Partida Rol por web

No escucho nada de lo que me dicen, realmente no puedo dejar de pensar en Emma en este momento. Por alguna razón que desconozco soy el centro de atención de un grupo de matones que intentan secuestrarme y luego de unos tipos que nunca he visto en mi vida y que me rescatan. Joder...hace dos días no era tan popular...

Me llevo las manos a la cabeza e intento pensar en algo rápido. Tengo que salir de este embrollo lo antes posible pero primero tengo que saber porqué estoy metido de lleno en esto. Por mi trabajo no puede ser, por mi vida social menos...no tengo ni puñetera idea de porqué me pasa esto. Pero mis salvadores tienen que saber algo....toca preguntarles.

- ¿Quién es ese Vitel? ¿Quién era el tipo que me quería secuestrar? - pregunto directamente a todos los presentes.

No estoy tranquilo y menos en este estado.

Miro el aparato con extrañeza, lo zarandeo un poco y tras comprobar que no responde al tacto, pulso algunos botones, he visto estas cosas en libros... no deben ser tan complicadas. Al cabo de unos segundos, me pongo el teléfono en la oreja. Aparto aquella tecnología de mi oreja al comenazar a oír las pulsaciones pero luego parezco acostumbrarme:

- ¿Ashley? ¿Donde estáis?

El SUV se va alejando cada vez más de la zona del incidente, mientras vosotros seguís conversando. Los dos hombres de Wheems siguen concentrados en la parte delantera, evitan en la medida de lo posible a la policía y se internan en la autopista.

- ¿A dónde vamos? - pregunta el conductor a John. - ¿Algún sitio seguro? -

- Oye jefe... - dice el otro - ¿En qué mierda estamos metidos? No se suponía que iba a ser tan complicado. -

En la parte trasera, John, Kipp y Nathan seguís intentando poneros al día. 

-¿Si, digame? - digo con tono monotono - Dime Frederick, estoy bien, salimos del hospital y tenemos a Nathan, ahora mismo esta con John y Kipp yo he tenido que dejarlos.

-Sera mejor que nos reunamos todos, a tres manzanas del hospital hay un restaurante italiano llamado Luigi`s. Dirigete alli y te recojo en la puerta en quince minutos.

Kipp sonríe al ver a Nathan nervioso.

-Me recuerdas a mí hará unos años. De hecho todavía soy bastante novato en esto. Claro que me dieron unos mínimos de educación. A ver, hijo mío, hemos venido a por tí porque, de alguna manera, alguien se ha dado cuenta de que "existes". Más de un alguien de hecho. A ver si nos entendemos... ¿has notado últimamente cambios en tu cuerpo? O mejor dicho... ¿en tus funciones corporales?

Kipp estaba intrigado con el muchacho. No parecía tener idea de nada, fingía ser una persona normal y corriente. Allí estaba, sentado en el coche entre Wheems y él, y Kipp sólo pensaba en la cantidad de mentiras que podían haberle contado hasta el momento.

Medito las palabras del joven rubio pero no alcanzo a entender a dónde quiere llegar. Así que contesto:

- He estado enfermo estos días...pero aparte de eso...nada más raro...palidez y que me cuesta comer un poco...nada más...

Dicho esto recapacito y pregunto:

- ¿A dónde me lleváis? ¿Dónde está Emma?

Kipp arquea una ceja, y mira de reojo a Wheems con cara extrañada, señalando con los ojos y un poco con la cabeza al muchacho.

-Oh, tío, todavía no has... bueno, es igual. No sé quién es Emma. Aunque si me dices quién es, puede que la conozca. Yo o algún amigo. Por cierto, soy Kipp.- Le tiende la mano rápidamente después de darse cuenta de que aún no había habido ninguna presentación. -Es probable que tu enfermedad sea más grave de lo que piensas. Haz memoria. ¿Alguien te ha hecho algo raro últimamente? Ya sabes, te ha echado algo raro en la comida o en la bebida, ha intentado sacarte sangre, te ha mordido... No es de las enfermedades que se tratan en un hospital precisamente...

Intento recordar lo sucedido estos últimos días pero no he tenido ningún altercado de esa índole.

- No recuerdo nada de eso...y Emma es la chica que estaba conmigo...el matón calvo la ató y la dejó en el aparcamiento...no sé si estará bien...

Tras hablar me sumo en mis pensamientos esperando que poco a poco empiece a encontrar respuestas y sobre todo saber que Emma está sana y salva...si no juro que mataré al que le haya hecho daño.

Se mantuvo algo distante de la conversación mientras mantenía la ruta con sus hombres. Lo sé colega, contestó a AK56, la cosa ahí abajo se puso fea, hemos tenido mucha suerte... entrecerró sus ojos molesto por ese recuerdo. Antes de que el coche cogiera la incorporación a la autopista emitió una última orden. Por ahí no tío, busquemos un lugar para taparnos un segundo y aclarar este asunto, Spear, ¿vale?  Su mirada buscó la aprobación de ambos para girarse al resto de ocupantes de la parte trasera. Seguidamente miró con rudeza a Kipp, aunque ya contaba con que hablaba demasiado, se le estaba escapando de sus manos. Corta el rollo tío, no es nuestra responsabilidad ni debemos meternos ahí, ¿no crees? Su mano frotó su rostro con aspereza para deshacerse de las molestias acumuladas. Veamos Nathan, Vitel es el que manda en la ciudad, no ese de los periódicos, el pez gordo. Quiere conocerte para explicarte ese rollo de tu enfermedad y esas milongas... durante una pausa un quejido brotó de sus pensamientos, mientras sus ojos caían sobre Kipp. No te preocupes, continuó no sabemos quienes eran esos tipejos, pero hemos llegado a tiempo. La cosa ahora es Emma, creo haber visto a Fredie protegerla, así que estará bien. Fue incapaz de evitar mostrar cierta preocupación por aquellas palabras carentes de sinceridad. Ey Kipp, tenemos que dar con él, creo que no llevaba el móvil, mierda, ¿alguna idea? La situación se les había complicado de todas las formas posibles y sólo un lugar parecía dibujarse en su mente ahora que fuera seguro.

Kipp mira a John, entre divertido y resignado.

-Pues lo llevamos chungo, por lo visto no usa móvil. Aunque se apuntó los nuestros. No sé si sabrá cómo funciona una cabina de teléfono... Como no tengas una manera de revisar las emisoras de la poli por si se lo han llevado, no se me ocurre nada. Cuando nos aseguremos de que el muchacho conozca a Vitel, yo puedo pillar un taxi a ver si sigue allí en el hospital.

De pronto cae en un dato importante.

-¡Oye! Se quedó allí en el hospital con la tal Emma. Si Emma tiene móvil, podemos averiguar si sigue con ella. Nathan, ¿tienes el móvil de tu amiga apuntado, te lo sabes... lo que sea?

Saco el móvil y marco el número de Emma en la agenda. Luego pulso sobre el botón de llamada y rezo para que conteste. Si responde estaré tranquilo y tendré que soportar un peso menos.

- ¿Nathan? ¿Estás bien? ¿Dónde estás? - la voz de Enma parece intranquila. - Estoy con un tipo llamado Frederick, me ha protegido de los hombres de las automáticas y nos dirigimos a un restaurante italiano llamado Luigi`s, está a tres manzanas del hospital. Nos reuniremos allí con una tal... - para de hablar y mira a Frederick que le susurra un nombre: - Ashley. -

Se oye un pequeño silencio... - Estos amigos tuyos nos están ayudando, ¿verdad? - Enma no parece muy convencida con todo lo ocurrido... ni se fía de las explicaciones de Frederick y el resto... pero al menos confía en que les habéis protegido de dos tipos armados.

En cuanto cuelgas el teléfono aparece Carlos con el coche, subes y os dirigís al restaurante. 

Estás bastante segura de que a Frederick le resultará fácil llegar hasta allí, así que en breve os reuniréis.

- De momento nos estas ayudando Emma pero no te fíes ¿Vale? En cuanto puedas márchate para casa. En cuanto me entere de que va esto te lo contaré. 

Dicho esto cuelgo. Creo recordar donde queda ese restaurante. Endré que ir a buscarla cuanto antes. Espero ue no le pase nada. 

Ashley colgó el teléfono en cuanto te dijo el punto de encuentro. Por el tono de su voz pudiste deducir que habían tenido problemas. Devolviste el teléfono a Enma y le acompañaste hasta la entrada del hospital, donde recogísteis su coche y contigo sentado en el asiento de copiloto (procurando que no te diera la luz de la luna) os dirigísteis al restaurante que te había indicado Ashley.

Cuando estábais tan sólo a un par de minutos de llegar al restaurante le sonó el movil a Enma, lo cogió y resulta que era Nathan, que estaba con Kipp y John.

De Ashley no sabéis nada nuevo.

Con el tiempo conseguía reducir las emociones que habían germinado la histeria en su interior. Enfocó a Nathan de forma comprensiva, para expresarle de forma sincera la responsabilidad que debía afrontar. No creo que sea buena idea, esa gente es muy peligrosa y harán lo que sea por encontrarte, Emma está a salvo con Frederik y Ashley. Su mirada ahora enfocó a Kipp con el fin de averiguar su aprobación en cuanto al próximo movimiento. Lo mejor será ocultarte un tiempo y presentarte a Vitel, él se encargará de arreglar todo este lío, te lo aseguro. Su índice y pulgar masajeaban su barbilla mientras reflexionaba. Mmm, creo recordar un sitio perfecto para pasar desapercibidos y tranquilos, por lo menos hasta que la policía se calme un poco… si no Spear me matará, le pierden los malos vicios y le tienen fichado. Retomó su humor golpeándole el hombro a su colega, para relajar la intensidad anterior de la que escaparon de una muerte segura.