Partida Rol por web

- Brrr, con tal de que no se vuelva a despertar... a ver, dónde están esos cojines.

Al salir del armario y tirarse al suelo, Jail resbala y se cae, cubríendose de barro y aumentando aún más su mal humor.

Dunkel sale desorientado del armario. En realidad el castigo del RAIS no le ha hecho gran efecto ya que su estado de semiinconsciencia ha ayudado a paliar el dolor causado por el extraño hechizo del señor oscuro.

  Sin una entrada tan apasionante como la anterior, pero igualmente cayendo de morros, eso si sobre un montón de abrigos blanditos y suaves, hace su aparición en escena.

  Tras un momento de búsqueda logra encontrar su gorro abollado por el tremendo impacto con la apta de la cama del RAIS que ahora descansa sobre el suelo sin patas y con el señor oscuro profundamente dormido sobre ella. Pero es algo diferente lo que llama la atención de Dunkel-punkel que se queda observando una escena muy muy curiosa un buen rato. Un grupo de goblins construyendo un fuerte con almohadas y cojines alrededor de la cama del RAIS. No pasa mucho hasta que la cama queda cubierta por una cúpula de almohadas.

  Dunkel que se había quedado atontado viendo la como el fuerte crecía empieza a tener ideas... bueno una idea.

-¡Guerra de...!-Un almohadazo le tapa la boca a mitad del grito por lo que Dunkel piensa que los demás han tenido la misma idea que el y sin mediar palabra salta sobre un montón de cojines y almohadas.

  El larguirucho goblin empieza a retorcerse mandando las almohadas a todos los puntos de la habitación, que rebotan contra la pared, el fuerte de cojines y sus compañeros goblins.

Kippel mira asombrado al último que ha salido del armario. Eso no es un goblin. ¿Un humano con máscara? ¿Es una fiesta multirracial? ¡Qué divertido! Cojo una almohada y le atizo un almohadazo inmediatamente, aunque tenga que saltar para llegar tan arriba.

-¿Es que no has tenido suficiente, inmundo gobling?

La forma oscura aparece justo delante de las narices del diminuto gobling, justo despues de lanzar una de las almohadas.

-Veo que no es que seas tonto..es que no tienes cerebro, cosa algo muy normal en los de tu miserable raza.

Algo parecido a unos dedos, que surgen de la forma oscura, recogen al gobling del suelo y lo elevan, ante el estado pasmado del resto.

-¿Sabes contar?..pues yo te enseñare. Mira tienes un bracito...

. El brazo del goblin comienza a retorcerse como una toalla mojada, para que escurra el agua depositada en ella. Los gritos de dolor agonicos, recorren la habitació.

- Mira, esto es otro bracito que el cerdito saco a pasear....

Repitiendose la misma escena, escuchandose el crujir de huesos, retumbando en el habitaculo.

-Con una piernecita, corriendo intento llegar, pero la otra tuvo que usar, pues tarde llegaba a merendar.

El cuerpo del gobling, era lo mas parecido a una masa deforme de carne y huesos rotos, con el rostro desencajado del dolor, y los gritos que su garganta generaba, estremeciron a los alli presentes, menos al Señor de la habitacion...

-pero cual fue su sorpresa que al fin llegar, la merienda no era para el, pues que al umbral cruzar, su cuerpo ensartado ahora esta..

Dicho esto, el cuerpo del goblin, cruje en su totalidad, partiendose la espina dorsal y quedando doblado por la mitad, colgando, pero consciente aun..

-Esto es solo un aviso, despertarme una vez mas, y esto no sera mas que el principio, la proxima vez ,no sere tan benevolo..  ¡¡ Y AHORA, LARGO...QUIERO DORMIR..FUERA DE MI VISTA!!!!

El cuerpo magullado del gobling sale despedido a gran velocidad, golpeandolo contra el armario, y en su caida, al tocar el suelo, es arrastrado por una fuerza invisible al interior del armario, donde las puertas vuelven a cerrarse, dejandolo herido y atemorizado..., donde sus recientes heridas se curan increiblemente, menos un brazo, el derecho que permanece destrozado, en lo que parece un amalgama de huesos y carne, sangrando en la parte que deberia ser con anterioridad el codo...

Que penita. Cada vez que el Rais dormido deja de estar dormido nos agua la fiesta. Ahora se ha enfadado mucho porque ha roto al llamado Dunkel. Si tuviera unos hilos podríamos hacer con él una gran marioneta. Una vez vi una y era así, con hilos para moverla y unos palos arriba.

Con gesto compungido me dirijo a la ventana, pero no hay cortinas. Me dirijo a la colcha, pero está toda recortada. Me dirijo al Rais dormido y con mucho cuidado empiezo a deshilachar el precioso pijama de ositos azules que lleva para conseguir la materia prima de mi marioneta.

¿Podéis conseguirme unas maderas?

-GLLL

  Atontado y desorientado Dunkel-Punkel intenta lebantarse. Le resulta bastante dificil ya que las piernas no le responden. Despues de una lúcida observación de su estado piensa que estan dormidas o incluso mas aturdidas que el y empieza a golpearlas para espabilarlas. Pero nada.

  A pesar del increible poder regenerativo de los goblins, la columna aun tardara en sanar.

  Tras un ratillo golpeandose las piernas nota algo detras de el, un goblin se lo hacerca con un monton de hilo que empieza a atarle por todas partes. Dunkel intenta gritar pensando que lo estan raptando pero una pequeña goblin (que a el le parece muy guapa) le tapa la boca).

Antes siquiera de que pudiera reaccionar ante el primer despertar del Rais Dormido, Bloch se encntró de repente de nuevo dentro del armario, todo apelotonado el pobre entre el resto de los goblins. Malamente como pudo fue abriéndose paso hasta la puerta para poder salir de nuevo, cosa nada fácil porque tenía miedo tanto de pisar a alguien como de ser pisado. Bueno, dada su envergadura corporal tenía más miedo de lo primero que de lo segundo.

Finalmente pudo salir, y se pudo a buscar su mp3, que a saber dónde habría caído. De repente lo vio, allí, junto a una de las patas de la cama, a donde había ido a parar cuando el Rais Dormido pasó a ser Rais Despierto y Muy Cabreado. Lo acababa de recoger cuando, de pronto, el Rais Dormido Otra Vez se volvió a convertir en Rais Despierto e Incluso Más Cabreado, y de nuevo se volvió a encontrar dentro del armario, todo apelotonado entre un montón de goblins.

Desde debajo del resto de los goblins podía oir los lastimeros gemidos de Dunkel-Punkel, con su brazo roto. ¡Pobre! Por una parte le daba lástima, aunque  por otra se lo había buscado, al menos en parte, al hacer tanto ruido y molestar al Rais Dormido. Sin embargo Bloch tampoco era quién para echarle nada en cara, ya que también él había estado molestando al Rais empleándolo de servicio de megafonía... 

Pero, volviendo de nuevo sus pensamientos hacia Dunkel-Punkel, decidió que había que intentar curarle el brazo. Por eso cuando salió de nuevo del guardarropa cogió su navajita suiza y se puso a sacar las molduras de las puertas del mismo. Con eso y unos trozos de tela podría entablillarle el brazo a dunkel-Punkel.

Cita:

--- En eso estoy ---repuso Bloch---. Necesito un par de maderos para arreglarle el brazo al trasto ése de Dunkel-Punkel, pero puedo dejarte luego un par más para ti. Eso sí, necesito algo que haga de venda. ¿Tiene alguien algo que me pueda servir? Tal vez unas tiras de sábana o de cortina...

Sentada en el fondo del armario, veo (un poco) y escucho (bastante más) como se suceden los acontecimientos. Cada vez que  estoy a punto de salir, hay algo que me lo impide: una bola de barro atraviesa el armario, chocando a dos centímetros de mi oreja; una cojinlleja derriba a un valeroso goblin a dos pasos del armario; otro se cae estrepitosamente, chocando contra la cama de alguien que se despierta de muy, pero que muy mal humor, y se pone a berrear, y al rato se vuelve a despertar de peor humor (cosa que no creía posible) y le hace daño a otro goblin que aterriza en el armario gimiendo,... Y siempre, siempre hay un montón de ruidos inclasificables, con música de fondo.

¿No le enseñaron en la escuela que pelearse está muy mal? ¿que pasa con el diálogo civilizado? Alguien debería enseñarle a ser más educado...

Con ese pensamiento en la cabeza, y cruzando los dedos para poder salir por fin del armario, me levanto "ágilmente" y me dispongo a caminar. No se sabe cómo, un ¿zapato? se interpone entre el suelo y mi pie, y me caigo, haciendo media voltereta a lo ancho del armario, y me estampo contra un lateral, quedando patas arriba. Como la puerta está abierta, y mi equilibrio en esa posición no está muy ejercitado, mis piernas caen al suelo quedándo fuera del armario, y mi cabeza se queda mirando el objeto que me había provocado semejante ridículo. Tardo un poco en reconocerlo, sí, es un zapato, pero menudo zapato. Uno de esas pantuflas con forma de perrito/osito/conejito (en semejante oscuridad no se ve demasiado bien) lleeena de pelo.

Tumbada en esa posición, y por salvar un poco mi entrada triunfal, digo "Hola a todos, encantada de conoceros".

Estoy muy ocupado deshilachando y aovillando pero mamá me enseñó que hay que ser educado ante todo, sobre todo cuando te saludan.

Hola.

Creo que tendremos suficiente hilo para marionetear a Dunkel-Punkel, pero eso sí, apenas le queda pijama de ositos al Rais requetedormido. Espero que no le importe.

Uhij estaba feliz, reuniendo cojines para realizar su gran idea del fuerte alrededor del Rais dormido, cuando pasaron varias cosas al mismo tiempo. Tan deprisa, que la pobre goblin se encontró  dentro del armario sin saber por qué. Tuvo que pararse a pensar.

Rais dormido.... Rais despierto.... Una montaña de cojines que estaban siendo dispuestos para el fuerte le caían encima.... Oía un "crash!" y algo le caía fuertemente en el pie, aplastándolo.... Luego gritos... y algo que la agarraba y la llevaba de vuelta al armario...

¿De verdad la había agarrado alguien? No lo recordaba. Pero no podía haber vuelto ella sola. ¿O sí? ¿Habría sido una imaginación? Igual aún no había salido del armario por segunda vez, quizá ni siquiera había salido una vez. Quizá había soñado toda aquella historia del armario. Sí, seguramente todo había sido un sueño.

Pero entonces...¿Qué hacía allí dentro? ¿Y por qué le dolía el pie? ¿De dónde salía tanto goblin?

Se puso a pensar. Encontró un gorro de Sherlock Holmes en una esquina del armario y se lo puso encima de su gorro chillón de lana.

Este es un misterio que tengo que resolver - pensó.

Se asomó por la puerta del armario y se dispuso a averigüar qué era lo que estaba pasando. Cuando vio la habitación con la cama rota, la lámpara de colores, el barro y los cristales, cojines, confeti y demás por el suelo, dedujo que algo no iba del todo bien. ¿Por qué era todo como en su sueño? Aquello no le gustó nada, le olía muy mal. A no ser que... ¡¡Claro!! Estaba soñando todavía... Estaba teniendo sueños dentro de sueños. Eso lo explicaba todo. Pero para estar segura de ello tenía que despertarse.

¿Qué hago ahora para despertarme? - volvió a pensar.

Miró en derredor y vio a Bloch sacando las moldura del armario un poco más allá. Decidió ir a preguntarle a él.Cuando se disponía a salir no vio a la goblin que acababa de caerse, y se tropezó con ella. Quedó con la cara estampada en el barro, pero sonrió feliz a la goblina que acababa de presentarse. Aquel sueño era muy real, hasta el barro sabía a barro.

- Hola, soy Uhij, un placer. ¿Somos amigas? Me caes bien. - No había intentado hacer una broma uniendo las caídas físicas con la impresión que le había causado, pero eso había salido. Ajena a ello, de todas formas, le sonrió aun más, dormando una mueca extraña entre la posición en la que estaba, y el barro de la cara. - Aunque antes necesito que alguien me despierte, porque si esto es un sueño entonces tú no eres real... a no ser que te haya visto en la realidad y por eso salgas en mi sueño... - empezó a pensar, mientras se incorporaba. Hizo un gesto de dolor cuando apoyó el pie sobre el que le había caido la cama en su sueño pero se recompuso enseguida y sacudió el barro del sombrero de Sherlock Holmes. Le tendió la mano a la goblin para ayudarla a levantarse. -¿Me ayudas a despertarme? Así salimos de dudas.

Intentando evitar una reacción en cadena, y que todos los goblins de la sala acaben de bruces contra el suelo, me levanto rápidamente tirando de la mano de Uhij, pero lo hago con demasiada energía. La pelirroja goblin pierde el equilibrio y vuelve a caer sobre mí.

Ahora me levanto yo y le tiendo la mano, haciendo fuerza con las piernas contra el suelo para no entrar en un bucle de caídas.

Me encantaría ser tu amiga, tienes un pelo precioso, y una sonrisa radiante. Ante mis últimas palabras, me quedo mirándola con atención. De repente se me abre mucho la boca, me acerco rápido a su oreja, tapo mis palabras con una mano, y muy, muy bajito le digo: Tienes un trocito de barro entre los dientes.

Mientras espero que se lo quite me quedo pensando,...

¿Cómo puedo hacer que se despierte?

Se supone que debería pellizcarle, pero después de la torta que se ha metido, por mi culpa, oohh! ha sido por mi culpa!

Lo siento, lo siento, lo siento!

Otro plan a la porra...

De nuevo Hat se había visto enterrada bajo un amasijo de goblins con los bolsillos llenos de barro, y de nuevo había sido el mismo el que había hecho despertar a Rais. Harta de la situación, Hat se acerca a Dunkel-Punkel y le tapa la boca, mientras otro de sus compañeros se divierte con él, haciendo una marioneta viviente. Por lo menos Bloch le va a entablillar el brazo.

-¿Sabes? no te voy a soltar hasta que no esté segura de que no vas a decir o hacer ninguna tontería más- espera... eso a lo mejor es demasiado tiempo... ¿Y si necesito usar las dos manos a la vez? -Bueno... no te soltaré hasta que no te hayamos entablillado bien el brazo.

Eso está mejor pensado - Sonrie Hat, felicitándose por su inteligencia. Mientras sujeta al sujeto, ve a dos goblin caer y rodar frente a ella, y por una vez se alegra de no haber tropezado. Mira la habitación, y ayuda a Kippel con los hilos, deseando colgar a Dunkel-Punkel de la lámpara para poder jugar a piñatas.

De nuevo la hadita luminosa hizo su aparición, al parecer el despertar del Señor Oscuro la hizo esconderse aterrada.

- ¿Se ha dormido? ¿Qué hay de la fiesta?

 Uhij se empezó a limpiar el barro de los dientes con una manga de color naranja fosforescente también llena de barro, por lo que sólo consiguió esparcirlo más. Pero no pareció importarle, porque la goblin nueva le había dicho que quería ser su amiga.

- ¡Que bien!¡Es genial! Ahora sólo tengo que despertar y ... - LA goblina la interrumpió pidiéndole disculpas otra vez. - Oh, No te preocupes, no me he caido por tu culpa, yo soy patosa por naturaleza.

Sonriendo, se terminó de incorporar. Al apoyar el pie en el suelo dio un respingo. Le dolía mucho.

Espera un momento... si me duele ¿quiere decir que no estoy dormida? DEbería haberme despertado por el dolor...

Miró a Fingui un momento. Luego cogió y salió corriendo hacia la pared. SE estampó de lleno contra ella de cara y cayó al suelo.

Se había hecho daño, y mucho. Se levantó y miró a su alrededor. Seguía en el mismo sitio. Pensó que debería haberse despertado, pero no notaba nada distinto. SE tocó la cara. Sí, definitivamente, eso había dolido. NO se había despertado justo cuando debería haberse pegado contra la pared, ni nada parecido.SE tocó la cara.

- Vaya, encima he perdido tres dientes...

Empezó a buscarlos entre el barro mientras pensaba qué había salido mal. Cuando los encontró se los guardó en el bolsillo de su mochila y volvió con Fungui.

- VEamos.. si no me despierto quiere decir que no estoy dormida, pero... - de repente miró a la goblina con la cara encendida y tres agujeros en su enorme sonrisa. - ¡¡Ya está!! Es Rais el que está dormido, por lo tanto es él quien está soñando que estamos montando una fiesta en su cuarto!!! Osea, que si no le despertamos, podemos conseguir que la fiesta dure!!POr eso no hay que despertarle, y por eso cada vez que se despertaba estábamos todos dentro del armario otra vez!!YO no recuerdo ni cómo llegué la última vez, sólo sé que aparecí allí... ¡¡Somos un sueño del Señor Oscuro!!

A medida que hablaba había ido gritando más hasta que, eso último, había podido ser escuchado por todos los goblins presentes.