Puerto Rojo, sede de la casa Alander, es un castillo pequeño de construcción relativamente reciente. Por el camino habéis encontrado algunas familias de campesinos que también huyen hacia allí. Cuentan historias de partidas de saqueadores que llegaban al amanecer con espadas y antorchas.
Nada más entrar por las puertas sale a recibiros la esposa de Paxter, Bethany, con su prominente panza de embarazada.
- ¡Madre bendita, estáis heridos! Deprisa id a la torre mayor y os sanaré.- empieza a dar órdenes a las criadas: agua caliente, vendas, etc.- Nuestro señor Ser Alarich se fue ayer con Ulfryd y Elric a rescatar la nave de Desmera y no ha vuelto aún. ¿qué está pasando?
Un gesto de mezcla de dolor, ira, enojo, y sed de venganza recorria la cara de la jóven Alander. Ante que nada tomó una botella de vino y bebio un largo trago.
- Incursores, por toda la costa. Parece que estan un ataque a gran escala. Asaltaron la posada, mataron a Desmond... En ese momento Julia se dio cuenta de que Desmera estaba allí. Se acercó, quitó uno pelos de su cara y la abrazó con fuerza.
- Siento muchisimo lo de tu hermano. Apenas llegamos a conocerlo y ya nos dimos cuenta que era un gran hombre. Te juro que lo vengaremos. Necesito que seas fuerte. Se que necesitas tiempo para llorar su muerte, pero ahora debemos ser de acero. Odio tener que pedirtelo , pero necesitamos que escribas a tu padre, necesitamos el apoyo de su flota. Sin ella toda la costa de llenará de inocentes masacrados. No creo que podamos pararlos solos...
Paxter se sintió muy agradecido de los gestos de su mujer. Sabía que no disponían de un maestre, así que no podía aspirar a un trato mejor...y nadie mejor que ella para atenderle. Aun así podía hacer cosas mientras le atendían.
- Gracias Bethany.
Y se sentó pesado en una butacón no sin antes darle un fuerte y tierno beso a su esposa.
- LLamad a todos los que minimamente tengan poder organizativo sobre otras personas en el castillo. Que vengan Tormen y El bardo. ¿Donde está ¿Ulfryd?
Gritó mientras su esposa se preparaba. Sería él quien tomase la iniciativa en PuertoRojo ya que su sobrino no estaba.
- Lady Serrett. Le agradezco sus esfuerzos. Ha sido de gran ayuda para ésta familia, pero me temo que lo peor está por llegar, debe avisar a su familia.
Concluyó estando más calmado.
Master, entiendo que no tenemos maestre, pero ¿cuervos? que tendríamos que hacer para mandar un cuervo?
Podrías aclararnos a cuanto tiempo de distancia tenemos los siguientes asentamientos importantes....con pajareras y tal. Así como Lanisport y Rocacasterly?
Desmera llora al saber que su hermano ha muerto, muy afectada. La septa Anelle la acompaña a una habitación hasta que pueda recuperar la compostura.
- Ulfryd se fue con Ser Alarich y ninguno de los dos han vuelto.
No tenéis maestre ni nadie con la dote de adiestrador de cuervos, así que no podéis mandar un cuervo a ningún lado. Se debería mandar un mensajero a caballo.
La flota del padre de Desmera (lord Redwyne) puede tardar semanas en llegar. Las dos fuentes de ayuda poderosa más cercana son Lannisport y el Risco, donde está la casa Westerling, la más poderosa de esta región. HEctor Westerling es el heredero del Risco.
Un mensaje a caballo puede llegar al Risco en un dia si revienta un caballo.
Silverhill está tan lejos como Lannisport, así que poca ayuda sería posible.
Ser Hector se ofrece a escribir a su padre pidiendo que venga con ayuda.
- Mi padre tiene muchos caballeros y galeras de combate. Han hechado a los hombres de hierro de estas costas como a perros apaleados en muchas ocasiones. Nos dará su ayuda sin duda. Debéis mandarla con vuestro jinete más rápido.
Antes de empezar la reunión, Bethany Oakhart atiende las heridas de todos.
Como en este juego no hay hechizos de curación ni pociones curativas, lo rápido que os recuperáis depende de lo bien que os portéis. Si os quedais en cama os curais más rápido. Si cabalgais peleais o os complicais la vida es muy probable que no saneis o incluso que se reabran las heridas. Se harán las tiradas de curación a partir de 24 horas.
Os reunís en la sala principal del castillo todos los Alander presentes (Tormen; Julia, Paxter) y Dayna.
Actualmente en la guarnición sólo hayuna unidad de milicia. Ser Alarich se llevó los barcos y los marineros con él.
Oye, y el maestro de armas del castillo? capitan de la milicia? o...paco el que tiene a 4 matones y que le pagamos para que mantenga el orden? Lo quiero listo para cuando se le llame.
Lady Serrett escucha a los demás. Tras reflexionar unos instantes opina:
Silverhill está muy lejos, aunque escriba a mi hijo mis caballeros no llegarían a tiempo. Lannisport también está muy lejos, aún así creo que deberíamos escribir a Lord Lannister para ponerle al corriente de la situación. Además, deberíamos reclutar a tantos hombres como podamos para nuestra causa contra los saqueadores del hierro. Propongo una leva de campesinos para reclutar soldados.
OFF: Arg!!!! me lo has quitado de los dedos....si tubiese a un "paco" al que mandar, ya estaría de camino a reclutarlos XD
En la casa Alander no tenéis ningún maestro de armas ni capitán de la guarnición. Sólo un campeón que era Ulfryd y ahora mismo no está.
Os pongo pero un sargento al cargo de launidad de milicianos.
- Me ocuparé que se mande un jinete a Lannisport y otro al Risco de los Westerling, ser Paxter. Todos mis hombres ya están en sus puestos.
- Yo iré con dos hombres y Merrylin a reclutar por los caseríos y aldeas. Soy el heredero y es mi deber llamarlos a las armas.
- La guerra es cosa de hombres. Ahora que habéis vuelto, las mujeres debemos ir a la capilla a implorar la sabiduría de la Anciana y la compasión de la Madre. ¿Vamos, señoras?- sugiere Bethany.
- Que así sea!
Se levanta.
- Ser Hector, acompañadme a la sala de juntas, alli tendremos papel y tinta para escribir las misivas que iran al Risco y a Lannisport. Beth, prepara a las sirvientas, ser Dalor, Ser Herctoy y yo mismo necesitaremos vuestros cuidados para recuperarnos lo antes posible. Lady Serret, te asignaré na sirvienta para que no te falte de nada, cuando Lady Bethany este libre será mejor anfitriona de lo que yo pueda ser. Julia, tu y el sargento Watt os encargareis de las defensas. Un Alander debe supervisar desde las murallas, nuestros soldados lo agradecerán*. Tormen, Thom, haced eso. Watt, si queda alguna barcaza, quiero que se patrullen nuestras aguas, temo por Ulfryd, Eric y Ser Alarich, ademas de que deben ser avisados, si no hay ni una triste barca de pescadores, quiero a un hombre en la torre vigia del Puerto muy atento para que pueda verlos si se acercan y hacerles señales para informarles. Te haré llegar las misivas para que vayan al Risco y a Lannisport. Todo Claro para todos?
Julia arqueó las cejas ante las ordenes de su tio.
- Ser Paxter, hasta donde recuerdo Tormen es el heredero de Puerto Rojo, por lo que las decisiones en ausencia de Padre son cosa suya. Agradezco tu preocupación, pero si alguien dará ordenes será él... Tormen?
Clavó la mirada en su hermano, molesta por no tomar el lugar que le correspondía. Era hora que madurara y se hiciera cargo de sus deberes.
Tormen mira a Paxter fijamente. Luego a Julia.
- Tío Paxter, tus medidas son adecuadas, pero Julia tiene razón. Yo soy el heredero de Puerto Rojo y debo tomar el mando. Pero no pienso encerrarme en el castillo y dejar arder las cabañas de nuestra gente, sin saber cuando nos caerá el golpe ni de donde.
"De manera que iré a reunir la leva de campesinos y pescadores y a explorar el terreno. Así nuestra gente se sentirá protegida. Mientras vigilad la fortaleza como ha dicho paxter, al que nombro castellano de Puerto Rojo en mi ausencia.
"Mi primo bastardo, Harald, es el mejor jinete de nuestra casa. Quiero que tome dos monturas y parta al Risco con la carta que le escribirá ser Héctor pidiendo ayuda. De allí se mandará un cuervo con otra carta firmada por mí, Lady Desmera y lady Serrett a Roca Casterly. Lord Lannister no se negará a ayudarnos si se lo piden tantas casas nobles. Mientras su hermano John queda a cargo de la vigilancia de las aguas.
- Hay una buena cabalgata hasta el Risco, y quizá hombres de hierro en el camino. Es tarea para un caballero como yo y no para un muchacho como vuestro Harald.- es evidente que Ser Hector aún tiene ganas de aventuras.
- Quedarse aquí no es de cobardes, si van a asediarnos.- gruñe ser Dalor. Su rostro curtido está pálido por las heridas vendadas que cubren su pecho, pero se ha negado a quedarse en cama.