Feliz con su hallazgo, la joven de origen asiático, comienza a rebuscar entre sus páginas..
Es más, se sienta en el suelo, apoyando la espalda en la pared, y comienza a perderse en el libro...
"Oh, Sr. Darcy...!!!"
Si había algo que encantase a Gina más que el estudio, eso era la lectura...
El hombre levantó la mirada hacia Dulce y sonrió.
- No querida. - Dijo con una sonrisa. - Este libro es mío, y a mi me gusta leer en la tranquilidad de la biblioteca, por eso vengo aquí. - Continuó. - Mira la portada, es viejo, aquí normalmente los libros están cuidados... este como verás, no. -
Después miro a Gina y la señaló con la nariz, de manera graciosa.
- ¿Ella también viene aquí, no? La veo cada dos por tres. ¿Os gusta mucho leer? ¿Pero mucho mucho?-
Gina alza la vista de su lectura, al oír lo de si "os gusta mucho leer".
Sonríe al hombre y señala, simplemente:
-A mí me encanta... Muchísimo...
Aguarda por si él quiere decirles algo más... Aunque, lo cierto era que se moría de ganas por seguir leyendo...
El hombre de la mesa se encogió de hombros.
- Pues eso, traígo mis libros aquí, para poder leer más tranquilo. Mis libros son muchos, y prefiero ir leyendo de a uno cada vez. Además que en mi biblioteca hay tantos o más que aquí, y sinceramente, no tengo mucho espacio para leer. - Dijo el viejo mientras sonreía. - Si alguna vez necesitáis algún libro, de los interesante, no de estos raros que hay por aquí, ya sabéis dónde encontrarme. -
Y diciendo eso, el hombre volvió a sumergirse en la lectura de su libro.
Podéis ver como se reía, o como leía en voz bajita, o simplemente, como hablaba solo.
Dulce no cabía en su asombro, abrió los ojos como platos ante la posibilidad de explorar una biblioteca diferente a la que ya conocía. Esta la había recorrido tantas veces, que ya había revisado y leido todo lo que le interesaba o le había llamado la atención de allí. Con lo cual la nueva oportunidad le cayó como agua del cielo.
- Disculpe que le moleste de nuevo, Señor. ¿Qué tipo de libros tiene? Emmm... tiene alguno sobre Sucesos Paranormales... o sobre Psicologia... dije sonriente.
Escucha la conversación de Dulce con el hombre de fondo, a la par que sigue con lo suyo.
Decide que mejor volver a la mesa donde están sus cosas y señala:
-Ey, voy a ir a la mesa, por no dejar las cosas solas...-Sonríe a Dulce, y añade al hombre:-Un gusto conocerle, señor... Hasta pronto...
Y sonriente, se vuelve con el libro bajo el brazo, hacia la mesa donde habían dejado sus bártulos...
Gina se sienta a leer tranquila en una de las mesas dónde había dejado sus cosas mientras que Dulce interroga al hombre, él cual, pone un marcapáginas en el libro, lo cierra con cuidado y cruza los dedos sobre él, para mirar a la chica y hablar con ella.
- Libros... bueno, sí, de esos sí. De todo un poco, la verdad. Siempre he sido un coleccionista, por decirlo de alguna manera, ¿por qué? ¿estás interesada en esos temas? -
A pocos metros, Gina escuchaba perfectamente la conversación, aunque ambos estén susurrando.
El hombre siguió.
- Vamos a ver, no quiero que me toméis como un viejo verde ni nada, simplemente, son un gran lector y apasionado. Si queréis pasaros un día, sin entrar, para ver dónde tengo mis libros, no hay problema. No quiero que me detengan por pederasta o algo por el estilo, ¿sabéis? -
Dulce sonrió con naturalidad y miró a Gina.
- No se preocupe, lo comprendo, pero si vamos todo el grupo no creo que haya problemas, seguro que nuestra amiga Allie en cuanto se entere desea contarle cómo es su aura y en cuanto a mí... me encantaría ver su colección... Me encantan esos temas, pero no tengo tanto dinero como para comenzar mi propia colección, aunque ya tengo alguno, dijo orgullosa.
Dulce siempre responsable y tranquila, se sentó en la silla que había junto al hombre para charlar con él, ya que según ella merecía la pena.
Escucha de fondo la conversación pero no dice mucha cosa al respecto.
Sonríe a Dulce cuando ésta le mira, como indicándole que seguro que era buena idea lo que ella decidía.
Se pone a hacer los deberes y a terminarlos cuanto antes.
De repente le apetecía irse de la biblioteca, y llegar a algún sitio para leer tranquila.
Era raro, normalmente la biblioteca era su santuario... Sin embargo, aquélla vez parecía ser... Diferente...
- Vale, ya sabéis dónde encontrarme. - Dijo el hombre y nuevamente, continuó con la lectura.
Mientras tanto, Gina se puso a hacer los deberes y las tareas que tenía atrasadas, un poco alejada de lo que había ocurrido en la mesa. Dulce se da cuenta en seguida, que la chica oriental no estaba muy a gusto en la biblioteca, tal vez por el hombre misterioso que os había hablado o simplemente, por alguna otra cosa.
La gente de las demás mesas, continuaban estudiando y leyendo como de costumbre, en silencio y con muchos libros sobre cada una de las largas mesas que poblaban la sala de lectura de ese lugar.
Ahora sólo queda un misterio... ¿qué harán las chicas?
Agradeció al señor su amabilidad y volvió con Gina, a quien notó algo extraña.
- ¿Estás bien? le susurra al volver a la mesa y ponerse con las tareas. Dulce tenía bastante adelantado todo, así que realmente no tenía muchas tareas que hacer, pero se dispuso a terminarlas y poder acompañar a Gina, que parecía con ganas de marcharse pronto.
Alza la mirada a Dulce y sonríe leve:
-Oh, bueno... Lo cierto es que... Tengo ganas de salir afuera, creo que estoy un poco agobiada... Pero...-se apresura en decir:-Nada que no pueda aguantar hasta que no acabe todo lo que tengo que hacer...
Vuelve a bajar la mirada, aún con la sonrisa en los labios, mientras se apresura en acabar.
-Entonces, has quedado para ir a casa del hombre ese...?
- No exactamente, he dicho que a lo mejor un día nos pasamos por allí. Tampoco quería asegurar nada sin hablarlo con todo el grupo. ¿A ti qué te parece? - continuó con las tareas pero era obvio que a Gina le pasaba algo raro.
Trató de terminar rápido las frases de inglés para terminar los deberes de esa asignatura y pasar a mates.
- Hey, estabáis aquí.
Si que me ha costado bastante encontrarlas. Sobre todo cuando no tenía nada que hacer, y decidí salir de mi casa a buscar por el pueblo si encontraba a Gina. No era muy difícil de pensar que iba a estar aquí en la biblioteca, lo que no estaba seguro era si iba a estar sola. Por lo visto, no lo estaba.
- Me he pateado todo el pueblo buscándote, Gina, y al parecer mi intuición de encontrarte en la biblioteca no estaba muy errada. ¿Qué tal todo? ¿Qué estáis haciendo?
Miró a Dulce, respondiendo simplemente, en un susurro:
-Oh... Bueno... Supongo que podría ser una buena idea...-casi encogiéndose de hombros.-Pero sí, tienes razón, primero hay que hablar con el grupo...
Añadió distraída, mientras resolvía un ejercicio...
Apenas se sobresaltó cuando llegó Yi, alzando la vista de su libreta, y mirándole:
-Hola, Yi... No demuestras mucha inteligencia si dices que te has pateado todo el pueblo... Y que éste ha sido el...Último sitio que has mirado...-Parece que lo diga con tono de enfado, pero cuando acaba la frase, mira al chico y le sonríe de lado.
-¿Qué pasa...? Te quedaste dormido y ahora quieres copiarte los deberes...?-Le pone morritos, con tono divertido.-Porque sí... Eso estamos haciendo Dulce y yo... Los deberes... Así que ya te estás sentando y pillando apuntes de lo que no tengas hecho... Y rápido, que casi que me quiero ir...-Se sorprendió a sí misma diciendo... ¿Irse de la biblioteca? ¿Ella? ¿Querer eso...?
Definitivamente ese no era su día. Seguro que demasiados dulces a la hora de comer la habían dejado tonta.
La joven asintió a su amiga con la cabeza, simplemente emitiendo un ligero ruidito, luego fingió que seguía con sus ejercicios de mates, pero no lo hizo sino que la miró de soslayo tratando de averiguar qué podría pasarle a su amiga. ¿Sería por la novela que había encontrado?
Cuando llegó Yi, vio la oportunidad de ayudar, pues ellos tenían mucho feeling juntos, y seguro que Yi le ayudaba más que ella.
- Hey Yi, ¿Qué tal? Susurró Dulce cuando llegó su amigo. Le dijo ven ven con la mano, y le susurró aún más bajo: A Gina le pasa algo... quiere irse ya de la biblioteca... pero si ella suele cerrarla y siempre quiere venir aquí... No sé, creo que le pasa algo raro. Deberías animarla un poco. Yo te dejo copiarte los ejercicios, total eran muy sencillos todos. le guiñó un ojo y continuó con los ejercicios de mates, que ya apenas le quedaban dos.
- Bueno, bueno, bueno. Si me dejáis copiarme los ejercicios... En realidad venía a eso y no llegué antes por que me entretuve en el parque, pero eso no se le dice a Gina. Esas cosas son secretos. - ...nos podemos ir dónde queráis o bueno, podéis ir dónde queráis sin mí. No quiero molestar ni estar en el centro de las conversaciones de chicas. -
Sí.
La verdad es que podría haber llegado antes, pero me distraje con un par de cosas que sucedieron en el parque, y no puedo negar que han sido interesantes.
Me acerqué al cuaderno de ambas y comencé a copiar los ejercicios y cuando los terminé, guardé todo en mi mochila dispuesto a irme de allí.
Las bilbiotecas me producen uritcaria.
- Ya está esto. Así que, vosotras diréis.
Alza una ceja, mirando a Yi.
De repente se sentía de mal humor. Como últimamente que le veía. Cerró los ojos e intentó tranquilizarse. Por suerte había acabado los deberes, y ahora sólo restaba recoger e irse.
Así que eso hizo. Recogió todo, y miró a Dulce sonriendo:
-Oye, yo voy a que la bibliotecaria me "registre" el libro, así me lo puedo llevar a casa... Y...-mira el reloj del móvil...-Oh... Sí, creo que tengo que pasarme por un sitio y... Eso...-Era pésima dando excusas.-Que iré tirando...
Sonríe lo más que puede y añade:
-Nos vemos mañana, ¿de acuerdo? Portaooos bieeen...
Tomó su mochila y se dirigió al mostrador de la bibliotecaria, aguardando para llevarse el preciado libro a casa.
Dulce se quedó con cara pasmada ante la reacción de sus compañeros... ¿Qué diablos les ha dado a estos dos?
Asintió con la cabeza como un robot y se quedó sentada en la biblioteca sin saber muy bien qué hacer.
Miré a Dulce y me encogí de hombros. No tenía idea de que estaba pasando aquí ni si era yo el culpable de todo esto.
- ¡Eh, qué pasa! Si vas a un sitio y quieres que te acompañemos, bueno, yo no tengo nada que hacer hasta mañana. ¿No quieres que vayamos contigo?
La verdad es que no entiendo que le pasa. Ahora parece enfadada por algo que dije... ¿le ha molestado que sólo venga a pillarla para los deberes o qué? Ella es un poco extraña a veces, pero normalmente puedo descubrir que le pasa, ahora me tiene en ascuas.
- Oye, Gina, de verdad... - Me acerqué a ella para cogerla del brazo. - ... si te ha sentado mal que haya venido sólo por los deberes, lo siento. Vamos a algún otro sitio que quieras, anda. Elige tú. -