Partida Rol por web

Arthur se abalanzó corriendo sobre Konrad y trató de partirle en dos.

Mientras Arthur cargaba contra Konrad, Alek aprovechó para moverse a toda velocidad y coger la piedra, la cual guardó en el interior de su túnica. Si querían quitarsela, deberían de matarle.

Tragó saliva... algo que seguramente intentarian pronto.

Evidentemente el objetivo de Konrad es la joya, por lo que se abalanza contra Alek. Gruñe enfadado ante la intromisión, esquiva con facilidad a Arthur y le intenta quitar la joya de la misma túnica a Alek, dispuesto a ser golpeado para conseguirla...

Alek esquiva a Konrad no permitiendole coger la joya que se encuentra en el bolsillo de su capa, nota el calor que provoca la misma como si fuera un pequeño tizón ardiendo. En tanto Konrad se gira hacía él. Arthur vuelve a estar preparado para el combate y las dos mujeres observan la escena. Hasta que de repente Kakuonsäde se abalanza contra Alek, en un estado de hipnosis intentando sujetarle para que se quede quieto. Lo cual no consigue porque Alek se mueve muy deprisa...

Arthur se cabreó. ¡El maldito idiota asesino pasaba de él y sólo quería la joya! Pero eso iba a tener consecuencias, dio un paso y se colocó detrás del miserable...

- ¡No des la espalda a tu muerte!- gritó y le golpeó con brutalidad en los riñones.

¿Kakuonsade? No... No podia ser. Esto debía de ser obra de Konrad. ¡O peor! ¡Podia ser obra de Oswald! Alek se preparó, sabia que iba a ser el centro de todas las miradas, ahora que estaba protegiendo la gema. Y no le daba nada de reparo acabar con la que habia sido su amiga, al menos asi descansaría en paz.

- ¿Es que no teneis nada mejor que hacer que perturbar a los pobres que solo buscan la paz? - preguntó. Mientras, se preparó para esquivar cualquier ataque.

El espectáculo del golpe a Konrad es dantesco, el golpe le secciona la parte de los riñones, dejando sus tripas al descubierto. Aunque lo peor no es eso, sino que el maldito engendro sigue moviendose con la misma rapidez y virulencia en busca de coger la joya de Alek mantiene en su bolsillo. Con rapidez de una vibora mete su mano en el bolsillo, aunque Alek esta al quite y le coge el brazo para alejarlo de ahi, en tanto Kakuonsäde intenta volver a capturalo para que le sea más fácil al hermano de Ismael llevarse la joya.

Reacciono por fin y salto para placar a Kakuon como mejor puedo para que Alek no tenga problemas en poder salir de alli.

Reacciona replico dandola un golpe en la cabeza con fuerza con mi mano. Alek sal de aqui, tenemos que hacer lo que nos ha pedido Ismael, sea lo que narices sea.

- Muérete cabrón. - Gritó Arthur tratando de volver a golpear a Konrad, el maldito se apartaba con las entrañas medio fuera, la habitación estaba roja de la sangre, roja sangre de los hermanos, derramada por la muerte de uno y las heridas de otro.

Alek se ha quedado paralizado y no reacciona, lo que permite que Konrad saque la joya de su bolsillo y se la lleve hacía la boca, intentando engullirla, aunque no sin antes esquivar el poco afortunado golpe de Arthur. Por la forma que os mira, parece que está a punto de conseguir lo que quiere y sus ojos brillan con un extraño resplandor. En tanto Kakuonsade queda desmayada, aunque no sea por el almohadillado placaje que le proporciona Alyanna.

Arthur volvió a tratar de liquidar al miserable, pero parecía protegido por algún tipo de energía o campo de fuerza, porque la espada del rubio guerrero no conseguía segar su vida.

Veo como le quita la joya y lo unico que puedo hacer es usar lo que tengo en la mano.
No se ni como lo hago, pero simplemente golpea el mango en el suelo y se despliega.
Un rapido arco para golpear a Konrad y que no escape.