Partida Rol por web

Un ajuste de cuentas

1. A la espera del recadero...

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11/03/2013, 00:52
Director

 

 Un par de horas antes del anochecer, en el horizonte, a la vera del camino, se dibujaba esa construcción que ya todos habiáis visto, pues en muchas millas a la redonda esta era el único refugio conocido que merecía tal reconocimientos. Pues constaba de un cercado de piedra de unos tres metros de altura. Pegadas a los muros, en la cara interior del complejo, había varias construcciones de talante humilde, pero suficientemente bien cuidadas, más de la mitad de ellas servían para hospedar a los viajeros, también había un amplio establo, del que salía algún relincho ocasional. Pero lo que destacaba especialmente era la edificación central. Una enorme construción de una sola planta, pero con un techo altísimo de algún tipo de paja o matorral.

 Cuando traspasastéis el muro perimetral, pues la puerta estaba abierta y nadie os barraba el paso, os encontrastéis con un chaval que estaba sacando agua de un pozo y al veros. Dejo lo que hacía y se acercó para atender a la mula.

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11/03/2013, 00:54
Rubén Montealto

 - Buenos días viaje...- Empezó diciendo antes de reconoceros, pues apenas hacía cuatro jornadas que dejarais las Cinco Jarras.- Oh, son ustedes, celebro verles de nuevo.

 Sonrie francamente antes de proseguir. Pero al estudiaros mejor la sonrisa se borra al ver las marcas de los combates recientes en ropa y armaduras. También parece haberse percatado de que regresan menos de los que partieron.

 - ¿Bandidos?¿ Le-les asaltaron bandidos, en el camino?. Pe-perdonen... no se detengan en la entrada, pasen, pasen al interior, seguro que Octavio les podrá ofrecer lo que necesiten.

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12/03/2013, 14:17
"Extranjero" Jack

El viaje de vuelta a la posada había sido un infierno... Físico y psíquico.

Por un lado el trayecto estaba repleto de puntiagudas piedras repartidas por todo el camino. Los pies del pobre marino sufrieron las malditas aristas de tales piedras. ¿Pero qué le iba a hacer? Nunca se había acostumbrado a llevar calzado... ni nunca se lo planteó.

Y por el otro tenía que soportar el cansancio psíquico de volver con las manos vacías y la ligera impresión que les habían tomado el pelo... Y por no hablar del asunto de los esclavos...

Por puro agotamiento no fué muy comunicativo con el joven que los recibió. Ahora el hecho de usar otra lengua le parecía un esfuerzo colosal... Pero hizo un esfuerzo.
-Trae ron... o algo fuerte...

Y sin más se metió dentro de la taberna para dar a su cuerpo tan merecido descanso...

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17/03/2013, 15:40
Iasana Ranackver

-No, nada de eso... es... una larga historia- Iasana respondió al mozo con voz cansada. El viaje de regreso había transcurrido casi en silencio, cada uno de los viajeros sumidos en sus propios pensamientos y la maga más taciturna que de costumbre, apenas había dicho nada. Su cuerpo acusaba el agotamiento de la aventura más sus ojos dejaban entrever un fuego intenso que discordaban con la sensación de derrota que se percibía en la compañía.

Entró al salón y dejó sus cosas a un lado de una mesa cercana al hogar y sin quitarse su pesada capa de viaje se acercó al fuego, intentando calmar el frío que siempre la acompañaba. -Sí, por favor... algo fuerte y un poco de comida también- sus palabras acompañaron el pedido del marino pues necesitaba algo que le devolviera la vitalidad a su anatomía, pues la de su espíritu había conseguido su propio alimento en la cueva, poco antes de que desandaran el camino que los había llevado hasta allí.

-Qué bien me vendrá dormir en una cama otra vez...- suspiró y volvió hasta la mesa, esperando que sus compañeros quisieran unirse a ella.

Notas de juego

Chicos, disculpen la demora. He tenido una semana súper difícil y no pude ponerme hasta ahora :(

A ver si la que viene va mejor.

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18/03/2013, 12:20
Liam Davenport

El capitán Liam apenas sentía los pies. El camino había sido duro, pero la imagen de una cama y un techo eran estímulos suficientes para seguir adelante. Los aventureros apenas habían hablado y no culpaba a sus compañeros el cansancio hacía mella en ellos, sus semblantes lo reflejaban. Apenas habían podido descansar y el camino había sido duro.

Por fin divisó el muro exterior de la posada y sonrió. Apenas había sido un amago pero el corazón suspiró por volver a recostar su maltrecho cuerpo sobre un mullido colchón de plumas. Cuando apenas le restaban menos de veinte pasos los pies se quejaron y las piernas gritaron de dolor, estaba acostumbrado a cubrir kilómetros, pero habían apurado el paso y apenas habían descansado. Observó a su compañera y admiró su fortaleza.

Saludó al chico sin mucho afán y se dirigió al interior de Cinco Jarras. Necesitaba un trago.

Notas de juego

Chicos, disculpen la demora. He tenido una semana súper difícil

 

Idem.

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18/03/2013, 13:25
"Extranjero" Jack

-¡Posadero! ¡Estamos secos!
Fué la enérgica exclamación del marino, como exigían los cánones de etiqueta... Como mínimo en las tabernas de puerto. Y se sentó en la mesa en la que se había acomodado Iasana.

Generalmente, el suelo cubierto por tablones de madera de la edificación le hubiese dado a Jack una sensación de tranquilidad. Pero no era así. Había maltratado tanto a sus pies en el camino que seguían adoloridos.
Al sentarse puso su pié izquierdo sobre la mesa y lo examinó... Estaba lleno de heridas

-¿Que os parece todo este asunto?... El de hacer de recaderos me refiero -hablaba mientras seguía examinando el pié. Al instante localizó una pequeña espina clavada, de un rosal u otra planta maldita, en el talón. Era diminuta pero dolía una barbaridad. La tanteó con los dedos. -¿Por qué el "príncipe Krause" no lo hace él solo? Creo que hay algo... Algo más que nos esconde ¿Cómo lo decís? ¿"Callado como un putas"?

Notas de juego

Cita:

Chicos, disculpen la demora. He tenido una semana súper difícil

Pero volvemos a estar juntos! No es bonito?

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20/03/2013, 14:10
Iasana Ranackver

La maga sonrió ante el grito de Jack y sus acciones posteriores. Había conocido gente de toda clase a lo largo de su vida, por eso el comportamiento del marino no le resultaba ofensivo, pero estaba segura de que aquello, en la corte de ser Torquemar no le hubiera sido permitido.

Volvió su atención hacia donde se encontraba el posadero. No quería responder la pregunta de su compañero mientras hubieran oídos indiscretos, pero como el hombre aún no se ocupaba de ellos se decidió a hablar, siempre atenta a quien pudiera aparecer.

-Creo... que no quiere encontrarse con Osborne- su voz transmitió una leve nota de nerviosismo. -He... oído... que es un tipo peligroso- midió sus palabras con cuidado pues no quería alarmar de más a sus compañeros pero tampoco podía dejar pasar que ella no era la primera vez que escuchaba aquel nombre. -Igual son solo rumores... pero nos valdría bien irnos con cuidado. Krause halló en nosotros la necesidad justa para enviarnos a hacer su trabajo sucio sin arriesgar su pellejo. Fíjate, comercia con esclavos, la vida no significa nada para él y siempre que pueda sacar beneficio, lo hará. Para el "príncipe" sólo somos negocios.- la maga apoyó su espalda contra el respaldo de la silla y se relajó, al menos en apariencia. Pero su mirada continuaba encendida, sin perder detalle de lo que la rodeaba. Sin embargo, si algo más la preocupaba, no lo comentó.

Notas de juego

Pero volvemos a estar juntos! No es bonito?

Claro que sí! :D

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20/03/2013, 14:23
Iasana Ranackver
Sólo para el director

Alejandro Osborne. Desde que había escuchado ese nombre en la cueva del basilisco, Iasana no podía quitarlo de su mente. El terror casi animal y la furia confluían en esas dos palabras, palabras que nominaban al hombre que había vuelto su mundo de cabeza y la había arrastrado a dejar la felicidad atrás.

¿Cómo sería? ¿Qué oscuros secretos guardaría? ¿Por qué había acabado con Lucio? Muchas preguntas la asaltaban, su cabeza no paraba de pensar durante el día y se agitaba en pesadillas confusas durante la noche. El cansancio comenzaba a hacer mella en su espíritu pero no en su determinación. Quería ir hasta él, enfrentarlo, mirarlo a los ojos antes de poder destruirlo.

¿Destruirlo? ¿así sin más? aquel gusanillo inquieto que dormía en el fondo de su alma volvió al ataque. ¿En verdad iba a desperdiciar la oportunidad de saber? ¿De averiguar de dónde provenía su poder y como lo había obtenido? Con rabia, apartó esos oscuros pensamientos. Lo único que debía preguntar era "por qué". Por qué a Lucio, por qué a su mundo, por qué. Pero nada más. El deseo de poder no debía cegarla. Casi había perdido la vida y aún sufría las consecuencias de querer dominar el rayo, hacerse con su fuerza y dotarse de su vitalidad. Aún no podía librarse del frío eterno que la consumía por dentro ni de los sueños de perdición que la asaltaban hasta que el asesino de su maestro apareciera en escena. No... no debía cometer el mismo error.

Mientras elegía qué comentar con sus compañeros -aún no se sentía cómoda llamándolos amigos, sobre todo porque no sabía si no debería traicionarlos para conseguir su venganza- no dejaba de mirar hacia la puerta. Necesitaba volver a ponerse en marcha, aunque apenas hubieran llegado. Pero hasta tanto no apareciera el recadero que les encomendara su misión, poco podían hacer. Solo armarse de paciencia y esperar.

Notas de juego

Pregunta: cuanto tengo de mi droga? he podido hacerme con algo de ella en el camino o estoy casi sin existencias?

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20/03/2013, 16:32
Roberto, el guarda

 Con los gritos del marino, el calvo hombretón que ya encontraran los aventureros se despertó entre ronquidos entrecortados.

 - Eh-eh, qué es este jaleo...

 Dice mientras manotea por la mesa para dar con una porra de roble, la cual resbala y se estrella contra el suelo de madera causando estruendo.

 Finalmente parece que os ve y os reconoce, o por lo menos no os considera una amenaza.

 - Ahhh sois vosotros... buenas noches, creía que ya no vendría nadie más esta noche.

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20/03/2013, 16:36
Octavio, el posadero de las Cinco Jarras

 Tras el vozarrón del marino, pero antes de la caída de la porra, llega Octavio al salón, justo para ver como su guardia estaba medio dormido en un rincón, con una muda negación de su cabeza se dirige a vosotros.

 - Hola buenas noches viajeros, celebro verles de nuevo.- Dice con unos ojos castaños alegres y una sonrisa en la mirada.- Una jornada dura por lo que me dicen vuestras caras... y vuestro pie. Nada que una buena noche de reposo, con la tripa llena, no cure.

 El hombre regresa a su barra de donde saca tres jarras y una frasca de cerámica que llena con el contenido de unos de los toneles.

 - Tomen, sírvanse mientras les traigo algunas viandas.- Mirando al guardia dice.- Roberto aviva el fuego, que está casi en ascuas ya.

 Tras lo cual desaparece hacia las cocinas.

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22/03/2013, 11:22
Liam Davenport

Una vez sentado junto al hogar se recostó sin apenas probar la comida y bebido que les había traído Roberto. Miró a Jack y frotándose los tobillos afirmó.
- Estoy de acuerdo con tus afirmaciones, mi marinero,hay algo en todo esto que me escama - sus ojos se clavan sobre la mujer maga - esa rata rastrera de Krauser sólo nos traerá problemas y ese Osborne debe ser una buena pieza, según comentas. Sería una auténtica lástima que perdiéramos la vida sólo para que ese cretino se salga con la suya y prosiga con sus deshonestas actividades mercantiles - aprieta la mandíbula y los puños - tengo ganas de cogerlo y darle su merecido, sueño con ese momento.

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22/03/2013, 16:00
Octavio, el posadero de las Cinco Jarras

 El bueno de Octavio trajo un trozo grande de empanada rellena de verdura y pollo, que a pesar de estar fría es un plato que no está nada mal. También trajo una pequeña marmita con una de verduras y pan horneado del mismo día. Finalmente trae también un poco de birra.

 - He pensado que tal vez para acompañar la comida les apetecería algo un poco no tan fuerte.- Dice dejando unas jarras de latón en frente de cada cual.- Cortesía de la casa.

 Tras lo cual el hombre preparó un poco del mismo pan y algunos encurtidos en otra mesa para dos y se ponen a comer los dos hombres, Roberto y Octavio.

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22/03/2013, 16:54
"Extranjero" Jack

Cuando Octavio trajo la comida, Jack apartó su pié de encima la mesa para facilitar el trabajo al mesonero. Pero luego volvió a acomodarlo otra vez. Siguió palmeándose el pié hasta volver a localizar la espina y, ahora si, consiguió sacarla.
-Ummmm... Creo que Krause prueba si ese... como se llamaba ¿Osborne?... puede con nosotros... Creo que Krause también piensa en cuando volvamos... Tendremos que hacer trampa

Com el pié libre de la espina que le afligía el marino pudo empezar a comer con sus compañeros

-También tendremos que hacer trampa con ese Osborne... Puede que no seamos los primeros que envía Krause

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29/03/2013, 14:15
Iasana Ranackver

El marino tenía razón. Krause los había mandado para quitárselos de en medio. Si cumplían con el encargo, bien, ya vería que pasaría luego; si no regresaban... mejor. Pero como también señalaba Jack, ellos podían hacer trampa. Sólo debían estar dos pasos por delante en aquel extraño juego de ajedrez.

-Tienes razón Jack... pero ahora, sin nada más de información, no se me ocurre cómo podemos aventajar a Krause... ni tampoco a Osborne- tomó un pedazo de empanada y cortó un trozo de pan para acompañar la comida. -Tienes alguna idea?

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01/04/2013, 11:49
Liam Davenport

El capitán tomó su comida con poco entusiasmo y endulzó sus labios con vino. Estaba preocupado, sentía que tenía los brazos atados y prefería haber degollado aquella rata comerciante pero lo necesitaban.
- Ese maldito nos engañará - comenta manifestando sus inquietudes hacia sus compañeros de viaje - no sé muy bien si es una estratagema para mantenernos apartado, ¿alguna idea?, no compañera Iasana, no se me ocurre nada.
Buscó la mirada del marinero, siempre tenía algún plan y esperaba que se le ocurriera lo que fuese para abordar esa situación.

Notas de juego

Por fin volvemos a la rutina. Una semana con dos crías encerradas en casa por culpa del maldito tiempo drena las fuerzas a cualquiera.

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04/04/2013, 10:01
Director

 Los compañeros estaban empezando a tomar con hambre la cena que les plantan sobre la mesa, si bien el ánimo no es el mejor tras el desencanto de los últimos días, tras varios días tomando raciones de viaje y comiendo carne medio quemada como le gustaba cocinarla a Nuño, unos platos de cocina casera, con estas pintas, la verdad que habría el apetito a cualquiera.

 Pocos bocados más tarde la puerta se aabre de nuevo, en esta ocasión mostrando la figura de un hombre joven, alto y delgado, agraciado con una sonrisa deslumbrante y una abundante melena rubia.

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04/04/2013, 10:05
Querelar, el Galán Místico

 El joven se quita la capa dejando a la vista una armadura de cuero muy ornamentada y unas topas de de terciopelo verde con filigranas de hilo negro, a pesar de los materiales humildes, muestran un buen trabajo por parte del artesano. Un espadín colgaba del cinto, y colgados en los hombros, junto a una mochila hay un arco y un carcaj.

 - Buenas noches a todo el mundo. Benditos sean los dioses, empezaba a creer que me tocaría pasar otra noche al raso. Por el camino de poniente no me he encontrado más cosas que casas quemadas y posadas deshabitadas. Sin lugar a dudas los bandidos campan a sus anchas por esta parte de Idilia.

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04/04/2013, 10:10
Octavio, el posadero de las Cinco Jarras

 Con la sorpresa estampada en su rostro, Octavio da unos pasos hacia el nuevo cliente.

 - Buenas noches para ti también, caray que noche más movida. En las últimas semanas muy pocas visitas hemos tenido, y esta noche ya son cuatro los visitantes. Bienvenido, pasa, pasa y sentaros junto al fuego. ¿Algo para comer y beber?

 Con un asentimiento del forastero, el posadero se pone manos a la obra para atender al cliente.

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04/04/2013, 10:15
Roberto, el guarda

 Por su lado, el viejo guardia de la posada se queda mirando al rubiales mientras este se quita la mochila y la capa.

 - Así que venís por el camino de poniente, ¿en verdad las cosas están tan mal? La verdad es que hace días que no nos llega nadie de esa dirección. Me sorprende que hayas llegado tú... solo.

 El pesado guardia se apoya en una de las columnas de madera, con una jarra en las manos, aguardando la respuesta.

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04/04/2013, 10:20
Querelar, el Galán Místico

 El joven deja las cosas en un banco mientras se acerca al fuego, saludandoos, centrando su atención en Iasana, a quien sonríe con unos dientes blancos y gesto pícaro. Para atender a las palabras del viejo.

 - Amigo mío, en estos días es peligroso ir por los caminos, pero no para aquel avezado a recorrerlos. Hace años que los recorro, y los conozco... tanto a los caminos como los peligros que entrañan.- Dice mientras calienta sus manos en el fuego para darse la vuelta y mirar a la concurrencia.- A parte no he recorrido todo el camino, vengo del norte, de Rocafreda. Allí han expulsado a los bandidos, o por lo menos les han quitado las ganas de dejarse ver, Lord Veremón ha movilizado sus hombres y los asaltantes han caído a decenas.