Galería Umbriana

Subida por Venifer

En el marco de un congreso fuera de la ciudad, el mismo de la prueba de la máquina recreativa de coches, estando en el mismo bar me acerqué a la barra a pedir un café y, ya que el sujeto que atendía tenía ganas de hablar, le saqué charla y terminé preguntándole por el tema del jefe de las cocinas. El tal Freddy, me dijo, no iba a tener ningún problema con la petición. Que lo fuese a buscar al mostrador de la recepción principal, que dijera que me mandaba él a buscarlo, que tenía que hacerle una preguntita de nada... Y con eso empezó "¿Dónde está Freddy?" versión congresística argentina.

Eso fue una noche. Al otro día a la mañana, antes de las conferencias, Gene y yo preguntamos por Freddy. Y luego para un lado. Y luego para el otro. Y Freddy tal, y Freddy cuál, y de pronto apareció "Freddy": metro ochenta y cinco largos, espalda ancha, dos brazos como tubos musculosos, bien plantado, cara cuadrada, auriculares colgando de su cuello, ojos muy oscuros y rostro de persona de pocas palabras.

- ¿Sí? - dice, en voz grave una vez que está frente a nosotros.

Gene y yo, mirándonos alternativamente, nos quedamos mudos.

- Eh... nosotros quisiéramos pedirle si, bueno, queríamos sacarnos una foto en las cocinas a ver si se podía - respondí tentativamente, al punto tal que dije todo esto llevándome una mano a la cabeza y bajándola como un niño que espera que lo reprendan.

- Sí, para un concurso de fotos - saltó Gene - Necesitamos sacarnos una foto con el cocinero y dos pinches de cocina.

Freddy inclinó la cabeza. Su rictus era pétreo, congelado en un punto indescifrable entre la incredulidad y la sorpresa. Hubo diez segundos enteros y eternos de silencio.

- Bueno, claro. ¡Pero denme cinco minutos!

- ¡No, no, no se preocupe, cuando ustedes puedan y no tengan trabajo! ¡Para eso vinimos a hablar con usted, no queremos molestar!

- ¡¡Ahhhhhh!! ¡Entonces vengan antes del almuerzo, cuando los muchachos están distendidos!

Entre agradecimientos y promesas de ir allí, aunque sabíamos que no podríamos por el congreso, huimos. El problema fue que no pudimos ir al momento que nos dijo, entonces volvió el carrousel de está Freddy, no está Freddy, por qué está Freddy, llamen a Freddy para hacer la foto, no queremos molestar así que vamos a buscar a Freddy... al final nos metimos en las cocinas, el cocinero nos preguntó si podía meter a todos sus asistentes a la foto, y claro, le dijimos que obviamente. Así que excepto uno al que le agarró pánico escénico, salieron todos y yo, diciendo: "Mirá que si sale movida, tirá un flash..."