Galería Umbriana

Subida por Venifer

Catedral Metropolitana de Buenos Aires. A mi equipo le dije que me parecía que el altar no estaba vallado, y me equivoqué. La primera visita que hice fue para toparme primero con sendos carteles de NO SUBIR apoyados en los cuatro escalones que elevan a la zona del altar del nivel del resto de la catedral. Además de los carteles, y de sus correspondientes pequeñas sogas de prohibición, resulta que la zona central de las primeras diez filas de bancos se encuentra cerrada al público, por lo que si uno quiere aproximarse a la zona del altar por la parte del medio, no puede. Se queda más o menos a la mitad del templo, mirando desde lejos, o a lo sumo tiene que acercarse por el costado y tener una visión mucho menor del altar, pero mayor de los sacerdotes que oficien la misa. Tras evaluar cuánto me costaría burlar de alguna manera aquello, al menos por el segundo suficiente para que pudiera sacarse una foto, supe que no tenía sentido intentarlo de esa manera. Demasiados turistas agolpados chillando y varios policías rondando influyeron en mi conclusión, sin duda.

Decidí intentarlo por el lado de lo legal. Así que al otro día [el mismo de las pruebas 56, 89...], nos presentamos con mi acompañante para ser guiadas por la catedral y descubrir todos sus secretos. Nuestra idea era camuflarnos entre el grupo de gente, y escabullirnos cuando llegáramos al altar y pudiéramos sacar una fotografía decente, así que hicimos planes sobre cómo lo haríamos, qué ángulo sería el mejor, si con flash o sin flash... Pero, ¡nunca planeen con tanto optimismo, señores! Para cuando vino la guía, y nos sonrió para decirnos que empezáramos el recorrido, mi acompañante y yo nos dimos cuenta que esa iba a ser una visita guiada sólo para dos personas.

Saqué una hoja de mi cuaderno, y para disimular, me puse a dibujar la arquitectura de la puerta interna central de la catedral. Durante una hora, mi acompañante y yo fuimos estudiantes recién ingresadas de la carrera de Arquitectura, recabando información sobre catedrales para un trabajo práctico universitario, y haciendo específico hincapié en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. Haciendo especial hincapié en el altar de la catedral. Particularmente, en hacer fotografías de todos los ángulos del altar de la catedral.

El punto es que nuestra visita nos lleva a la zona prohibida al paso frente al altar mismo. Convencida de que realmente sabíamos algo de arquitectura, y encantada por ello, la mujer guía nos hablaba de la posición de las naves, el punto crucero, las elevaciones de los niveles... Cuando la guía terminó de decir todo lo que tenía, le comenté que necesitaba una prueba de que las fotos que íbamos a incluir en el trabajo eran nuestras y no las habíamos sacado de Internet... así que me dejó ponerme delante del altar, sobre uno de los escalones cuya pìsada está solo reservada a sacerdotes y ordenados religiosos, y que mi acompañante me retratara. Lo gracioso de la situación fue cuando la guía vio el cartel del Comando. Su cara hablaba nítidamente de lo que pensaba sobre lo que debían consumir los estudiantes de Arquitectura para tener semejantes dibujos pegados en la parte de atrás de sus cuadernos.