Partida Rol por web

Os encontrais entrenando en una de las salas de la gran escuela de Uhdanfiún. Tah Amorgos os hace dar unos aburridos tajos contra el aire, bastante monótonos y sincopados.

Son las 8 de la tarde y empieza a anochecer, teneis hambre y la hora de la cena está proxima. Teneis calambres en los brazos de sujetar la espada de madera de entrenamiento.

Ves que tus alumnos están bastante despistados, lo normal cuando se acerca la hora de la cena. Por lo que piensas que lo mejor sería hacer un ejercicio nuevo, para recuperar su interés en las clases.

- Bien, poneos por parejas - digo a los ibhatanes, que cada vez golpean el aire con menos energía. Lo cierto es que a estas horas, tras todo un día de entrenamiento, no puedo exigirles que hagan mucho más de lo que ya están haciendo. Es un buen momento para darles un respiro -. Ahora lucharéis entre vosotros.

Bien, por fin algo para matar el aburrimiento

Me volteo esperando que alguno de mis compañeros se ponga al frente mio para practicar

Con una ligera reverencia hacia Tah Amorgos dice:Como deseeis

Se vuelve hacia Ashcare saludandolo, y se pone en guardia En guardia...

- Kiwn, tú lucharás conmigo entonces - digo emparejándome con él, ya que el número de alumnos es impar.

Empuñais vuestras espadas acolchadas de entrenamiento(+0Ataque), que no hacen daño alguno. Cuando tah Amorgos de la orden, Kiwn y Alpenor atacarán a sus respectivos contrincantes tirando 1d8+Ataque y los defensores tendrán que intentar bloquear tirando 1d8+Defensa.

Me toca defender, espero los movimientos de mi compañero,

Me pongo en la posición que me enseñaron y espero el ataque, cuando veo que este viene, hago un movimiento defensivo

- Saludad al adversario - digo haciendo lo propio con Kiwn -. Que empiece el combate.

Tras los saludos iniciales, Alpenor se dispone a atacar a su compañero.

Primero un ataque de tanteo, Ashcare dice Alpenor mientras realiza una debil ataque

Alpenor saluda y yo le respondo el saludo, en eso lanza un ataque y logro pararlo facilmente.

Ojala sea de practica amigo mio sino estasmal jajaja. Vamos lanza uno de verdad

Dicho esto retrocedo y me vuelvo a poner en posicion de defensa. Vamos amigo mio te espero

Cuando Alpenor me ataca tomo posición de defensa y lanzo mi espada para detener su ataquey si tengo oportunidad lanzarle un ataque yo a el

Alpenor lo intenta de nuevo, parece que hoy no esta siendo su dia.

Uff! resopla te estas defendiendo muy bien Ashcare dice Alpenor tras ver que el segundo ataque ni siquiera se ha acercado

Tendre que esforzarme un poco mas o Tah Amorgos pensará mal de mi

Miro como Alpenor y Ashcare se baten, mientras Kiwn hace el remolón secándose el sudor con una toalla. Los golpes de Alpenor resultan torpes y poco atinados. ¿Le pasará algo? Es posible que tenga alguna preocupación que no le permita concentrase.

Kiwn agarra firmemente la espada. Intenta medir a su oponente para atacar, se lo toma con calma. Sin embargo, en frente tiene a un thaedoran y sera dificil...
Empecemos con un golpe lateral...

El primer golpe de Kiwn es una finta lateral, rápida y bastante atinada, pero que consigo parar con relativa comodidad. Sin duda, es el más diestro de mis alumnos en el manejo de la espada. Este mismo ataque, realizado contra cualquiera de ellos dos, les habría puesto en un serio aprieto.

Mientras os colocabais uno frente a otro y os lanzabais ataques con los palos acolchados, no os disteis cuenta que en el piso superior habia aparecido un hombre. Se asoma a la balconada donde los ibhatanes y aprendices de menor nivel suelen asistir a entrenamientos de alumnos superiores cuando se examinan, para aprender.

Tah Amorgos reconoce inmediatamente a aquél hombre, su tez arrugada y su cuerpo fibroso con inconfundibles. Es el Gran Maestre. El único hombre vivo con 10 marcas de maestria de tahedo, el maestro entre maestros. ¿Qué hará aquí? Sólo lo conoces de cuando obtuviste el 8º grado y te convertiste en tahedorán, él te habló, pero fue una conversación formal, no social.

Los demás ibhatanes lo reconoceis por las imagenes pintadas en los santuarios de tahedo, aunque nunca lo habeis visto en persona, vuestro pulso se acelera y pensais que es mejor no hablarle a menos que él os lo indique.

-Ten cuidado Tah Amorgos, ese golpe lateral de Ib Kwin Reing casi te acierta en la cintura, no enseñes tan rápido a tus alumnos o serán más poderosos que tú.- Dijo con una débil sonrisa. El Gran Maestre estaba bromeando, algo inconcebible.- Ib Ashcare, tus movimientos defensores son magnificos, sigue así, los necesitarás para la cuarta inimaya. Y por último Ib Alpenor, tienes que luchar con la mente en blanco, noto que estás nervioso por querer impresionar a tu maestro, así nunca mejorarás, cuando luches, piensa en lagunas tranquilas y solitarias, o en el cielo estrellado. Algo que te relaje y concentre.

Estais asombrados de que conozca vuestros nombres, ya que nunca antes os habeis visto. Os sentis alagados de alguna manera pero vuestra formación os aconseja que no digais nada, más que hacer una reverencia y esperar a que vuestro maestro Amorgos hable.

Hago una respetuosa reverencia ante el maestro, disimulando la curiosidad que siento ante su visita. Si bien Kiwn está bastante cerca de realizar el examen para conseguir su siguiente marca, no se puede decir que eso justifique la visita del Gran Maestre, que deja esos asuntos en manos de los tahedoranes de menor nivel.

- Es un orgullo para todo maestro ser superado por sus discípulos - digo humildemente -. Como también es un gran orgullo recibir vuestra visita. ¿A que debemos el honor, Gran Maestre?

El Gran Maestre dijo con su voz pausada y suave dirigiendose a Amorgos:

-Verás tah Amorgos...Como seguro sabrás mañana viene el Zemalnit con su ejercito a nuestra ciudad, y por lo tanto celebraremos un banquete aquí, en Uhdanfiún, la escuela donde aprendió todo lo que sabe.
Hemos traido la mejor comida, los mejores juglares, todo para que sea un gran espectaculo para nuestro poseedor de la Espada de Fuego y su séquito. Ahora los sirvientes están decorando el comedor principal para que todo sea perfecto...

El anciano se acarició su barba blanca.

Pero hay un detalle más, he encargado a un mercader que fuera a las lejanas tierras de Pashkri y que comprara con el dinero de mis arcas el mejor vino que pudiese encontrar, todo para tener buenas relaciones con el Zemalnit y que su estancia en Koras sea la mejor posible. Temí que no pudiese volver antes de mañana, pero hoy me ha enviado una carta diciendo que llegará por la noche y se hospedará en "El colofón dorado", esa posada del centro de la ciudad, ya que las puertas de esta escuela se cierran al anochecer.

El anciano dejó una pequeña pausa, luego su rostro se tornó serio.

Creo que le va a pasar algo malo a el mercader y a su vino, por eso he venido aquí, tah Amorgos: Necesito que tú y tus alumnos vayais a la posada a primera hora de la mañana y escoleteis a mi mercader hasta aquí. Hay que recorrer varias calles transitadas y con tanto ajetreo por el asunto del Zemalnit seguro que están plagadas de ladrones y malhechores, no le puede pasar nada malo al vino... Confío en que hagas un buen trabajo Amorgos.