Galería Umbriana

Umbrionada 2014: Motosierras en Llamas F.P.S.L.

87. Con el juego de rol Satarichi (no hace falta salir jugando, por vuestra seguridad).

87. Con el juego de rol Satarichi (no hace falta salir jugando, por vuestra seguridad).

Subida por carnifex

La búsqueda había sido realmente complicada. Las consultas en los viejos grimorios, a los más reputados sabios, a los más malvados practicantes de las artes oscuras, solo había arrojado que todas las copias del libro que buscaba habían sido destruidas.

Con el cuerpo recorrido por escalofríos provocados por malos recuerdos, sus confidentes le decían que ya no quedaba nada de aquel recipiente de pura maldad en forma de juego de rol. Alguna de las copias habían sido destruidas por grupos de héroes mediante fuego, grandes cantidades de fuego. Otras en cambio no habían podido soportar su propia existencia, se odiaban tanto a si mismas que habían devorado sus propias páginas y las tapas se habían arrojado a la más profunda de las fosas.

Pero cuando todo parecía perdido y hasta la última linea de investigación había llevado a un punto muerto, encontró por casualidad una pequeña tienda en un callejón donde hubiera jurado que no había nada. En el establecimiento había curiosidades de todas partes (en un botijo ponía: Un amigo estuvo en Ganimedes y se acordó de mi) y el dependiente, un pequeño hombrecillo, viejo y bigotudo, con aspecto asiático y que no hacía más que decirle que le regalaba un yogurlado si compraba algo; le dijo que si había un lugar donde poder encontrar alguna copia del libro maldito, ese era sin duda la biblioteca de la Universidad Invisible, en la famosa Ankh-Morpork en Mundisco, sobre los hombros de cuatro elefantes, sobre el caparazón de Gran A'Tuin, la enorme tortuga celestial.

Después de un viaje no falto de aventuras y eventos inesperados alcanzó la ciudad doble. Aquella era una ciudad con personalidad, especialmente porque el olor que desprendía era imposible de igualar (y casi de aguantar). Después de disfrutar de las curosidades de Ankh, como haber sufrido siete intentos de robo, haber presenciado (y participado en) una típica pelea tabernaria en el Tambor, o haber descubierto que el Ankh era el único río en que había que excavar para poder ahogarse, se dirigió con paso firme hacia las puertas de la Universidad Invisible.

Esperaba algún tipo de problema a la hora de entrar a la universidad pero no fue así. Los magos tenían mayores preocupaciones luchando contra los ratones irradiados por magia del lugar. De hecho el primer mago que vio estaba correteando por ahí cuando se tiró al suelo rodando sobre si mismo. Un montón de pequeños roedores con ropas a medida estaba royendo las suyas. "Malditos roedores pervertidos ¡Dejad mi toga!", gritaba.

Tampoco fue complicado encontrar la biblioteca, dónde un amable orangután le pregunto que deseaba con un sonoro "Ooook". Aunque el rostro del simio cambió cuando le dijo lo que buscaba, aunque le guió parte del camino y cuando decidió no continuar le entrego un plátano, para desearle suerte.

Una vez en las profundidades de la biblioteca (recordemos que en aquel lugar no habían oido hablar de la arquitectura, la topografía o la geometría euclidiana y el hecho de limitarse a las 3 dimensiones estandar no era más que una forma de coartar su libertad) se dispuso a continuar, protegido mediante un escudo de manera de peral sabio que le había costado lo suyo conseguir. La única luz que había en aquella zona a la que ni el bibliotecario quería entrar era el brillo octarino de los libros...y dado que los libros más infames no paraban de moverse aquello parecía una discoteca.

Avanzó poco a poco, resistiendo las embestidas de los libros más violentos y las sugerencias de los más extraños. Especialmente perturbadores eran los comentarios de los libros +18. 

Llego a un punto dónde ya no había libros, como sí no quisieran estar más allá, como si tuvieran miedo...¿A que podían tener miedos los libros más infames e inenarrables? ¿A un acceso de humedad en el techo? No...más adelante estaba el objetivo...una puerta de peral sabio y octarión con un letrero en el que brillaba malévolamente la palabra:

Lo que ocurrió dentro de aquella sala va más allá de la cordura. La maldad ahí encerrada casi lo aplasta pero al final consiguió su objetivo, una foto para la umbrionada.

Pero cuando salió de aquella cámara de seguridad algo captó su atención, había un pequeño pasadizo que llevaba a otro sala sellada con aún más contundencia que la anterior. Si el anterior irradiaba maldad, aquella irradiaba MALDAD. La puerta que lo guardaba mostraba un relieve del horrible e inefable contenido de aquello prisión:

Y entonces se dio la vuelta y corrió, y corrió y corrió...

04/09/2014, 13:34

Leeros la anecdota que me la he currado =D

04/09/2014, 13:50

Voooooy... ¬¬

XDXDXDXDXDXD

04/09/2014, 14:30

XDDDDDDDDDD

Menos mal que el osado aventurero contuvo sus ganas de hojear el interior... Hubiera sido trágico que el libro aprovechara la ocasión para instalarse en su cerebro y escaparse de su prisión!!! XD

Carni, sos un crack. Admiro tu valor y gallardía para llevar a cabo esta prueba.

04/09/2014, 18:20

Cojonuda anécdota, un logro digno del más grande de los aventureros pero .....

 

en la famosa Ankh-Morpork en Mundisco, sobre los hombres de cuatro elefantes, sobre el caparazón de Gran A'Tuin, la enorme tortuga celestial. XD

04/09/2014, 18:25

en la famosa Ankh-Morpork en Mundisco, sobre los hombres de cuatro elefantes, sobre el caparazón de Gran A'Tuin, la enorme tortuga celestial. XD

Huy, en que estaría yo pensando.

Ahora lo arreglo.

09/09/2014, 00:11

Genial la anécdota, me encanta xD

09/09/2014, 00:31

Sin duda alguna Dios te protegía bajo su luz, si no posiblemente tu alma ubiera sido torturada en un infierno peor que la muerte bajo durante la eternidad.

Eres mi heróe, a partir de ahora me convertiré al carnifexismo. Me has dado razón para creer.

Kagu
 
24/11/2014, 23:02