no se los iba a otorgar. Sin embargo, convocó al Capitán Aizan (con el que al parecer tiene buen trato) ya que podía ofrecer ayuda en este aspecto. Tras explicar lo sucedido a Aizan, éste se quedó muy extrañado, y tras indicarle Markus que apoyaba la idea de que el grupo explorase los niveles inferiores de los complejos prohibidos, que no era muy necesario que Kulik lo supiese “por agilizar” y que “estaba seguro” que él podía ayudar. Ante esto Aizan explicó que aquellos soldados muertos, o los que son ejecutados por el Medicum tras sufrir casos de mutación, son llevados por los hombres de Aizan a los subterráneos de los edificios sellados que hacen la función de una enorme morgue.

Esa misma noche, desde este edificio se llevarán a cinco soldados muertos a la “morgue”, situación que puede aprovechar el grupo para ir infiltrado y acceder al edificio en cuestión. Antes de partir, Hancock les consigue un paquete de panaceum y alguna armadura menor de mejor estado.

Según viajan por la red subterránea del complejo militar, a mitad de camino salta la alarma de emergencia parando en seco a la escuadra y al grupo. El sargento de la misma parece que está recibiendo alguna información y al poco se da la vuelta y comenta que una horda de mutantes se han separado del asalto principal, (que aún continúa asediando el muro fronterizo), apareciendo de golpe en el interior del complejo militar mediante algún tipo de “salto en la disformidad” o teletransporte similar. Todas las unidades de vigilancia deben salir al exterior a sofocar el ataque. El grupo continúa su avance hacia los niveles inferiores del edificio “prohibido”. Al poco de llegar e introducir los códigos de acceso proporcionados por Aizan, el grupo accede a un enorme subterráneo con centenares de cadáveres en bolsas. Al fondo hay un ascensor, al que parece que llega el suministro eléctrico, flanqueado por escaleras (de subida y bajada). La influencia de la disformidad en el interior de este edificio es mayor de lo que el grupo ha experimentado hasta la fecha, por lo que el grupo se da la mayor prisa posible en llegar al otro lado del subterráneo dentro de lo que el temor a algún tipo de ataque les permite. En un momento dado creen que una de las bolsas se ha movido, ante lo que el grupo se acerca para comprobar que pasa. Al abrir la bolsa solo ven el cadáver inerte de un soldado con una marca de disparo en la frente. Cuando se dan la vuelta una decena de soldados deambulan lentamente por toda la estancia. Al aproximarse, reconocen que son cadáveres reanimados que al detectar al grupo se lanzan a por ellos implacablemente. El combate se lleva a cabo con tenacidad, y poco a poco el abuso de Nefarius del poder de la disformidad empieza a tener su manifestación en el grupo en forma de corrupción: el pater empieza a estar más débil y demacrado, mientras que el propio psíquico sufre de constantes temblores y espasmos. Sumado a la extraña costumbre de Denis de coger truculentos trofeos de sus enemigos abatidos y al odio irracional de R2 hacia el pater, hace ver que el influjo de la disformidad está dejando su huella en el grupo…

En un momento dado una alteración en el flujo de la disformidad acontece y un enorme mutante humanoide aparece de la nada. Ante esto, Nefarius concentra una vez más su poder y desata una brutal tormenta de fuego alrededor del mutante que lo incinera al instante. Nefarius siente que más mutantes se acercan mediantes saltos en la disformidad a este edificio, que parece ser el objetivo real del asalto, pero por algún motivo no terminan de llegar. Habiendo reducido a sus enemigos, el grupo detecta que el foco de poder psíquico está en el piso inferior por lo que deciden descender por las escaleras.

Una vez en el piso inferior, ven que la escalera termina en corto pasillo que finaliza con una gruesa mampara de seguridad con un panel de mando. El grupo decide entrar. R2 reconoce que los códigos que tiene no le permiten abrir este acceso, pero consigue manipular el mando de la puerta y abrirla. En el instante, un golpe de poder puro aturde y paraliza al grupo que mira aterrorizado lo que hay dentro de esta estancia: miles de cadáveres de soldados se disponen entre terribles espasmos y convulsiones formando un macabro trono de carne muerta sobre el que descansa un cadavérico psíquico que manifiesta un poder terrible. El grupo se ha aventurado más de lo debido y ha liberado un mal atrapado que amenaza con liberar hordas de zombis sobre el interior de la base militar. Sin embargo, por acción del destino, R2 consigue romper el yugo de la disformidad empujando a sus compañeros al exterior de la sala y cerrando la estancia…

El grupo sabe ahora lo que se esconce en el interior de la base militar, y corre a notificar a Markus y Aizan el terrible peligro que amenaza a todos…

 

Notas de juego

Sí!!! Acabé joder!!! XD

Cargando editor
18/07/2014, 22:02
Director

[7º Sesión: 21/06/2014 – RESUMEN]

El grupo notifica lo sucedido a Markus y Aizan, los cuales empiezan a tomar medidas al respecto (Aizan envía a sus hombres a controlar los accesos al edficio "prohibido" y comienzan una purga a base de prometium para evitar males mayores). 

Sobre el asalto mutante, fue sofocado (no sin numerosas bajas), pero aún así el asalto enemigo a los muros exteriores persiste. En breve, Markus solicitará una reunión de emergencia para tratar los temas más acuciantes, entre los que piensa incluir el asunto revelado por el grupo, y obligar de este modo al capitán general Kulik a actuar de una vez por todas ...

Mientras tanto, al grupo se le da acceso a las prisiones donde residen voluntariamente los cuatro únicos psíquicos que quedan en el complejo militar. Tras una serie de interrogatorios, más o menos concretan que no son peligrosos (hay uno un poco trastornado, pero es más o menos asumible...) y les animan a que salgan de su encierro "voluntario" para que sirvan de ayuda a los defensores. A parte, consiguen más información sobre lo ocurrido en el momento en que estalló la tormenta de disformidad: un psíquicos primaris de alto rango, fue el primero en caer bajo el influjo de la disformidad y sometió a una gran cantidad de psíquicos de diversos rangos provocando una guerra civil encarnizada en el interior del propio complejo focalizada en los dos edificios "prohibidos" actualmente. Este psíquico resulta ser hermano de Kulik...

Las investigaciones continúan, y ya con los cuatro psíquicos fuera de su encierro, descubren (por sus capacidad de percibir las energías disformes) que en el exterior se está concentrando una enorme cantidad de energía hacia el interior del complejo desde cinco focos diferentes a las afueras del complejo militar (en "territorio enemigo"). Esto supone una nueva amenaza, y acelera más la reunión pendiente que Markus ha convocado.

La reunión tiene lugar, y en ésta se exponen las últimas noticias y en especial el terrible descubrimiento de la amenaza del psíquico "no-muerto-caótico" que habita en los sótanos de uno de los edificios prohibidos, y el terrible peligro que ello supone. Este asunto, empieza a poner nervioso a Kulik, pero mantiene estoicamente el tipo. Markus pide literalmente la destrucción del complejo con el brujo incluido, mientras que Kulik lo ve como un riesgo de dañar las instalaciones interiores y de exponer la maquinaria bélica de la GI. Según avanza el acalorado debate, la argumentación de Kulik va perdiendo peso ante la implacable presión de Markus, y en un momento dado el teniente acusa directamente a Kulik de no querer acabar con el brujo porque resulta ser su hermano. Esta acusación pública deja a Kulik en evidencia, pudiendo deslegitimar sus decisiones y valoraciones actuales y futuras. En un momento de máxima tensión, Kulik parece perder el control y echar mano a su arma, pero el veterano Markus reacciona más rápido que el capitán general y le vuela la cabeza a Kulik con su pistola bólter. Con el capitán general "retirado por su incapacidad al ejercer su cargo como es debido" todos los presentes asumen el cambio de poder, y Markus pasa a ser el capitán general en funciones.

Sus primeras órdenes no se hacen esperar: comenzar a preparar una ofensiva general contra la amenaza de mutantes y traidores existente. Encerrarse y ceder toda la iniciativa es un error que toda la ciudad podría pagar caro, y ya es hora de que la Guardia Imperial responda a los ataques del enemigo con rotundidad. Primero, sacará la artillería para destruir los edificios "prohibidos" y eliminar cualquier tipo de amenaza que pueda suponer. Posteriormente, acabará con los "núcleos psíquicos" para contraatacar al enemigo cuando menos se lo espere y cortar, de paso, el inquietante ritual. Finalmente, bombardeará las zonas de los Habitáculums ("cantera" de las fuerzas traidoras y mutantes) aunque suponga la muerte de inocentes, para seguir con una guerra de guerrillas contra el enemigo....hasta que sea posible. Todo para que las fuerzas ubicadas en la zona segura (si es que las hay) tengan más tiempo para prepararse.

Claramente, Markus es un tipo para el que el fin justifica los medios....al extremo.

Tras la destrucción de los edificios "prohibidos" (y con la muerte definitiva del brujo), se le ofrece al grupo la posibilidad de participar en las acciones bélicas siguientes. El grupo declina la oferta, con la intención de viajar por el subterráneo hacia la zona del Mechanicum (zona tomada por las fuerzas traidoras/mutantes), a fin de saber qué ha sido del adeptus.

Al final del camino (ya bajo el Distrito I de la zona del Mechanicum) se encuentran con un almacén donde descubren rastros de sangre y fluidos biomecánicos. Pronto el artífice de la masacre hace acto de presencia. Una bestia salida de la disformidad: un gusano devorador (que el grupo ya tuvo la desfachatez de enfrentarse antaño en su persecución de Henrik Tiberian) ataca al grupo. El combate encarnizado acaba, por suerte, con la criatura devuelta a su nocivo plano, regurgitando el cadáver de un acólito medio devorado. 

Aprovechando que la zona está "asegurada", el grupo descansa mientras R2 busca datos del lugar y los alrededores en la máquina lógica del almacén...

Notas de juego

Creo que eso es lo que sucedió en la la sesión de juego, a grandes rasgos...que ya ha pasado tiempo...

Cargando editor
27/07/2014, 21:42
Director

[8º Sesión: 19/07/2014 - RESUMEN]

A las pocas horas R2 puso en común la información recabada:

  • Por lo que parece, el adeptus abatido [llamado Helion] proviene de una de las forjas del Distrito-I y viene huyendo de la devastación acometida desde el interior de una de esas forjas. Antes de ser atacado intentaba “abrir algo”…
  • Por algún motivo, tiene un código de acceso binario para pasar los protocolos de seguridad de la forja principal, pero necesita de otro código el cual está en posesión de uno de los adeptos de la forja del Distrito-I.
  • Hay una información encriptada en unos sectores de memoria de la máquina bajo el nombre clave de “Sangre de Omnishia”, al igual que con el otro código necesita de una clave adicional de origen desconocido.
  • Todos estos códigos son una especie de “identificadores” de cada adepto, llevando asociados una serie de permisos de acceso. Con el conocimiento y equipo adecuado se puede identificar a su dueño.

A parte, encontraron la ubicación de alguna arma de gran calidad guardadas por el Mechanicum entre la gran cantidad de materiales para la construcción de implantes y equipo diverso.

Una vez fuera, el grupo llegó a un territorio potencialmente hostil y mancillado por la disformidad más parecido a un campo de batalla asolado por algún tipo de bombardeo o desastre natural que al conjunto de distritos urbanos/industriales que eran antaño.

Edificios y forjas ardiendo, la oscuridad reinante que parece adquirir vida propia por los dispersos focos de luz urbana que aún funcionan, el nauseabundo influjo casi palpable de la disformidad que reina sobre todo el planeta, el imponente y oscuro edificio de la Prime Forge, sólo eclipsado desde esa distancia por la enorme cúpula azulada que conforma el campo de fuerza de la ciudad, el poder puro del caos que domina la completa realidad del mundo focalizado en el monte Gibbet… Todo contextualiza al grupo recién llegado en un mundo de pesadilla y horror…

Necesitando del otro código ID de un adepto de la forja principal del Distrito I, el grupo encamina sus pasos hacia allá guiados por los datos recuperados del almacén subterráneo...

En un momento dado del viaje, entre esporádicos tiroteos lejanos y ruidos de explosiones de algún edificio o forja de otro distrito, se percatan que al otro lado de la calle, dentro del portal de un edificio, una persona les acecha. Tras pensárselo bien, deciden bordear la posible amenaza y seguir hacia su objetivo dejando atrás a esa persona. Sin embargo, éste le sigue.

Tras darse cuenta de que les están siguiendo, deciden pararse en seco y el pater retrocede hacia esa persona mientras el resto del grupo cubre su avance hacia su perseguidor, que resulta ser una joven con pintas de pandillera. Pasados los primeros momentos de tensión, con armas en mano, se termina procediendo a las presentaciones pertinente. La chica se llama Lyra Orlean, una pandillera de bajos fondos que ha sobrevivido al estallido de la tormenta y que ha decidido volver al Distrito I del Mechanicum para buscar a su hermano, un trabajador aventajado de la forja principal de ese distrito.

Con cierta tirantez, deciden seguir el camino que comparten hacia sus diversos objetivos.

El hogar del hermano de Lyra (Julius) resulta pillar de paso hacia la forja principal, y el grupo decide colaborar con Lyra acompañándola. Una vez cerca, se percatan que hay presencia de traidores mutantes por la zona, y parecen haber tomado el edificio donde se encuentra el hogar del hermano de Lyra. La confrontación no tarda en estallar y se resuelve un tiroteo que acaba con buena parte de los mutantes, haciendo que uno huyese internándose en el edificio ocupado. Según se aproximan, una fuerte presión sacude las mentes de los presentes, como si de un grito psíquico se tratara. Al poco unas enormes aves de piel correosa y grisácea llegan a la zona. Estas Quimeras atacan al grupo guiados por una maliciosa voluntad, pero no impiden que el pater y Lyra accedan al edificio.

Tras subir tres pisos sin confrontación alguna, llegan al apartamento de Julius. La puerta está abierta.

Dentro, todo está sucio y desordenado, y el acceso a la terraza está abierto de par en par. Fuera está Julius mirando al exterior dando la espalda a los recién llegados. Lyra pregunta a su hermano qué está sucediendo. Cuando Julius se da la vuelta, las terribles facciones mutadas de lo que fue su hermano la dejan en estado de shock. Es una mezcla horrible entre hombre y bestia, y con una mirada depredadora y una voz gutural invita a su hermana a abandonarse a los designios de "El Gran Corruptor". El pater responde con ira y fuego de lanzagranadas.

Julius termina cayendo de la terraza hacia la calle a causa del terrible impacto, pero una de estas aves lo captura al vuelo retirándose hacia el Norte de la ciudad.

Una vez controlada la situación, y habiendo llegado el grupo al apartamento, descubren en el baño el cráneo de lo que parece ser un alto cargo del Mechanicum, cuyo ID resulta ser el complementario al del acólito encontrado en el subterráneo. Por lo que poco después pueden descubrir en las máquinas lógicas de Julius, parece ser que éste era un trabajador aventajado que había comenzado los ritos de iniciación para formar parte del adeptus, y por lo que parece, puede haber tenido mucho que ver en la caída de la forja principal de este Distrito.

Una vez recuperada Lyra, decide acompañar al grupo en su lucha contra los traidores y por su supervivencia, dirigiéndose todos juntos hacia la Prime Forge.

Una vez divisado el colosal edificio, pudieron contemplar cómo una considerable fuerza armada estaba asediando dicho complejo de manera constante, pero sin éxito. Investigando los alrededores, identificaron las ruinas de una forja menor que disponía de una entrada/salida de emergencia hacia la Prime Forge. Una vez dentro de las ruinas, y habiendo ubicado y abierto dicho acceso secundario, la disformidad reinante en el planeta se manifiesta haciendo que el aire ardiera en llamas de diversos tonos y colores. El grupo corrió a través del sendero subterráneo recién abierto, menos Nefarius que empezó a manipular las llamas (motivado por una extraña necesidad), incrementando su tamaño y provocando que las ruinas del complejo ardieran hasta los cimientos, para salir corriendo poco después detrás del grupo huyendo del infierno de llamas recién provocado...

 

Cargando editor
02/09/2014, 20:27
Director

[9º Sesión: 26/07/2014 - RESUMEN]

Dejado atrás el infierno de llamas, y mirando al psíquico con una mezcla de miedo, odio y desconcierto, terminan por calmarse y retomar un paso constante hacia el interior de la Prime Forge. Por lo que parece ser, a Nefarius le gusta jugar con el fuego...

El viaje por el pasillo subterráneo se alarga casi una hora, y cuando creen haber dejado atrás los muros principales de la colosal forga, terminan por encontrarse con una enorme mampara.

Desde fuera, el edificio parecía "muerto", no mostrando signos de actividad alguna, y en el interior tampoco parecía detectarse movimiento a través de los scaners, ni ruidos sospechosos, por lo que el grupo decidió abrir la mamapara y acceder por fin al interior del subterráneo de la Prime Forge gracias a los códigos de seguridad adquiridos.

Al abrirla, una enorme nave industrial del tamaño de medio distrito se extiende ante ellos como si de una pequeña ciudad se tratase llena de maquinaria, cadenas de montaje y cajas y cajas de suministros y material manufacturado. La oscuridad es casi absoluta existiendo sólo un centenar de focos de lumen repartidos por la instalación, lo justo para ubicar los accesos a otras zonas de la forja e iluminar muy tenuemente algunas partes de esta zona.

Lo que inquieta al grupo es la gran cantidad de cadáveres repartidos por todo el lugar dando fe de una batalla intestina entre los propios miembros del Mechanicum. Miembros del Adeptus y todo tipo de siervos yacen inertes a lo largo de toda la estancia haciendo difícil identificar a amigos de enemigos (siendo un total de 10.000 muertos aprox). Una observación más detallada permite identificar a grupos de adeptos y siervos con extrañas mutaciones. 

En un momento dado, un ruido metálico de algo muy pesado seguido del desagradable ruido de la carne y el metal siendo masticados alerta al grupo…. Iluminado por una tenue luz de una esfera lumínica, una forma enorme parece estar alimentándose de los cadáveres masticando carne y metal por igual. La presencia del grupo atrae la atención de esta “criatura” la cual con un estridente y chirriante ruido metálico se incorpora y se encara frente a ellos, situado a bastantes metros de distancia.

Un servidor de guerra pesado cuyo metal parece haber adoptado una textura parecida a una piel negruzca adornada con pinchos de hueso y cuya cabeza ha desarrollado unas terribles mandíbulas (las cuales derraman sangre y lubricante de máquina de su última “comida”), lanza una mirada al grupo proveniente de un ser que no es de este mundo.

El motor de su espalda refulge con la combustión del metal y la carne consumida en un destello rojizo. Múltiples runas brillan de su enorme estructura y con un rugido helador el ser carga hacia el grupo con una enorme hacha de guerra en su mano y con un ansia y rabia desmedidas...

Tras una primera ráfaga de disparos y viendo que el ser no cesaba en su avance y que parecía "regenerar" los daños sufridos por los disparos, el grupo decide correr hacia lo que parece ser el primer acceso de salida de esta nave que comunica a los niveles superiores. Lyra corrió como un galgo motivada enormemente por el terror que aquel ser le provocó, el resto del grupo siguió sus pasos atacando en algún momento a la criatura consiguiendo frenar su avance en alguna ocasión, pero el ser no desistió en su empeño. Por el camino, usaron los elementos resultantes de la batalla para intentar parar o matar al servidor de guerra, llegando a hacer caer una grúa de carga y haciendo explotar el suministro de combustible de un servidor de guerra pesado a modo de bomba. Pero todo fue en vano. Nefarius intentó recurrir a sus poderes, pero descubrió que los orbes de luz ubicados en este nivel del complejo tenía una extraña capacidad inhibidora de poderes psíquicos que mermaron el potencial de sus hechizos.

Fuera como fuese, consiguieron llegar al acceso antes de que les diese alcance, y cuando por fin consiguieron abrir la mampara, un acólito del Mechanicum junto a un grupo de servidores militares apareció delante suyo. Al momento, grupos de servidores militares equipados con armamento pesado aparecieron de los niveles superiores de la nave. Acto seguido, desencadenaron una descarga cerrada de plasma y laser sobre la criatura, la cual empezó a sufrir terribles daños a una velocidad superior de la que era capaz de regenerar. Cuando parecía que iba a ser destruido, un aura demoníaca de color rojo hizo acto de presencia evitando su destrucción en el último momento ganando el tiempo suficiente para poder huir hacia la oscuridad del complejo. Los adeptus mechanicum leales, tras las convenientes preguntas y verificaciones, recibieron al grupo y les dieron paso a la seguridad de las zonas controladas de la Forja Prime.

Una vez allí, y gracias a R2, pudieron ganarse parcialmente la confianza de Obrum Lector, mentorado de Tarnael (aliado de R2), que es el actual líder del bando leal del Mechanicum en ausencia de su mentor.

Comentan al grupo lo sucedido en la forja tras el estallido de la Tormenta de Disformidad:

"El impacto sufrido por el estallido de la Tormenta de Disformidad fue terrible. La estructura de la Prime Forge aguantó, pero todos los sistemas se sobrecalentaron provocando la muerte de muchos adeptos…
Tras el estallido de la tormenta, junto a los mutantes y traidores civiles empezaron a surgir grupos de tecno-herejes de las propias forjas de los Distritos, a raíz de esta sobrexposición las energías disformes. Esto supuso una amenaza insalvable que obligó al máximo responsable de ese momento, Tarnael,  a cerrar todos los accesos a la Prime Forge para evitar que el enemigo entrara. Pero pronto se vio que ya era tarde…
Una buena parte de los adeptos supervivientes empezaron a manifestar claros indicios de mutación y pronto se aliaron al bando traidor, surgiendo una guerra civil encarnizada dentro de los muros de la gran forja".

Esta situación se mantiene en la actualidad, donde los niveles superiores de la parte norte de la forja está en posesión de la facción traidora del Mechanicum mientras que la del sur está en posesión de la facción leal. Los niveles inferiores son “zona neutral”, y son los sitios más castigados por los diversos conflictos.

El grado de posesión de la forja es favorable a los leales (60%-30%) así como el número de efectivos de siervos y adeptos. Por desgracia, el enemigo tiene acceso a las forjas donde se estaban desarrollando la fabricación de las armaduras Man-O-War, y dispone del único generador primario activo a pleno funcionamiento (aparte, ambos bandos sólo disponen de generadores de emergencia o de los que son capaces de reparar).

Los traidores están haciendo pactos demoníacos y rituales sacrílegos para “sacrificar las almas de las máquinas” a fin de servir de alimento a demonios que aprovechan el “cascarón vacío” como huésped. 

Tarnael cayó hace tres días en la última confrontación con el enemigo, siendo capturado por el mismo. La moral actual está muy baja en la bando leal de Mechanicum, ya que saben que está vivo (el enemigo no se molesta en romper su señales vitales telemétricas…) y no saben a qué horrores le estarán sometiendo. Aparte, el enemigo ha conseguido crear un perímetro defensivo muy fuerte con radares capaces de identificar a cualquier miembro del Mechanicum considerado “leal” que se adentre en su zona. Por lo que un asalto frontal es muy arriesgado.

La llegada del grupo supone una alternativa muy interesante al asalto directo. Miembros ajenos al contexto actual de Mechanicum podrían infiltrarse en la zona enemiga para desactivar el generador principal (que alimenta el 80% de esta zona). Esto provocaría una situación de confusión que podrían aprovechar para realizar un asalto mucho más devastador frente al que no podrán defenderse tan bien como ahora. Esto pasa por que el grupo quiera arriesgar su vida en esta labor...cosa a la que acceden.

La misión se desarrolla con éxito, siendo la señal que provoca el asalto frontal del bando leal hacia los tecno-herejes. Mientras la brutal guerra se sucede en los niveles superiores de la zona norte de la colosal forja, el grupo se retira a la zona controlada por el bando leal, esperando que la superioridad numérica y el factor sorpresa hagan que los herejes sean destruidos...

Cargando editor
06/06/2016, 21:44
Director

[10º Sesión: 07/05/2016- RESUMEN]

La batalla finaliza en el interior de la "Prime Forge" con victoria para el bando Leal al Emperador, rescatando a Tarnael en el proceso. Sin embargo, el líder de la forja está completamente destrozado, por lo que urgentemente lo conectan a una máquina preservadora de vida para evitar su inminente muerte. Durante varios días la tensión domina el complejo (tiempo que el grupo aprovecha para tratar con Lorten Byros para arreglar parte de su equipo), ya que nada se sabe de Tarnael, pero finalmente el magus recupera la consciencia y, con una frialdad y sentido del deber ejemplares, empieza a dar órdenes a sus subalternos para empezar una nueva línea de acción: el Ordo Mechanicum irá a la guerra para luchar contra los traidores en apoyo a los leales que hay en la Zona Segura. 

La actividad vuelve a la forja, y pronto al grupo se le presentan algunas alternativas; como acompañar a las fuerzas militares del Mechanicum por el exterior hacia una de las zonas fronterizas de la Zona Segura, ir solos por un acceso subterráneo recientemente abierto que les puede llevar a la Zona Segura, o tomar alguna otra ruta que les pueda llevar a otros lugares de la ciudad (Librarium, zonas habitadas en busca de supervivientes, volver al cuartel general de la G.I., etc...). Finalmente, y tras no disponer más tiempo de los servicios del magos Byros (que ha salido de la forja por los subterráneos para tareas de mantenimiento) adoptan la opción de internarse por los subterráneos hacia la Zona Segura por su cuenta...

Los aventureros avanzan sin incidentes a través de los interminables accesos subterráneos de la ciudad, en una zona especialmente dañada, el acceso queda cortado por un derrumbe relativamente reciente. A varias decenas de metros hacia arriba se ve el exterior y a pocos metros se aprecia una mampara de otro acceso subterráneo de un nivel superior. Al instante, un chillido estridente sorprende a todos, y del acceso que dejaron atrás una manada de "mutantes albinos" avanza a gran velocidad hacia su posición. Tras un primer vistazo, se aprecia que esa manada es realmente una enorme turba enfurecida, y la opción a adoptar es trepar hasta el acceso subterráneo del nivel subterráneo y cerrar la mampara. Tras unos minutos de tensión y de arañazos constantes contra la mampara, la turba desiste y trepa hacia el exterior, llevados por un motivo desconocido...

Continuando con su viaje, pronto el grupo accede al exterior cerca de una de las grandes vías de acceso a las zonas del Adeptus Arbites. Los muertos, principalmente de renegados y traidores, y el estado de las torres de defensa (claramente dañadas, derruidas y/o inutilizadas) dan testimonio de la feroz batalla que se ha llevado a cabo estos días. De lejos, en dirección a la cúpula azulada del campo de energía, un ejército de traidores con vehículos acorazados se dirige hacia la frontera de la Zona Segura. A fin de tomar altura y ver mejor el tamaño de la contienda que inminentemente se va a llevar a cabo, Wolf se adelanta para acceder a una de las torres que se mantiene en pie, pero una vez dentro los efectos de la Disformidad hacen mella en la mente del asesino: según ascendía los niveles de la torre, y a medida que dejaba atrás cadáveres de militares, arbitradores y refugiados, su atención recayó en el cadáver de una niña, que horriblemente le devolvió la mirada. Tras descerrajar un tiro de bolter, continuó nervioso su ascenso para encontrarse delante de él a la niña muerta que acababa de "matar". Esto hizo que quedara en estado catatónico, impidiendo incluso contestar las llamadas por intercomunicador de sus compañeros...

Ante el silencio de Wolf, el resto corre hacia la torre. En el camino, una presencia sofocante y agónica somete al grupo, y Hoss Harper cae bajo la voluntad de esta presencia. Esto provoca que Jebedhay y R2 se enfrasquen en una lucha física y mental con Hoss (y la voluntad que lo domina), mientras Nefarius continúa hacia la torre para encontrarse con Wolf, que recobró el sentido al poco de llegar el psíquico. Finalmente Hoss recobró el control de su cuerpo, con ayuda de sus compañeros, y volvieron con el resto del grupo.

Desde la altura de la torre, vieron como el ejército traidor atacaba a discreción al campo de fuerza, que permanecía inalterable ante el ataque, mientras las últimas torres defensivas caían, terminando con la única medida contraofensiva de los leales. El ataque frontal continuaba sin cesar en su empeño ni bajar su intensidad, y cuando parecía que nada iba a poder romper el campo de fuerza...éste comienza a "agrietarse" y "oscilar brevemente. Pero antes de que el grupo se temiese lo peor, una contraofensiva del Adeptus Arbites flanquea al enemigo con letalidad y disciplina, a través de calles secundarias que desembocaban en esta gran avenida. El ataque rompe a los renegados y los desbanda, llegando a pasar cerca de la posición del grupo, y encontrándose finalmente con la fuerza militar del Mechanicum, que acaba exterminando a los rebeldes. Por último, el grupo se une a esta fuerza (que alegan su retraso a un inesperado ataque de una turba enfurecida de "mutantes albinos") y se juntan con los Arbitradores, los cuales les dan la bienvenida y les pasan a la Zona Segura a través de accesos ocultos subterráneos...