Partida Rol por web

El tiempo parece ralentizarse enormemente, o incluso detenerse.
Las miradas de ambos lo dicen todo, intensas y fijas la una en la otra hasta acercaros lo suficiente para cerrar los ojos y poder sentir el beso en todo su esplendor. Un momento único, inimaginable hace unas horas o incluso minutos.
Notas su nariz en tu piel y sus labios rozándote, incluso impacientándote de forma que resulte más deseable... Y entonces ambos oís el chasquido metálico de una de las puertas de los jeeps abriéndose, de forma estruendosa para vosotros al interrumpir el momento y el silencio de la noche.

Ziyak se aparta dando un ligero respingo, observando el coche entre molesto y aturdido para ver salir a Joe, que os mira a ambos alternativamente varias veces.
-Vaya umm... Lo siento- alcanza a decir con cierta culpabilidad alejándose del claro con una risa por lo bajo mientras en la lejanía el amanecer empieza a sustituir la oscuridad y el frío nocturno, lo cuál indica que tendréis que poneros en marcha pronto.

La noche transcurre sin demasiados incidentes o charlas a tener en cuenta... O al menos que vosotros sepáis puesto que después de todo las conversaciones privadas que haya mantenido cada turno de guardia son sólo para ellos.
Tras un escueto desayuno reemprendéis la marcha con los vehículos, agradeciendo enormemente el poder disponer de ellos ya que facilitan mucho el camino y además podéis realizarlo de forma bastante más rápida de lo que sería caminando.

Seguís turnándoos para conducir los jeeps y las horas transcurren con relativa lentitud.
Cuando os detenéis para comer os dais cuenta de que las provisiones escasean ante la imposibilidad de cocinar el arroz o las legumbres, sin embargo agua tenéis de sobra y la ciudad ya no está lejos así que es un detalle que en esta ocasión no os preocupa demasiado.

Cuando el sol empieza a ocultarse lentamente de nuevo, aún ofreciendo sus últimas rayos de luz, divisáis la ciudad a la que debéis llegar: Hope.
Los alrededores son como los de cualquier otra población abandonada y derruida que ya habéis visitado en multitud de ocasiones, sin embargo en el centro se alza una especie de extraña y llamativa cúpula que encierra construcciones bien edificadas y las múltiples luces que las iluminan en el interior.

Abandonáis los vehículos ya que los escombros de las calles en las que os encontráis impiden que podáis conducir por ellas con facilidad.
Podéis calcular que en unos diez o quince minutos andando llegaréis hasta las puertas centrales de la cúpula que a la vez sirve de muralla.

Silencio. Kyuu había estado todo el viaje sin abrir la boca y eso era raro en su constante hiperactividad. Parece que aún le perduraba el enfado con el grandullón y quería dejarlo bien claro o quizás para llamar más la atención. Cuando llegaron y vio por primera vez aquella ciudad no parecía nada especial, pero pronto una inmensa cúpula dorada se extendía protectora, como un cascarón de huevo que protegía y aislaba a la humanidad de todo lo que había causado.

Estaba a escasos cientos de metros ya cuando se detuvo, todos parecían dispuestos a entrar pero cada vez lo tenía menos claro. Al final acabo separándose un poco del grupo para sentarse contra una pared de una vieja casa derruida. Estaba hecha un lio, todo había sido tan precipitado.. en apenas dos semanas su vida habia dado un vuelco completo. Atrajo hacia ella las piernas rodeándolas con sus brazos y se quedó con la mirada perdida en la cúpula.

Empezáis a caminar con cierto silencio, incluso nervios ante la extraña "ciudad acorazada" que se alza ante vosotros cada vez a menor distancia.
Cierto que el mundo en el que estáis es peligroso, incluso mortal, pero lo conocéis y sabéis cómo moveros en él. Dentro las cosas pueden resultar muy distintas...

Apenas habéis andando unos pocos metros desde los vehículos cuando Kyuu decide retirarse a un lado y tomar asiento provocando que el grupo se detenga. Todos sabéis que no puede deberse al cansancio dado que habéis llegado en los jeeps, así que tras pocos segundos de miradas significativas de unos a otros Ziyak también se separa para acercarse a ella hasta ponerse en cuclillas a su lado.
Se limita a quedarse así por unos segundos, observándola en silenciosa seriedad antes de decidirse a hablar.

-Kyuu no quiero que estés enfadada... Me gustaría que entendieras mi postura. Ahí dentro podrás descansar, comer, asearte... Te cuidarán bien y estarás protegida, aunque sé que podrías hacerlo sola- sonríe ligeramente al recordar las distintas ocasiones en las que la joven ha demostrado su valentía y ha salvado a algunos de los miembros del grupo, pero después vuelve a su expresión seria.
-Puedo cuidarme solo, lo sabes... Pero no vamos a obligarte a hacer algo que no quieras así que la decisión es sólo tuya. Quiero que lo pienses bien antes de darme una respuesta- tras esto apoya los antebrazos en sus propias rodillas y se limita a esperar la decisión de Kyuu sin decir nada más, dejando que ella misma tome las riendas de su destino. Nadie más tiene el derecho a manejarlas.

John nuevamente ha disfrutado estar en el asiento del conductor. El es un piloto de lo que sea, autos, motos, aviones, helicópteros... Transbordadores espaciales... aquellos que lo han visto al manejo del jeep notan que John se compenetra en el manejo del vehículo, deja de ser John, pierde su humanidad para convertirse en una fría maquina, para convertirse en el Piloto. Es mas el salto en el semblante John es notable, en su cara no esta la sonrisa picarona que se lleva casi siempre... Hay una sonrisa pero es una sonrisa apenas perceptible, una tenue inclinación de los labios hacia arriba, una sonrisa de placer. Es la sonrisa del Piloto…

Cuando deciden dejar los Jeeps, John es el ultimo en alejarse de ellos, parece que no quiere separarse de la maquina, su mano izquierda se arrastra por el capot y parece no querer despegarse. -Adiós bonita. Las palabras salen con un dejo de melancolía. Pero cuando su mano se aleja dejando de sentir el tacto del vehiculo, la media sonrisa picaresca comienza a formarse nuevamente en John y la sonrisa del Piloto desaparece.

Kyuu esta sentada contra una pared, enojada, ofuscada. "Tiene razón", El grandote se acerca y le habla "Ambos tienen razón". John no habla, John comienza a vigilar su sector.

Después que nos bajamos de los jeep comencé a caminar con pie de plomo, cuidando cada paso que daba, en permanente estado de alerta. Estábamos cerca de la ciudad, más de lo que recordara haber estado nunca.

La ciudad. Tan diferente, tan increíblemente diferente al recuerdo que yo tenía de una ciudad. ¿Cuántas personas habitarían en ella? Mirada desde fuera, pese a la distancia, la construcción era sorprendente, inquietante incluso. Era una jaula... una jaula de cristal.

Kyuu se apartó de nosotros, parecía asustada, pensé en acercarme a ella y tranquilizarla pero Ziyak lo hizo antes así que no me moví, no hasta dónde ellos estaban al menos. Permanecí con los demás, a prudente distancia.

-¿Qué opinan? -pregunté a los muchachos señalándole la ciudad con un movimiento de cabeza.

John observa su sector, es lo primero que le enseñaron en la marina, es lo primero que Joe le dijo en el infierno. La voz de Drew saca a John de su estado de vigilancia. "Que opinan... Buena pregunta" El pensamiento de John lo decía todo. Su mirada se dirigió hacia la Ciudad envuelta en esa cúpula extraña. Un sinfín de imágenes pasaron por la cabeza de John. Le sonrío a Drew-No lo se Doc, en mi corta experiencia aquí e descubierto algo. La sonriza de John tuvo un leve modificación-Que uno aquí se toma con más cosas mala que buenas. Diez cosas malas, una buena, cincuenta cosas malas una buena, cien cosas malas ninguna buena. La cara de John se ensombreció de repente y su sonrisa desapareció. - Y nosotros llevamos 3 cosas buenas seguidas.  Después de un segundo tensionante que pareció eterno. John le guiño un ojo a Drew y  la sonrisa bromista apareció de nuevo. -Pero venimos en buen promedio quizás sigamos así.

Nada más bajarse del jeep lo primero que hace Axel es estirarse. Tanto tiempo sentado le agarrotaba los músculos.
-Joder, se viaja bien, pero ya me duele el culo...-dice en alto para todos. Enseguida empieza a deambular por la zona buscando posibles amenazas, mientras le da patadas a todo escombro que parezca poco pesado. No le hace mucho caso a la ciudad, pues la verdad es que le da bastante mal rollo. Parece como si fuera un laboratorio gigante...
Joder es hasta siniestra...
Cuando ya habían caminado un trecho Kyuu se agazapa a un lado de la calle y se queda ahí parada. A Axel le irrita un poco la actitud de niña pequeña que tiene, pero en parte la comprende, además, no es él precisamente el más maduro del grupo...
-¿Qué opino?....Je!, que es una puta jaula...-masculla respondiendo a la pregunta de Drew.

Al principio evitaba mirarle pero al final decidió alzar la cabeza para mirarle. Aún estaba enfadada pero sus palabras amables la calmaron en cierto modo. El resto parecía molesto por el parón pero lo necesitaba para aclarar un poco su futuro. Entrecerró los ojos y suspiro aún indecisa.

Hai... ahí dentro estaré bien -murmuró dándole la razón, en el fondo no quería disgustarle , pero claro, tampoco quería estar disgustada ella - Te haré caso, iré con ellos pero..

Hizo una pausa y sacó de su cinturon su Glock, tendiéndosela, después hurgó en su bolsillo hasta sacar su preciado mechero. Lo acarició con suavidad como si no quisiera desprenderse de él pero al final acabo poniéndolo en la enorme manaza del hombre- toma esto, es mi mechero de suerte, yo no necesitaré pero tú sí..

Más te vale que me lo devuelvas allí dentro -sonrió levemente mirando a la ciudad- o iré yo a buscarlo, y estaré muy muy enfadada..

Tras ello se levanto apoyándose en sus hombros y volvió junto a él con el grupo, mirando al suelo algo avergonzada por su comportamiento.

Lo siento el esperar.. podemos ir.

Ziyak sonríe ampliamente, sin molestarse en disimular la alegría que le produce que Kyuu acceda finalmente a ir con el resto por la "puerta principal" de la ciudad. Sabe que no lo hace totalmente convencida y eso le da más valor a la decisión.
Mira el brillante mechero entre las manos de la joven oriental y espera a que esté preparada para desprenderse de él antes de recibirlo y guardarlo en uno de sus bolsillos con cuidado.

-Gracias... lo cuidaré bien, te lo prometo. Ya tengo que devolver varios objetos importantes así que no puedo permitirme el lujo de no encontraros ahí dentro- mira de reojo a Axel al decir esto y finalmente se levanta poniendo el seguro en la glock para dejarla enfundada entre su pantalón y el cinturón.

Nos detenemos unos segundos, momento que aprovecho para suspirar hondamente, observando la cúpula que se alza ante nosotros pensativo y con el ceño fruncido.
Admito que no esperaba esto, es justo lo que acaba de decir Axel: una puta cárcel, ya no cabe duda... Pero aún así vale la pena correr el riesgo de quedarse atrapados, al menos para mí, creo que quedó claro en la charla de ayer.

-Ánimo chicos, no han parado de pasarnos cosas malas... Aguantar un par de semanas ahí dentro no puede ser más difícil que aquí- sonrío algo más animado, intentando transmitir parte de ello hasta que veo a Kyuu y Ziyak acercándose, momento en el que extraigo mi pequeño tesoro: la caja que contiene los antivirus de la sangre de John y la mía propia.
Se la tiendo a Ziyak con un asentimiento de cabeza que me devuelve antes de guardarla en el interior de su bolsillo trasero. Creo que si seguimos dándole más cosas acabará con los pantalones por el suelo...

-Creo que si alguien tiene que darle algo más, es el momento- admito empezando a descolgar mi preciado rifle de francotirador de mi espalda -Y quizá de despedirse...- esto último lo añado en tono más bajo, no es que me guste tener que decirlo pero... es cierto. Al menos por un tiempo tendremos que estar sin verle.

Volvéis a estar todos juntos y parece que es el momento de pasarle todas las pertenencias que queráis recuperar a Ziyak, sin embargo ambos escucháis "algo" cerca de vosotros. Una piedra rodando o algo similar detrás de uno de los edificios cercanos.

Por un momento queréis creer que haya sido uno de los golpes que Axel estaba dando alrededor, pero él ya ha parado hace un rato y si prestáis más atención llegáis a distinguir unos pasos amortiguados. Es difícil pero estáis bastante convencidos de lo habéis escuchado.

Haciendo caso a Joe Kyuu se disponía a darle un fuerte abrazo a Ziyak, aunque solo le llegara a la cintura. Sería duro no verle por un tiempo pero esperaba que no fuera más de un par de semanas.

¿Cuanto tardarás..?

Pero antes de que pudiera estrecharle con fuerza su cuerpo se quedo rígido, moviendo levemente las orejas. Por la repentina seriedad de la nipona parecía que algo no iba bien. Se separó de Ziyak y se llevo el dedo índice a los labios, avisando al resto de que guardaran silencio , había escuchado algo.

Cuidado, alguien se acerca..

Susurró y se agazapo dirigiéndose al lugar del que provenían aquellos ruidos, agarrando el hacha a su espalda mientras tanto..

Cita :

Axel se disponía despedirse de Ziyak, pero las palabras de Kyuu le hacen cambiar de opinión. En seguida se pone alerta y busca con la mirada quien puede estar acercándose. Se lleva la mano al mango del machete y se queda donde está esperando la "aparición".
Joder. ¿Quién o quienes pueden ser? Es un momento bastante inoportuno para ser atacados...
Sus compañeros hacen lo propio agarrando con fuerza sus armas. Estando cerca de la ciudad es poco probable que fueran infectados o chacales, pero nunca se sabe...
Mierda Ziyak tiene mi navaja. Sin ella me siento como desprotegido a pesar de tener un machete...Tsk estas situaciones de incertidumbre me ponen nervioso.

Las palabras y gestos de despedida que tan bien se merecería Ziyak son abruptamente interrumpidas incluso antes de producirse debido a la señal de alerta de la joven Kyuu.
Frunzo el ceño contrariado y algo malhumorado por lo inoportuno de la situación, pero sé que no es culpa de ella, ni mucho menos, mi enfado se propaga hacia el que haya sido el propulsor de su reacción.

-¿Podría ser alguno de esos soldados...?- aventuro a preguntar a Ziyak, el cuál me devuelve una mirada significativa pero dudosa. En fin, podemos encontrarnos con cualquier cosa y ya que tengo el rifle entre las manos destapo la cobertura de la mirilla de precisión.
Tengo muy pocas balas, pero esta preciosidad es capaz de abatir cualquier cosa y ya que voy a tener que dejarla enterrada por algún maloliente rincón será mejor darle un último uso.

Acelero unos pocos pasos para alcanzar a Kyuu, la cuál abre la marcha.
-Déjame a mí, le despacharé antes de que se dé cuenta- le afirmo deteniéndola para apoyarme en una pared cercana y dejarme caer despacio hasta quedar en cuclillas, momento en el que empiezo a asomarme por la esquina con silenciosa cautela.
Le veo, está bastante alejado de nosotros pero la mirilla consigue dar con él y mi pulso es firme a pesar del peso del arma y del tiempo que llevo sin usarla.

El estallido del disparo se produce, a mi entender certero, pero antes de poder contemplar el resultado la oscuridad se propaga totalmente por mi mente impidiéndome seguir adelante.

Ziyak alcanza a chasquear la lengua fastidiado mientras el resto se ponen en marcha, siguiendo a Kyuu para cubrirla y descubrir quién ha podido ser el causante de su alarma.
En realidad podría ser cualquier cosa pero lo que más teme es la posibilidad de que sea algún Cazador. Son expertos e implacables pero no deberían mostrarse hostiles... a menos que les den motivos.

Joe decide tomar la iniciativa esta vez para aprovechar la evidente ventaja que le puede otorgar su rifle de francotirador.
-Espera...- alcanza a musitar estirando un poco el brazo en su dirección, pero Joe ya se ha posicionado así que se limita a ponerse en cuclillas apoyando una mano en el suelo y la otra en la rodilla mientras unas gruesas de sudor empiezan a perlar su frente y su sien.
Algo no va bien...

El disparo del arma es limpio y preciso, o eso parece porque en realidad no está viendo la calle a la que apunta Joe, sin embargo sí alcanza a ver con claridad, como el resto, como un delgado cuchillo ha volado a la vez que la bala impactando con precisión en la cabeza de su compañero, que cae inmediatamente inerte al suelo junto con su rifle.

Ziyak queda unos segundos conmocionado por la visión y después estira sus poderosos brazos para sujetar a Axel y Kyuu para evitar que se abalancen hacia el callejón impetuosamente.

Joe enseguida se hace cargo de la situación. Con su rifle francotirador en las manos se mueve hacia un callejón para abatir al posible atacante.
Bueno, parece eperto en el uso de ese arma, no creo que falle asi que ya podemos tranquilizarnos. Joder con un par de rifles de esos y otros dos tios como Joe podríamos limpiar media ciudad...
El disparo interrumpe sus pensamientos, pero algo sale mal. Todo ocurre muy deprisa, antes de poder soltar alguna capullada alabando la labor de Joe este tiene incrustado en el cráneo dos palmos de acero.
-¡Jo...joder!-masculla sobresaltado y desenfundando enseguida su machete.-¿Pero qué coño...? ¿qué ha pasado?- grita lanzándose en dirección al callejón para comprobarlo.-¡Serán hijos de...!-no llega a terminar la frase. El poderoso brazo de Ziyak lo sujeta para evitar que haga una tontería. Axel casi cae de espaldas.-¡Eh! ¡Maldita sea! ¿qué coño ha pasado? ¿Quién no está atacando?-vuelve a preguntar esta vez dirigiéndose a Ziyak, aunque no deja de buscar con la mirada a sus enemigos con los ojos desorbitados. Para una vez que parecía que las cosas marchaban bien...

La situación se descontrolo en un abrir y cerrar de ojos. El shock producido por la unión del sonido del disparo con el ruido del chuchillo golpeando la cabeza de Joe, fue automático. Ziyack sujeto a Axel y a Kyuu. Axel miraba a todas direcciones mientras bociferaba insultos a los que habían atacado. Kyuu parecía absorta y  Drew después de ver desvanecerse a Joe busco a John.

Lo primero que se le vino a la cabeza fue prepararse para resistir la emboscada, pero ver a  Joe tirado en el suelo, le hizo cambiar de estrategia, Desenfundo una de sus armas  y corrió para tomar a Joe y arrastrarlo hacia alguna pared mientras hacia fuego de contención con su arma. Quizás no le pegara a nada pero esa es pared de proyectiles que salían de su arma harían buscar refugio a esos malditos bastardos. Por lo menos hasta que pudiera sacar a Joe de ahí.