Partida Rol por web

Se pasó la lengua por sus agrietados y resecos labios, sintiendo un ligero ardor en la garganta. Intentó incorporarse ligeramente, alejándose del muro que tenía a su espalda, y sobre el que hallábase recostado. El punzante dolor en sus articulaciones le hizo suponer que llevaba cierto tiempo en aquel lugar; ¿cuánto?, ni siquiera el propio cautivo podía responder a esa pregunta...horas, días, semanas... todo era una nebulosa negra en su memoria. No recordaba nada desde la última imagen grabada en su memoria: su nave precipitándose en espiral hacia el suelo desértico del planeta, envuelta en llamas, acercándose peligrosamente cada vez más a las figuras en el piso, Kjierag, y el jedi y el diplomático y luego...la nada, el vacío en su mente.

Había escuchado las palabras de su captor y ahora trataba de ralentizar las pulsaciones desbocadas de su corazón, para tratar de aparentar tranquilidad ante tan desfavorecedora situación, mientras su mente se acribillaba a preguntas sin respuesta..."¿Qué me pasó tras la caída?, ¿Dónde estoy?, ¿Quién me ha capturado y cómo sabe tanto de mí?...¿¡Welkor era un Sith!?...

Intentó hablar para responder a su interlocutor, mas lo primero que produjo su boca fue un gemido áspero y seco. Trató de tragar saliva pero no pudo y finalmente carraspeó, para finalmente susurrar:

-"Os oigo"...mas ¿podrías darme un poco de agua?" Se lamentó internamente, sus primeras palabras delante de su enemigo habían sonado entrecortadas y débiles, muestra de que estaba a su merced, pero necesitaba agua para aclararse la garganta. Esperó la respuesta del otro ser...

Incómodo, el joven intentó tragar saliva. No veía absolutamente nada, pero se sorprendió a sí mismo observando donde debería estar el suelo. Entonces hizo un gesto con la cabeza. "Si el amable y valiente desconocido iluminara la sala, ya lo sabría", pensó.

Recalculó la situación. Debía aplacarse, así que respiró profundamente.

- Puede que le oiga, pero no crea que voy a escucharle a menos que me desate.

De pronto, no se sentía tan desolado, pero pronto le llego la desconfianza, hacia quien le hablaba, y recordó lo ultimo ocurrido, en estos momentos no podía confiar en nadie.
Se relajo y se concentro, aguzo el oído, para a si, sentir más nítidamente su alrededor, no le fue fácil, hacerse con la situación y contestar a esa voz que le hablaba.

-Sí, te oigo, no estoy sordo, gracias a dios. ¿Quién eres?, y ¿Por qué sabes tanto de mi?.- dijo pretendiendo sonar tranquilo, mientras intentaba escaparse de sus sogas y cadenas.

Le intrigaba saber cual era la situación, y cual serian sus intenciones, para luego, a si actuar.

...Su voz se perdió en aquella sala.

Las pesadas cadenas se mecieron entre sus brazos, entre sus piernas. Al parecer, habían tenido en cuenta la legendaria fuerza de los wookies…

Pero no era la única sorpresa, pues aquella voz contestó a su pregunta, a pesar de haber sido formuladas en su lengua.

-No importa quiénes somos, solo importa una única cosa… ¿dónde está el holocrón?

Joee notó en aquella voz masculina cierta tensión oculta, como si tuviera prisa por averiguar algo. El cambiaformas tironeó levemente de sus cuerdas, comprobando que estaba bien atado.

-No importa quiénes somos, solo importa una única cosa… ¿dónde está el holocrón?

Mark lanzó su amenaza, al tiempo que agudizaba el oído. Oyó que tras él, había alguien más, muy cerca, inmóvil.

-No importa quiénes somos, solo importa una única cosa… ¿dónde está el holocrón? Es usted un soldado, y aprecio eso. Hágame feliz, y dejaré que salga de aquí... de una pieza.

La garganta seca de Rumun agradeció el monosílabo afirmativo de su captor. Tras oír los pasos yendo y viniendo en la sala, una repentina sensación refrescante invadió sus labios, su boca, su garganta. La delicia en forma de agua sació su sed, mientras las palabras volvieron a llenar sus oídos.

-No importa quiénes somos, solo importa una única cosa… ¿dónde está el holocrón?

-Oh, puede usted hacer mucho con sus avispados ojos, Wickward. Sobre todo si le dejamos analizar dónde está… no podemos darle ventaja alguna. Pero déjeme que hable en su idioma… ¿cuánto costaría cierta… información acerca del holocrón?

-Me avisaron de su palabrería, señor Organa. Desde luego, hicieron bien… pero le concederé algo. Sus compañeros están retenidos por… nuestra organización. Están siendo interrogados ahora mismo, por lo que podremos ver las versiones de cada uno… y si alguien miente, pues… ¡Ah!, y olvide ese rollo de la República. Tal cosa ya no existe gracias a… ciertos movimientos inesperados de nuestro “querido” Palpatine (Silencio prolongado). Dígame, Organa, para que pueda quitarles esas cadenas… ¿qué sabe del… holocrón?

-No sabía que fuera usted sordo, padawan. Todo se ha venido abajo mientras estabais fuera en esa misión… pero la verdadera cuestión es… ¿dónde está el holocrón?

Lentamente, mientras esperaba respuesta a su pregunta, Kjierag sintió cómo su muñeca derecha iba liberándose de su atadura… ¡lo estaba logrando!

Pero entonces, una mano lo agarró por detrás, reajustando su cadena. Junto a su oreja, una voz cargada de odio susurró algo…

-No, aún no, sullustano.

-No importa quiénes somos, solo importa una única cosa… ¿dónde está el holocrón?

su mente comenzó a trabajar al 100x100 en ese mismo instante. "Creo que saldré vivo de aqui despues de todo" pensó al escuchar las palabras de aquel desconocido.

"Si quieres información acerca del artefacto solo pido tres cosas: mi libertad, tu palabra de que no sufriré ningún daño y 1000 creditos", dijo wickward intentando abrir los ojos tras la venda.

"Pero...... si lo que quieres es Recuperar el artefacto... jajaja eso son palabras mayores amigo. Tendriamos que hablar en igualdad de condiciones, ¿No?, llegar a un trato, sin estar atado. Es mas, si eres generoso hasta seria un placer para mi ayudarte a eliminar a la persona que lo tiene...."

Tras hablar, se limitó a escuchar, ya que no veia una mierda, Intentando percibir algún sonido familiar..