Partida Rol por web

Apoyada en la pared, haciendo comecocos con hojas sueltas del cuaderno, levanta la mirada para observar al bedel y muestra media sonrisa. Se acerca paseando a su alrededor, en silencio y jugueteando con sus comecocos.

Torció un poco el gesto y se levantó metiendo las manos en los bolsillos - poh bueno, yo... bah - dijo sin perder el tiempo, él estaba tranquilo, no había sido el que fumaba... pero lo pondrán como el cómplice del crimen. Se encogió de hombros y siguió a su tocayo y al bedel

Ni siquiera se había enterado de lo que conversaban los dos David's a pesar de estar a su lado, no había dicho nada más desde que había llegado el segundo y su mente había estado divagando por sitios desconocidos para los demás. 

Al ver llegar al bedel, Diana lo miró y sonrió de medio lado, levantándose y sonriendo. 

¿No puedo acompañarlo yo? 

Su sonrisa era socarrona, y le dedicó un guiño de ojo especial, con una divertida sonrisa. 

El bedel hizo caso omiso a lo que decía Diana y acompañó a David al despacho del director.

Iba a un lado del chico, indicándole el camino hasta que desapareció por la puerta de entrada al instituto.

Los demás, seguían charlando tranquilamente.

- Vaya... mal comienzo. Eso si que es empezar con mal pie. No te apures por Diana, ningún hombre le interesa realmente. Sólo quiere fastidiar.

Observo algo sorprendida lo que ha pasado y como el bedel se va con el chico. Diana parece coquetear con el bedel... A esta chica no la ha debido de querer nadie en su familia nunca.

- Oye Dulce, ¿qué piensas de los nuevos? - Dije mientras miraba como se llevaban a uno de ellos por fumarse un porro. - Hay que ser tonto para encerderse un cigarrillo dentro del colegio. ¿De qué colegio viene este tío? -

Miré a Dulce a la cara con una sonrisa mientras le señalaba con un ademán de mi cabeza al bedel y a David caminando hacia la escuela.

- Por lo menos, ha empezado con buen pie. - Continué irónico.

Le pongo otra regaliz en la mano y me levanto sonriendole - No te preocupes, en unos dias se me apsara todo y volvere a toner mi habitual sonrisa en la cara - Le digo cogiendo mi mochila - Igualmente... gracias por preocuparte Emily - Tras un guiño complice me diriji a la parte interior del instituto.

- Pues... me quedé algo atontada cuando me miró con su sonrisa tan maravillosa, pero continué hablando, no solía quedarme sin palabras fácilmente. Creo que trata de hacerse un hueco entre nosotros, en plan Yo molo y voy contra las normas y eso... sonreí y levanté los hombres. Vete tú a saber de donde viene. De todas formas, no he hablado con ellos todavía, guiñó un ojo para recalcar el todavía, así que prefiero no juzgarles sin motivos. Sin duda la reprimenda de hoy le hará ser la comidilla y llamar la atención de muchas chicas, no es mala estrategia.

Pasaron unos veinte minutos o casi media hora para que David regresara al patio.

La puerta del colegio se abrió y allí estaba él, entero. Al parecer no le han cortado la mano ni nada por el estilo. Tal vez la falta no haya sido tan grave.

Salía de la escuela tranquilo, con las manos en los bolsillos y se volvió a sentar dónde estaba antes.

A los cinco minutos, salen también al patio Sam y Nerea, las cuales van charlando tranquilamente entre ellas.

Observé todo sentada donde me había quedado comiendo el regaliz tras irse Gabriela. Al ver volver a Nerea y a Sam me acerco despacio a ellas:

- ¿Todo bien?

Gabriela se retira al interior del instituto, cruzándose en la puerta con David que salía al patio exterior.

Las dos jóvenes vuelven nuevamente al patio hablando tranquilamente. Se acerca Emily y una sonrisa asoma a los labios de Nerea.

- Eyy! ¿Ya te ha abandonado tu nueva amiga? - Le pregunta con un guiño de ojos. - ¿Te enteraste de algo? - La curiosidad puede con la joven. No conoce mucho a Gabriela, pero le ha sorprendido mucho de que la chica intentara que Carlos le hiciera algún favor... Dime con quién andas... Ese refrán se lo había dicho tantas veces su madre, que no pudo evitar pensarlo cuando lo vió...

- No se trata de nueva amiga Nerea- sonrio encogiéndome un poco de hombros, restándole importancia- Todos nos conocemos desde hace años, y más o menos sabemos de qué palo va cada uno.

Me sorprendió que Gabriela pidiera ayuda a Carlos, porque en estos años nunca me han parecido estar en la misma frecuencia, y quería saber si necesitaba ayuda. No le apetece mucho hablar de ello.

- Y vosotras dos, ¿dónde estábais?

Al salir de nuevo al exterior me cruce con Gabriela. Me limite a sonreirla levemente. Otra vez con prisas. ¿A donde coño iria? No puede uno ausentarse un rato, por lo visto.

Poco conforme con lo sucedido, eche un vistazo general a todos. Afortunadamente, no tuvo lugar ninguna de las reacciones frecuentemente esperadas. Nadie se me quedo mirando como si fuera un tio chungo y guay ni nadie vino a preguntarme que habia pasado.

Asi que fui andando tranquilamente a donde estaba. Llegue a donde Diana y el otro David y me sente de nuevo en el mismo sitio como si solo me hubiese levantado para mear.

- Pues no creas eso, Dulce, mira, allí está como si nada. Supongo que el director le metió un puro pero nada más. Ya sabes, es el primer día y todo eso. No creo que quiera expulsar a un alumno el primer día y además, en su primer día en este colegio. Creo que con un severo reto, ya le vale. ¿no? -

Metí la mano en mi mochila y saqué una tableta de chocolate con leche, la cual abrí y partí por la mitad. Me quedé con una mitad en la mano y le pasé el paquete con el otro pedazo a Dulce, a ver si quería y allí me quedé con la mano extendida.

- ¿Quieres? No voy a hacer el chiste de tu nombre y del dulce, así que, sólo dime sí o no, ¿vale? - Dije antes de comenzar a reirme a carcajadas en el medio del patio.

Sam se encuentra al lado de Nerea. Parecía su guardaespaldas ya.

Escucha tanto a su amiga como a Emily.

Bueno... ya sabes... resolviendo casos... dice haciéndose la interesante. Pero sabía claramente que estaba de broma.

Y si le ha pedido ayuda, pues ella sabrá, ¿no? No eran cosas que le interesasen demasiado, que aquí ya eran todos mayorcitos.

- Jajajajaja dijo cogiendo el chocolate. Ya sabes que adoro el chocolate. ummm dijo mordiendo un poco. No dije que le fueran a expulsar, dije que es su forma de llamar la atención para que todos nos fijemos en él y sepamos de que plan va.

Dulce agradeció sus carcajadas, era tan adorable cuando reía, ella rió también. ¡Qué rico! dijo tomando otro bocadito.

- ¿Qué planes tienes tú para este año? dijo aludiendo de repente a la pregunta que hiciera el director un rato antes. Yo voy a por todas en clase, pero... no sé... me apetece hacer algo diferente, algo especial, algo que me haga recordar este año... sin pasarse claro... sacó la lengua en señal de burla.

- Hum... no sé... creo que me molaría descubrir un meteorito que se estrellase contra la tierra. Pero no uno de esos que destruyen medio planeta, no. Uno pequeñito que lleve mi nombre. El Meteorito Lira II o algo así. - Expresé mi deseo con los ojos cerrados, y aunque lo dije en voz alta, seguro que si pongo empeño se cumplirá.

Pero después recapitulé lo que me dijo Dulce, de cómo quería recordar su año... de hacer algo guay ( pero sin pasarse ) y la miré.

- ¿Algo como qué? Quiero decir, ¿no tendrás pensado quemar la escuela o algo parecido no? Supongo que con eso te recordarían para siempre. -