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Por desbordamiento de tiempo disponible por parte de su jugador original, se ofrece este personaje en sustitución: Alisha O'Brian.

Edad: 22 años.

Carácter: Siempre relajada y animada. Hasta en las peores situaciones tiende a ver el lado positivo. Desde muy niña aprendió a ver el lado positivo de la gente y obviar el negativo.

Gustos: Le gusta la gente honesta y dispuesta a pasar un buen rato.

Lo que no te gusta: el pesimismo exagerado y el victimismo gratuito.

Miedos/Fobias: que llegue el momento en el que se vea obligaba a madurar y convertirse en una adulta convencional.

Aspiraciones/Ambiciones: vivir en paz y poder seguir disfrutando de la vida.

Su historia, antes de descubrir que la magia existía:

Nací en un pequeño pueblo muy cerca de Galway, un lugar precioso rodeado de bastos prados donde el color verde cubre el horizonte allá por donde mires. Un lugar que lo tenía todo, casi se podía llegar andando a la ciudad, muy buena gente, mucho ocio...

Soy hija única y mi padre era todo mi mundo, desde muy pequeña me contagió su forma de ver la vida, como si de un regalo se tratara, un regalo que había que disfrutar al máximo.

De mi madre, lo cierto es que poco sabía, mi padre siempre fue algo distante con el tema, me dijo que murió al darme a luz pero que siempre estaría con nosotros de una manera u otro, y siempre me cuidaría. Pero no hay fotos, no hay historias salvo que fue el amor de mi padre, el primero y único gran amor de su vida hasta que llegué yo. Lo único que tengo de ella es un colgante, que según mi padre siempre debía llevar conmigo y siempre me protegería.

Lo cierto es que siempre me pareció curioso la forma que tenía de decírmelo, como si de verdad me protegiera de algo, como si algo fuera a atacarme... siempre me pareció un poco exagerado.
No obstante, mi vida era normal, iba a clase, aprobaba con cierto esfuerzo, salía con las amigas, salía con chicos... lo normal imagino.

Aunque todo cambió al cumplir yo los 16 años, mi padre enfermó y falleció meses después. Me quedé destrozada y totalmente sola, no sabía nada de la familia de mi madre y de la familia de mi padre no quedaba ninguno vivo. Un amigo de mi padre me ayudó en lo que pudo, dándome un techo, comida, pagándome el instituto... pero había cosas en las que no me podía ayudar, me sentía completamente aislada, desde que tenía uso de razón mi padre me había enseñado a abrazar la vida pero él ya no estaba y todos los pilares en los que se sujetaba mi vida se derrumbaron. Empecé a tener crisis de todo tipo, cada vez perdía los papeles con más frecuencia, y ocurrían cosas que no terminaba de comprender.

Acabé dejando el instituto y encerrándome tanto en mi misma que perdí todas las amistades que tenía. A menudo me iba sola a pasear por los verdes prados, tratando de huir de la gente, tratando de no estar en aquella casa, aquel pueblo y aquella ciudad que tantos recuerdos de mi padre me traía. Me iba por las mañanas y podía quedarme sentada sobre la hierba todo el día, era el único lugar donde sentía una leve sensación de paz y tranquilidad.

Un día, me encontraba sentada en un prado como ya era costumbre en mí, cuando a unos 10 metros algo parecía moverse con brusquedad, soltando de vez en cuando chirridos. Con cierto miedo, me acerqué a ver qué sería.

Cuando estaba apenas a un metro, el movimiento y los ruidos cesaron casi por completo. Ya solo se apreciaba un ligero movimiento. Terminé acercándome hasta poder ver bien lo que era.
Se trataba de un pequeño pájaro, similar a un águila pero de menor tamaño, se encontraba postrado mirándome fijamente. Daba la sensación de no poder moverse y de que tenía ciertas dificultades para respirar, a parte de tener una zona del vientre manchada ligeramente de sangre. Justo al lado encontré al posible responsable de las heridas, una serpiente negra como el carbón, quieta completamente, llena de sangre y tierra. Con una mezcla entre miedo y asco le di un toque con la pierna, rezando para que no se moviera y me mordiera, pero la serpiente ni se inmutó, parecía que aquel pájaro había conseguido matarla antes de recibir el mordisco. Volví a centrarme en el pájaro, que cada vez parecía tener más problemas para respirar, fui a cogerlo con la esperanza de llegar al pueblo antes de que muriera y que lo viera el veterinario, pero en cuanto mi mano tocó su pequeño cuerpo, algo que no sabría explicar ocurrió, me quedé en trance unos segundos antes de desmayarme. No sé muy bien cuanto tiempo estuve sin sentido allí en el suelo, pero al volver en mí e incorporarme, el pájaro estaba allí observándome, respirando con normalidad y con las manchas de sangre ya secas sobre sus plumas.

En los días posteriores seguí yendo al prado, y día tras día veía a aquel pájaro siguiéndome de cerca, día tras día se acercaba más a mí, hasta que llegó el día que estando yo sentada sobre la hierba, se posó sobre mi pierna y se quedó observándome. Desde aquel momento no se volvió a separar de mí, puede que sintiera algún tipo de deuda hacia mí, pero lo que más me importaba es que volvía a tener a alguien, ya no me sentía tan sola. Ahora estábamos él y yo. Desde niña me encantaban los animales, pero nunca pensé que tendría uno así, investigaba todos los días sobre tipos de pájaros, buscando todo lo que pudiera servirme, hasta que un día encontré una imagen que era igual que él, un Azor. Puede que yo de alguna manera salvara su vida, pero él hizo mucho más por mí, me devolvió la alegría, las ganas de disfrutar, las ganas de honrar a mi padre, abrió la cárcel de soledad y angustia en la que yo misma me había encerrado. Al fin y al cabo la vida era un regalo que hay que disfrutar al máximo como tantas veces me decía mi padre.

Pero eso no fue lo único que cambió tras el desmayo. A partir de entonces cada noche tenía sueños, muchos de ellos conectados... escorpiones, serpientes y el amuleto que heredé de mi madre. Esos elementos se encontraban en todos mis sueños, además no dejaba de soñar una y otra vez con un claro rodeado de bosque y dividido por un riachuelo.

Durante los siguientes meses, trate de buscar la localización de aquel claro, pero me resultó imposible. De igual modo empecé a tener cierta fascinación por los escorpiones y las serpientes, sus características, sus venenos... a tal punto llegó mi fascinación que llegado el momento no dude en plasmarlos en mi piel. Pero aquel claro seguía en mi cabeza, creía que todos aquellos sueños significaban algo, que de alguna manera tenía que encontrar ese lugar.

Entonces fue cuando todo cambió.

 

Ambientación y situación actual de la partida: SEMIDIOSES

La partida tiene una raíz remotamente inspirada en las novelas de Rick Riordan Percy Jackson, pero han pasado muchas cosas desde que los campamentos en los que los semidioses se agrupaban en la tierra para protegerse de los peligros del mundo dejaron de ser seguros. 

Un gran mal asoló los campamentos de TODOS los panteones de la tierra, o al menos eso dicen. 

Los supervivientes cuatro de estos campamentos se reunieron en el primer campamento Multicultural. (Egipcios, griegos, nórdicos y japoneses)

Aprender a convivir fue duro, pero salían adelante... cuando el mismo mal indescriptible los encontró y les obligó a huir a una tierra casi irreal llamada Mythos, en las faldas del monte Olimpo. El grupo de jugadores aprendió de sátiros y ninfas, tratando de conseguir información y hacerse más fuertes para prepararse. Tarde o temprano intentarían regresar a la tierra que les pertenecía.

Pero las puertas del Olimpo permanecían cerradas, negando los Olímpicos lo que los semidioses tanto anhelaban. 

Así, emprendieron un largo viaje cruzando las desoladas tierras de Ávalon hasta un gran lago en el que se enterraba una de las ramas del gran Ygdrasil que les permitió ascender hasta Asgard.

Allí sí que han llegado a conocer a unos cuantos dioses, aunque de momento bastantes cosas han resultado ser diferentes a como se imaginaban.

En un intento de recuperar a un compañero perdido, Alisha y un grupo ha desandado sus pasos para adentrarse entre las nieblas de Avalón, donde han sido engañados por las ilusiones de las fatas y un cambiapieles que se hizo pasar por uno de sus compañeros. 

La joven Alisha ha caído en combate y sobrevive de milagro solo gracias al esfuerzo heróico del compañero al que habían venido a rescatar, para el que en lugar de dos días parece que hayan pasado unos 30 años desde que se separó de los demás. 

Ahora, la mente de Alisha es frágil y muchas cosas pueden haber pasado cuando despierte...

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Punto de entrada en la partida y continuaciones posibles de la historia:

La situación actual en la que se encuentra Aisha puede permitir un cierto reseteo de memoria que le permita haberse olvidado de la mayoría de los acontecimientos vividos, por lo que no será necesario que el jugador que retome al personaje lea demasiado.

Sí que nos gustaría que captaran el espíritu alegre de su personalidad y la empatía hacia sus seres queridos en general.

El momento actual puede inclinar sus poderes para desarrollar algo más relativo a las fatas, o podría hacerle soñar hasta contactar con su parte divina, ya que hasta este momento ella, aunque intuye ser hija de un dios o diosa egipcia, no sabe cual puede ser con seguridad.

Tiene pxs para repartir a placer por el nuevo jugador y algunos detalles podrían cambiar de su ficha si tiene buena justificación con su nuevo camino.

Como ven, es un punto fácil de tomar, amoldar a uno mismo y continuar.

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Sistema y condiciones de la partida.

Es una partida multitudinaria. Actualmente 13 jugadores en activo. Muchos han muerto o desaparecido por el camino. 

El sistema en detalle se explica aquí, pero viene siendo un MdT muy resumido para aportar agilidad en el que se incluye alguna regla de la casa y los poderes se hacen a medida para ajustarlos a la ascendencia divina (pocos dioses de la guerra se relacionan también con el crecimiento de las cosechas o las mareas, por ejemplo).

Muchos conflictos se resolverán de forma narrativa y se permite pactar entre jugadores el desarrollo de peleas o situaciones compartidas.

Ritmo: Medio. No esperamos más de 2 o 3 post por semana. Al ser tantos, somos especialmente estrictos con los máximos de post para que nadie se sienta sobrepasado. 

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Directores.

Actualmente somos dos directores en esta partida.

Caodin se encarga de ambientaciones, la mayoría de pnjs y mantener la historia en movimiento. Kariwin tiene derecho a veto, pero en caso de desacuerdo es la opinión de ella la que prevalece.

Kariwin se encarga del sistema, el diseño y balanceo de poderes matemática incluída y llevar a otro puñado de pjs. Caodin tiene derecho a veto, aunque él sigue teniendo la última palabra.

Juntos son retorcidos, pero el uno sirve para controlar los despistes del contrario.
 

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Qué buscamos.

A un jugador comprometido y constante. 

Con ganas de apuntarse a una partida cooperativa con buen rollo y de larga duración. 

En esta partida habrán tanto enfrentamientos emocionales como físicos, por lo que es buena idea que sea alguien se pueda sentir bien tanto en un combate (que los habrá), como roleando y desarrollando su relación con el resto de semidioses supervivientes, lo que construye el epicentro de toda la historia.

Plaza cubierta. Gracias por el interés