Partida Rol por web

El primer disparo impacta en el pecho del zombi que retrocede unos pasos, pero aun de pie te mira fijamente.
El segundo impacto no sabes como, impacta en el lado de la puerta del autocar rebotando, para terminar impactando en uno de los cristales de tu lado, esta claro que la bala no estaba en buen estado.

La primera bala impacta de lleno contra el zombi, sin embargo sigue mirándome como si no hubiera pasado nada. La segunda bala, sin embargo, rebota en la chapa de la puerta y sale rebotada hacia mí. Por suerte, una vez más, la bala no me da y pega contra el cristal de mi espalda.-Puta bala.-Vuelvo a calmarme y miro al zombi-Esta vez no voy a ser tan sutil y voy a reventarte la cabeza, maldito chupacerebros.-Apunto a su podrido cráneo y disparo.

La bala impacta unos centímetros mas a la izquierda del pecho del zombi, esta claro que el estrés y el mal dormir te esta afectando a tus nervios.
El zombi avanza para llegar a la puerta e intentara entrar a través de ella. ( recuerda que pasara un asalto entero )

Mi disparo es bastante malo, y por supuesto el zombi sigue su camino.-¿De verdad crees que vas a entrar? ¿Crees que soy gilipollas? Anda y vete al infierno-Vuelvo a disparar al descarnado que intenta entrar a por mi.

El primer disparo impacta en el pecho y frena el avance del zombi, pero parece mentira aun de pie vuelve a intentar entrar en el autobús para atacarte.
El segundo disparo por el contrario impacta en la cabeza, casi explotando salpica la mitad de los cristales y el suelo, el cuerpo se para en seco y se desploma primero de rodillas para terminar al suelo completamente, perdiendo gran cantidad de sangre por la herida craneal.

-Joder, que asco-miro toda la puerta llena de trozos de carne y manchada de sangre-sabía yo que no eras más que mierda ambulante.-Con mis precauciones me alejo un poco del zombi recogiendo la mochila y la escopeta. Es hora de recargar.

Meto dos cartuchos en la escopeta y recargo las 5 balas en el cargador de la pistola antes de mirar por las ventanas a ver qué tengo alrededor. Si había zombis cerca está claro que habrán acudido al ruido como un oso al ver una trucha luchando por su vida fuera del agua.

No ves nada moverse en todo el recinto, solo el zombi de arriba del despacho, que supones que era el jefe de la estación de autobuses.

Una vez tengo las armas bien cargadas vuelvo a guardar la pistola en el pantalón. No estaría de más poder encontrar la manera de arrancar algún vehículo. En alguna parte tienen que estar las llaves.

Salgo con cuidado del autobús y miro a mi alrededor. Miro la compañía del autobús de al lado y la busco por la estación. Deben estar en la oficina.

Miro al zombi que está en lo alto de la estación intentando romper la ventana para salir. Lo cual, me dice que si es un zombi y está ahí, no está precisamente encerrado, sino que la puerta del despacho debe estar abierta y es muy posible que si se da la vuelta consiga salir, a no ser que alguien lo haya dejado encerrado.

Camino hacia el interior de la estación. -Vamos a buscar esas llaves, la pierna me está matando.

la estación casi todo es de la misma compañía, cuando subes hacia la parte superior de la estación te encuentras bastante sangre por el suelo, miras a un lado y nada, los indicadores ponen WC y cafetería, al otro lado pone taquillas, supones que es ahí.
Te mueves unos metros en dirección hacia las taquillas y lo que calculas que hay el despacho que viste desde abajo, y dos humanoides se mueven hacia ti, su alrededor esta lleno de sangre y por esta zona hay mas de un cuerpo destrozado por el suelo.

Camino por la estación y no hay rastro de seres vivos. Nada se mueve, nada respira. Subo un par de plantas buscando las oficinas y finalmente parece que tengo suerte. Llego donde están las taquillas. -Seguro que están aquí las jodidas llaves.

Está claro que no tengo tanta suerte cuando veo no a uno, sino a dos zombis viniendo hacia mí. Uno debe ser el que estaba encerrado en el despacho y el otro... su amigo. -¿Es que no me podéis dejar tranquilo? -Apunto con la escopeta y disparo al que esté más a tiro.

Los perdigones salen disparados algunos les impactan otros al suelo y otros a saber donde.
Esta claro que están demasiado lejos por una escopeta de este tipo.

Aún estána lgo lejos, así que decido usar la pistola mejor. Dejo al escopeta a un lado, con el último caruthco que tiene y saco la pistola con la otra mano.-A ver qué hacéis contra esto-apunto con la pistola y disparo en dos ocasiones, una a cada zombi. Si no los derribo al menos les quitaré algo de vitalidad.

Si siguen acercándose tendré que salir corriendo, así que más vale que consiga un buen disparo. Tomo aire y aprieto el gatillo, con calma y determinación.

apuntas tranquilamente al primer zombi, sabiendo que dispones de tiempo y no vale la pena ponerse nervioso, al momento que aprietas el gatillo cuando la ranura del punto de mira pasa por la cabeza del zombi, no hay retroceso, vuelves a apretar el gatillo pero nada responde un clik suena levemente.
Miras por encima la pistola, esta claro que se acaba de encasquillar.

Los zombies continúan su camino hacia ti.

-De puta madre, la escopeta con un solo cartucho y la pistola encasquillada. -Los zombis avanzan hacia mi sin pausa y yo será mejor que haga lo mismo. Recojo la escopeta del suelo y me guardo la pistola en el pantalón. Es hora de prepararme.

No tengo tiempo de desencasquillar la pistola, así que mochila al hombro me retiro unos pasos hacia atrás. Debo recuperar algo de distancia. Así que me dirijo de nuevo hacia la escaleras, necesito un sito más estrecho donde no quepan los dos a la vez o ganar algo de ventaja táctica. Y eso no se gana perdiendo el tiempo con una pistola defectuosa.

retrocedes unos pasos hasta la escalera, ganas unos segundos mas para que lleguen.
Desde aqui puedes ver bastante trozo de la planta de arriba y solo un cuadrado de abajo las andanas.

Llego rápidamente hasta las escaleras. Si necesito escapar solo tengo que "dejarme caer". Echo un vistazo fugaz hacia abajo y trato de no darle la espalda del todo a las escaleras. No me fio un pelo de quedar atrapado entre muros de carne en descomposición.

Aprovecho este lapsus de tiempo para desencasquillar la pistola antes de que lleguen. Cada segundo es precioso, así que más vale que no se resista.