Galería Umbriana

Subida por J_Mateos

Una semanita después de romperme ambos brazos (no juguéis al fútbol americano sin protección sobre cemento, chicos), Dama_Blanca me lleva a que repitamos la foto de las barbies, que "nos puede quedar más graciosa". En el jardín de su parcela, con una triste chaqueta y a una temperatura que no conocía desde que luché en Stalingrado, me sienta en un banquetín en el césped y saca una caja de... ¿Cien? ¿Doscientas? barbies. Antes de que coloque la primera ya noto el ataque de viruses en mis bronquios y a mis músculos gritándome "¿Estás loco? ¡Huye!". Las lágrimas de dolor se congelan en mis mejillas. Dama_Blanca considera de vital importancia explicarme la vida y obras de cada una de las barbies. "Esta era mi favorita", "Esta va vestida de griega", "Ay, esta no, que es una Nancy" "Esta se llamaba Barbara y estaba celosa de Stacy por el amor de Johan", "Esta fue la que me dijo que quemara el instituto". Yo me repito "Mente sobre la materia, mente sobre la materia, mente sobre la materia" para intentar convencerme de que estoy en un jacuzzi con dos brasileñas, y sacrifico mi cúbito fracturado para mantener las diez barbies en un equilibrio euclídeo sobre mi cuerpo. El remate llega cuando Dama_Blanca levanta la cámara y agradezco al Dios en el que acabo de empezar a creer que esto ya se acabe, pero aún falta el remate. "¡Sonríe, hombre, sonríe!". Espero que en mi expresión podáis leer la mezcla de frío, diversión y odio asesino que me invadía en ese momento.