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Diferenciar la ciencia ficción de la fantasía

Introducción

Diferenciar la ciencia ficción de la fantasía

Una lista de directrices para diferenciar la ciencia ficción de lo que no lo es.

Autor

Usuario desaparecido

Diferenciar la ciencia ficción de la fantasía

 

Etiquetar obras por su género no es una cuestión de gustos personales o subjetivos, sino de una concurrencia de factores objetivos. Dicho de otro modo, una ficción de aventuras no lo es porque a un público determinado se lo parezca, sino porque posee unos recursos y un tono homogéneo o muy cercano al de la categoría a la que pertenece. En la traslación a la realidad de esta teoría existen multitud de problemas que afrontar, especialmente en estos tiempos en los que cada vez es más común mezclar características de varios géneros a la vez. No obstante, volviendo al principio de este artículo, eso no legitima a que cualquier espectador, lector, jugador, etc. ignore la definición de cada etiqueta a la hora de ponérsela a una ficción.
Es especialmente significativo la confusión y aplicación errónea que se da al término- género de la “ciencia ficción”. Esta etiqueta englobaría a las obras donde un hecho (habitualmente un avance tecnológico o una catástrofe) cambia totalmente la forma de vida de la humanidad, por lo tanto es un género que especula sobre las repercusiones de algo específico en un tiempo concreto y habitualmente pretende hacer reflexionar al lector con lo expuesto. Otra característica habitual es el esfuerzo del creador de la obra por darle una explicación plausible tanto al hecho que ha provocado la situación como a lo que acontece después; no obstante “plausible” no significa aquí tanto realista como verosímil, ya que al fin y al cabo la mayoría de autores de ciencia ficción ni son científicos ni tratan de salirse de las reglas de la ficción.
La definición básica de ciencia ficción acabaría aquí. Sin embargo en los últimos años han aparecido dos divisiones con las que personalmente no estoy de acuerdo, pero debo añadir a este artículo: la ciencia ficción “blanda” y la ciencia ficción “dura”. La ciencia ficción blanda abarca la ficción con elementos menores de ciencia plausible, siendo mayor la contribución de hechos fantásticos; en cambio, la ciencia ficción dura se caracteriza por ser en su mayoría o totalmente ciencia plausible. En todo caso, ambas se sitúan en ambientaciones futuristas y no tienen porqué implicar ninguna reflexión moral al espectador, por lo que se da el caso de que una obra considerada ciencia ficción (como La máquina del tiempo de Wells) no sea ni ciencia ficción blanda ni dura, aunque luego se intente colarla en blanda por eso de que “es la que más se acerca”.


Vista la explicación, es el momento de utilizar ejemplos específicos de obras conocidas:

Lost (Perdidos): esta serie de televisión no tiene nada de ciencia ficción, es fantasía.

Star Wars: en esta franquicia se da uno de los errores más habituales cuando se confunden géneros, y es etiquetarla como ciencia ficción porque esta ambientada en el espacio. Star Wars no plantea ningún hecho que cambie la forma de vida de la humanidad, incluso su salida al espacio y su encuentro con otras razas no han cambiado su forma de ser. Tampoco intenta ser plausible más allá de su lógica interna. Además, establece una lucha entre bandos en base a la Fuerza, un poder de origen místico. Por lo tanto, a pesar de que esté situada en el espacio, tenga pistolas de rayos láser o implantes mecánicos, Star Wars es fantasía y no ciencia ficción; aunque en el caso de las nuevas definiciones, se la consideraría ciencia ficción blanda.

Battlestar Galactica: aunque sea muy parecida a Star Wars en muchos aspectos, lo cierto es que sí plantea un cambio con la creación y posterior revuelta de los cylons, además de resolver varias cuestiones científicamente plausibles como la búsqueda de agua en el espacio. Es, por lo tanto, ciencia ficción y ciencia ficción blanda.

Star Trek: a pesar de que se le considera totalmente ciencia ficción, realmente tiene altas dotes de fantasía, sobretodo en su serie original. Personalmente me decanto por etiquetarla tanto como ciencia ficción como fantasía.

2001, una odisea en el espacio: la película de Stanley Kubrick es una obra de ciencia ficción. A pesar de que la historia que cuenta es fantasía, cumple los dos requisitos expuestos: ocurre un hecho que cambia la vida de la humanidad (en este caso la aparición de un placa en la tierra prehistórica, porque recordemos que la ciencia ficción no tiene porqué emplazarse en el futuro) y hay un intento por dar coherencia a lo sucedido aunque, repito, sea dentro de lo fantástico. Por esa misma ausencia de ciencia plausible en determinados pero importantes planteamientos, también entraría en la categoría de ciencia ficción blanda.

1492: en esta película, para contrastar con la anterior, no estamos ante ciencia ficción. Aunque parece que cumpla con los dos presupuestos, no está especulando nada sino adaptando a ficción un hecho real. Su género es por lo tanto el histórico.

Saga Alien: en mi opinión pertenecen exclusivamente al género de terror. Nuevamente hay que descartar la asociación de espacio con ciencia ficción (es clave recordar que lo único que separa a Ripley de una ficción de terror cliché es que transcurre en el espacio), aunque ahora sí hay elementos importantes de ciencia plausible como la criogenización en viajes entre planetas, robots inteligentes o la clonación humana. No obstante, al igual que en Star Wars nuevamente, no hay ningún hecho que haya cambiado a la humanidad o prometa cambiarla. También puede considerarse ciencia ficción blanda.

Mad Max 2, el guerrero de la carretera: sin duda es ciencia ficción. Claro que es más reconocible como dentro del género del postapocalipsis, pero hay que recordar que la ciencia ficción se puede dividir en muchos subgéneros, como utopía o cyberpunk. Por otro lado no podría considerarse ciencia ficción blanda o dura.

Origen: aunque el mundo que presenta Nolan no parece muy cambiado por el descubrimiento del control del sueño, se dan los dos supuestos, por lo tanto es ciencia ficción y ciencia ficción blanda.

Avatar: la película de James Cameron no cumple el primer requisito, por lo tanto es fantasía o ciencia ficción blanda.

Superman: en principio ciencia ficción/ ciencia ficción blanda, aunque la mayoría de sus productos acaben siendo fantasía.

Batman: fantasía. Aunque como Superman pertenece al género superheroico, Batman no cumple con el primer requisito: su aparición no confirma la vida extraterrestre y su lucha contra criminales no supone un cambio en todo el mundo como la aparición de Superman.

GURPS transhuman space: ciencia ficción/ ciencia ficción dura.

Antes de finalizar, dos apuntes: la ciencia ficción no es mejor ni peor que la fantasía. Y el autor de este artículo estudiará cualquier corrección que se comente, pero siempre que sea a partir de datos objetivos y no de simple opinión.

 

Por último, animo a todos los interesados en este tema a leer el artículo de Adrián Massanet en Blog de cine, más elaborado y explicativo y mejor redactado que el mío.

13/07/2015, 09:57
Editado: 13/07/2015, 09:58

Soy de la opinión de que en gustos se rompen géneros. Y si bien pueden existir definiciones puristas como la tuya, para muchos el término de ciencia ficción puede ser más laxo, en referencia a que muchos escritores de ciencia-ficción no son precisamente científicos. Incluso siéndolos, la fluidez de los paradigmas que gobiernan en la ciencia es tan variable que muchas veces las posibilidades planteadas en un relato pueden ser obsoletas con el paso del tiempo, y las miras a largo plazo no son mas que producto de la imaginación y en el mejor de los casos, meras supercherías. Finalmente, no se puede obligar al lector a tener un marco amplio de conocimiento técnico para poder disfrutar una historia ambientada en un escenario improbable donde los hábitos de vida se hallan sujetos a una tecnología distinta de la actual. Aunque concuerdo en que debe haber un mínimo de lógica dentro de la estructura narrativa para poder ser considerado ciencia-ficción, un relato de este género no necesariamente tiene que enfocarse en la rigidez científica sobre la influencia de la tecnología en la humanidad. De la misma forma que un relato policíaco, por ejemplo, no tiene que ser necesariamente enfocado a los métodos reales de criminalística para tener una historia adecuada. Claro, esta es sólo una opinión.