Partida Rol por web

¡sueltame! -forcejea con Axel pataleando al ver que Ziyak vuelve a alzarse, por suerte, aún dueño de su cuerpo. Se estira todo lo que puede para llegar a él pero es inútil , aún sigue agarrada - te vas a poner bien..¡venga! ¡a que esperar ! Poned sedante y ir hospital..- mira a Joe y luego a la mujer, agarrándose impacientemente y con temor en el brazo de Axel.

Aguanta, aguanta un poco más..

Todo a terminado, o no, el grandote cae, Drew se toma de mi brazo y  la ayudo a llegar hasta el. La niña oriental esta sobre el grandote. Entre la Doc (Drew) y Joe tratan de hacer algo por el. Observo la situación y una palabra viene a mi mente. “Limpia el lugar”.  Cuando el Grandote  toma a Drew con fuerza,  mi arma lo apunta la respiración queda paralizada... Un segundo después Drew me hace señales  de que por ahora no hay peligro. Miro a los dos que nos ayudaron y hago una señal de disculpa por apuntar a su amigo con mi arma.

-Perdon.

Dejo que Drew se acomode y Reviso mis armas.

-Joe Voy a barrer el lugar y revisar los accesos. No quiero que nos sorprendan mientra lo tratamos.

Señalo con una mirada al Grandote.

Axel observa la escena sin abrir la boca y bastante serio. Es extraño...hacía tiempo que no se preocupaba por nadie más que por él mismo, y en estos momentos padece por dos personas.
Joder esto de las promesas de moribundos es lo mayor jodienda que pueden hacerte...¿Por qué estoy tan preocupado? Sólo me ha salvado la vida...y la pequeñaja no tanto pero casi...
Empezando a ponerse nervioso por su propia actitud y por su total impotencia guarda el machete y observa la zona. Se calma poco a poco, pero sin dejar de agarrar a Kyuu.
-Ey! Médica-dice dirigiéndose a Drew.-¿Hay una cura para el virus?-pregunta realmente extrañado. Es la primera vez que se la pasa por la cabeza. No recuerda haber oido nada acerca de una cura. La educación no es precisamente el fuerte de Axel.

Miro al hombre con una mezcla de aprensión y duda. Podría girarse y romperle el cuello a cualquiera con un simple gesto, no me cabe duda... Y la mutación, sea cual sea el efecto que vaya a tener en él, tendrá lugar en breve, calculo que un par de horas a lo sumo, aunque no soy el experto en enfermedades del grupo...
Una gota de sudor resbala por mi sien ante este pensamiento, que no tengo intención alguna de transmitir a mis compañeros y mucho menos a sus amigos. Por suerte uno de ellos parece poder controlarse lo suficiente para encargarse de la más impetuosa, eso es bueno.

-Eh, Ziyak...- le llamo pro su nombre para llamar su atención y él me mira deteniendo su balanceo autista -Necesito saber tu grupo sanguíneo, es muy importante para que podamos ayudarte, ¿lo recuerdas...?- le miro expectante, y si fuera creyente rezaría a cualquier Dios que exista para que le dé la suficiente lucidez y pueda decirlo.
Musita... B positivo, cómo Drew, sonrío satisfecho y antes de que le dé tiempo a cualquier otra cosa pincho su brazo inyectando el sedante. No se resiste, ni siquiera se altera... Al cabo de poco se vuelve a desmayar.

-Joder, hemos tenido suerte...- sonrío a Drew y empiezo a levantar al tipo con esfuerzo mientras John se nos adelanta para ir peinando el terreno -Ten cuidado, no te alejes demasiado... ¿me echas una mano?- digo esto último al joven todavía desconocido para que me ayude a cargar a su amigo.

-Existe cura, se llama Perseo... Y sí, tenemos muestras de ése antivirus preparadas, para que luego digan que el destino no existe- comento con cierta sorna mientras abandonamos el supermercado andando lo deprisa que podemos hacia el hospital.
-¿Cómo os llamáis...? Yo soy Joe, ella Drew y delante John- en realidad sé de sobras que nos han ido oyendo pero prefiero hacer una presentación formal. Bueno más o menos.

Entre Axel y Joe llevan el cuerpo inconsciente y sudoroso de Ziyak, lo cuál resulta bastante cansado para ser sinceros... John se encarga de abrir camino pero por suerte parece que la zona ha quedado limpia por ahora después de haber liquidado a ese grupo numeroso de Chacales.

Llegáis al hospital, apenas a una calle de distancia de dónde os encontrabais.
Para entonces Joe ya empieza a resoplar alguna que otra vez mientras aminora el paso observando la amplia recepción del lugar.
Todo está un poco patas arriba y desde luego vacío, pero aún así la mayoría de muebles siguen en su sitio e incluso podrían llegarse a aprovechar.

Os acercáis a uno de los laterales dónde tras una capa de polvo aún puede verse el mapa del hospital, decidiendo llevar al "infectado" al quirófano, por ser la sala más cercana con equipo presumiblemente adecuado para inmovilizarle.

De buena gana ayuda a Joe a transportar a Ziyak. Cualquier cosa mejor que no hacer nada.
Todavía está asimilando la suerte que ha tenido. ¡Existe una cura! Y parece que el tio este tiene una. Un poco más y sólo tendra que cumplir una promesa...
El camino se hace más largo, al tener que transportar a Ziyak. Realmente era muy grande y pesado. Cuando por fin llegan Axel esta jadeando y algo sudoroso, parte de Ziyak y parte de él mismo.
-Arf...arf...me llamo Axel. Y la pequeñaja es Kyuu.- logra articular nada más dejar el cuerpo del grandullón.-Ya tendremos tiempo de conocernos mejor cuando este todo más tranquilo ¿eh?-dice ya algo más animado.-Por cierto no soporto estar sin hacer nada, y tampoco las agujas, asi que voy a explorar esto un poco.-añade por fin desenfundando su machete y encaminándose a la salida del quirófano.
Tanta suerte me escama...hace ya mucho tiempo que no tengo tanta suerte...será mejor no bajar la guardia.

tic,tic,tic,tic,tic,tic,tic.... tic,tic,tic.. tic,tic-Sus manos no dejaban de abrir y cerrar su zippo, muestra del nerviosismo que reinaba en su cuerpo mientras esperaba apoyada en una de las paredes del quirofano -Al menos tienen una cura, tuvimos mucha suerte.. - tic,tic,tic,tic]-su mirada estaba fija en el suelo, no le gustaba ver a Ziyak en ese estado pero aún así quería permanecer cerca de él - ¿Se pondrá bien?¿cuanto tarda la cura en efecto?

Deja su sitio en la pared y comienza andar en circulos por la habitación, hasta que resopla y limpiando un poco el suelo con el pie se deja caer en él sentándose a lo indio - Si necesitar algo yo iré buscarlo.. tic, tic, tic,tic..

(post opcional)

Todo se vuelve de nuevo oscuridad, al menos placentera y tranquila por unos momentos...
Cuando abre los ojos de nuevo le cuesta unos segundos situarse y darse cuenta de dónde se encuentra. Parece un viejo quirófano, ya no se siente mareado ni le arden las entrañas pero todo está tan increíblemente silencioso que su bienestar no acaba de compensar.
Se incorpora con lentitud sobre la camilla y acaba por bajar de ella mirando alrededor, buscando algo. Mejor dicho a alguien.

Decide salir de esa sala para toparse con los amplios pasillos desiertos de un hospital. El silencio es tan abrumador que resulta pesado.
-¿Kyuu...?, ¿Axel?- sus pies comienzan a andar, pero no hay respuesta alguna, lo cuál le lleva a formularse multitud de preguntas e ideas.
Quizá se marcharon, era peligroso quedarse con un infectado... Además había más con ellos. ¿Y si les ha sucedido algo? Eso no se lo podría perdonar.

El ritmo de sus pasos se incrementa, empezando a correr entre los pasillos y muebles volcados, gritando dos nombres que tras unos minutos parecen empezar a perder todo sentido.
Nada, ni libertarios, ni Chacales ni infectados. Nadie acude a su llamada, al parecer se ha vuelto a quedar solo.

Abandona el edificio pero no la esperanza de toparse con ellos en el exterior.
Y entonces todo cambia, porque en lugar de la ciudad derruida una vez atraviesa la puerta se encuentra en un frondoso bosque, y cuando mira extrañado hacia atrás no hay nada más que árboles rodeándole.
No puede ser real, no tiene sentido... Pero no puede detenerse a pensarlo demasiado, ya que alguien surge de entre la maleza para cortarle el paso.

-Hunter...- en realidad no tiene nombre, al menos que él sepa, siempre le llamaron así. Le mira sorprendido y atónito, estaban demasiado lejos de la ciudad para toparse con él.

-¿Creías de verdad que podrías irte sin más? Eres un miembro importante para los Cazadores, debes volver. Sólo conseguirás cargar con más muertes a tus espaldas- habla con su característica voz metalizada y fría, ajeno a los sentimientos.
Mira hacia un lado del sendero, en donde yacen los cuerpos sin vida de Axel y Kyuu.

-¡Noooo!- el grito surge de lo más hondo de Ziyak. Desgarrado y visceral, apoderándose de todo su cuerpo mientars desenfunda una espada de su espalda y arremete contra Hunter.

-Tu ira me alimenta... Aguantarás poco.

Veo a Axel salir.

-Joe, Drew.  Una voz casi en susurro sale de mí. Una voz baja como para no despertar las almas del hospital.

"Aunque no se porque hablo tan bajo. El ruido del encendedor es contante.

Al tener la Atención de ambos hago una dirección hacia Axel que se retira.

- Voy a acompañarlo, nunca hay que moverse solo en un lugar sin barrer.

Al llegar al quirófano conseguimos componer correctamente la camilla central entre todos, ajustando unas correas que penden de los lados, tras lo cuál Axel decide que ya ha tenido suficiente y prefiere investigar un poco por el hospital.

-Está bien... Pero ten cuidado, este sitio es muy grande- no me agrada la idea de que vaya solo pero tampoco es que pueda impedírselo así que la proposición de John me alivia -Estupendo, nosotros seguiremos por aquí- le asiento con expresión confiada, aunque en realidad no las tengo todas conmigo, Perseo es efectivo pero el que tenemos nosotros no está tan bien sintetizado cómo me gustaría.

-Espero que sí, aunque hay un pequeño porcentaje de posibilidades de que no funcione- admito a la muchacha sin atreverme a mirarla mientras descalzo al tal Ziyak y le ato los tobillos a la camilla.
-Busca algo de ropa limpia para él, seguro que encuentras algo- no es que sea algo realmente urgente pero puede ayudarla a distraerse.

Saco el pequeño estuche metálico del interior de uno de mis bolsillos y saco la inyección catalogada con una "D". Ni siquiera es una aguja grande... pincho el brazo del hombre con facilidad y me quedo mirando su camiseta sudada extrañado.
Hay algo más que eso...

Levanto la prenda de ropa para echar un vistazo y descubrir un corte de lo más desagradable y mal cosido atravesándole el vientre.
No sé quién diablos habrá hecho esa chapuza, quizá uno de sus compañeros o él mismo, pero está empezando a infectarse debido a que no deja de supurar sangre y probablemente dentro de poco le precedería la pus.

-Joder... Drew, esto necesita sutura y desinfección ya- mi ceño se frunce mientras busco en el botiquín hasta dar con los utensilios necesarios. Espero poder reponerlos después.

Axel sale del quirófano, algo más relajado y animado ante la idea de que Ziyak pueda recuperarse con ése antídoto llamado Perseo.
Al cabo de poco John sigue sus pasos para acompañarle en la inspección del aparentemente desierto hospital.

Nada más salir, en la pequeña sala de espera contigua, encontráis varias máquinas expendedoras, pero todas están rotas o vaciadas y lo poco que pueda quedar en su interior o esparcido por el suelo es porque ya está caducado.
Decidís pues proseguir vuestra inspección, pasando por la tienda de regalos donde a parte de chatarra, suciedad y polvo acumulado sólo encontráis trastos inútiles cómo tazas, peluches y alguna que otra prenda de vestir por si queréis renovar la vuestra.

Seguís por un pasillo contiguo a esta tienda y llegáis hasta una pequeña capilla. Resulta bastante siniestro pero el aire aquí es casi irrespirable pues contáis al menos una quincena de cuerpos en descomposición distribuidos por las pocas filas de bancos. Quizá llevan varios años allí pero no sabríais identificar si murieron de hambre o por algún tipo de ataque imprevisto.

Axel comienza su paseo por el hospital tranquilamente. La verdad esque no busca nada en concreto, es sólo por estar ocupado. Con ello en mente observa detenidament cada zona pero sin prestar excesiva atención, en el fondo sabe que encontrará pocas cosas realmente servibles.

-Oye colega, John era ¿No?, ¿tú que hacías antes de tod esto?-dice mientras inspecciona las máquinas expendedoras para dar conversación. Observa con cierta rabia los productos ya caducados y termina dándoles una patada para quitarlos de enmedio. Cuando se acerca a la capilla un penetrante olor le inunda. Es realmente intenso y repugnante. Arruga la nariza y echa la cabeza hacia atrás sin llegar a entrar.

-Uh! ¡Joder! ¡Qué asco mierda! Se me han revuelto las tripas-maldice tapándose la boca y la nariz.-Voy a buscar en un mapa de estos dónde está la cafetería y la zona de las medicinas. Si aún hay algo de provecho por aqui supongo que estarán ahi.-y diciendo eso se acerca a un mapa y con el dedo va buscando la cafetería. Cuando la encuentra le da unos golpecitos memorizando el camino, y reanuda la marcha.

En lo que Joe se ocupaba de amarrar a Ziyak, yo me ocupaba de mi tobillo. Había encontrado unas vendas elasticadas en lo que suponía era la farmacia del hospital. John me había sido de gran ayuda, sin él es la hora que me habría demorado mucho más en llegar a ese lugar, pero John me hizo las veces de soporte y eso, sumado al improvisado bastón que he estado usando desde que me torcí el tobillo, ha conseguido que no me convierta en el lastre que me estaba temiendo convertirme.

Ya vendada y todavía apoyándome en mi pseudo bastón, me acerco a la camilla para examinar la herida de Ziyak.

-¡¡Santo Cielo!! -exclamo al verla- ¡Esa herida está horrible!

Intento no apoyar mucho el pie malo en el suelo para no exigirle en demasía a mi tobillo y, primeramente, desinfecto la herida. Humedezco muy bien un trozo de gasa con alcohol desinfectante, de seguro cuando le empiece a curar le va a arder montones, pero es lo mejor para desinfectarle y lo más fácil de conseguir, no están las cosas para regateos. Debido a que es una herida sangrante al menos está la suerte que no va a padecer el dolor de tener que separar ambos lados de ésta. El modo en que la han cosido es francamente rudimentario y no se por qué se me ocurre que ese ha sido un trabajo que el mismo Ziyak se hizo, con lo enorme que es me da que también es medio bruto.

Limpio la herida con mucho cuidado y a consciencia, tengo que hacerlo si quiero que se recupere y que ya no corra riesgo de infección.

Ropa limpia, ropa limpia.. ¿donde boy a encontrar eso en un hospital?- frunció el ceño mientras rebuscaba por los armarios y cajones de la habitación y salas anexas hasta que finalmente pareció dar con algo y se apresuró en volver rápidamente a quirofano con un par de batas de paciente. Antes de entrar arrugó la nariz al sacudirlas, estaban polvorientas y no eran de Tamaño-Ziyak pero al menos estaban más limpias, eso seguro.

Solo he encontrado esto..-susurró dejándolas en una mesita al lado de Joe y mirando la herida de Ziyak con asco- ughhh eso tiene mala pinta, casi se le ven las tripas, no me gusta ver tripas.. -gira la cabeza y vuelve a sentarse en su sitio del suelo suspirando pesadamente - saben lo que hacen, todo saldrá bien, todo saldrá bien..

-Vamos con ello...- le paso unos guantes de látex a Drew suficientemente esterilizados y yo me pongo otros. No soy un buen doctor, pero me estoy convirtiendo en un decente ayudante.
Limpiamos la herida de Ziyak directamente con alcohol, lo cuál en un caso normal le escocería tanto que le haría retorcerse, pero aprovechando que permanece inconsciente es una buena manera de sacar la sangre y cortar un poco el flujo.
Le tiendo el hilo y la aguja esterilizada a la doctora, que enseguida empieza a coser con una pericia impresionante y precisa, sin vacilar.
Sonrío satisfecho ante el resultado que vamos teniendo mientras me encargo de ir retirando la sangre con múltiples gasas.

-No son las tripas, tranquila- no puedo evitar reírme cuando Kyuu vuelve con la ropa limpia -La herida estaba mal cosida, ahora tendrá una sutura tan perfecta que quizá no le quede ni cicatriz- guiño el ojo cómplicemente a Drew y finalmente terminamos vendando la zona fuertemente para que se mueva lo menos posible.

-Deberíamos asegurarnos de que el antídoto ha hecho efecto, así que... Yo calculo que deberíamos pasar la noche aquí- retiro mis guantes tirándolos a una papelera metálica cercana a pesar de lo poco necesario que resulta la higiene a estas alturas.
-Así de paso nos aseguraremos de que esté varias horas quieto y eso cicatrice... un poco- sé que si la cosa sale bien el tipo se pondrá de nuevo a la acción pero es inevitable.

Nos encargamos de limpiar también la pequeña herida casi cicatrizada de su pecho y el sudor y finalmente le ponemos una de las batas blancas que nos ha conseguido la joven atándole con firmeza las muñecas a la camilla.
-Es un tío fuerte, seguro que lo supera- resoplo y me paso el antebrazo por la frente sudorosa relajándome un poco antes de empezar a buscar por todos los cajones del quirófano.

Decidís salir de la putrefacta capilla cerrando la puerta, después de todo cualquiera sabe que los cadáveres pueden propagar enfermedades y en un hospital... Será mejor no correr riesgos, tampoco parece que hubiera nada interesante allí.
Axel busca uno de los muchos mapas distribuidos por los pasillos, y aunque sólo vienen marcadas las zonas de acceso al "público" vienen indicadas tanto la cafetería cómo la farmacia, dos buenas opciones a tener en cuenta a pesar de estar algo alejadas del quirófano.

Os ponéis en marcha, el trayecto no es en absoluto difícil y apenas tenéis que apartar aluna camilla o carreta de material sanitario volcada, llegáis a la cafetería sin problema alguno.
La persiana metálica se encuentra medio bajada pero con agacharos basta para llegar al interior en semi-penumbra.
Todas las mesas y sillas están desordenadas y algunas de ellas por el suelo, con restos de comida podrida y platos acompañándolas.

Hay varias máquinas expendedoras que ofrecen el mismo problema que las anteriores: productos caducados, pero podéis recuperar algunas botellas de agua de litro.
Unas puertas dobles de metal dan paso a la cocina, demasiado oscura para ver con claridad pero por suerte John todavía conserva su linterna y podéis pasearos por el inquietante lugar.

Tanto las neveras como los fogones y hornos están algo oxidados, tamaño industrial cómo era de esperar. En este lugar también hay utensilios de cocina distribuidos por doquier, así cómo comida a medio preparar y un par de esqueletos en un rincón a los que les faltan varias extremidades.
En los diferentes cajones y armarios lo único comestible son las especias, la sal, legumbres y algo de arroz, pero necesitaríais cocinarlo para poder aprovecharlo.

Cruza los dedos cuando empiezan a atender su herida y pone una gran mueca de asco - Puagh, coser carne, como si fuera un vestido viejo.. ¡eccc!- ese era uno de los motivos por el que nunca había pensado en estudiar medicina, no tendría el aguante ni para tratar un simple corte. Menos mal que encontramos un médico, sino me habría tocado hacerlo a mí.. o peor aún, al macarrilla bruto!

Se levanta y camina por los pasillos buscando una camilla que aún se conserve intacta, para tomarla y empujar hasta el quirófano, aquella sería su cama para esa noche. No era la mejor cama posible pero no estaría nada mal, era un colchón , viejo, pero un colchón. Una vez situada en un extremo, cerca de Ziyak se tumbó y echó la sábana por encima, cerrando los ojos y tratando de conciliar el sueño tras aquel intenso día..

Konban wa...

Al rato de dejar la capilla Axel comienca a silbar una cancioncilla mientras andan por el hospital fantasma. Va con una mano en el bolsillo y con la otra empuñando el machete. Los pocos obstáculos que encuentra los aparta directamente de una patada. A poca gente podría importarle ahora el estado de las camillas, y Axel no era uno de esos.
-La seguridad social de este pais nunca había tenido tan poca cola ¿eh?-comenta casi para si mismo intentando hacer una broma, aunque no sale con mucho ánimo.
Al rato sus pasos lo llevan a la cafetería. Por supuesto está en igual o peor estado que el resto del hospital, pero al menos no está llena de cadáveres. Rebuscando un poco encuentran unas pequeñas provisiones.
-Será mejor que cojamos esto en alguna bolsa, siempre viene bien en casos de emergencia. Luego le echamos un vistazo a la farmacia- y diciendo esto se pone a buscar uan bolsa o recipiente donde meter las provisiones de arroz y legumbres.
Bueno, al menos hemos pillado algo de agua. ¿Se habrá curado ya el grandullón?

Este paseo que damos con Axel. Me sirve para conocerlo un poco. “La verdad no me desagrada. Tiene un gran ímpetu y se denota que es un sobreviviente endurecido. Sigo pensando en todo lo que ha sufrido esta gente y comparo con mi sufrimiento en el vacío espacial y es el mismo sufrimiento, de distintas maneras, pero el mismo.·”

Al Tiempo me doy cuenta que hemos recorrido un parte del hospital. Y salgo de mi estado meditabundo. Estoy ayudando a Axel a meter cosas en una Bolsa

-Perdón, ¿creo que me preguntaste  que hacia antes?

Sonrío

-Hasta hace un par de semanas era Astronauta. Y tu que hacías?

Axel se estaba empezando a poner nervioso. Hablar con el tal John era como hablar con una pared: No responde, no se sabe si escucha y no es probable que sepa hablar.
Este tio actúa como un puto zonbie...Devería rpovar a decirle otra cosa haber si la hace...
Justo en ese momento, como si le estuviera leyendo el pensamiento, John responde a sus preguntas.
Ante la nueva revelación Axel simplemente arquea la ceja y con media sonrisa observa al supuesto astronauta.
¿Astronauta? Si venga...je! Y yo soy la puta reina de inglaterra.
-Astronauta ¿eh?-dice con cierto rintintin.-Yo me pasaba la mayor parte del tiempo en la calle, dándome de hostias con otros capullos como yo por cuatro palmos de asfalto, alguna tienda o chicas. Asi que quitando lo de las chicas mi situación no ha cambiado mucho ¿eh?-dice volviendo al "trabajo" con cierto cachondeo.