Partida Rol por web

Ziyak mira de reojo su arma con una sonrisa complacida que resulta algo macabra debido a la sangre que todavía mancha sus dientes y su boca.
Patea la espalda de Tanoko provocando que éste caiga al suelo con cierta torpeza y aún así riendo por lo bajo cómo un desquiciado.

Ziyak le mira con odio bajando de la camilla, tambaleándose peligrosamente y sacudiendo la cabeza antes de erguirse completamente.
-Es tuyo, tú decides...- se limita a decirle a Kyuu mirándola con fijeza inquisitiva un instante, después se dirige hacia la pistola que ha soltado la mujer y le dispara directamente en la cabeza, sin titubear ni vacilar un instante.
Se acerca al hombre que aún se retuerce en el suelo y hace lo mismo, deteniendo entonces su atención en Axel durante unos segundos algo tensos hasta que acaba por lanzarle el arma para que la coja al vuelo.

Él se dirige hasta uno de los muchos armarios repletos de medicinas y vendajes variados, empezando a rebuscar en ellos de forma brusca, tirando la mitad de cosas por el suelo hasta que da con algún desfinfectante con el que limpiarse las heridas de la cara, manteniéndose al margen de lo que se decida hacer con Tanoko.

Devuelve su navaja a Axel y alza una ceja cuando encuentra la pistola de Ziyak. La toma con firmeza y encañona a Tanoko por debajo de la barbilla, pues no llega a ponersela en la frente. Le mira seria y profundamente a los ojos, pero él sigue con su sonrisa burlona. Siempre había pensado que no le costaría nada apretar el gatillo cuando tuviera la oportunidad pero ahora parecía reticente a hacerlo. Su respiración se aceleró mientras los nervios la invadían, finalmente abrió la boca, con la mínima esperanza de que hubiera una gota de arrepentimiento en aquel oceano de locura que era su hermano.

Ya es tarde para que te redimas, pero puedes hacer el único buen acto de tu vida diciéndonos cómo salir de aquí.-tragó saliva y apretó a medias el gatillo mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas. Aunque trataba de demostrar dureza su estado de debilidad era palpable..

Axel recibe complacido su querida navaja. La mira durante unos instantes y despúes la guarda donde siempre, en la parte baja de los lumbares enganchada en le cinturón.
Vuelve con papi...
Sin vacilar un segundo el tal Ziyak da pasaporte a los dos mierdecillas. La frialdad que demuestra pone un poco nervioso a Axel, y más cuando se fija en él. Por un momento se le pasa por la cabeza que puede ser otro enemigo, pero ese pensamiento se desvanece cuando el gigantón le lanza la pistola. Axel la caza al vuelo con su mano izquierda, mientras que con la otra empuña el machete.
Joder no me acostumbro a agarrar cosas con un dedo menos...
Por su lado Kyuu se debate entre volarle la tapa de los sesos al psicópata de su hermano o no. Cuando a la muchacha le caen laslágrimas Axel se acerca un poco y se pone en cuclillas.
-Eh pequeñaja, no llores por este capullo. Es un desquiciado psicópata. Si quieres que hable pegale un tiro en la rodilla y ya de paso pregúntale dónde esta la zorra de los tatuajes.-dice intentando animarla un poco.

Tanoko sigue de rodillas con las manos apoyadas en el suelo, y sin embargo está claro que no tiene el menor miedo a pesar de que sus supuestos "compañeros" ya hayan muerto de forma rápida. Quizá sea por eso o simplemente está demasiado loco para que le importe.

-¿Y perderme la oportunidad de que os vuelvan a coger? Creo que no... La próxima vez os ejecutarán directamente- afirma convencido antes de sonreír de manera macabra, mirando primero a Axel cómo si su actitud le resultara de lo más graciosa y después a Ziyak en el fondo de la sala llevando a cabo sus propias curas.

-Deberíais guardar munición para cuando vuestro... "portamaletas" intente romperos el cuello- empieza a reírse como una hiena, gratamente complacido sólo con la idea.

Las heridas de Ziyak siguen abiertas, pero son bastante superficiales y ya están limpias, así que aprovecha el material de la sala para renovar el "parche" de su pecho y finalmente observa la situación que ha estado escuchando de fondo todo el rato.
Su ceño se frunce visiblemente por unos momentos, pero vuelve a relajarse enseguida, mucho más sosegado y controlado que hace unos momentos.

Se acerca a Axel y le coge del chaleco levantándolo con aparente facilidad para apartarlo de la escena, negando con la cabeza mientras lo lleva al fondo.
-Es cosa de ellos, no debes meterte hasta que no acaben- le dice mirando de reojo la mano del muchacho, tendiéndole una de las botellas de yodo y unas vendas.
-Además no podemos perder el tiempo buscándola, hay que salir de aquí antes de que den la alarma- habla por lo bajo dejando que Kyuu tome su propia decisión a solas y se enfrente a sus miedos. No parece que su hermano vaya a cooperar de ningún modo.

Aprieta los dientes al ver que su esperanza de que cambiara era en vano y decide tomar al fin su decisión. La imagen de sus padres vino a su mente y se materializaron al fondo de la sala, aunque sabía que solo ella podía verlos. ¿Estarían de acuerdo con esto? ¿la odiarían por ello? Para ella no había otra solución, la muerte le daría descanso a él y a todas sus víctimas inocentes que se había llevado por delante.

Mamá, papá, perdonadme..

Susurró mientras apretaba el gatillo, instantes despues la recámara del arma se llenaba de energía y salió despedida haciendo estallar la cabeza de Tanoko. Jamás conseguiría borrar la dantesca imagen de las visceras de su hermano esparciéndose por toda la habitación y ella misma , ni el brusco sonido de su cuerpo muerto desplómandose a sus pies, pero ahora podría morir tranquila, al fin había hecho justicia.

Aguardó unos minutos en silencio mirando a una esquina de la sala, donde aparentemente no había nada, después se giró para ir en silencio hacia los dos hombres con un rostró más sombrio, sin su sonrisa habitual. Era hora de recuperar sus cosas y largarse de allí..

Cuando Axel nota que lo levantan en peso, se revuelve instintivamente.
-¿¡Pero que co...?!- maldice mirando hacia atrás y sin dejar de agitarse, hasta que se da cuenta de que es el gigantón. Había estado a punto de darle una patada.-Vale vale colega, ya lo pillo. Pero avisa cuando hagas eso.-
La madre que lo parió, este tío podría partirme en dos con sólo estornudar...Si hubiera estado en la banda hace años Nueva York habría sido nuestro...
Cuando ya lo deja en el suelo. Axel niega con la cabeza captando la indirecta del yodo y las vendas.
-Si no te importa...-dice exteniendo la mano izquierda.-Lo máximo que me he curado han sido golpes y pequeños cortes...y eso con una tirita tenía de sobra.- dice con el orgullo un poco herido y algo avergonzado. Ese hombre era como un Axel mejorado...más grande, más fuerte, más listo...
-Y ya que sale el tema, no se si te has dado cuenta pero esa zorra me ha cortado un dedo. No puedo irme de aqui sin ver como le rebienta la cabeza a esa puta- justo en el momento en el que dice eso se escucha un disparo en la sala. Cuando se gira ve a una ausente Kyuu y a un Tanoko con los sesos desparramados. La muchacha se acerca a ellos y se queda esperando. Ya no sonrie.
Joder se lo ha cargado...Bien hecho pequeñaja.
Axel esta cada vez más indeciso, por un lado Ziyak tiene razón, y aunque los chacales etsos eran unos maricas, sus balas hacen tanto daño como las de otros, y por otro esta deseando vengarse de Penitencia.
Tras un rato sin decir nada suspira y dice.
-Joder vale, tienes razón tenemos que salir de aqui. Termina de vendarme esto y vamos. Por cierto, toma, elige-dice dejando el machete y la pistola.-Tú precisamente no deberías ir desarmado.-
Ya me vengaré cuando esté algo más recuperado...total, en cuanto escapemos comenzarán a buscarnos.

Ziyak arquea notablemente la ceja en cuánto Axel opta por negar con la cabeza tendiéndole la mano, pero acaba por sujetarla la muñeca echándole el yodo a chorro en la herida ya cauterizada... Y menos mal porque aún así escuece un poco pero si estuviera abierta probablemente hubiera sido mucho más doloroso.
Desenrosca las vendas y empieza a apretarlas en torno al muñón en el que se ha convertido el dedo meñique del muchacho, con firmeza para que aguante suficiente, sin embargo la suavidad no es el mayor de sus atributos.

El extraño sonido de la luz condensándose hasta impactar en la cabeza de Tanoko le hace levantar la vista un momento hacia un lugar indeterminado de la pared antes de proseguir con la pequeña cura de Axel dándola por finalizada.
-Supongo que no hace falta un beso, ¿eh?- comenta con sorna y una sonrisa de complacencia ante la aceptación de irse cuanto antes.

Kyuu se une finalmente a los dos, obviamente afectada aunque es natural.
-Has hecho lo correcto- le dice con seguridad, rodeándola con un brazo y estrechándola contra su corpulento cuerpo unos segundos, acariciándole la espalda por encima de la mugrienta ropa para mostrarle su apoyo de manera física antes de separarse y observar las armas que le ofrece Axel.

-Creo que me quedo con la mía...- coge la pistola que todavía tiembla en las manos de Kyuu y empieza a moverla entre sus dedos con una habilidad digna de los pistoleros que se veían en las películas de antaño.
-¿Todos listos?- mira a ambos cómo un hermano mayor lo haría con sus hermanos pequeños, entre preocupado y orgulloso a la vez, dirigiéndose a la puerta para apartar la mesa que previamente había arrastrado Axel, aprovechando para coger uno de los cuchillos que hay sobre ella.

Ziyak le quita la pistola de entre los dedos con facilidad, ella aún sigue en un estado algo ausente. Cuando habla de continuar reacciona sacudiendo un poco la cabeza y se encamina hacia Axel para coger una de las armas. Toma la Glock, los cuchillos no eran sus favoritos.

Una vez está lista asiente levemente y les sigue en completo silencio, no tiene ganas de hablar..

El yodo escuece un poco, pero nada comparado con el fuego sobre una herida abierta. Cuando Ziyak termina, Axel se levanta y antes de poder hacer nada Kyuu le quita la pistola de las manos. Hubiera protestado, pero viendo en el estado en el que estaba la muchacha era mejor no decir nada.
-Bueno, espero que puedas utilizarla en ese estado.-se cruje los nudillos, y coge el machete.-Y no te comas la cabeza, ese hijo puta era lo mínimo que se merecía...- diciendo esto se encamina hacia la puerta y ayuda a Ziyak a apartar el bloqueo.
-Listo.-
¿Y el notas este de dónde ha salido? Joder porque lleva esas pintas, que sino juraría que es un puto SWAT.

Las armas vuelven a distribuirse entre el escueto grupo, y entre ambos hombres apartan la mesa con cierto estrépito.
Ziyak se asegura de que permanezcáis cerca y entonces abre la puerta asomándose con cuidado al principio, saliendo después con la pistola en alto apuntando a ambos lados del pasillo pero parece que no hay de qué preocuparse, al menos por el momento.

-Son bárbaros, no creo que tengan turnos de guardia...- confiesa mientras camináis con paso rápido por el amplio pasillo de piedra haciendo caso omiso de las distintas puertas que hay al paso.
La zona está silenciosa y eso debe significar que no hay nadie demasiado cerca, pero si eso ocurriera podréis oírle.
En el exterior se oyen gritos de júbilo y risas exageradas, quizá estén celebrando algún tipo de "evento" pero siendo los Chacales será mejor no pararse a pensarlo demasiado.

-Quizá tengamos suerte y estén ocupados un rato- comenta Ziyak relamiéndose los dientes con una expresión feroz algo extraña, cómo si en realidad deseara toparse con alguien al que abatir.
Giráis por varios pasillos algo laberínticos, empezándoos a preocupar ante la idea de estar perdiéndoos cada vez más en la fortaleza, pero finalmente encontráis un arco que os permite salir al exterior.

Ziyak se agazapa apoyando una rodilla en el suelo y mira a vuestra izquierda.
A varios metros de distancia se alza una extensa hoguera de fuego en la cuál se están quemando varios cuerpos empalados sin duda a estas alturas ya muertos.
Alrededor se distribuye un grupo muy numeroso de Chacales, varias decenas. Hablan y ríen casi a gritos, bebiendo y comiendo...
Ziyak arruga la nariz con desagrado ante lo que se le pasa por la mente antes de mirar en dirección contraria.
A vuestra derecha se encuentran unos cuántos vehículos, sobretodo jeeps, que parece que podrían funcionar.

-¿Alguno sabe hacer puentes...?- pregunta por lo bajo mirándoos.

Camina agazapada y alerta por aquella fortaleza del horror, el corazón le palpitaba a toda velocidad, no le gustaba aquella aparente calma por los pasillos y esperaba que alguna de esas puertas se abriera de par en par en cualquier momento. Por suerte no fue así y consiguieron llegar al exterior. Observa con desagrado los cuerpos empalados, podrían haber sido ellos si se hubieran quedado un par de dias más. Lastima no tener un par de granadas..

Vuelve a centrarse en Ziyak cuando hace su pregunta y asiente con un escueto yo. Le coge de nuevo la navaja a Axel y se encamina hacia uno de los jeeps, buscando uno abierto para colarse en el interior, sacar los cables y tratar de puentearlo.

Vamos pequeño..

La fortaleza es más grande de lo que pensaba. Por un par de veces piensa que se han perdido y que tendrán que volver sobre sus pasos. Por suerte al rato encuantran una salida, y se precipitan al exterior. Cuando se asoma un poco puede ver el dantesco espectáculo que dan los chacales. Sin lugar a dudas están todos locos.
-¡Hostias!¡Están todos jodidos del tarro!-masculla mirando a un lado y a otro buscando chacales que les pudieran descubrir.
Ante la pregunta de Ziyak, simplemente niega con la cabeza. Por suerte la pequeñaja si que sabe y cuando se acerca le tiende la navaja para que proceda.
-Date prisa. No me quiero imaginar qué pasaría si nos descubren ahora...-
A cada momento que pasa se pone más ansioso. Ya ha saboreado la libertad y en estos momentos sólo quiere salir cagando leches de ahí.
Bueno...mientras esté el boina verde este con nosotros...casi que no tenemos de qué preocuparnos.

El dantesco espectáculo no resulta agradable para ninguno de los tres, pero enseguida os centráis en lo que debéis hacer si queréis salir de ese oscuro lugar.
Ziyak asiente a Kyuu y la sigue de cerca, encogido sobre sí mismo para llamar menos la atención sin soltar su llamativa pistola por si la cosa se torciera.

Pasáis del primer vehículo pudiendo así ocultaros entre los demás mientras subís al interior de uno de los jeeps llenos de barro y polvo.
El interior no es el más agradable puesto que la tapicería se encuentra llena de manchas de sangre reseca y otras cosas más malolientes que mejor no pararse a analizar.

La joven no pierde tiempo y se sitúa junto al volante, agazapándose para pelar y conectar los distintos cables mientras Axel toma asiento a su lado y Ziyak se deja caer en la parte trasera.
El motor no tarda demasiado en reaccionar así que Kyuu se encarga de conducir al principio con relativa "normalidad" para no llamar la atención, acelerando más según el castillo y la hoguera que lo ilumina van quedando a lo lejos.

Kyuu no deja de conducir con sus pequeños músculos algo tensos y las luces del jeep apagadas, hasta encontrarse lo suficientemente alejados cómo para decidirse a encenderlas y quizá incluso relajarse un poco.
Ziyak por su parte suelta la pistola en el suelo de la parte trasera y se tumba en los asientos con un hondo resoplido.
Cierra los ojos por un momento y parece que se disponga a dormir, pero su ceño empieza a fruncirse ligeramente y vuelve a abrirlos observando la parte delantera algo dubitativo.

Sus ojos tiemblan unos segundos en silencio, observando primero a la pequeña Kyuu y después al deslenguado Axel, quiere decirles algo pero... Se merecen un pequeño descanso por ahora.
Se limita a darse la vuelta dando la espalda y finalmente no dice nasa.

A pesar de su edad y que apenas su cabeza sobresale un palmo por encima del volante conduce con relativa facilidad y totalmente concentrada en la carretera, en parte eso le ayudaba a olvidar lo sucedido esa noche. Por fin habían recuperado la libertad, lo único de valor que tenía cada uno de ellos y la fría brisa nocturna salió a darles la bienvenida. Cuando ya llevaban un par de decenas de kilómetros y segura de que nadie les oiría dió un grito de triunfo para desahogarse y liberar la tensión acumulada.

¡¡¡¡ YAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMMM !!!

¡¡ Lo conseguimos !! Sois geniales chicos!!

Sonrió por primera vez en la noche llevada por la euforia del momento y dió un codazo a Axel - Macarrilla, estate atento a nuestra espalda por si nos siguiera alguien, yo miraré delante. -olfatea con asco - ah, y revisa la guantera, no sea que llevemos un muerto ahí..

Buscaremos un médico para ti Ziyak..

Siguió conduciendo sin intención de parar hasta que el depósito se agotara o sus ojos se cerraran de cansancio, tenían que alejarse de alli lo máximo posible..

Poco a poco se van alejando del castillo. Ninguno se atreve a abrir la boca, y la tensión se palpa en el ambiente. Pasan así un buen rato hasta que se alejan lo suficiente. Cuando ve que Ziyak se relaja, Axel considera que ya están fuera de peligro. Deja el machete enfrente suya y da una palmada.
-¡Uuuuuuh! ¡Jaja! ¡Si joder!-grita eufórico y sonriente.-Esos hijos de puta no nos olvidarán en mucho tiempo ¿eh? Jajaja-se da media vuelta en su asiento y mirando a hacia atrás cierra el puño exceptuando el dedo corazón.-¡Que os jodan cabrones!- enseguida vuelve a su posición.-
Bien hecho pequeñaja-dice revolviéndole cariñosamente el pelo a Kyuu.-
Joder ya era hora de que saliéramos de allí...
Se gira otra vez en el asiento y le palmea el hombro a Ziyak amistosamente.-Eh! Grandullón, no te veo muy animado, aunque te comprendo. Sin un par de "pivas" ni bebida es difícil celebrarlo ¿eh?. Por cierto me llamos Axel.-dice tendiéndole la mano.-¿Tú qué eres? ¿Una especie de ex-boina verde?-

Ziyak da un respingo sobresaltado ante el repentino grito de Kyuu cuando ya había empezado a adormilarse, pues se siente más cansado y mareado de lo normal y sabe que no es por las heridas, aunque probablemente ayuden a una mayor propagación del virus debido a la falta de anticuerpos y demás cuestiones médicas de las que no está muy al día.
-Supongo que si nos siguieran ya nos habrían cortado el paso...- se gira nuevamente hasta quedarse boca arriba, negando con la cabeza ante la sarta de improperios triunfales que suelta Axel con una sonrisa.

-Ziyak Anusch, ex-capitán del ejército iraní y... otras cosas menos importantes- se incorpora parcialmente, apoyando un codo en el asiento para estrechar la mano de Axel con seguridad y firmeza, pero sin demasiada energía.
-Creo que necesito dormir, pero avisarme si sucede cualquier imprevisto- dice antes de volver a acomodarse dentro de lo posible.

Axel abre la guantera del vehículo pero lo único que encuentra en su interior son algunos paños sucios, unas gafas de sol y algunos cd's bastante rallados.

Axel coge los cd´s y les echa un vistazo uno a uno. Cuando termina suelta un "Bah!", símbolo de indiferencia y los vuelve a dejar en la guantera, tras lo cual la cierra de un golpe seco.
Sin tener nada que hacer se despereza e intenta acomodarse un poco más en el asiento. Es entonces cuando siente de nuevo el cansancio.
-Bueno pequeñaja ¿a dónde vamos?. Por cierto, ¿Vosotros dos ya os conocíais?-dice algo más bajo para no molestar a Ziyak.
Quién me lo iba a decir, un militarra ayudándome...joder nunca me cayeron bien, aunque un tio como este es mejor tenerlo de tu lado que de enemigo...y si no que le pregunten al hijo puta de Tanoko je!Y Además este no parece ser como los demás...

¿Qué a donde vamos? Yo ni idea.. sólo sigo adelante. A algún lugar lejos de aqui..

El jeep va dando pequeños saltos por el mal estado de la carretera, aunque trata de que sean los menos posibles . Sin apartar la vista del volante medita un poco la respuesta, hablando en voz baja - Tan sólo le conozco de hace algunos días. Le conocí en un supermercado, dos infectados tenían hombres atrapados en capullos araña. Le salvé de aquello y bueno.. ahora le debo yo a él unas cuantas.-sonríe mirando de reojo hacia los asientos de atrás -Es uno de pocos tipos buenos que quedan en el mundo..

Al ver tu cara de cansancio murmura- Descansa. Está ya tranquilo esto, yo vigilaré..