Partida Rol por web

El guardaespaldas parece más enfadado aún, y otros cuatro semiorcos ataviados con la misma armadura se acercan a vuestra posicion. El guardia más grande os vuelve a decir:

- Ya os he dicho que fuera de aquí. Mi jefe no negocia con cualquiera. Lo próximo que haga con ustedes no será hablar, os dice amenazándoos con el puño.

Me alejo para volver a mi mesa con mis compañeros esperándo entonces a los demás .

-A ver, mozo.-Digo levantándome de la mesa.-¿Cómo te hay que decir las cosas? Asyíra planea cositas feas para tu jefe, pues se ha cargado a uno de los tipos que envió a su taberna. Hemos venido a proponerle algo que puede ser beneficioso para todos y acabar con esa maldita bruja mordiendo el polvo. 

Sin dar tiempo a reacción, el semiorco le lanza a Morko un buen puñetazo que pasa sin impactar cerca de la cara de Morko.

- He dicho que os vayais a tomar viento fresco!! os grita el guardaespaldas enfadado.

Una decima de segundo es el tiempo que necesito para tensar mis musculos y activar mi aura sanadora antes de la pelea.

Le lanzo el conjuro hechizar persona sobre el semiorco grandote que nos habló , creo que es el jefe, a una distancia que sé que hace efecto el hechizo y  para hablarle después sin problemas para que me oiga. Creo que el hechizo le hace efecto así que le digo somos amigos de tu jefe haz que tu y tus guerreros no nos ataquéis y dejarnos hablar con el jefe.

Pospongo mi accion hasta ver como reaccionan.

El semiorco no se inmuta por el conjuro del bardo y sigue con sus actitud amenazadora con el puño cerrado.

Me voy a una mesa, de las cercanías, me siento y empiezo a hacer unos gestos extraños acompañados de unas palabras igual de extrañas. Mis compañeros ya saben que estoy haciendo, ya que me lo han visto hacer otras veces, es mi conjuro de convocación de monstruo, con algo de suerte esos estúpidos semiorcos no sepan lo que es y me dejen en paz el tiempo suficiente.

Me dirijo hacia Saldur, venga Saldur ¿no iras a lanzar ese hechizo aquí verdad? déjalo no merece la pena ya encontraremos otro modo.

El revuelo en la taberna es mayúsculo. Los semiorcos os insultan y os invitan a iros, el tabernero grita que no quiere peleas dentro de la taberna, un par de borrachos justo al lado vuestro discuten y se pegan entre ellos derramando jarras de cerveza a otros clientes que se unen a la trifulca, generándose un auténtico caos en la taberna.

Durante la trifulca y el caos que se origina en la taberna, consigues ver a un joven encapuchado que surge tras Jala Myr y le apuñala con una daga. El obeso señor cae al suelo al lado de uno de sus guardias que no sabe qué le pasa.

El joven, rápido y veloz escapa del local, sin que nadie salvo tú haya visto lo ocurrido.