Galería Umbriana

Subida por Diluvi el corb

(Caminando por la Alta montaña: 3ª Parte by Diluvi)

Ya concluyendo mi relato de mi misión en las montañas, os presento una prueba que no puse en riesgo mi salud, sino que exterminé ya para siempre mi imagen y mi sentido de la vergüenza. (Bah! Lo sé, ya nadie se cree que yo gastase de eso…U___u’)

Damas... caballeros....Nº69 "Dándole un beso a una rana (o sapo)" y ¡¡¡Sin trampa ni cartrón!!!

Hacer la prueba no fue NADA fácil:

Ya a bote pronto lo terriblemente difícil fue encontrar víctimas para mis besuqueos.

La primera que conseguimos hallar, fue mi sobrino que la vio, en medio del camino junto al río, era muy pequeña. Pero lo suficiente grande para que se viera bien.

Antes de hacer la prueba (burro e inútil de mi) comenté que necesitábamos una foto del detalle de la rana para adjuntarla, abrí las manos para que hicieran la foto y obviamente la rana saltó U____u' (podría poner la foto de mis manos sin la rana lo que os haría reíros pero no compensa el esfuerzo)
Yo iba con la maleta y allí me veis (es un decir) saltando detrás de la rana como Gollum detrás del pescado hasta que se perdió entre las rocas (la rana, no Gollum). -____-
Lo que dije, inútil, solo conseguí desperdigar mis posesiones y nuestras reservas de comida.

-¡Claro! Estúpido, estúpido monstruo-rata la ranas saltan ¡¡¡es lo que hacen!!!-

Una vez todo recogido de nuevo seguimos andando, un poco cabizbajo por haber soltado la oportunidad, era nuestro segundo día, en el primero no habíamos visto ni una así que no tenía muchas esperanzas de volver a conseguirlo. Obviamente los epítetos con los que me condecoraba no eran muy bonitos. ¡Qué frustración!

Así que decidí "sabiamente" que para el siguiente intento; primero la besaba y luego si cabía la foto con el detalle.

Pero en no más de otra hora de caminata vi a otra, pero esta (era lista la cabrona) me vio las ideas de lejos. Y si bien volví a saltar detrás de ella, mi éxito fue nulo. Podía quedarme al río, diréis, y buscar más, pero no es que estuviésemos acampados y ya suficiente frenaba el grupo con mis pruebas que, si bien colaboraban todos, no lo hacían algunos con especial entusiasmo pues nos quedaba un trecho largo aún aquél día.

La tercera creo que la vio mi hermano, la señaló para que pudiéramos sacárnoslo de encima y siguió adelante, esta vez mi padre pasando por allí se agachó un momento puso la mano al río y siguió, yo di por supuesto que se le había escapado, pero el muy habilidoso-padre-de-cuervo la había pillado casi al vuelo. Como veréis en la foto era diminuta, y esta vez si, primero foto del beso, y luego ya, si se podía, de la rana. Nos dimos ya por satisfechos y terminamos la etapa.

Salió la prueba 1. Bendita mi cara de imbécil XDDDDDDDDDDD Además me daba tanto miedo aplastarla que no me atrevía a agarrarla muy fuerte de ahí lo palurdo.

***

Luego una vez al lugar, con las espaldas y piernas descansadas y aliviadas miré las fotos y pensé que la rana era MUY pequeña, que igual saldrían “peros”… y demás.
No contento con ello, decidí repetir la prueba a la siguiente oportunidad si se daba.

Para la segunda víctima anfibia, en mitad de la etapa del siguiente día, se puede decir que casi tropecé con ella, esa si era grande.

Sorprendentemente no me costó cazarla y se dejó besuquear sin problemas  y luego ni siquiera se iba. Bueno, si una vez hecho, no salta de tu mano para huir es que tan grave no fue me consolé (aunque espero que no fuera mi aliento que la hubiese dejado en estado de shock o en coma) en fin, da igual, así que no hubo problemas para sacar fotos con todo detalle.

(Espero que no hayan muchos vómitos en la sala, solo tenemos tres bolsas de papel a su disposición pues la foto de Carni-Perry consumió nuestras reservas que no eran pocas.)

Luego caminando, a escasos metros de allí, encontré una bella montañesa de pelo castaño, sonrisa mágica y ojos verdes. Ingenuo de mí creí que se trataba de la rana venida a princesa, así que le di los buenos días y “otro” beso. Y ella me lo agradeció con un sonoro tortazo antes de desaparecer.

 Si es que los cuentos lo pintan muy bien.