Partida Rol por web

El guardia hace gesto de rascarse el casco mientras que un sinnumero de personas y guardias se hacen a vuestro alrededor asombrados por el aspecto de Martin

Yo les dije que habiamos escuchado ese aullido por esta zona señores.... Dice un hombre Hay un maldito lobo en Navahermosa, y seguro fue el quien atacó al padre Antonio....se los juro...

Yo digo que lo mejor es que nos metamos en nuestras casas y recemos a la Virgen del Rosario, nuestra patrona.... Y todos le rodean escuchandole

Lo mejor será que lo llevemos al Hospital de las Hermanas Dice el guardia mientras que la multitud comienza a dispersarse Nosotros lo llevaremos señor y Dama...vaya Martin que te ves maltrecho, muchacho

martin simplementa asiente con la cabeza con una palidez de vampiro

Comienzan a aminorar la marcha y pronto de detienen para hacerse una idea del lugar y Daniel percatarse de la presencia de guardias

bien, mi señor... ¿no querríais uniros al padre antonio?
digo mostrando mi inquietante rostro al acercarme a él. No pierdo detalle de su expresión, aunque el hambre me posee valoro más la satisfacción del terror causado que la vieja sangre que podría sacar de este hombre.

Tras observar la huida del hombre, me dirijo al Hospital... esta noche tengo antojo de sangre sagrada.

 La dama mira a su hechizado Sierra.

 - Veo que el gentil guardia os podrá ser de mejor ayuda que nosotros, os dejo en buenas manos.- Sonríe afablemente lady Maeve.- Espero que a partir de ahora su suerte cambie para bien, buen hombre.- Dice mirando de forma signifícativamente a Sierra.

 - Nosotros tendríamos que buscar refugio, compañero.- Dice luego mirando a Lucius.- Pues si una fiera feroz acecha por los alrededores, mejor será que nos guardemos de ella.- Girandose hacia el guardia.- Que pase usted una buena noche, caballero.

 Y sin más empieza a alejarse en dirección a la posada.

Hago un alto en mi marcha e intento confundirme entre las sombras avisando a los dos caballeros hablando en voz baja.

-Estimados señores, creo reconocer al capitán don Fernando en las puertas de la taberna, acompañado por otro hombre. No queda más tiempo para pensar. Hemos de llevar a cabo alguna de las acciones de las que hemos hablado. No sé si nos habrán visto.-

Yo, que no lograba distinguir a los que el nosferatu si, bajo de un salto del caballo para ocultarme un poco

No creo...al paso que veniamos llamabamos poco la atención, lo unico que me ha preocupado es que puedan estar hablando, quizas le han informado de lo sucedido a su espia o tal vez el nigromante y Lady Maeve fueron descubiertos con Martin Sierra...o Santiago..

Un millon de ideas cruzan mi cabeza

Tal vez vos, Nosferatu..podais acercaros y escuchar de que estan hablando sin que se dieran cuenta...

Suspiro profundamente sopesando el riesgo que supone intentar acercarme por sorpresa al cruel capitán.

-Si creéis que es lo más conveniente, intentaré averiguar todo lo posible aproximándome a los dos hombres. Sólo espero no despertar las sospechas del capitán don Fernando. Estoy casi seguro de que no es el único con aspiraciones en esta convulsa ciudad-

Con cautela avanzo fundiéndome con las sombras hacia donde se hallan el capitán y su interlocutor.

Bueno, Señorita...Saluda el guardia mientras que Martin se "arrastra" a su lado con las facies de muerte y como un animal herido buscando a su madre Vamos, Martin...las monjas os cuidarán en el Hospital

Hace una señal a dos guardias más que corren dificilmente con sus armaduras y acogen a Martin para ayudarle a caminar pausadamente

Y si, tengan cuidado...Dice el hombre Pondremos en alerta esta noche a los guardias de las torres y a los centinelas para no se presenten mas ataque esta noche... Y comienza a caminar hacia la multitud

¡Cada uno a su hogar!!! ¡Guardaos en vuestras casas y cerrad con fuerza las puertas!!

Con el mayor cuidado posible me pego a las paredes donde la oscuridad se vuelve más impenetrable. Haciendo uso de mis habilidades en la disciplina de Ofuscación, cubriendo mi cabeza con la raída capucha, me encamino hacia la puerta del Jinete Oscuro aprovechando todos los obstáculos que me pongan a cubierto de miradas indiscretas, tanto de don Francisco y don Daniel como de don Fernando y su acompañante.

Notais un comportamiento extraño a Lady Maeve, no es la misma dama que te acompañó durante estas noches y con quien creias habias iniciado un nuevo camino, la notais distante y persuasiva cuando hablais...

Tras unos segundos el nosferatu se pierde caminando lentamente en la oscuridad para fusionarse con esta

 Cuando están a solas, lejos de la atención de cualquier otro ser:

 - Ha llegado el momento de ir en pos del Barón para informarle de lo sucedido, esperemos qu elos lupinos estén ocpados en otros meneseres que los de custodiar el camino.

Daniel observa como Alain se pierde entre las sombras, mientras escruta la oscuridad.

Afirmo con la cabeza ante las palabras de Lady. Desde hace un rato no soy capaz de articular palabra, mis pensamientos fluyen a tal velocidad que no me permiten hablar.

El tono, sus palabras, su mirada... Encuentro a Lady Maeve muy distante, completamente diferente a la Lady con la que pasé las noches anteriores. Esto genera en mí un profundo dolor, más grande que el que me proporciona la enfermedad por todo mi cuerpo. A pesar de ello me veo incapaz de preguntarle. Sólo lanzo leves miradas de vez en cuando desde lo más profundo de mi capucha.

Don Fernando y uno de sus hombres hablan furtivamente fuera de la taberna muy cerca del muro que rodea la ciudadela por la parte Este, el Alguacil mete un pergamino enrollado en una funda de cuero y se lo entrega al hombre, también le entrega lo que parece ser una bolsa con dinero, acto seguido tras asegurarse que no hay nadie en los alrededores Don Fernando se corta la palma de la mano con una daga y da de beber al hombre.

Debes llegar lo más rápidamente posible a Toledo y entregar el nmensaje a quien ya sabes en el lugar acordado, has de ser extremadamente cauteloso y no te detengas por nada, no podemos fallar ahora que estamos tan cerca de nuestro objetivo, recuerda lo que te prometí si nuestro cometido se lleva a cabo con éxito.

Si señor, no le fallaré señor.