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Introducción

¿Realismo o reglismo? A veces la diferencia entre lo lógico y lo excesivamente estricto no está muy clara. Una defensa de la improvisación en las partidas.

Autor

Chemo

Las reglas en su justa medida

¿Qué es lo más importante de un juego de rol? La gente se arremolina alrededor de la mesa y empiezan a surgir las respuestas: ??¡yo lo sé! ??¡yo lo sé! A ver, tú, ¿qué es? ??¡La imaginación! Muy bien, seguro que es muy importante tener imaginación para disfrutar del rol. ¿Algo más? ??¡La ambientación! Pues sí, también me vale. ¿No se disfruta más con una buena puesta en escena que te ponga en antecedentes? Sí, claro que sí. ??¡La historia! Evidentemente, si no tenemos historia no tenemos cuento, y sin cuento no hay rol. Pero, ¿qué más? ??¡La representación! Claro, o nos metemos en la piel de los personajes o poco más que una taller literario tendremos.
De pronto, del fondo de la mesa, surge una figura con unos libros en las manos. Todos se separan un poco al notar su mirada altiva que los sopesa y, tras un sepulcral silencio la figura brama: ??¡LAS REGLAS!

Anda ya. Las reglas. Sí, vale hombre, las reglas molan. Si te enzarzas a piñas con un orco querrías tener algo de seguridad en que el master no resolverá el combate dependiendo de si ha discutido con la novia o no. En fin, que hay veces en las que el reglamento está muy bien: ¿puedo nadar hasta el barco a tiempo de evitar que las llamas lo consuman todo? ¿cuanto tardaré en trepar esa pared? ¿estáis seguros de que entre los tres nos podremos cargar a ese troll? Son respuestas para las cuales las reglas están muy bien, y por algo se han escrito... Pero de ahí a que sean lo principal de un juego de rol, en fin...

Personalmente opino que lo más importante de una partida es que los jugadores se involucren y no estén obsesionados en todo momento por si se han saltado un párrafo del manual. Desgraciadamente muchas veces me he topado con verdaderos 'reglistas' que discuten cada paso que se da. ¿A quién no le ha pasado? Si soy el master crudo se lo pondré, porque confieso que en ocasiones en vez de tirar los dados tras la pantalla lanzo una goma de borrar y el afilalápiz. Si una escena merece un trato especial (y no siempre en contra de los jugadores, mal pensados) pues se le da.

Clásico ejemplo: un jugador que borda su papel, hace todo correctamente y justo cuando sale del castillo del malo se topa con el último guardia moribundo que, de casualidad, saca un crítico y lo desmiembra sin piedad. ??¡Son las reglas! Si tiene que morir que muera, que así pasa en la vida real. Pues vale: si eso pasa en la vida real me parece bien, pero yo no juego a rol para seguir en el mundo real. ¿De veras si vas al cine y ves que al prota lo matan cutremente y sin venir al caso sales de la peli diciendo: pues bueno, eso puede pasar? No hombre, el rol es para jugar escenas que nos permitan, de vez en cuando, sentirnos un poco especiales, un poco heroes, no para simular una realidad como si un laboratorio de física se tratase.

¿Quemamos entonces los manuales? No seamos drásticos. Simplemente quiero advertir a la gente que a veces se pierde tanto tiempo intentando aprovechar hasta el último resquicio de bonificación que lo que tenemos entre manos ya no es un personaje, sino una calculadora con patas, llena de números y estadísticas.

¿Y el master? ¿Se puede saltar las reglas a la torera? Jojojojo... Pero inocentes, ¿todavía os creeis aquello de que el master es neutral? Bwahahaha... Y los reyes son los padres. Que no, que el master es un jetas que utiliza la pantalla, o recursos oscuros del tipo 'esto estaba en el argumento' para retorcer la historia como mejor le convenga. Y ojo, que no siempre es contra los jugadores, a veces es a favor de ellos. Lo que tiene que hacer el master es coger la partida y hacer que sea divertida, que la historia sea coherente, embellecer aquello que lo requiera a base de improvisación. Hacer que los jugadores se diviertan, en una palabra.

Como con todo, las reglas se usarán en su justa medida. En algunos juegos esta medida es más estricta que en otros. Los juegos que tienen unas reglas más detalladas de combate, del tipo D&D, suelen requerir un mayor segumiento del reglamento, mientras que otros tipo Kult o Cthulhu dan una mayor libertad a la interpretación de los resultados.

En fin, que yo tengo improvisado partidas sin dados ni reglamentos y aún nos hemos echado unas risas. Y si no que me lo cuenten los de jugadores de Paranoia... Como, ¿os conocéis las reglas? Pues os freirán como traidores, jejeje.