Partida Rol por web

Wintek Online [+18]

Capitulo 1 ~ Que comiencen... los juegos.

Cargando editor
04/04/2016, 17:08
Yoshitsune

Pudo notar el frío al salir, realmente aquella era su nueva realidad y debía acostumbrarse a eso. Si bien aún era temprano, comenzaba a oscurecer debido a que era Invierno.

Al llegar a la plaza, observó que aun había personas reunidas allí aunque en menor cantidad. Se alegró al ver que muchos habían decidido reaccionar ante la situación y buscar una salida, sin embargo, la división a gran escala sería un problema. Debían cooperar todos si querían salir adelante, y dividiéndose complicaría las cosas.

Notó que la reacción de los NPC como él ya había supuesto, no era habitual. Al parecer no deberían de actuar de esa manera tan "llenos de vida". Era un factor sin lugar a dudas peligroso ya que los hacía impredecibles si estaban fuera de su programación.

Mientras Souji reflexionaba sobre ese asunto, la vocera entró nuevamente a la escena mencionando como ya habían muertos varias personas y confirmando el problema de los NPC así como también advirtiéndoles, como si lo disfrutara, sobre el peligro de la criaturas, los monstruos bajo estas nuevas circunstancias. Un escalofrío recorrió el cuerpo del joven al notar los posibles nuevos peligros que tendría que afrontar él y su grupo si los monstruos estaban vivos como los NPC.  Sin duda, eso complicaría las cosas, no podía subestimarlos por más débiles que fueran anteriormente, ahora era matar o morir.

De repente, un fuerte rugido puede escucharse en la lejanía y Souji no puede evitar sentir como el terror se apodera de él tras escuchar algo como eso. Tras esto comienzan a llegar a sus oídos, gritos de desesperación, dolor y horror provocando que el joven entre en alerta para luego notar que uno de sus compañeros, Mikoto, decidió salir corriendo en dirección a esos gritos y de donde también había provenido el rugido anterior. Souji abrió los ojos como platos al ver lo que hacía su compañero.

¡NO ESPERA! Al observar que no le había escuchado o había decidido no escucharle, Souji maldijo por lo bajo ante semejante acción arriesgada y se mordió el labio ante su impotencia para detenerle. Juntando todo el valor que podía, corrió detrás de Mikoto.

Al llegar hasta su compañero cuando este se detuvo, pudo observar con sorpresa y fascinación una enorme criatura surcando el cielo como si este le perteneciera. Al principio, estaba fascinado observando aquel dragón, sin embargo, su opinión sobre aquella criatura cambió al ver como la misma arrasaba con el poblado que se encontraba en la distancia. El terror, la indignación y el odio se fueron presentando en su rostro al ser testigo de semejante escena así como también de los puntos de vida del monstruo.

Maldición...

No pudo evitar sentir cierto desprecio a sí mismo por pensar por un momento que se alegraba de no haber estado allí para sufrir la ira del dragón llamado Gathmag. Sin duda, los monstruos ahora actuaban fuera de su programación y más como si estuvieran realmente vivos. Un gran problema. Debían entrenarse para defenderse de esta clase de peligros que ahora serían habituales.

Tenemos que hacernos fuertes... no podemos perder tiempo, estaremos en constante peligro si continuamos siendo débiles. Dijo al percatarse de aquella realidad amenazadora. Deberíamos descansar y a la mañana adquirir algo de equipo para estar preparados para entrenar. Expresó ahora decidido. Ya no se trataba de algo que debiera de tomarse a la ligera o con tranquilidad, un ataque como aquel podía suceder en cualquier momento, lo mejor era prepararse para estar capacitados para defenderse al menos de semejante horror.

Cargando editor
04/04/2016, 21:22
Saarashi

Al salir de la posada, empiezo a notar el aire cada vez más frío, pero no le doy importancia, pues normalmente soy muy friolera y no quiero ser una molestia preguntando a los demás si ellos también tienen frío cada dos por tres o pedirles ropa para taparme. Parecía que estaba oscureciendo, como si de Escocia en invierno se tratase. Poco después de ver que cerca nuestro albergaba caos por el inicio de la revolución del nuevo mundo, mis compañeros y yo divisamos fuego no muy en la lejanía y donde algunos guardias tomaban camino hacia ella. En ese momento, suena la voz de la vocera, parece que no puedo quitármela de la cabeza.

- Dios, que alguien me la quite de la cabeza o me la arranco... - pienso con cara de disgusto y desesperación. Cuando deja de hablar, todo vuelve a mi cabeza, la realidad que estamos viviendo. - ¿Treinta y ocho jugadores menos en tres horas de juego? Esto será una masacre...pero si los animales salvajes de nivel más bajo no dan oportunidades...¿cómo lo haremos? No tenemos ni la más mínima esperanza de salir con vida de aquí... - sigo pensando mientras veo como Mikoto sale corriendo y Souji intenta disuadirlo corriendo tras él. Pocos segundos después salgo corriendo tras ellos, gritándoles:

- ¿Pero dónde coño vais? ¡No os disperséis del grupo! ¿No veis que está pasando? Que es peligroso, joder, ¡Mikoto!¡Souji! - cuando los llego a alcanzar, el rugido de aquella bestia llega a mis oídos. Un rugido estridente y desgarrador para cualquiera que estuviera a cualquier distancia de aquel ser. Veo como Mikoto se pone las manos en las orejas, pero no me da tiempo a hacer lo mismo. - ¿Pero qué coño es eso ahora? Venid para aquí, ¡joder! - estaba muy asustada, no me gustaba nada el ambiente cargado, los guardias yendo hacia las llamas, los jugadores asombrados por lo sucedido. Intentaba ver alguna cosa, pero el humo lo tapaba todo. También intenté asegurarme durante unos segundos de que Tihiser y PizzaNeko estuvieran bien y de que venían hacia nosotros. En cuanto giré la cabeza, lo vi: un chorro de líquido en llamas salía de su boca, como si de un dragón se tratase. - ¿¡¿¡Pero qué es eso?!?! - digo estupefacta. Me quedé boquiabierta, sin saber qué hacer ni qué decir. En ese momento, me quedo petrificada, pues al ver la vida del dragón me doy cuenta de que no hay posibilidad alguna de salir de ahí con vida.

Cargando editor
04/04/2016, 22:22
Mikoto

-...

Me quedo quieto por unos instantes mirando al cielo, mientras las llamas que iban creciendo con una ligera intensidad iluminaban de un color cobrizo y brillante ciertas secciones del mismo. Me siento impotente ante lo que acababa de ver. Tan solo era un pequeño fragmento ante todo lo que nos deparaba este, ahora grotesco, mundo abierto. Me siento cada vez más frágil, más débil ante las situaciones que acontecían. Ni toda mi experiencia en el mundo de los MMORPG me servía para poder afrontar esto con determinación. ¿Cuantos jugadores que acababan de empezar habían sido masacrados en aquel lugar? No quería siquiera imaginarlo. Pero no solo en aquel lugar, sus mentes se habían apagado para siempre en el mundo real, y sus almas se habían perdido a saber si con la esperanza de encontrar un lugar al que regresar...

Cierro mis puños con fuerza mientras seguía mirando, resignado, el llameante cielo. Noto como Souji y Saarashi llegan a donde me encuentro, pero ahora mismo no estaba para voltearme y mirarles a la cara. Solamente me limito a escucharles, mientras maldigo a aquellos que nos habían hecho todo esto. Maldigo a Jin, a la vocera, a los responsables que se encuentran detrás, al otro lado, mofandose de nosotros y jugando a ser dioses, guiandonos como meras piezas de ajedrez, hacia una posible muerte, mientras nosotros luchamos por sobrevivir, sin rumbo, en un mundo dispar.

La desesperación trata de apoderarse de mi, pero no soy un hueso fácil de roer. Mientras más pienso en lo difíciles que se estaban poniendo las cosas y en lo fácil que podría ser realmente morir, más me percato de que la única manera de sobrevivir aquí es siendo fuerte, muy fuerte, espantosamente fuerte. Lo suficientemente fuerte para poderla proteger, para que no le pase nada, ni a ella ni a los que me rodean. No pienso rendirme, y menos aún cuando tengo algo tan preciado que proteger de este mundo.

-No nos podemos rendir... No podemos permitir que se salgan con la suya.

Miro de reojo a Saarashi, mientras los demás llegaban hasta donde estábamos. Le digo a la muchacha, aún de espaldas a ella.

-Valhöll.

Me quedo callado unos segundos, para proseguir.

-¿Me pediste un nombre para la party, verdad?

Me giro decidido mirando a los ojos a Saarashi y teniendo a Souji enfrente, y les miro con determinación. Mis ojos llameaban de la misma manera que las llamas del poblado, ardientes en el deseo y el claro objetivo que se había esbozado en mi mente; el cual había quedado grabado en la misma como principal prioridad, proteger a mis seres queridos a toda costa.

-Significa "El salón de los caídos". Es el nombre ideal para el gremio que pienso formar.

Le cojo de las manos a Saarashi, mientras la miro de nuevo, a los ojos y fijamente.

- Y espero contar con vosotros para eso. Con tu fuerza...

Me giro a los demás y les miro, también.

-Y con la vuestra. 

Cargando editor
05/04/2016, 06:33
Vagabond (SK)

Desde la cima de la colina no es dificil vislumbrar gran aprte del terreno sobretodo las mencionadas cascadas, mas al estar a mayor altura pronto es obvia la bajada de temperaturas. Una suave brisa se extiende por el terreno, provocando que el frio entre por entre mis ropajes, mis manos se mueven involuntariamente, intentando cerrar mejor aquellos que parecen moverse mas. Apenas deben ser las cuatro de la tarde y ya empiezan a caer las temperaturas, si ademas de eso tenemos en cuenta la altura del sol y la disminucion de la luz, sin duda esta en temporada invernal. Lo que nos faltaba, encima ahora va a hacer frio de verdad. No podremos estar mucho rato por aqui matando mosntruos por lo que deberiamos darnos prisa antes de que las temperaturas caigan mucho mas.

Es en ese momento cuando una voz que es dificil de olvidar resuena en mi cabeza. La misma cabrona que dio el aviso de que esto iba a ser duradero y jodido. Veamos que mas tiene que añadir. Sus palabras sin duda no soy fuente de animo, en los ultimos seis minutos han muerto, 36 personas. El numero en si es elevado pero el espacio de tiempo es lo que es realmente alarmante. Sin poder evitarlo dirijo mi mirada alli abajo, a las cascadas donde hace nada hemos visto morir a dos. Mierda, mierda y mas mierda. No se quienes sois pero os voy a joder vuestro jueguecito. Justo cuando ese pensamiento curza mi mente la hija de su amdre dice que han tocado algo y ahora el mundo esta mas "vivo", algo de lo que ya nos habiamos percatado. - Genial ni siquiera estos cabrones genios de la informatica saben que han tocado, hay que ser idiotas. - Sin darme cuenta el pensamiento escapa a mi control y lo digo en voz alta. Varios de mis compañeros me miran y yo solo me encojo de hombros, estoy seguro de que ellos piensan lo mismo.

La noticia es tan brutal, tan impactante que mi mente se queda embotada, con los ojos fijos en las cascadas sin reparar en esa lumbre roja que amenaza al fondo del paisaje. Poco a poco, atraido por tan fuerte color alzo mis ojos, viendo lo que solo puede ser el mundo en llamas. Alli habia una aldea, estaba seguro de eso. - Alli habia una aldea o villa, estoy seguro, era una de las zonas de paso al inicio. - ¿Pero que ha pasado? Como pueden haber incendiado ya una aldea... ¿Puede hacerse eso? A veces, solo a veces eres lento Ryu, tu mismo lo dijiste. Mundo vivo. Pero el espectaculo o lo que fuera no habia terminado, ni por asomo. Un rugido, uno que incluso en la distancia sonaba terrorifico atraveso el lugar con una fuerza imparable, siendo capaz de notar el impacto sonico incluso a esta distancia... no queria imaginarme como seria estar frente a el. Un dragon, un maldito y jodido dragon de nivel 65 atraveso el cielo, convirtiendo en llamas todos lo que se cruzaba en su camino. La idea vino rauda a mi cabeza, el grupo de guardias de antes... ya estaban muertos. Era imposible sobrevivir a eso. Aun asi lo mas impactante era la vida... la maldita vida de un bicho de nivel 65. Era imposible, estadisticamente, por numeros, era imposible que algo tuviera tanta vida. Aplaste la hierba bajo mi bota lentamente, moviendo mi pie a derecha e izquierda.

Los gritos, el terror estaba en el aire. El griterio era increible pero de pronto la bestia dio media vuelta y desaparecio en la oscuridad del horizonte. No tenia claro a que se debia. ¿Por que habia atacado?¿Por ser un mundo vivo?¿Estaba dentro de su territorio de caza? Eso no tenia sentido, no deberia haber una bestia asi tan cerca del inicio.

Me intente recomponer. Los ruidos de fondo no ayudaban, las noticias de lo ocurrido con esas personas en seis minutos de tres horas que llevabamos alli, daban como posible resultado demasiadas muertes. Queria gritar, queria llorar pero no podia. No debia. Era un GM, debia ser su roca, debia aguantar por ellos... debia matar a esos cabrones. Eso lo tenia claro. La voz la tenia debil, aun asi intente imprimirle fuerzas, de alguna forma tenia que hacerlo. -Tenemos que seguir... tenemos que bajar ahi. No podemos hacer nada mas. - Se notaba que me dolia hablar, que me dolia decir esas palabras. Que habia que seguir... tras lo visto. Si, justamente por eso, o eso queia creer. Demasidas muertes por un maldito grupo de hackers. Alguien tenia que hacer algo. Yo queria, queria ayudar pero esto era demasiado. Les mire, mis ojos estaban brillantes por las lagrimas que contenia, pero al mismo tiempo detras de esas lagrimas brillaba un fuego, una ira brutal. - Tenemos que seguir... por ellos. Tenemos que evitar que estas cosas se repitan.

Cargando editor
05/04/2016, 22:41
Saarashi

Me siento petrificada, pero eso no significa que no escuche las palabras esperanzadoras de Mikoto. - Valhöll... - pienso, mientras él sigue hablando hacia todo el grupo. Le miro directamente a él y es cuando me coge las manos y lo escucho más atentamente. Quiere que nos unamos a él para la lucha...quiere que nos unamos a esta locura insana contra la que puede que más de uno de nosotros no sobrevivamos...quiere que nuestra party se llame el salón de los caídos, una memoria hacia los que ya no están y para los que nos dejarán en el camino. Sigo petrificada mirándolo solo a él, con los ojos cada vez más agrandados y llenos de lágrimas. Mis manos aprietan cada vez más fuerte las suyas e igualmente aprieto mis labios para evitar un llanto desgarrador hacia esta situación surrealista. No sé que decirle... no creo que pueda continuar esto. No puedo moverme, no puedo decir palabra, no tengo ni la más remota idea de cómo salir de ésta si jugadores están muriendo con animales salvajes de niveles tan bajos. Es imposible terminar la última raid. Mis piernas empiezan a temblar. Noto como mis pulsaciones se aceleran. - Toda esta situación me supera...Valhöll...El salón de los caídos...yo seré la siguiente de la lista en ese salón - pienso mientras lo sigo mirando, brotando lágrimas continuamente de los ojos.     

 

Cargando editor
05/04/2016, 23:14
Yoshitsune

Souji escuchó con atención las palabras de Mikoto. Sin duda pudo notar como el joven parecía estar determinado a luchar ante aquella situación, compartía la idea de fortalecerse para no convertirse en victima de criaturas como aquel dragón. Lo único que le preocupó a Souji fue cuando su compañero propuso la idea de formar un nuevo gremio, iniciativa que hubiera apoyado si no fuera que consideraba que no era buena idea dividir tanto las fuerzas entre los jugadores, lo mejor, según él, era unirse a algún gremio ya formado para que al ser varios, el esfuerzo fuera mayor a la hora de buscar hacerse fuertes y encontrar una salida de aquella realidad.

Mm, ¿no sería mejor unirnos a algún gremio ya existente? Después de todo, no creo que sea bueno que los jugadores nos dividamos tanto, cuanto más seamos, mejor ¿no creen?

Mientras decía eso, notó la reacción de una de sus compañeras, Saarashi, que parecía estar aterrada ante la situación al derramar varias lagrimas. Souji comprendía lo que debía de estar pasando por su mente pero era algo en lo cual no podía ayudar demasiado puesto que tarde o temprano deberían de fortalecerse no solo físicamente sino también el espíritu para hacer frente a las amenazas.

No digo que no esté dispuesto a prestar mi fuerza. Estoy de acuerdo en que si queremos sobrevivir, debemos de hacernos fuertes, entrenando, pero, tal vez, lo mejor sería unirnos luego a un gremio ya fundado para estar entre muchos. De todas formas, iré con la decisión de la mayoría, como siempre. Mientras tanto, creo que deberíamos volver a la posada a relajarnos un poco y más tarde descansar, Saarashi parece necesitarlo y lo mismo todos nosotros creo, para preparar nuestras mentes para mañana y el entrenamiento que no espera.

Cargando editor
05/04/2016, 23:17
Mikoto

La reacción de Saarashi no me sorprende, es más, la entiendo bien. Para ella esto es más duro de lo que lo es para mi o para Taka. Yo nunca he tenido nada que perder en esta vida... Y a pesar de que los tres nos hemos cuidado mutuamente en el pasado, ahora hay unos muros que nos mantienen aislados. Pero es precisamente por eso por lo que yo seré quien reciba los golpes, quien ostente el peso de la verdad. Los protegeré a ambos con mi determinación, con mi fuerza. Aunque no me corresponda ese papel yo...

-Te protegeré.

Mi tez seria ahora se torna a una más alegre. Aunque a pesar de tratar de sonreir, se me nota mucho que es forzado. Nunca se me ha dado bien expresarme ante la gente, y menos alegría o felicidad, y aunque los labios me tiemblan por tratar de hacer una media sonrisa, le hago la misma broma de siempre a Saarashi cuando se enfadaba conmigo en la vida real. Le suelto una de las manos, para posteriormente darle un ligero golpecito en medio de la frente con los dedos índice y corazón, a modo de toque.

-¡Lo siento Saiyuuki, lo volví a hacer!

Le digo a la muchacha cerrando los ojos y tratando de conseguir una tez más alegre, aunque como siempre, no era lo mio. Ni siquiera con los mejores chistes de Taka, que eran espectaculares y con los que todo el mundo sonreia, yo era incapaz. Supongo que no le debe de extrañar ya estas alturas, pero de alguna manera sé de que esto la calmará, pues siempre que se lo hacía me perdonaba por los problemas que le ocasionaba. Solo espero que esta vez no sea diferente.

Es entonces cuando oigo las palabras de Souji. Le miro de nuevo con mi cara impasible de siempre, y trato de analizar sus inquietudes. Tenía pinta de ser el típico novato de un juego al que lo habían sacado de su salsa, y era comprensible. Su reacción era de lo más normal y la debía respetar. No le conozco lo más mínimo por supuesto, y no se me da bien conocer a nadie, por lo que cuando acaba de hablar, pongo la otra mano encima de la cabeza de Saiyuuki, frotándole la melena y despeinándola como era costumbre. Al acabar de hacerle la broma, me doy media vuelta y les doy la espalda a ambos de nuevo para seguir mirando unas llamas que cada vez menguaban su intensidad, acabando de calcinar los restos que las mantenían con vida.

-Todo el mundo debería ser libre para vivir como le dé la gana... Y este mundo era el lugar ideal para muchos de los que nos encontramos aquí. Pero ahora, este mundo se ha convertido en una jaula de pájaros que nos impide vivir libres de ataduras. Nos tratan como a sujetos experimentales en un juego de supervivencia. Nos dominan con miedo y nos adiestran con problemas. No hay libertad en las doctrinas que han aplicado sobre la creación de otra persona... 

Hago una ligera parada para suspirar, para posteriormente proceder tranquilamente.

-Sería ignorante e inmaduro de mi parte si pensara que puedo salvar a todo el mundo... Carezco de la fuerza y de la reticencia para eso. Pero pienso salvar a tantos como me sea posible con estas manos. Si me quedo de brazos cruzados esperando y dejando que los demás se jueguen el pellejo para salir de aquí, estoy completamente seguro de que no lograré nada. Salvaré a tantos como pueda y los protegeré de esta jaula, de estas cuerdas que nos hacen bailar al son de su voz. Y a pesar de saber que yo solo soy un jugador más, de algún modo lo haré, aunque me deje la piel en el intento. Yoshitsune, eres libre de seguirme o no, al igual que los demás, pero me pregunto cuanto tiempo durará la libertad de nuestras acciones... 

Siempre he pensado que la vida no era nada más que un conjunto de sucesos desdichados que rodean a las personas mientras tratan de ser felices hasta que perecen. Nunca he podido saber si he estado equivocado en esa forma de pensar, pero si sigo buscando, quizás... Quien sabe.

Cargando editor
06/04/2016, 14:35
Sawa (SK)

Sawa escuchó repentinamente una voz directamente a su mente. Un mensaje privado... pero su orígen era de los más indeseados, la Vocera.

Escuchó lo que tenía que decir en silencio, y luego miró a Vagabond.

-Crear vida artificial por accidente me resulta tan improbable como dejar caer un teclado y que se escriba un Quijote él solo a causa del impacto. O todo esto es mentira y no existen tales hackers, o bien había un topo en el interior de la empresa que había allanado el terreno para que todo esto pasara... -respondió al comentario de Ryu... no obstante, un rugido a la distancia la interrumpió.

Un dragón estaba atacando una aldea cercana... la cifra de 36 jugadores palidecía ante la de los que debían estar muriendo en aquella villa en ese mismo instante... ¿Y en cuántos lugares de aquel mundo estaba recreándose una escena similar en aquel mismo instante?

El dragón se marchó y desapareció en el horizonte, pero no sin antes aniquilar a los soldados que habían acudido a la ayuda de los aldeanos... Para ella, una completa novata en aquel lugar, los puntos de vida eran una cifra sin demasiado sentido, por lo que no les dio tanta importancia como los ya experimentados en el juego... pero no pudo dejar de sentir temor y respeto por aquella criatura tan majestuosa como cruel.

-No estamos solos. -dijo con una terrible seriedad a Vagabond, que ya se disponía a seguir con su plan inicial de subir nivel. Señaló en dirección a la aldea- Ahora en la ciudad no hay nadie que la dirija... los soldados se encuentran solos y sin nadie que les dé órdenes... mientras eso siga así, lo que ha ocurrido allí puede ocurrir en la ciudad. -apuntó- Estoy de acuerdo con que debemos subir nivel... pero en cuanto podamos deberíamos regresar y tratar de saber qué se podría hacer para despertar a quién dirija la ciudad. Aunque ahora no podamos, podremos dirigir nuestros esfuerzos en esa dirección. -continuó explicando su postura sin parpadear- No estamos solos. -repitió- Los jugadores no tenemos por qué enfrentarnos en solitario a los peligros... y para eso debemos ayudar a restaurar el órden cuanto antes... -miró a la aldea, dando la espalda al grupo- Y ahora deberíamos ir allí para buscar posibles supervivientes y ayudarles... aquellos soldados ya no podrán ir en su ayuda, pero nosotros estamos lo suficientemente cerca para rescatar a alguien... si es que queda alguien. -terminó con gran dolor en su voz.

Cargando editor
06/04/2016, 16:29
Saarashi

Mikoto intenta animarme y vuelve a echarse las culpas, como hacía siempre en la vida real...no me gusta que lo haga, aunque de alguna forma me tranquiliza. Es como si sus intenciones de caballero me salvaran de la Saiyuuki indecisa y cobarde que no quiere morir. Escucho atentamente sus últimas palabras mientras me seco las lágrimas con el borde de mi falda y empiezo a andar a duras penas hacia la posada de nuevo.

- Más vale que hagamos lo que dice Yoshitsune. Descansemos y mañana ya veremos qué hacer. Al fin y al cabo, todo el mundo es libre de marcharse si quiere, unirse a una party existente o quedarse y formar la nuestra propia o decidir a qué party apoyar... Aquí no tenemos nada qué hacer, los guardias se encargarán de todo. Mañana decidimos - digo con determinación alejándome de ellos y acercándome cada vez más a Tihiser y PizzaNeko. En cuanto llego a su altura, los paso de largo, mirándolos a los ojos fijamente durante un segundo a cada uno para intentar averiguar qué creen de todo esto, aunque realmente no me importa, pues sé que estamos todos en la misma situación y más de uno morirá en el intento. Estoy cansada por todo lo ocurrido y solo han pasado 3 horas y poco más. - Esto va a ser más duro de lo que todos estamos imaginando...no hay momento para la angustia, cobardía o depresión o te comerán vivos en el primer intento... - pienso mientras vuelven a brotarme lágrimas de los ojos.

 

Cargando editor
06/04/2016, 16:44
Saarashi

Antes de girarme para caminar hacia la posada, me enfoco hacia Mikoto para susurrarle, manteniendo la distancia de seguridad que tenemos entre ambos. Sin mover los labios le envío el susurro: - Mikoto, me gustaría hablar contigo esta noche o mañana al amanecer antes de reunirnos con los demás. No es nada importante, no te preocupes... ya encontrarás el momento para decirme cuándo es mejor para ti - y en ese momento empiezo a andar a duras penas hacia la posada de nuevo...

Notas de juego

(enlazo sucesos con el post anterior)

Cargando editor
07/04/2016, 21:46
Mikoto

Observo que Saarashi se me queda mirando escasos segundos antes de escuchar el ruido característico de los mensajes privados. Cuando abro el MP, le respondo rápida y brevemente, aunque algo extrañado, aceptando la propuesta.

-Yokai. Esta noche en la posada.

Me la quedo mirando mientras se marcha dirección a los demás, de espaldas a mi, aumentando0 la distancia hasta reunirse con el grupo. Mientras dejo que encabecen la marcha, les sigo para marchar hacia la posada.

Cargando editor
08/04/2016, 00:33
()Master

La chica lloraba desconsolada al estar aterrada cuando volviste al interior de la casa. Estaba sentada en el suelo y con el rostro sumergido en sus manos, cuando le hablas se abalanzo sobre tus piernas. Al parecer alcanzo a ver algo del dragón y de la columna de humo que se extendía en el horizonte, era fácil sumar uno mas uno. 

 Puedes quedarte aquí cuanto desees, no me dejes sola - Consiguió decir entre sollozos, luego levanto la vista y te mira con los ojos llenos de lagrimas - Los dioses nos han abandonado, como mi madre decía, el final esta cerca. 

Tras unos instantes la chica comenzó a calmarse, y te comento que al día siguiente te mostraría donde esta la biblioteca. 

Cargando editor
08/04/2016, 00:39
()Master

Fin del Capitulo I

 

Notas de juego

Quedará abierta, si precisan que responda algo me avisan por el off topic, pero resulta que en mi opinión dejaron bien para continuar. 

Cargando editor
08/04/2016, 16:35
Vagabond (SK)

El razonamiento de Sawa tenia su logica, podia ser simplemente que alguien hubiera trasteado con el mundo a proposito. Los hackers tenian muchos objetivos pero provocar muertes de inocentes no era el habitual. Aun asi, por ahora ese era un objetivo tan lejano como cualquier otro de la lista que nos habiamos impuesto.

Mire de nuevo hacia la aldea, mas mi vista no podia parar de moverse entre el lugar donde habian muerto los chicos de antes y las llamas que ascendian a lo lejos, dandole un toque extraño, casi fantasioso al atardecer. No era una buena forma de describirlo pero, sencillamente era asi. Las palabras de Sawa me alcanzan mientras sigo pensado y lentamente me giro hacia ella. Subir de nivel. Apoyar el orden establecido. Ayudar a despertar a esa sacerdotisa. Pelear juntos en este nuevo mundo. Todo tenia sentido y estaba bien pensado pero todo ello volvia al mismo punto. Eramos debiles y lo seriamos por un tiempo. - Lo que dices tiene razon, al menos en parte. Creo que despertarla, fortalecer el orden de este mundo vivo, es algo importante pero de nuevo nos remitimos a las bases. Un solo guardia podria hacernos pedazos si quisiera. ¿Como podemos ir y decirles, os vamos a ayudar cuando ni siquiera podemos defendernos nosotros mismos?

Suspire, el corazon de la chica era grande. El corazon estaba bien, pero habia que usar la razon en estos momentos. Sus ultimas palabras me hicieron volvera a mirar. - Y que hariamos Sawa. No tenemos nada con que curarlos, ni siquiera para curarnos a nosotros mismo. No tenemos hechizos que sirvan para eso, ni para nada siendo sinceros. Solo tenemos una daga y una fuerza minima que no nos servira para levantar nada. - Luego estaba la crueldad de un mundo vivo, la realidad de un mundo donde proliferan los monstruos y eso era peor. Mire de nuevo a la aldea. - Si este fuera un mundo real, uno donde cada ser con inteligencia se moviera, pensara y actuara segun sus intereses. El ataque de un dragon que ya se ha marchado, solo atraera una cosa a esa aldea. Bandidos y monstruos. Cualquiera que crea poder sacar tajada de lo ocurrido, ira hacia alli, mas ahora que todos hemos visto morir a los soldados. - Mis labios hacen un gesto brusco mientras un sonido escapa de entre ellos. - Tsk. - La muchacha tenia razon o podia tenerla. - Soul, Black. ¿Recordais los monstruos que habia alli? Si son debiles podemos intentarlo... - Mire a Sawa. - Sino, seguiremos donde estamos. Ir para morir, no tiene sentido.

Cargando editor
09/04/2016, 12:19
Rin

Parece que Memu se puso bastante  nerviosa con lo que vio pero no era para menos.

Tarnquila, no paso nada... no creo que los dioses nos abandonaran... Digo no muy convencida. Todo se arreglara ya lo veras.

Cargando editor
11/04/2016, 20:50
Saarashi

Al llegar a la posada nos dirigimos hacia nuestra respectiva habitación y descansamos. Yo me quedo despierta y espero a que todo el mundo excepto Mikoto se quedara dormido. Me levanto sigilosamente y le mando un susurro: - Te espero abajo. - Me dirijo hacia la taberna y en cuanto lo veo llegar, salgo del local para tener más intimidad a la hora de hablar.

Intento encontrar un lugar acogedor y me siento para estar cómoda. Espero a que Mikoto haga lo mismo y me pongo a hablar, mirando al cielo: - Mikoto, ante todo siento hacerte salir a estas horas para hablar, pero quería tener una conversación contigo antes de que acabara el día... - intento encontrar las palabras adecuadas para aliviar la tensión acumulada durante el día - ...me gustaría saber cual crees que será el final de todo esto. ¿Crees que sobreviviremos todos y llegaremos a la última raid? ¿Crees que alguien de fuera nos sacará antes de tiempo? ¿Ves claro lo de formar nosotros un gremio por nuestra cuenta siendo de nivel tan bajo? Ya has visto el día de hoy... - suspiro fuertemente - Sé que va a ser todo muy difícil...pero antes de continuar con todo, me gustaría saber qué es lo que piensas tú personalmente de todo y, sobretodo, de cómo crees que acabará esta "aventura"... - le hago el gesto de comillas con las manos - si es que se le puede llamar así. - Entonces, me giro para mirarlo directamente a los ojos, con intención de escucharlo atentamente.

Cargando editor
12/04/2016, 09:11
Mikoto

Parecía que no iba a llegar el momento en el que nos reuniéramos todos en la habitación para descansar. Me sentía agotado y con ganas de rendirme al sueño. Estaba claro que mi cerebro había estado funcional todo este tiempo, así que aunque fuera un mundo virtual, el cansancio me afecta de la misma manera que en la realidad. Solo espero que al ponerme a dormir con el avatar, mi cerebro también se relaje…

Una vez estábamos todos acomodados como pudimos entre paja y fieltro, la gente acabó durmiéndose muy rápido. Yo me mantuve despierto, tal y como le dije a Saarashi, a pesar del cansancio. Estaba con las manos en mi cabeza, con los pies cruzados y mirando al maltrecho techo mientras pensaba en todo lo que nos había pasado. Los hackers, nuestra nueva realidad, el poder morir en cualquier momento, el dragón, lo que debíamos afrontar de ahora en adelante… Jamás me hubiera esperado una situación como esta; y aunque me sentía impotente ante todo, no podía dejar de sentir una extraña emoción. ¿Quizás esto era lo que buscaba? ¿Una realidad alternativa en la que disuadirme? No… Sin duda no así. No con Tihiser y Saarashi sufriendo…

Al fin recibo el MP de Saarashi, citándome en el piso inferior de la posada. Sin hacer ruido, me levanto y dirijo h hacia el lugar. Me encuentro con su avatar, pelirroja, melena medio recogida, pequeñita pero a la vez resultona. No se parecía a la Saiyuuki real, pero quizás reflejaba estupendamente sus sentimientos con su personaje, algo que siempre me ha gustado de su forma de caracterización. Decido seguirla hasta llegar a un lugar algo apartado, y tras ver que se había acomodado, yo hago lo mismo.

La escucho hasta el final, mirando al basto cielo, ahora iluminado tenuemente por las estrellas. Me quedo callado algunos instantes, meditando las palabras que me había dicho.

-Mi opinión ahora mismo de poco vale en esta situación…

Me quedo callado un poco más, para proceder al poco.

-Pero si necesitas otro punto de vista y quieres oirla… Te diré lo que pienso. Pienso en que no sobreviviremos todos, en que todo esto está preparado para que no lo hagamos. Pienso que nadie podrá ayudarnos allí afuera, porque no tenemos a nadie en quien podamos confiar nuestra seguridad. Pienso en los hackers, en cómo han sido capaces de lograr esto y el porqué. Pienso en lo que ha pasado hoy, en que la última raid va a ser inalcanzable… Pienso en mis miedos. En perderte, perder a Taka o incluso morir en medio de todo este caos. Mi vida desde hace años no ha tenido valor.

Hago de nuevo una pausa, cerrando mis ojos, para posteriormente mirar fijamente  a Saiyuuki.

-Pero también pienso en que si no hago algo, moriré. Pienso en la gente que está en mi misma situación, sufriendo, sin encontrar a sus amigos. Pienso en ti y en Takahiro, en que no quiero perderos pase lo que pase…  Todo eso me da fuerzas para seguir. Quiero crear el gremio para salvar a tantos como pueda, ayudarlos como me habéis ayudado tu y Taka en mi vida. Sin vosotros no sería quien soy… Es por eso, que no quiero permitir que os pase nada. Pienso protegeros con mis propias manos, y contra más gente se una a nuestra causa, más cerca estaremos de la última raid y de salir de aquí…

Toco la frente de Saiyuuki, como es costumbre.

-Saiyuuki, si puedo darle algún significado a la vida que hemos tenido, es que sois mi familia. Y haré lo que haga falta para protegerla.

Vuelvo a mirar al cielo, para acabar.

-No sé si sobreviviremos, pero sé que si no lo intentamos, moriremos.

Dejo pasar unos instantes para sorprender a la chica con mi característico golpecito en su frente.

-No te preocupes. Lo conseguiremos. Nos tienes a mi y a Taka. Pase lo que pase, siempre tendrás un lugar al que volver.

Le digo con una sonrisa sincera, a pesar de por dentro estar temblando cual gelatina.

-¿Algo más que me quieras preguntar? Deberíamos descansar, mañana será un dia duro.

Cargando editor
18/04/2016, 10:27
Saarashi

Escucho atentamente las palabras de Mikoto. No me quedo sorprendida, pues eso era lo que me esperaba de él. Siempre atento, siempre caballeroso en situaciones de peligro…daría su vida a cambio de la nuestra solo porque le ayudamos en una etapa difícil de su vida. No tiene la más mínima esperanza de que alguien nos rescate de aquí, algo totalmente normal viendo los últimos acontecimientos del Gobierno. – Miedo a perdernos…aunque con fuerzas para seguir luchando… una familia… - pienso antes de proseguir con mis intenciones de esta noche.

Le cojo de las manos y continúo mirándolo fijamente antes de decir palabra. Tengo la impresión de que estoy muy seria ya que lo que le voy a decir me dolerá en el alma, pero es algo necesario antes de continuar el viaje: - No me preocupo por conseguirlo, sé que muchos de nosotros llegará al final, sobre todo por tu determinación. Aún así, no todos los del gremio que crearás sobrevivirán hasta el último raid, ni siquiera en los primeros niveles del juego. Ya has visto de qué va realmente esto… Y no quiero que por intentar protegerme a mí o a Taka, mueras en el intento. Tienes que olvidar que hemos sido una familia unida en esta situación...- me doy unos segundos de margen para continuar - … tienes que olvidar que hace muchos años te ayudamos a seguir adelante. Es por ello que quiero que me prometas una cosa, si no lo haces no volverás a verme pues me iré esta misma noche. Quiero que me prometas que no me protegerás a cambio de tu vida, que en una situación de extremo peligro no darás tu vida por la mía. Ahora eres alguien especial para mí y no quiero que mueras por protegerme. No quiero que intentes alguna locura para que continuemos juntos este viaje. Yo también soy como soy gracias a ti y a Taka, pero sobre todo es gracias a ti… Me has protegido durante todos estos años que hemos estado juntos… cuando nos metíamos en líos y acabábamos en la cárcel provisional, por ejemplo, siempre respondías ante nosotros dos. Esto no puede seguir así, por lo que mis actos a partir de ahora serán cosa mía. – Intento mantener la calma y evitar un derramamiento de lágrimas. – Deja que nosotros decidamos nuestros actos, sin interponerte a ellos…y si la cosa sale mal, es que no debíamos continuar este viaje. Seguro que mucha gente se unirá a nuestra causa y cada vez estaremos más cerca de la última raid… Yo lucharé con todas mis fuerzas para continuar a tu lado, esto tenlo claro… - suspiro antes de acabar, le suelto las manos y me levanto – Mikoto, si puedo darle algún sentido a la vida que hemos tenido juntos, es siempre me has protegido.  Esto no continuará así a partir de ahora. Sois también mi familia, pero no puedes dar tu vida por protegernos. ¿Está claro lo que te acabo de decir? – espero a que asienta, pues ningún discurso suyo hará que cambie de opinión. Vuelvo a mirar al cielo y me giro hacia la posada. – Vámonos a dormir, tienes cara de cansado y a mí se me están cerrando los ojos. - Sabía que lo que acababa de decir podría distanciarnos mucho, pero era algo necesario. Lo quería demasiado para que diera su vida por mí y aún más sabiendo que siempre tomo malas decisiones. Notaba que el cansancio daba más guerra de lo esperado, por lo que hago ademán de moverme para ir hacia la taberna. – Necesito relajarme un poco para mañana, ¿vamos?

Cargando editor
19/04/2016, 08:36
Mikoto

Me quedo callado y escucho a Saarashi atentamente, mirándola a los ojos. Mi expresión era seria, a pesar de entender sus palabras perfectamente. Para cuando acaba de hablar, cierro los ojos y suelto un suspiro. Me levanto, pongo mis manos en los bolsillos dado a que se me estaban enfriando y me acerco más a ella, agachándome enfrente suyo hasta llegar a su mismo nivel dado a que continuaba sentada. Justo al volver a entrecruzar nuestras miradas, saco una de mis manos de su correspondiente bolsillo y golpeo su frente con mis dedos índice y corazón, haciéndole mi típico gesto cariñoso.

-Lo siento Saiyuuki.

Le sonrio, mientras me levanto. Vuelvo a poner mi mano en el bolsillo y miro al cielo.

-Te has hecho fuerte… Estoy de acuerdo con tu determinación. Es hora de que emprendas el vuelo por tu propia cuenta. Supongo que era de esperar… No me interpondré en tus decisiones y dejaré de sobreprotegerte. Pero si te veo en peligro, acudiré digas lo que digas. Tu también eres muy importante para mi, más de lo que te imaginas… ¿Estas de acuerdo con eso?

Emprendo la marcha hacia la posada, y al pasar por su lado, casi a punto de darle la espalda, le digo sin mirarla.

-Estoy orgulloso de ti. Recuerda que Taka y yo siempre estaremos ahí para apoyarte, decidas lo que decidas…

Es entonces cuando mis palabras se ahogan y mis pasos se dirigen vagamente hacia la posada. Sé que sus sentimientos son fuertes, y quizás era tiempo de dejarla marchar, de no agobiarla con mi protección ni mis sentimientos. Era lo mejor, a pesar de que sé que lo que sentía por Taka era más intenso que lo que podía sentir por mi. Sonrio levemente, a pesar de todo, ya que me había dado una lección. Una de tantas… Suspiro y murmuro para mis adentros, para que Saarashi no me escuchara.

-Maldición… Me estoy haciendo viejo.

Y sigo caminando, esta vez si, hacia la posada, no sin antes llamar a Saarashi.

-¡Venga, volvamos o te entrará frio y me darás la brasa con ello!

Cargando editor
19/04/2016, 21:18
Saarashi

- No tienes remedio...¿no te he dicho ya que aunque esté en peligro no te interpongas? Escúchame bien ya que no te lo volveré a repetir... No quiero que te interpongas en mi camino, no quiero que mueras por mi culpa. Yo tampoco me interpondré en el tuyo... - le digo mientras vamos hacia la taberna. No me creía ni una palabra de lo que decía, pero era necesario que lo entendiera de una vez. - Yo sí me interpondré cuando él esté en peligro, pero no quiero que él lo haga...es la única forma de que me deje morir dignamente...gracias a él soy como soy... - pienso mientras le comento el frío que hacía esa noche lo más seria que podía estar, teniendo en cuenta lo difícil que era para mí dejarlo marchar: - Y sí, hace mucho frío, vayamos rápido a descansar... - Lo quería demasiado, cada vez lo tenía más claro y por ello no podía permitir que actuara impulsivamente cuando estuviera en peligro. Me daba pena acabar así, pero era la única forma de que al menos él pudiera salir de aquí con vida.