Partida Rol por web

Arthur recuperó el aliento.

- Aunque querría descansar... aquí no es seguro. Si nos ponemos a dormir, la criatura invisible puede entrar y devorar al guardia y luego matarnos a todos mientras dormimos.

Además, aquí no puedo darle a Alyanna lo que tengo ganas de darle... delante de todos los demás, si no fuera por esa armadura... 

- No estamos muy heridos, así que diría de hacer un esfuerzo y salir de aquí hasta encontrar un buen sitio donde podamos encerrarnos. 

Escuchando lo que dicen el resto y con gestos en mi que se hacían de notar que quería salir de esta isla cuanto antes. Camino hacia ellos diciendo.

Menos charla y más mover las piernas, cuanto más tiempo estemos aquí discutiendo si quedarnos o no. Tendremos nuevamente a esas criaturas aquí besandonos el culo.

Por lo que empezar a moveros e ir saliendo de aquí ya.

Os alejáis del portal hacía las catacumbas de tan infausto recuerdo, pero nada puede ser peor que esa enorme masa destruyendo el monasterio como si fuese un montón de naipes. Pero hay un cambio en el ambiente de las escaleras, no podéis dejar de fijaros en el olor acre que lo embarga. Más tenéis otros problemas, de repente notáis un dolor punzante en la parte donde tenéis el trozo de gema rota y de ella empiezan a aparecer haces de luz. En tanto en las escaleras algo gruñe, como si la luz le molestase...

Tenemos compañía. dijo Evadne cuando su mente ató  de inmediato aquel gruñido con el ser invisible al que ya se enfrentaron antes.

¿Y que le pasa a la gema? Evadne miró al mago en busca de una respuesta arcana. Es posible que reaccione a la presencia de aquello. Aquel ser invisible. ¿Es posible? la semielfa se encojió de hombros. No tenía ganas de enfrentarse de nuevo con lo que quiera que fuera aquello.

Desde que nos habíamos alejados de aquel portal, seguíamos en un silencio. Silencio que nos acompañaba durante todo el viaje desde que vinimos.

No era nada bueno tanto silencio, cuando entonces noto como la gema que portábamos cada uno empieza a dar luz.

Escucho a Evadne  decir que tenemos compañia, algo del que no me había percatado por la gema. Pero ante sus palabras miro a Alyanna. Ella sabe más sobre esta gema...

No sé si esto es bueno o es malo...pero si esa compañía que tenemos ha dado muestras ante nuestra presencia por la luz de la gema...no creo que sea nada bueno...

Arthur no hizo mucho caso a las palabras de sus compañeras, le distraían sus sedosas melenas, sus increíbles caderas y sus más que interesantes senos, total, a la única que escuchaba con más atención (por la cuenta que le tenía) todavía no había dicho nada.

- ¡Genial! ¡Ahora brillamos como el vampiro del cuento! ¿Que será lo siguiente? ¿Acabaremos peleando en bolas para deleite de la hermana adolescente muerta viviente del Capitán! 

- ¡Vamos! ¡Si ese bichito invisible se acerca! ¡ME LO CENO! Detecto un capullo a mil pasos y más si es un bicho y enorme y asqueroso. Habitualmente lo veo en el espejo... ¡Todos fuera!.

- Alyanna... ¡Detrás de mí! Muy cerca ¡Y pon la guadaña hacia abajo, que como tropieces me partes en dos... - al decir eso no pudo dejar de apostillar. -¡Y las cosas en este caso van al revés!

Vamonos dijo resoplando ante la idea de haber pasado la noche allí como había propuesto el lumbreras del barbaro. Su estupidez asomaba por su boca cada vez que hablaba y tanta bravuconería al final le pasaría factura. Lo unico que Evadne deseó es estar lejos de él cuando eso sucediera. Por suerte Alyanna parecia resultarle simpatico y cargaba ella con el peso  de su pedante conversacion. Soportar a aquel tipo susurrando chorradas mientras que sus ojos señalaban directamente a sus tetas era algo que no le apetecia revivir.

- Creo que la joya responde al arma. Creo que debe de ser una parte. Si el arma está fragmentada, puede que los distintos trozos estén tratando de juntarse. Deberíamos de tener cuidado con ello... no sabemos qué pasara cuando se unan. Aunque lo cierto es que tengo la sensación de que lo está intentando porque no estamos en la presencia de ese mal amenazador, lo cual puede ser una buena señal.

Arrugo la nariz por El olor y eso que he olido cosas peores. El dolor en cambio es por partida doble, mis ojos cambian de un color a otro durante unos segundos. Sujeto la mágica arma que tengo en mis manos, plegada para no tener problemas y como me pide Arthur.
La verdad es que preferiría que pelearas desnudo para mi replicó con una medio sonrisa.
Pasemos lo más deprisa que podamos. Este lugar está convirtiéndose por segundos en un lugar picó aconsejable. Tenemos que volver si esto que tenemos es El arma mágica que buscábamos y acabar con todo

La luz llega a su cenit y sentís cierto dolor, que pronto se detiene como la luz que salia de vuestros cuerpos, ahora el arma tiene una joya de color verde tan grande como un puño que flota ominosamente en un hueco que parece haber sido creada para ella en la empuñadura. Ahora el arma da una sensación de ser más peligrosa si cabe...

En tanto escucháis como algo se aleja por las escaleras. Si era esa criatura gigante, parece haber huido en cuanto la joya se ha vuelto a unir. Ahora suponéis que el camino está libre y las escaleras os esperan para bajar hasta las catacumbas, donde  todo se encuentra tal como lo dejasteis después de vuestro paseo a través del tiempo.

- Venga, ¡De vuelta a la casa de Ismael! - dijo Arthur encabezando el camino. - La criatura esa sólo sabe escaparse.

Para él sería fácil recorrer el camino de vuelta, incluso con los ojos cerrados. Preferiría tener a Alyanna delante, pero detrás no le venía mal, podría cubrirla así y ella curarle a él en el caso de encontrar enemigos.

EL dolor pasa y me llevo la mano al fragmento y luego miro la gema antes de mirar a nuestro alrededor. No se que narices ha pasado pero no me gusta nada y esperaba algo.

Sujeto el arma con mas fuerza si cabe y me marcho tras Arthur lo mas deprisa que puedo.

Este sitio no es seguro, tenemos que volver a casa. 

Escucho las palabras de Alyanna y digo.

¿Y entonces a qué estamos esperando para irnos de aquí?, ya he dicho yo que tanto silencio no es nada bueno. No esperemos más y marchemos lejos de aquí cuanto antes.

Sin añadir nada más, Alek continuó tras sus compañeros en silencio, sumido en sus pensamientos. No sabía las consecuencias que tendría el poseer aquel arma, pero al menos podrían enfrentarse a la maldicion de un modo completamente diferente.

Vamonos de una vez pensó que correr un buen rato sacaría de su cabeza la desagradable imagen de Arthur desnudo invocada por Alyanna y su lujuría desmedida. La semielfa habia escuchado en una taberna del  gusto de algunos clerigos por hacer gigantescas orgías tras los muros de los templos durante las largas noches invernales. En aquel tiempo no le dio más credito que el del comentario chismoso de un comerciante borracho pero viendo a Alyanna empezaba a creer que aquellas historias tenían bastante fundamento.

Recorréis las catacumbas hasta llegar al punto de inicio, sin ningún sobresalto, aunque no podeis dejar de daros cuenta de que la puerta camuflada ha sido reventada y se escuchan el ruido de un montón de alas que se mueven alborotadas. Recordáis que la salida daba a la biblioteca donde decenas de extrañas criaturas están revoloteando en el techo y que parecen tener cierta predisposición a alimentarse de sangre caliente. Ya sería un fastidio que después del viaje fuese ahora cuando perdieseis la vida...